*El medio vegetal del yacimiento de Iruña-Veleia en su contexto regional (Nuria Castañeira-Pérez*, Ainhoa Aranburu-Mendizabal*, Miren Ayerdi*, María José Iriarte-Chiapusso**. * Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología. Universidad del País Vasco, ** Ikerbasque – Basque Foundation for Science)
“… no ha habido ninguna falsificación ni, en consecuencia, falsificador. La atribución de la falsificación es producto de circunstancias precisas, la histeria e incompetencia de los políticos y sus asesores, abonada por la imprudencia y soberbia de ciertos académicos, alimentada por intereses concretos de otros arqueólogos, difundida por la prensa amarilla y aceptada por la justicia, que desecha sin más los argumentos científicos de la defensa; y por encima de todo, adobada por la estulticia humana.” Xabier Gorrotxategi. Criterios para la autentificación de los óstraca romanos de Iruña-Veleia y su aplicación en la determinación de su veracidad.
El artículo con el título que encabeza este post está disponible desde hace algunos días en Academia.edu, dividido en 2 partes:
Su autor es Xabier Gorrotxategi, Doctor en Geografía e Historia (Arqueología), quien cuenta en su curriculum el haber sido director de excavaciones arqueológicas de campo y de proyectos de intervención (1979-2002), director y codirector de investigaciones arqueológicas, seminarios y congresos (1978-fecha actual) y autor de dos libros y 24 artículos publicados sobre el patrimonio prehistórico e histórico.
En su artículo, Gorrotxategi establece, mediante una elaborada argumentación, 82 criterios (indicios, indicios relevantes y pruebas directas) que apoyarían la autenticidad de los óstraca hallados en el yacimiento arqueológico de Iruña-Veleia (Álava) por el equipo de Eliseo Gil. El autor también hace una crítica demoledora de los informes de la Comisión Científica Asesora en los que se declararon falsos los grafitos y de la actuación de sus miembros (resumida gráficamente en el esquema de abajo), así como de los poderes públicos que intervinieron en el caso y de la sentencia judicial que condenó a Eliseo Gil como presunto autor de las supuestas falsificaciones.
Elementos de la actuación deficiente de la Comisión.
El resumen del artículo que nos ofrece su autor como presentación es el siguiente:
“El tema del artículo es el establecimiento de los criterios para determinar la veracidad de los óstraca de la ciudad romana de Iruña-Veleia (Alava/Araba, País Vasco/Euskal Herria).
En este artículo se sistematizan todos los elementos de contexto de los óstraca con objeto de poner bajo crítica el diagnóstico de falsedad realizado por algunos miembros de una Comisión y posibilitar un verdadero proceso de autentificación. Se establecen 82 criterios, que son pruebas de veracidad de diferentes niveles, indicios (18), indicios relevantes (42) y pruebas directas (22), que pueden justificar la veracidad de la mayoría de los óstraca del yacimiento.
El conjunto de Iruña-Veleia se debe definir como excepcional y es comparable a las tablillas de Vindolanda y a los grafitos de las paredes de Pompeia. Su excepcionalidad radica en la elección de una técnica, el grabado sobre cerámica o soporte duro, que ha permitido la perduración de los mensajes grafitados, letras o dibujos.
Nos informan en latín popular, y en ese campo permiten una concreción cronológica, sobre procesos lingüísticos específicos en la evolución del latín vulgar hacia los romances.
Y se atestigua una lengua nativa, el euskara zaharra o aquitano, que se incorpora a los testimonios escritos de otras, por ejemplo de las tres que rodeaban al éuskaro, el galo, el íbero y el llamado celtíbero.”
Al final del artículo, como conclusión, hace un resumen de las principales aportaciones de la investigación descrita:
“APORTACIONES DE ESTA INVESTIGACIÓN.
A nivel general han sido las siguientes:
1, se ofrece un modelo de análisis de objetos grafitados romanos compuesto de 82 criterios;
2, se aplica el modelo de análisis a los grafitos y óstraca de la ciudad romana de Iruña[1]Veleia.
A nivel particular señalaríamos estas cuestiones:
1, se exponen los elementos fallidos del discurso científico elaborado por la Comisión organizada por la Diputación Foral de Álava/Araba para diagnosticar sobre los óstraca;
2, se establecen críticamente cuestiones sobre los óstraca euskéricos, latinos, epigrafía, iconografía, diversas temáticas, arqueometría, que concluyen la compatibilidad de las informaciones con la época romana;
3, se desvalorizan de manera crítica los 39 criterios empleados por los falsistas para el diagnóstico de falsedad;
4, se denuncia la caza de brujas contra los directores de la excavación arqueológica.
5, se exponen los argumentos de la sentencia judicial que condena al director sin una sola prueba de falsificación, por llamados indicios, todos ellos sin ninguna relevancia científica.
6, se reivindica la caracterización del yacimiento como extraordinario o excepcional, de acuerdo con la información proporcionada por sus óstraca grabados.
7, se sistematizan los criterios de análisis y se caracterizan como evidencias, evidencias relevantes y pruebas de veracidad;
8, se contrasta cada criterio de análisis con las circunstancias de la investigación arqueológica y con los diferentes objetos registrados;
9, se diagnostica en diferentes áreas de análisis la inexistencia de pruebas de falsificación y se concluye con la veracidad de los óstraca.
10, se desvela la contradicción entre sentencia judicial, que condena sin pruebas, e investigación científica, basada en datos objetivos relevantes.
11, se visualiza y sistematiza la información mediante la elaboración de esquemas (en número de 4), de cuadros (5) y de fotografías versionadas de los óstraca (13).”
Abajo, transcribo algunos extractos que me parecen más destacables (el resaltado con negrilla es mío):
“Durante el proceso de estudio, la dinámica usual de excavación-investigación fue alterada cuando una información procedente de terceras personas sugirió o afirmó (solo hay un reconocimiento parcial de la cuestión) que los óstraca eran (o podían ser) producto de una falsificación. Esta información, que calificamos de infundio interesado (y en todo caso, no demostrado), determinó una respuesta por parte de algunos filólogos que dieron por falsos los documentos de entrada, tal como exponen en sus informes(Lakarra 2008), conociendo solo unos pocos de los óstraca, y antes de llevar a efecto un proceso de investigación de todas y cada una de las piezas del colectivo. Esta asunción acrítica, y el rechazo previo de todos los grafitos, fue decisiva en los diferentes acontecimientos que se sucedieron, porque una vez interiorizado un diagnóstico, no iban a aceptar ninguna rectificación. Para sus autores el mantenimiento de su status profesional está por encima del establecimiento de una discusión científica, que se ha negado una y otra vez. Solo es necesario un alineamiento con una determinada tesis, la suya, de todos aquellos colocados en el aparato institucional. Los demás no cuentan.”
“Es oportuno calibrar la construcción del diagnóstico de falsedad. Esta supuesta falsedad de los óstraca se basa en la verdad apriorística de que era una falsificación, lo que determina un sesgo insuperable, el ‘efecto túnel’. Así, no hay un diagnóstico basado en que los óstraca muestran tanto mensajes homologables con la antigüedad como mensajes anacrónicos, que es lo que caracterizaría a una falsificación, que intenta siempre ser homologable (v. criterio 82 de esta investigación). En efecto, aquellos elementos compatibles con la veracidad se obvian, ocultan o descartan de antemano (casi no se cita ninguno) y los segundos se acumulan de forma acientífica y sin justificar (v. Gorrotxategi: inédito b) como si las simples aseveraciones de imposibilidad, de anacronía, fueran suficientes para el diagnóstico, por estar formuladas por investigadores de alto nivel (supuesto). Precisamente solo la aportación de paralelos de los mensajes grabados ha desarmado múltiples manifestaciones superficiales de los comisionados.”
“Para su subsistencia ha sido necesario desde el primer momento la monopolización del relato, lo que ha llevado a esconder el diagnóstico no publicando ningún artículo sistemático sobre los grafitos (reducidos a temas tangenciales que hemos citado), dar por concluido el debate antes de comenzar, impedir la publicación de alternativas científicas, y tergiversar la opinión de otros investigadores en desacuerdo con la falsificación (Frank 2022).”
“La determinación de la veracidad de los grafitos no puede proceder solamente de la certificación de algunos filólogos, sino del acuerdo multidisciplinar de investigadores en campos diversos. Y aún menos cuando dichos lingüistas establecen sus conclusiones sin seguir un procedimiento científico homologable. Sus carencias se explicitan en toda su crudeza cuando se constata en sus diagnósticos tanto la ausencia de la búsqueda de paralelos de los epígrafes analizados como la de alternativas interpretativas homologables, dos recursos propios de las ciencias sociales y de la investigación científica en general.”
“Así que, en conjunto, los nombres YAVHE, IOSHE y MIRIAM son simplemente nombres hebreos o arameos retranscritos, inseguramente quizás, por un sistema ortográfico propio del latín vulgar. Obsérvese que esa inseguridad se manifiesta en otros errores de transcripción del mismo colectivo (v. fig. 16): SAMVELL, ABRHAM, ISSAAC. Considerados como un colectivo peculiar, su originalidad aboga por que sean tomados por verídicos. No han podido ser copiados por un falsificador porque no hay original al que remitir para hacer la copia.”
“Esta Comisión emplea ese recurso con frecuencia, cuartear la información, y solo desvelar una parte por el todo para concluir en función de esa acción. Todo ello producto de una elección interesada inaceptable en una autentificación, que debe hacerse sobre todos y cada uno de los objetos, y todas y cada una de sus características.”
“Uno de los casos, desvelado por Filloy (2009a: 237-241), es el del nombre escrito en un grafito PLUTON.Señalado el nombre como «…inexistente en latín…» por Joaquín Gorrochategui (2008), en el Resumen presentado por I. Velázquez en la Comisión lo presenta como una anomalía, ya que «…supondría ya la evolución a partir del acusativo del nombre personal, ya que éste en latín es en –o… y tendría que haberse escrito Pluto o si pudiésemos admitir un uso de acusativo por nominativo… habría aparecido Plutone(m), jamás en la forma en la que se presenta…». Sin embargo, Eliseo Gil defendió públicamente en prensa y televisión que existía la forma Pluton en epigrafía romana, lo que hizo que la citada autora al presentar su Informe posteriormente (Velázquez 2008) variara el diagnóstico: «…al no ser desconocida la grafía Pluton, tomada a partir del nombre griego, no la considero otra grafía irregular aquí <obsérvese el uso de dos negaciones para no calificar al nombre como conocido, denominado ‘no desconocido’, y como verdadero, denominado ‘no irregular’ (v. el uso del lenguaje en los informes de los comisionados en Gorrotxategi: inédito b)>, en aras de un estricto rigor en el análisis <querrá decir científico>. No obstante, el problema no se plantea por la presencia de PLVTON en nominativo, que puede ser correcto en latín <no es que pueda, es que lo es, y a continuación dice que el nombre es falso porque va acompañado de otros nombres falsos, en un diagnóstico manipulador que solo intenta blanquear su desconocimiento>…».
“La incapacidad de trazar un perfil del falsificador. Estas contradicciones en la determinación del falsificador por parte de los comisionados (v. criterio 24) y la policía (que en su peritaje interpretan y concretan varios falsificadores, cinco, algunos no juzgados) son el signo de la inexistencia de tal falsificador y como tales indicio de veracidad de los óstraca. Ya hemos considerado que los variados tipos de letras, el uso de soportes distintos, la multiplicidad de temas y técnicas y la aparición en entornos espaciales y temporales distintos son la prueba inequívoca de una pluralidad de ejecutantes, lo que no son capaces de captar ni evaluar los antedichos, que determinan un autor con perfil variado, y al tiempo inconcreto, todo ello elucubración vana.“
“La evaluación equivocada de los diagnósticos de la Comisión en el campo de las grafías es un indicio de veracidad. Lo que necesita este apartado es una recopilación sistemática de todas las letras empleadas y sus variantes para realizar las consideraciones pertinentes basadas en referencias exactas, formales, temporales y espaciales, y no sobre impresiones subjetivas y aleatorias (v. criterios 58 y 59). Cómo pueden los comisionados hacer consideraciones sobre las formas de las letras sin establecer ese corpus previo para poder comparar las diversas soluciones entre sí y en el espacio es algo que me deja confundido. Los comisionados se fían de su memoria visual y de su selección, que no sabemos bajo qué criterio se ha hecho, para calificar al repertorio de falso. Esto no tiene nada que ver con un procedimiento, es sin más una serie de impresiones personales, más o menos fundadas. Sin embargo, son para ellos notorios argumentos de falsedad, aunque ya sabemos que el listón de la falsedad está a ras de suelo.”
“La no utilización de un procedimiento científico homologable por parte de la Comisión deja inerte el argumentario pro falsedad de los óstraca, que queda indemostrado, y se constituye en indicio de veracidad de los mismos…”
“La incomprensión por parte de la Comisión de los elementos que conforman una falsificación es un indicio de veracidad. En efecto, la Comisión ni se plantea una reflexión sobre cómo se organiza una falsificación, cuestión relevante, en general, para evaluar diversas observaciones que se realicen sobre los objetos grabados y, en particular, para identificar elementos falsificados. Una falsificación tiene cuatro normas generales en el ámbito del procedimiento, que se proyectan directamente sobre lo falsificado (v. fig. 18): 1) La simplicidad general de los objetos falsificados, en general únicos; 2) La homologabilidad, la reproducción de lo conocido, sin la introducción de novedades que delatarían fácilmente el engaño; 3) La saciabilidad, por lo que no se debe incrementar el número de elementos falsificados por encima de un nivel razonable, siempre lo más limitado posible; 4) la ineluctabilidad, que propicia hurtar de contexto histórico-arqueológico al objeto falsificado, que carece de contexto arqueológico. Si el caso objeto de estudio no cumple esas normas, la falsificación se muestra incoherente, hasta el punto de que puede pensarse que es inexistente.”
“… un falsificador debe respetar una condición previa que distingue la falsificación de la mera broma, y es que corresponda el mensaje con la época a la que quiere atribuir lo falsificado.Así que, si es una falsificación de época romana y se trata de un texto se realizará en latín culto, clásico y los supuestos protagonistas representados pertenecen a la época. Por eso, el argumento de diversos comisionados de que los textos están escritos en castellano (o euskera actual) es absurdo en sí mismo e inválido, como hemos visto con anterioridad. Son igualmente absurdas e inválidas las interpretaciones de que se ha escrito en un óstracon el nombre de un filófofo moderno, como Descartes. Estas supuestas interpretaciones incumplen las reglas de la falsificación más elemental que pueda imaginarse.
“El diagnóstico más zafio imaginable parece servir para actuar contra los arqueólogos. Es evidente que también existía la alternativa, descartada por los comisionados, de que los arqueólogos publicaran los resultados, y de actuar científicamente de manera crítica sobre ellos, pero se actuó desde el principio contra esa posibilidad. De hecho, la administración impidió la publicación de los óstraca (y también alguna revista especializada), entiendo que como expresión de un asesoramiento interesado, impulsado por el peso académico de los implicados en una parte de la Comisión. Esto significa también que el diagnóstico llevó aparejado desde el principio la necesidad de control del relato, cuestión que se ha llevado sin fisuras hasta nuestros días. Sin embargo, el impedir la publicación de interpretaciones alternativas es una prueba de la inconsistencia de los análisis promocionados por los comisionados.”
“La obcecación irracional en negar la validez del conjunto, previa al estudio científico, lleva a la negación sistemática de la validez de todas las observaciones efectuadas, sin caerse en la cuenta de las contradicciones de los argumentos desarrollados sobre ellas, ni entender qué elementos son signos o pueden serlo de una falsificación, y cuáles opuestos a ella. Esto lleva a quelos comisionados ni entiendan ni quieran entender un proceso verdadero de autentificación. Si lo hubieran establecido habrían concluido que sus observaciones de falsedad son contradictorias con el sentido y la finalidad de cualquier falsificación, aun elemental. En todo caso, el diagnóstico que trazan es solo una cáscara vacía.”
“Que un yacimiento que muestra esta riqueza de información histórica variada esté sin investigar, que no se cierre el conflicto consecuencia de interpretaciones opuestas sobre los óstraca, y que no se realice una estrategia encaminada a la recuperación de más testimonios de esos campos citados es inexplicable en un país desarrollado. Por eso hago un llamamiento a la comunidad internacional para que se involucre en el estudio y autentificación de los óstraca extraídos y proponga la realización de nuevas excavaciones.”
Las investigaciones y nuevas hipótesis de Martinez Txoperena y Zubiria Mujika en su libro reciente: «La vía romana Tarraco-Oiasso en Navarra y otros caminos mineros / Propuesta de su trazado en el territorio norte de los Vascones». (Aranzadi/2022)
Nota preliminar: este post intenta recuperar y completar lo que publiqué aquí en Ama Ata (y «se ha perdido»), en agosto de 2021, a raíz de una visita guiada a las termas de Artzibar/Valle de Arce, aguas arriba de Aoiz y el embalse de Itoiz, en el pre-pirineo navarro.
Las termas romanas que visitábamos entonces, cerca del hermoso monasterio románico de Artzibar, no eran novedad (Aranzadi llevaba varias campañas de excavación en ese punto), ni son vistosas; son más bien modestos baños termales (al menos lo que ha aflorado hasta ahora) pero dan señal inequívoca de presencia romana y de ahí su importancia.
Los arqueólogos entienden que la presencia del edifico termal, más los miliarios y otros elementos río arriba, nos están informando del paso de una importante vía romana por la zona, «la calzada del Pirineo» que, desde Tarraco (capital de la Hispania Citerior) subiría y vertebraría el valle del Ebro «hasta los últimos Vascones del borde del Océano, Oiasso…» pasando por «la ciudad de los vascones, Pompaelo, que equivale a Pompeiopolis, la ciudad de Pompeyo», según detalla Estrabón, en tiempos de Augusto. (Str., 3, 4, 10)
Conviene recordar que ese «Pompeyo» se refiere a Cneo Pompeyo Magno, nombrado gobernador de la Hispania Citerior, quien, comandando sus legiones en la guerra contra el también general romano Quinto Sertorio, en el invierno del año 75/76 a.C. acampó en una ciudad vascona a la que luego le daría su nombre: Pompaelo o Pompelo.
En la cuenca de Pamplona (y no daré más detalles) está localizado lo que parece ser un gran campamento militar romano, aún no excavado.
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Bien, volviendo a la vía romana Tarraco-Oiasso, y en la parte que nos atañe, distintos estudiosos manejan distintas hipótesis sobre la ruta que seguiría esta vía. Incluso es más que probable que, erigida en tiempos de la república romana sobre una vía «indígena», su curso hubiera sido modificado a lo largo de la dominación romana, bien por razones técnicas (mantenimiento difícil y costoso en laderas y zonas montañosas) y/o por razones políticas, como fue la posterior fundación de Caesaraugusta-Zaragoza por el emperador Augusto.
La hipótesis, más o menos confirmada, es que era la calzada que pasaba por el pre-pirineo vascón, que subiría por Campo real, Iluberri (Iluberritani = Lumbier?) Villaveta… En este punto, en Villaveta-Ekai (valle de Lónguida) «se encontrarían hasta cuatro caminos«, según hipótesis de los autores Txoperena y Zubiria.
Y entramos ya en el debate, preguntas antiguas que el libro trata de responder pero nunca «respondidas del todo» (como es habitual en ciencia):
👉¿Era Ibañeta el Summus, el paso de los Pirineos que unía Hispania con Aquitania en época romana? (Al hablar de Summus, recordemos que había otros pasos pirenáicos, como el de Somport (Summus Portus), más oriental.
Hay quien propone que el Summus Hispania-Aquitania era el mismo cordal de Belate, o después de Belate, el paso sería por Otxondo (Baztan), o bien por Ibardin (Bera)…
Desde luego (y es un dato histórico a tener muy en cuenta para el caso) en el siglo VIII las tropas de Carlomagno, tras incendiar Pamplona, volvían a Galia por el paso de Ibañeta, (donde tuvo lugar la batalla de Orreaga, con la derrota de Roldan por los vascones).
👉¿Es Iturissa (o Eturissa) lo que está aflorando en las excavaciones en Zaldua (entre Aurizberri- Espinal y Auritz-Burguete) a los pies de Ibañeta?. Esa es la hipótesis principal que manejan los autores de la excavación, aunque siguen manteniendo la propuesta con interrogante. Parece claro que en Zaldua hubo un asentamiento de importancia (ver abajo el mapa resultante de las prospecciones).
De ser Iturissa el asentamiento que está excavando… nos encontramos con un pequeño «descuadre» con las distancias: el Itinerario de Antonino señala que había 18 millas de Iturissa al Summus, es decir 18 millas = unos 29 kms. Y de la excavación de Zaldua (supuesta Iturissa) a Ibañeta hay poco más de 6 kms. Mucho descuadre, me parece.
👉¿Es la vía romana Tarraco-Oiasso la que subía por Segia (Ejea de los Caballeros), Campo Real…Iluberri-Lumbier, Liédena, Ekai-Villaveta…?. Está claro que, de continuar ascendiendo por Artzibar- Valle de Arce, esta ruta no podría descender hacia Oiasso y además iría desviada para con Pamplona (y Estrabón dice que la vía Tarraco-Oiasso pasaba por Pompelo…).
Los autores del trabajo (y no solo ellos) proponen como hipótesis que la calzada original que subía por el pre-pirineo, al llegar a un punto no localizado en Ekai-Aoiz-Villabeta (antes de entrar en Artzibar-Valle de Arce) se bifurcaría y tomaría dos rutas:
1.- Una de las rutas por Urroz enlazaría Pompaelo y, al llegar a la cuenca, en Arre, tomaría dirección norte, ascendendiendo Belate para bajar a Oiasso.
2.- El ramal segundo en Villaveta sería la ruta por el prepirineo, entraría en la cuenca del Urrobi, por el valle de Arce, subiendo al Summus en Ibañeta y bajando al Imus por Luzaide-Valcarlos, a Aquitania.
Como es un poco lioso para «contar», mejor verlo en un croquis, con los puntos citados superpuestos:
El artículo con el título arriba indicado fue escrito por Roslyn Frank, profesora emérita de la Universidad de Iowa, Iowa City, EE.UU., en 2013, pero solo desde hace algunos días está disponible en Academia.edu:
El artículo trata sobre la manipulación de la que fue objeto el e-mail enviado por el filólogo vasco Henrike Knörr, catedrático de Filología Vasca de la Universidad del País Vasco (UPV) y académico de número de la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia), en abril de 2008, poco antes de su fallecimiento, a los filólogos vascos Joaquín Gorrochategui y Joseba Lakarra, también catedráticos de la UPV y miembros (al igual que Knörr) de la Comisión Científica Asesora sobre Iruña-Veleia, con el fin de hacer creer a la opinión pública que Knörr apoyaba la tesis de falsedad de los grafitos de Iruña-Veleia propuesta por sus dos colegas de la UPV. Aunque el artículo se centra sobre todo en el e-mail de Knörr, va mucho más allá de este asunto particular, siendo una crónica detallada y minuciosamente documentada del caso de Iruña-Veleia hasta el momento de su redacción, tal como quedó reflejado en los medios de comunicación y en los foros de Internet. Puede resultar de particular interés el relato de los comentarios en dichos foros de Joaquín Gorrochategui y Joseba Lakarra, parapetados tras diversos nicks, según se asegura en el artículo, algunos de ellos publicados cuando eran miembros de la mencionada comisión.
Henrike Knörr
Este es el resumen del artículo que hace su autora:
«El presente estudio forma parte de una investigación dirigida a desvelar el destacado papel que tuvo el correo electrónico enviado, hace siete años, por el lingüista Henrike Knörr a dos filólogos vascos, Joaquín Gorrochategui y Joseba Lakarra, en el desarrollo del caso Iruña-Veleia. Concretamente, el presente trabajo examina de una manera detenida las diversas formas en que este documento ha sido manipulado a través del tiempo para apoyar la tesis de falsedad de unos grafitos escritos en euskera descubiertos en el yacimiento arqueológico de la ciudad romana de Iruña-Veleia hace ya más de diez años, en las campañas de 2005-2006. Hasta ahora el tema de la manipulación a que ha sido sujeta la carta de Knörr no ha sido abordado ni tampoco la manera en que los foros de internet intervinieron en la consolidación de opinión pública contra Eliseo Gil y a favor de la tesis de falsedad.
Hay que recordar que el presente estudio terminó de escribirse en junio de 2013, cuando el caso Iruña-Veleia seguía en fase de instrucción, después de su judicialización cinco años antes, tal y como, desafortunadamente, está todavía ahora. A fecha de hoy no se ha establecido judicialmente si hubo crimen. No sabemos si los más de 400 grafitos entre los cuales figura una cincuentena con palabras y expresiones en euskera se van a declarar auténticos o falsos. Estamos a la espera de la decisión de la juez de instrucción. De todos modos, estoy convencida de que el presente capítulo sobre los vaivenes experimentados por la carta nos va a ayudar a entender mejor cómo hemos llegado a esta encrucijada. Veremos cómo el manejo de la carta de Knörr, enviada a los dos filólogos vascos a mediados de abril de 2008—dos semanas antes de su muerte—ha condicionado la opinión pública, negativamente por cierto, y a la vez cómo su hábil instrumentalización por parte de un reducido grupo de personas ha redundado en la creencia por parte de muchos euskaldunes de que no solo los grafitos escritos en euskera son falsos, sino que todos demás son “imposibles”, en fin, que no son nada más que “burdas falsificaciones contemporáneas”.
Esta opinión queda reflejada en las declaraciones hechas públicas por los dos filólogos vascos en diversas ocasiones. Hasta podríamos decir que la tesis de la supuesta falsedad de los hallazgos se debe en gran parte a la autoridad atribuida a las palabras de estos dos académicos y el hecho que, según ellos, su colega Henrike Knörr compartía la misma opinión que ellos: «No hay ninguna duda de que esto no puede corresponder a la etapa antigua». En fin, el propósito del presente trabajo es analizar el papel que desempeñó la carta a través del tiempo en la formación de la opinión pública. Y esto nos va a dejar ver una serie de actuaciones y declaraciones que hasta ahora no han sido suficientemente tomadas en cuenta a la hora de juzgar la autenticidad o falsedad de los hallazgos. Empezaremos con el documental Iruña-Veleiako Misterioa, transmitido en ETB1 el 5 de diciembre de 2012, que además de aportar mucha información sobre el caso de Iruña-Veleia, demuestra la forma en que el correo electrónico de Henrike Knörr seguía jugando un papel estelar en este tan controvertido y acalorado debate.»
Abajo, pongo algunos extractos del artículo. Los extractos son literales, excepto lo que va entre corchetes, que son notas aclaratorias mías para que se entienda mejor el texto:
Pág. 24: “Al ahondar en el escrito que dejó Knörr en manos de Gorrochategui y Lakarra es totalmente obvio que en ningún momento estaba hablando de falsificaciones. Lo único que hizo Knörr era reafirmar la hipótesis explicativa que había expresado en muchas otras ocasiones, aunque no por escrito. Sugiere la posibilidad de ampliar la horquilla cronológica de la secuencia cultural constatada por algunas o todas las piezas en euskera.”
Pág. 39. “… en ningún momento hubo dicha “unanimidad científica”, porque sencillamente los miembros de la Comisión nunca votaron, nunca debatieron sobre un supuesto dictamen consensuado del que tanto habla la Orden Foral, ni antes ni después del 19N. De hecho, no hubo nunca unas conclusiones conjuntas y, por tanto, no hubo un consenso unánime en el que se dictaminara la falsedad de los grafitos, ni un listado de cuáles en concreto eran falsos.”
Pág. 42. “La Comisión que él [Eliseo Gil] creía ser asesora, de repente se convirtió en fiscalizadora. Y al salir de la sesión, la Diputada Lorena López de Lacalle le entregó un documento oficial. Obviamente, para poder haberle dado ese documento en aquella coyuntura, tenían que haber redactado el escrito antes de que se celebrara la sesión de la mañana, o sea, la decisión de revocar la licencia a Lurmen y declarar los hallazgos “burdas falsificaciones” había sido tomada de antemano.”…
“No obstante, hubo dos personas que no fueron invitadas, o mejor dicho, cuya presencia no era grata en aquel momento: Eliseo Gil y Amelia Baldeón. Fue en estas circunstancias y a bombo y platillo que la Diputada anunció que tomaría riendas en el asunto, que revocaría la licencia de excavación a la empresa Lurmen S. L., y que pondría los hechos en conocimiento del Ministerio Fiscal. Así lograron apartar a Lurmen del yacimiento y difundir la noticia de que todos los grafitos eran falsos. Y la Diputada tomó esa decisión seguramente consciente de que en la fecha solamente uno de los informes de los entonces miembros de la Comisión se había entregado, concretamente el de Joaquín Gorrochategui.”
Pág. 46. “Es Satorrotas [uno de los supuestos nicks de Joaquín Gorrochategui], ninguneando la importancia del informe de Knörr, restando importancia a sus conocimientos lingüísticos y para concluir, adelantando una insólita explicación por la ausencia del informe de Knörr: que la DFA lo había censurado por ser deficiente.”
“… de hecho las autoridades habían censurado el informe pero no por las razones que alega Satorrotas en Terrae Antiqvae.”
Pág. 52. “A finales de enero Crespo [periodista de El País] da este resumen en retrospectiva de la reunión del 19N. Entre las precisiones hechas por el periodista de El País hay éstas: “La técnico responsable del Museo de Arqueología de Álava, Amelia Baldeón, mantuvo hasta el último momento la validez de los denominados ‘hallazgos excepcionales’ de Iruña-Veleia, considerados fraudulentos por los especialistas […] En su última reunión (el 19 de noviembre), Baldeón fue la única persona, junto con el responsable de la excavación, Eliseo Gil, que pidió que se retirase del acta de la anterior cita de expertos (26 de junio de 2008) la expresión ‘fraude’ para referirse a los grafitos cuestionados. Se quedó sola en la defensa de la autenticidad de inscripciones […].””
Pág. 52. “Como bien se sabe, Amelia Baldeón fue relevada de su cargo como directora del Museo de Arqueología a principios de marzo, supuestamente porque no apoyaba lo suficientemente la acusación de fraude hecha por los miembros de la Comisión. Tres semanas antes de ser destituida Baldeón tuvo que comparecer ante los Junteros de la Comisión de Euskera, Cultura y Deportes, entre otras cosa para defender lo que había hecho o no hecho respeto a los hallazgos excepcionales, pero por lo visto en aquel entonces Baldeón todavía no sabía que la decisión de destituirla ya estaba tomada.”
Pág. 63. “Es notorio que en el curso de más de cuatro años estos dos miembros de la Comisión Científico-Asesora [Joaquín Gorrochategui y Joseba Lakarra] no han reconocido jamás la posibilidad de que lo que han promovido y difundido mediáticamente no corresponde a la realidad; que han dado a las palabras del fallecido investigador un significado que nunca tuvieron y con el cual él no estaría de acuerdo. En mi opinión lo que han hecho es crear una muy parcial si no conscientemente sesgada interpretación de la postura de Knörr para que el público no dudara del dictamen de ellos: de que todos los grafitos eran falsificaciones modernas.”
Pág. 70. “«Creo que los testimonios del euskera escrito encontrados en el yacimiento alavés de Iruña Veleia son auténticos y fiables», explicó a EL CORREO Henrike Knörr, catedrático de Filología en la UPV y vicepresidente de Euskaltzaindia, la Real Academia de la Lengua vasca. «Con todo, tenemos que ser cautos y esperar el resultado de los análisis, sobre todo para poder datarlos con precisión entre los siglos IV ó VI», señalaron tanto Knörr como su compañero Joaquín Gorrotxategi, encargados del análisis lingüístico de los textos encontrados.”
Pág. 105. “Pero el periodista de Noticias de Álava hace algo que ningún otro medio de comunicación se había atrevido a hacer, ni antes ni después. Además de destacar el hecho de que en estos foros la gran mayoría escribía desde el anonimato, va mucho más allá, alegando que “conocidos catedráticos” estaban participando en los debates online. Así que es obvio que durante mucho tiempo la identidad de varios de los actores era bien sabida y ampliamente comentada en los pasillos de la UPV/EHU. Y estos académicos tenían que haber entendido el doble papel que estaban jugando dichos catedráticos: foreros de noche, comisionados de día.”
Pág. 106. “Hablando de Celtiberia, el periodista dice: “Esta web estudió cada noticia aparecida en los medios de comunicación, el matiz que introducía cada titular, la interpretación que manifestaba cada experto en torno a los hallazgos… Y siempre se plantearon dudas. Los comentarios, realizados en su gran mayoría desde el anonimato, se tomaron con reservas, aunque, por lo bajo, muchos arqueólogos comentan que tras los nicks se esconden conocidos catedráticos.””
Pág. 109. “… desde junio de 2007, cuando se anunció el descubrimiento de los hallazgos hasta mediados de abril de 2008, cuando Henrike les remitió el email, no había manera de convencer a la gente de que el lingüista alavés estuviera de acuerdo con ellos y con la acusación de falsedad que iba promoviendo Gorrochategui. Así que optaron por otra estrategia: la que les ofrecía el anonimato de las redes sociales, la de burlarse de su colega y ningunear sus méritos como investigador.”
Pág. 119. “Gyps [otro presunto nick de Joaquín Gorrochategui], 26 de diciembre de 2007 [en el foro de Celtiberia]:
“El prof. Juan Santos ha figurado siempre como asesor concorde con las hipótesis del equipo: 1) participó en la presentación oficial de los hallazgos, cuando se hicieron públicas las imágenes del Calvario y del óstrakon de Anquises, dándolas por buenas (junio 2006, en compañía, por cierto, de la egiptóloga M. Rius, de la cual nunca más se supo), 2) participó en la presentación del manifiesto sobre la autenticidad de todo y el buen hacer de los arqueólogos (noviembre 2006), 3) en declaraciones a la prensa (pocas) ha mantenido la hipótesis del pedagogo oriental, el cristianismo temprano y el bilingüismo, es decir, ningún atisbo de sospecha o precaución; además, 4) confesó que las 270 piezas del primer hallazgo habían sido “perfectamente estudiadas y calibradas”, de modo que había seguridad en su autenticidad.”
Pág. 136-137. “Comentario por Roslyn M. Frank el 16/09/2009 [en Terrae Antiquae]:
“Tal vez mis dudas y preocupaciones tienen que ver con el hecho de que vivo en EEUU donde tenemos un sistema de justicia diferente y por esto estoy acostumbrada a que se hagan las cosas de otra manera. Y donde el primer paso en una investigación criminal, digamos, en la investigación de un homicidio, es que los investigadores se pongan a indagar y esclarecer exactamente qué es lo que ha pasado, p. ej., dónde encontraron el muerto, cuánto tiempo lleva muerto, y luego, una vez que todas la evidencias físicas hayan sido analizadas en laboratorios debidamente autorizados, pasan al tema del por qué, etc.: quién habrá querido matar al occiso.”
“…lo primero que hacen estos expertos forenses es examinar la evidencia física. Si los forenses para complacer a los denunciadores fueran a decir, no, gracias, no nos interesan estas pruebas físicas, y que a la vez fueran a insistir tajantemente en que nadie tocara ni un pelo del occiso, no durarían un día más en el puesto de trabajo.”
“Y esto nos lleva a un aspecto verdaderamente ‘mind-boggling’ de esta denuncia. Además de no querer especificar el número de víctimas, de no ponerse ni querer ponerse de acuerdo sobre el cuándo, el dónde (en el yacimiento, en el laboratorio o en un taller en las afueras de Gasteiz), ni mucho menos sobre el cómo o el porqué del crimen, quieren hacerles creer a los de CSI que todos estos son aspectos del crimen que no importan.””
Pág. 140. “Comentario por Roslyn M. Frank el 15/09/2012 [en Terrae Antiquae]:
“…lo que no se puede negar es la marcada ingeniosidad de la argumentación del filólogo vasco [Joseba Lakarra]: 1) si las características de las inscripciones euskéricas no coinciden con las normas establecidas para esa época en base a las reconstrucciones de Michelena et al, las inscripciones son falsas; 2) si los rasgos que muestran las inscripciones coinciden con las reglas propuestas para esa época en base a las reconstrucciones hechas por los filólogos, también son falsas; y 3) si aparecen otros elementos no esperados, no se deben a que los que escribían las inscripciones no eran nativos o que no dominaban la lengua (escrita) a la perfección, sino al hecho de que son “errores” cometidos por los estafadores y por tanto representan una prueba más de la falsedad de las piezas; por ej., prueban que los defraudadores habían leído el resumen de la obra de Lakarra sobre el pre-protoeuskera sin entenderla correctamente.””
Pág. 160. “Gyps, 26 de diciembre de 2007 [en Celtiberia]:
“Luego están los asesores, entre los que se cuentan J. Gorrochategui y H. Knörr, para los grafitos vascos. En este grupo habrá que contar a Juan Santos, Catedrático de Historia Antigua de la EHU/UPV, Emilio Illarregui, arqueólogo, profesor de la Universidad Internacional SEK, y Zoilo Calleja, Responsable de Patrimonio de la Diócesis de Álava.
Todas estas personas, a excepción de Gorrochategui, firmaron el rotundo manifiesto sobre la autenticidad de las piezas, de TODAS LAS PIEZAS, tanto de las latinas procedentes del pedagogio y aparecidas en 2005, como de las vascas aparecidas en 2006 (véase arriba #169). Casi todos ellos, al menos el prof. Juan Santos y el sr. Rubén Cerdán, comparecieron ante la prensa en compañía de E. Gil e I. Filloy para explicar los motivos de su postura: el primero habló de la existencia de Romulo en un grafito “verdadero” del 250 d. C. procedente de Austria (como prueba de nominativos de singular en –o) y el segundo se explayó en explicar los procedimientos analíticos de los laboratorios aplicados a las pátinas de las superficies y de los surcos. H. Knörr no participó en la rueda de prensa, aunque sí firmó el manifiesto.
La primera contradicción flagrante es la postura del prof. Knörr, ya que: 1) días antes de la publicación de la carta de Gorrochategui, declara en la prensa que “los escépticos deberán rendirse ante las evidencias”; 2) se alinea con el equipo y el resto de los asesores en la firma del manifiesto, pero … 3) un año más tarde nos enteramos de que él aún no ha tenido acceso al estudio de las piezas. Entonces, surge la pregunta: ¿en qué se basaba H. Knörr para estar tan seguro de la autenticidad de las piezas, sin haberlas siquiera estudiado?»
* * * * * *
La veracidad de la información contenida en el artículo de Roslyn Frank sobre Henrike Knörr está avalada por 4 tweets de su hermano Gorka publicados en febrero de 2020, durante el juicio sobre Iruña-Veleia (la traducción de los tweets en euskera la he hecho con traductores automáticos online y correcciones posteriores):
Gorka Knörr.@GorkaKB·5 feb. 2020
Veleiako epaiketa jarraitzen ari naiz. Ene anaia Henrike zenak –Euskaltzaindiako Lehendakariordea-, ostraken faltsutasuna defendatzen ari diren UPV-EHUko bi pertsonajeren presioa jasan zuen, nahiz-eta jakin atzera ezinezko minbizia zuela. Naska ematen didate. Ta pista bat ere.
(“Estoy siguiendo el juicio de Veleia. Mi hermano Henrike, vicepresidente de Euskaltzaindia, estaba siendo presionado por dos personajes de la UPV-EHU que defendían la falsedad de los ostraca, a pesar de que sabían que tenía un cáncer incurable. Me dan asco. Y una pista también.”)
Se pregunta El Correo:“¿Quién falseó los hallazgos de Iruña Veleia?”
(sic, afirmativo, periodismo de altura.)
¿Entrevistarán algún día a los catedráticos que se dedicaban a presionar a algún filólogo para que declarara contra la autenticidad? (autenticidad que arruinaba sus teorías).
Nazkagarria zenbaiten portaera, Gasteizko epaiketan. Nola liteke bere burua poliziatzat duen batek frogatzat aurkezten den email bat mutilatuta presentatzea? Ene anaia Henrikek beti esan zuen itxaron behar zela azterketa tekniko guztiak egin arte.
(“Repugnante el comportamiento de algunos durante el juicio en Vitoria. ¿Cómo es posible que alguien que se considera policía presente como prueba un email mutilado? Mi hermano Henrike siempre dijo que había que esperar a que se hicieran todas las pruebas técnicas.”)
Ez zen horrela egin. Aldiz, oso gaixorik zela grafitoen faltsutasuna zabaldu nahi izan zuten, bere sinaduraz. Horrela dira tipo horiek. Euren teoriak suntsi zitzakeen edozer ixil-arazteko, edozein bide erabiltzeko prest. Gezurra ta bortxakeria lotsagabea ere. Euskarak eztu hori merezi
(“No se hizo así. Por otra parte, quisieron dar difusión a la falsedad de los grafitos cuando estaba muy enfermo, con su firma. Así son estos tipos. Están dispuestos a silenciar todo lo que pueda destruir sus teorías, dispuestos a utilizar cualquier medio, incluso la mentira y la violencia desvergonzadas, el euskera no se merece eso.”)
También puede ser relevante para el tema del artículo de Roslyn Frank el artículo divulgativo que publicó Henrike Knörr sobre los grafitos euskéricos de Iruña-Veleia en la revista riojana «La Piedra de Rayo» en julio de 2006, del que se ha informado en el blog de Juan Martín Elexpuru:
La «Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología» y grupos políticos alaveses piden a Diputación, al Gobierno Vasco y al Ministerio que localicen y protejan el objeto arqueológico, hallado en Suestatium-Arkaia en 1985.
El diario «El Correo-Álava» del domingo pasado (23 de enero del 2022) en crónica firmada por Sergio Carracedo
desvelaba en titular «el extraño misterio (sic) de la cabeza hallada en Álava y ahora perdida» del dios greco-romano Dionysos-Baco.
El busto original habría estado en mano de un ex-dirigente del PNV (con nombre y apellidos) pero este manifiesta poseer «una réplica idéntica» y desconocer el paradero del original.
Otros medios de comunicación se hicieron eco de la denuncia y, a lo largo de semana, algunos grupos políticos han intervenido públicamente y una denominada «Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología«, además de mostrar su indignación, se ha dirigido al Ministerio dirigido por Iceta, al Gobierno Vasco y a la propia Diputación en solicitud de que localicen y recuperen el patrimonio «robado y perdido» (sic).
«Es un escándalo que uno de los principales hallazgos de Arkaia esté en mano privadas«……muy oportuno que El Correo haya destapado el caso…ha llegado el momento de recuperar la pieza…» ha manifestado Álvaro Iturritxa, presidente de la Junta Administrativa de Arkaia.
Pero hay quien opina que ya no se podría reclamar la pieza original porque «ha prescrito».
También el Diputado General, Ramiro Gonzalez, se ha pronunciado categórico: «Diputación hará todo lo que esté en su mano dentro de la ley para recuperar la pieza…Es deplorable cualquier apropiación de un bien patrimonio de todos los alaveses…Esa pieza debiera de ser pública y tendría que estar en manos de Diputación…»
👉Pero esta pieza arqueológica (que ha dado que hablar esta semana) no parece ser el único objeto arqueológico «patrimonio-de-todo-los-alaveses» que «tendría que estar» pero que no «está en manos de la Diputación» alavesa.
Otra escultura, bien conocida para los alaveses,
representando el torso con coraza
(un thoracatus, una «escultura thoracata»)
de un militar de alto rango,
considerado como uno de los más relevantes hallazgos arqueológicos de Álava,
pieza emblema de la revista «Veleia»
y reclamo (junto a La Dama)
del Museo Arqueólogico de Álava en sus distintas ubicaciones
es una reproducción hecha en yeso,
del original que está
en el Museo «Lázaro Galdiano» de Madrid.
El thoracato original
es una escultura de tipo helenístico, posible retrato de un emperador u oficial superior. Hecho en mármol blanco, datado (por sus características) en el 2º tercio del siglo II, mide 26 com de alto y ni su origen ni el contexto de su hallazgo parecen estar bien documentados, aunque se hable ya de el desde el año 1873, diciendo que «era originaria de Iruña«. (1)
La pieza ha estado en poder de ilustres coleccionistas alaveses varios antes de que recalara en Madrid y, desde la muerte de su último propietario, pertenece a la colección y al Museo «Lázaro Galdiano», donado al Estado.
(1).- Para los más estudiosos: Carlos Ortiz de Urbina Montoya y otros publicaron el año 2019 un estudio sobre los registros documentales y las vicisitudes y pormenores y otras cuestiones sin resolver de esta obra: «El Thoracato de Iruña».
Recogen en su estudio que en un Catálogo del año 1834 se describe:
«Un trozo de Escultura antigua de mármol blanco, de figura humana, sin cabeza ni brazos, representa una figura militar y tiene pie y medio de alto. Se halló en Navarra.» (El subrayado es mío).
Cuando los documentos dicen que «procede de Iruña«, se entiende que de Iruña de Álava, es decir Iruña-Veleia. Pero ese documento de 1834 dice «se halló en Navarra«, luego se puede entender que es de Iruña…¿pero de Iruña – Pamplona?
Otras preguntas de los mismos autores, cuando advierten que el Catálogo habla de «una escultura de pie y medio», lo que equivaldría a 41,79 cm…y, sin embargo, el thoracato del «Lázaro Galdiano» mide 26 cm de alto. 15 cm es mucha diferencia y más bien parecen dos thoracatos: de las mismas características, sí, pero dos, uno el que está en el Museo de Madrid…Y entonces ¿hay un thocarato «en paradero desconocido» de 41,79 cms?.
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👉 En el barrio Eraña-Bolibar de Eskoriatza (Gipuzkoa), Teodoro Martinez Antsorena encontró en 1972 unos «cuencos», dos, de oro, de formas hemisféricas, decorados con bandas horizontales y han sido datados en la Edad del Bronce (-1000 – 850 a.C.)
Están expuestos en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid:
Los «Cuencos de Axtroki» de Eskoriatza, no son «únicos».
Datados en la Edad del Bronce, «copas» o «cuencos» de oro con la misma forma y de las mismas características, incluso en la decoración, son:
las piezas 36, 37 y 38 del «Tesoro de Villena» (Alicante) y el «Casco de Leiro» (A Coruña)
(Para aumentar, clicar sobre la imagen).
Por su vistosidad, por su perfección, por cronología, podríamos decir que son tesoros muy similares pero veo una gran diferencia: en su gestión. ¿Cómo hemos gestionado y cómo estamos disfrutando de ese Patrimonio, tan cacareado?
–El «Tesoro de Villena» fue descubierto por José M. Soler García en 1964 y está expuesto en el «Museo Arqueológico J.M.Soler » de Villena (Alacant).
–El «Casco de Leiro» fue descubierto por José Vicente Somoza en 1976 y está expuesto en el «Museo Arqueológico e Histórico de A Coruña».
–Los «Cuencos de Axtroki» fueron descubiertos por Teodoro Martinez Antsorena en 1972 y están expuestos en el Museo Arqueológico, en la calle Serrano, número 13, en Madrid.
Cuenta José Vicente Somoza que estaba excavando de mala gana en «O Curruncho dos Porcos» (paraje de Rianxo) cuando se encontró con esta «caldera» (el Casco de Leiro), que creía que era de hierro o un caldero pintado en dorado, «¿…qué caldereita de lata levas ai?...», «Ata me ofreceron un porco por el» y resultó ser un recipiente ritual, un cuenco de 270 gramos de oro y 24 quilates, del final de la Edad de Bronce. Cuenta que, durante días su casa fue un lugar de peregrinaje…pero consiguió, con la ayuda del cura, del sargento y del gerente del Castelo de San Antón, (y un millón de pesetas de la época, todo hay que decirlo, 3.000 euros actuales) hicieron posible que la pieza se quedara «en la provincia«.-
Artículo de Jesús Zugazaga Rique, del 26/12/2019, reproducido hoy en Facebook.
(Eskerrik asko, Ali.)
LOS VÁRDULOS Y LA SVÁSTICA
Entre las 10.30 y las 11:00 horas del día de hoy ofrecía ETB-2 un documental sobra la historia antigua de Euskal Herria presentado por el historiador, Alberto Santana.
Entre otras cosas, hablaba de la contribución de las tropas auxiliares vascas a la conquista del Imperio Romano, situando a la 1ª cohorte de la caballería várdula en el confín norte de Britania, justo a la vera de la Muralla de Adriano. Y Santana nos mostraba la inscripción de una svástica en una de las piedras que conformaba el referido muro, diciendo que se trataba del “símbolo celta de los várdulos”, dando a entender que, como la habría grabado un várdulo, ello representaba una prueba más de la presencia vasca en las tropas romanas.
Nadie niega hoy día que Roma contase con vascones y várdulos en su ejército, pero definir la svástica como el «símbolo celta de los várdulos», se las trae.
Digo esto porque supongo que para todo aquel interesado en estas cuestiones es sabido que la svástica era símbolo de uso normal en la cultura romana, que es posible disfrutar en los mosaicos que adornan los suelos de las villas romanas, en los restos arqueológicos repartidos por toda Europa y la cuenca mediterránea. Y lo era, porque, celtas, galos, griegos, romanos, bretones, germanos, etc., eran todos ellos miembros de la gran familia indoeuropea, en cuya simbología la svástica era de uso común.
Los várdulos, quizá pudieron adoptar también aquel símbolo. No es posible negarlo, porque ahí tenemos nuestro lauburu, que al fin y al cabo viene a ser lo mismo. Pero sería más lógico imaginar que aquel grabado de aquella piedra de la muralla de Adriano hubiese sido realizado por un romano.
Incluso en el caso de que aquella grabación la hubiese hecho un várdulo, no es de recibo que un vasco pregone que se trata del SÍMBOLO CELTA DE LOS VÁRDULOS. Máxime teniendo en cuenta que el objeto arqueológico más antiguo con una simbología semejante data del V milenio a. C., habiendo sido encontrado en Samarra, a orillas del Tigris, tratándose de un plato de arcilla con figuras femeninas que forman una cruz gamada y escorpiones; y que pudo haber sido por tanto heredado de aquella cultura neolítica anterior que se mestizó genética, cultural e idiomáticamente con los habitantes mesolíticos autóctonos de Europa para dar lugar al alumbramiento de nuestro Pueblo Vasco y de nuestra lengua.
Desde esta perspectiva, por tanto, podría ser un símbolo que forma parte del patrimonio del propio Pueblo Vasco, y que fue heredado por la familia indoeuropea.
Se acompaña este artículo con la imagen de un mosaico romano en el que aparecen varias svásticas, en La Olmeda-España:
y otra del referido plato cerámico de Samarra, el mismo que figura en el libro I: «Del Paleolítico a la mitad del Segundo Milenio», de la serie dedicada a «Los Imperios del Antíguo Oriente«, en la obra «HISTORIA UNIVERSAL SIGLO XXI«.
Desde que hace un par de años nos llegaron noticias de nuevos hallazgos de nombres vascónicos en estelas funerarias de época romana en Soria, seguimos las noticias con emoción. Siempre hemos intuido que es una investigación que romperá moldes importantes en el mundo del euskera diacrónico. Las reacciones del establishment de la cultura y los estudios vascos ha sido muy templada. Aparentemente no les viene bien. Los dialectólogos con sus teorías a corto plazo prefieren pasar olímpicamente del vascónico, y se sienten más cómodo en un lapso de tiempo que no sobrepasa la Edad Media. Otros ni necesitan la información lingüística y histórica de las estelas aquitanas o vascónicas para su cuadro «proto».
Una vez más parece que a más que uno sabe, peor es capaz de evaluar y aceptar la realidad histórica. ¿Habrá que prescribir la «mirada del principiante» del budismo a las ciencias históricas del euskera?
La exposición en el Museo San Telmo es en este sentido esperanzador porque es co-organizado por Euskaltzaindia, y Prof. Joaquín Gorrochategui se ha atrevido también a dar su opinión públicamente sobre ciertas lecturas y interpretaciones, lo que me alegra. También las lecturas van evolucionando, y diría ‘mejorando’, lo que me alegra todavía más.
La presencia del euskera riojano que incluye las Tierras Altas es descrita por Eduardo Aznar Martínez en dos libros: El euskera en La Rioja, Primeros testimonios (2011) y Tierras, gentes y voces, el legado del euskera riojano (2017).
Distribución geográfica de elementos vascónicos en el sur de La Rioja y las Tierras Altas de Soria. Los municipios oscuros forman parte de la Comunidad riojana, los blancos son externos. Datos de 2011 – Eduardo Aznar Martínez (2011), p. 145.
Este post es de nuevo dedicado a aquellas evidencias que demuestran la presencia de lenguas tipo euskera con estrecha relación con el «aquitano». Para eso profundizamos un poco más en sus circunstancias gracias a la presente exposición en Donostia, y es una continuación de posts anteriores sobre las estelas de las Tierras Altas con elementos vascónicos (de más reciente a más antiguo):
La estela de L?aurce que se trató en el post anterior empieza a recibir la atención que merece. En contra de lo que fue publicado en Alfaro y Gomez-Pantoja (2021), las lecturas están evolucionando hacia las propuestas por Eduardo Aznar Martínez y las que ven nuestros ojos en las fotos del post anterior. El problema fundamental que complica todo es evidentemente que la estela más relevante para el euskera es difícil de leer porque era el umbral de un gallinero…
El que cambió el sentido del juego e hizo reconsiderar lo que se sabía o intuía sobre la onomástica indígena fue Antesio Sesenco, hijo de Paterno, un joven muerto a los 20 años. Convertir Sesenco en Zezenko (torito) basta para entender cómo emergió la primera pista aquitana que llevó a privilegiar la hipótesis vascona.
Sesenco, según Jokin Gorrotxategi, «confirmó las sospechas» y «la antroponimia vasco-aquitana ayudó a entender mejor las características de algunos nombres indígenas». No hay más ejemplos tan transparentes como el de aquel joven con nombre vascón, pero el hallazgo de otras evidencias en la misma línea está reforzando la hipótesis inicial: «La lengua de la gente de la zona estaba relacionada con el aquitano, con el vascón. Sigue siendo una hipótesis, pero es cada vez más sólida».
He visitado la exposición «txikitina» (¡menos es más!) en el claustro de San Telmo. En la categoría de peccata minuta hay que mencionar que on la iluminación actual se ve muy poco o nada. Cuando hace de noche se puede solucionar fácilmente con poner la luz del móvil lateralmente, y se abrirá un panorama no esperado ;>.
Creo que al visitar a la exposición no hay que caer en la decepción que solo hay 7 estelas, de las cuales solo 4 tienen nombres (antropónimos) vascónicos, y que por eso la exposición no es relevante. Da la gran oportunidad de mirarlas en todo su detalle, y espero que este post que recoge las opiniones de Eduardo Alfaro y Joaquín Gorrochategui puede ayudar algo para disfrutar de estos tesoros a los que lo leen. Voy añadiendo las diferentes actividades a las que consigo participar. Un buen inicio es la siguiente conferencia.
CONFERENCIA DEL 16/11/2021 DE EDUARDO ALFARO
Estimo que había entre 60 y 80 participantes. Una conferencia amena, muy interesante tanto por el contenido como por la manera de presentarlo. También es admirable la actitud como investigador, especialmente a la hora de explicar sus cambios de opinión. Creo que es importante valorar la importancia de su trabajo dentro de un contexto española donde se tiende a inflar lo celta, y quitar a lo vasco (ver p.e. ej. la conferencia sobre «La lengua y la escritura de los celtíberos» de prof. Jordán), y también donde ni Euskal Herria se presta mucha atención al vascónico. Haciendo turismo por el norte de Soria y los titulares de periodicos uno se sorprende del entusiasmo que generan los hallazgos en ‘euskera’. Una sintomática de este relativo desinteres es que no existe ninguna obra monográfica que recoge en papel al testimonio de inscripciones aquitanas y vascónicas. Solo existen la página personal de Eduardo Orduña Aznar y desde hace poco Hesperida, base de datos para lenguas paleohispánicas. En ambas páginas he encontrado sin problemas la estela con el cognomen Sesenco (aquí y aquí).
He visto en la conferencia a Alfaro revindicando el valor de los hallazgos para el euskera lo que se expresa ya en el título de la conferencia. Espero que desde Euskal Herria se reconoce algún día el enorme trabajo que está realizando Eduardo Alfaro para inventariar, proteger, y divulgar las fuentes primordiales del euskera. Sin olvidar el trabajo de Eduardo Aznar Martínez para registrar elementos antiguos del euskera en lo que podemos llamar la «gran Rioja», que incluye el norte de Soria, el noreste de Burgos y el noroeste de Zaragoza.
Costumbres romanas para la muerte en Tierras Altas de Soria. Huellas del euskera en epigrafía antigua
En su presentación del territorio destaca que el terreno de los hallazgos se limita a la zona al norte de la división de aguas entre el Ebro en el norte y el Duero en el sur, más concreto en las cabeceras de los ríos Cidacos, Linares y Alhama. O en otras palabras la ladera norte del Sistema Ibérico occidental, donde encontramos los mejores pastos en verano a alturas por encima de los 1000 metros y con montañas por debajo de los 2000 metros, una zona extremadamente fría en invierno. Dentro de tierras marginales ocupan las mejores zonas de pasto. El territorio forma parte del territorio de los Pelendones que resistieron durante la conquista romana a los romanos terminando en el sitio de Numancia. Durante esa época gran parte fue arrasado por los romanos en su estrategia de tierra quemada.
El territorio no solo tiene al sur limites naturales en forma de las cumbres del Sistema Ibérico pero también hacia el norte en forma de abruptos barrancos, lo que da a las Tierras Altas su carácter de cerradas, hasta el día de hoy es una de las zonas menos poblados de Europa, solo un par de personas por kilómetro cuadrado. Perdió gran parte de su población ya escasa en la industrialización de los años ’60, y cuando el nivel económico empezaba a mejor los emigrantes volvieron en verano para arreglar las casas. Este ‘movimiento general’ de piedras puede ser una explicación de la epidemia de hallazgos de estelas con inscripciones en las décadas recientes.
Se encontraron unas 40 estelas en las Tierras Altas, de las cuales 29 son del mismo taller. Se habla de un ‘taller’ a partir de 4 o 5 inscripciones con los mismos rasgos, que en este caso son muy características. Tienen en general inscripciones muy toscas con diferentes formas de la misma letra (la E cursiva II mezclada con la E normal hasta en la misma palabra; una L en formada de lambda y una normal en la misma palabra), numerosos errores de ortografía. Una organización del texto descuidada…
Vista general de algunas estelas del taller de las Tierras Altas. Fijarse en la preciosa estilización de la cabeza de los toros. Eduardo Alfaro demostró con un ejemplo que primero se realizó el dibujo y posteriormente el texto, lo que provocó a veces una desorganización del texto para adaptarse al texto.
A parte de un lapicida despistado llaman la atención los dibujos bien ejecutados, a modo de incisión y no cincelado como las letras. En general se trata de toros para hombres difuntos, con rara vez un caballo, y ciervas para mujeres. En determinados casos las ciervas están amantando una cría, y combinado con la edad sugiere que se trata de mujeres que han fallecido en relación con el parto. También nos llama la atención las particularidades de los traseros de los toros donde se repiten sofisticados juegos de líneas que sugieren que cada vez se trata de la misma mano.
A continuación se aporta lo que me ha llamado la atención en relación las seis estelas sorianas de la exposición, acompañado por los comentarios de Prof. Gorrochategui tal como aparecen en la exposición. La siguiente estela «local» de Valerius Beltso será tratado con más detalle por Prof. Gorrochategui en su conferencia del 25/11 (fijarse en este antropónimo de la provincia de Gipuzkoa – donde según Prof. Almagro Gorbea nunca se habló euskera en Euskadi).
LA ESTELA DE VALERIO BELTESO (Colección Museo San Telmo)
«‘VAl BELTESONIS
Fines del s. I a. C – S. I d. C.
(Andrearriaga, Oiartzun)
Esta estela hallada junto a la ermita de Andrearriaga de Oiartzun procede del área de la ciudad de Oiasso, en el parte septentrional de los vascones, que se diferencia de otras zonas vasconas por una escasez de epigrafía latina. Aunque el deterioro sufrido por la estela ha desfigurado su aspecto original, tanto el texto como la imagen conservados denotan un fuerte indigenismo. En atención a la decoración puede clasificarse dentro de la tradición de las estelas de jinete, conocidas en diversos puntos de Hispania. El texto, VAL BELTESONIS, solo se limita a señalar el nombre del difunto, que puede entenderse, al menos, de dos maneras: Val(erius) Beltesonis ‘Valerio (hijo) de Belteso’ o Val(eri) Beltesonis ‘(tumba) de Valerio Belteso’.
El nombre Belteso, tanto por su lugar de aparición como por los elementos compositivos, debe clasificarse dentro de la onomástica vasco-aquitana, a pesar de que la raíz bel- ‘negro’ y el sufijo -te sean, por un lado, escasos y, por otro, estén también presentes en la onomástica ibérica. La clasificación se apoya en el hecho de que el sufijo -so es exclusivo de la onomástica vasco-aquitana.(Comentario Joaquín Gorrochategui)
La primera estela soriana que trata Alfaro, es un antropomorfo prehistórico y se muestra paralelos con los ídolos del final del Bronce que representan mujeres. Aquí parece que se trata también de una mujer por la representación de senos. Se encontraron dos más con la misma estructura en las Tierras Altas. Aunque Alfaro la asocia con la vida de ultratumba no sé si es funeraria y de donde viene esta explicación.
Ahora vamos a las estelas del propio taller de las Tierras Altas con estelas funerarias.
LA ESTELA DE VELIA PROCULA:
D M VELI‘AE’ PROCVLE HIC SEPVLTA EST ANNORV(m) XXX CVRA PARENTIV(m)
En esta estela no aparecen elementos vascónicos, si algunas curiosidades. La omega representa la cabeza de la difunta. DM Dis Manibus: A los dioses Manes, se entiende los que vigilan los familiares. Antes del nombre VELIA PROCULA aparece una hoja de hiedra como símbolo de la inmortalidad. La cierva para las mujeres está en esta ocasión amamantando un crío lo que se podría interpretar como una muerte perinatal, lo que es coherente su edad (ANNORU XXX) de treinta años. Se afirma que el 75% de los nombres de mujeres pertenecen a la categoría de «duo nomina», lo que es una indicación del estatus social elevada de las mujeres. En el sistema «duo nomina» el nombre consiste de un nomen + cognomen (apodo) y indica cierta importancia social.
LA ESTELA DE SATURNINUS
SATVRNINVS ‘ANT’ AVI S H S EST ‘AN’ XXXX Ant(esti) Avi s(ervus)
Esta estela dedicada por Antestio Avo a su esclavo Saturnino posee las características del taller epigráfico de Tierras Altas: en la parte superior una representación esquemática del difunto, en el centro el texto y en su parte inferior un toro como símbolo masculino, uno de los de mejor factura. La estructura del texto es simple: el nombre único que corresponde a un esclavo, Saturnino, en caso nominativo, la mención de su dueño, Ant(esti) Avi s(ervus), fórmula y edad (cuarenta años). Todos los nombres son de origen latino.» (Comentario Joaquín Gorrochategui)
La última serie de estelas contiene nombres ‘indígenas’ en general interpretados como vascónico, la versión del aquitano al sur de los Pirineos.
LA ESTELA DE ANTESTIA OANDISSEN, HIJA DE LUCIUS
‘ANT’ESTIA O‘AN’DISSEN LVCI F ‘AN’ XI H S EST Otro ejemplo de ‘duo nomina’ para una mujer.Podemos observar una ejecución más cuidadosa del texto y la ausencia de dibujos.
«Fines del s. I d. C. – Siglo II d. C.
Esta sencilla y elegante estela desprovista de adornos e imágenes nos informa sobre una niña muerta a la edad de once años. Haciendo uso de las ligaduras de letras y las interpunciones, tan habituales en los epígrafes romanos, se ha logrado un texto de gran armonía. Si bien el segundo nombre, OANDISSEN en nominativo, no muestra en su estructura ningún rasgo indoeuropeo, tampoco tiene por el momento paralelos en el conjunto onomástico vasco-aquitano ni ibérico. Si la última -n hubiera que tomarla como indicación del correspondiente tema latino, podría verse en -sse el sufijo aquitano usado en la formación de nombres de mujer.» (Comentario Joaquín Gorrochategui).
LA ESTELA DE ANTESTIO SESENCO, HIJO DE PATERNO
ANT’ESTIVS SENSENCO P‘AT’ERNI F ‘AN’ XX H S E La estela se ha roto por la zona del dibujo que insinúa un lomo de toro como en tros casos de hombres. Es llamativo evidentemente el cognomen Sesenco… que parece indicar algo sobre su temperamento
«Fines del s. I d. C. – Siglo II d. C
A pesar de la pérdida de material en los lados y la parte inferior de la estela, conservamos el texto entero. El formulario es simple, en primer lugar el nombre del difunto, “Antestio Sesenco hijo de Paterno”, expresado como ciudadano romano, luego la edad (20 años) y por último la fórmula funeraria. Su cognomen, SESENCO, se clasifica dentro de la onomástica vasco-aquitana: se trata de un nombre formado mediante el sufijo -co, abundante en aquitano y vasco, sobre el vocablo zezen, pudiendo traducirse como “torito”.(Comentario Joaquín Gorrochategui).
LA ESTELA DE LAURCE, HIJA DE BELSO
Esta estela sufre de importantes problemas de lectura. Fue publicado por Eduardo Alfaro Peña y Joaquín Gómez-Pantoja (2021) a base de un estudio fotométrico, y desde la perspectiva del latín («lectura híperclásica«). Un intento que ha fallado según Eduerdo Alfaro. Él reconoce ahora que las primeras 5 líneas no contienen latín y son en un idioma indígeno con muchos elementos vascónicos. Parece además que los ‘experimentos del laboratorio de Bergara’ con múltiples fotos con luz rasante desde muchas direcciones ha inspirado a nuevas lecturas. Estas en realidad se acercan a las lecturas iniciales y oralmente expuestas a nosotros por Eduardo Aznar Martínez, con la diferencia del inicio. Aznar leía una H, y ahora Alfaro se inclina por una L en forma de ‘L caudada’ rara con el palo menor hacia atràs en vez de hace delante (cf. la letra griega lambda). Ver el comentario al final de la descripción de esta pieza.
La pieza fue descubierta en 2012, y encima de la margen derecha se encontraba cemento. En relación con la segunda línea dijo algo sobre una relación con el ibero que no he apuntado bien.
La imagen con la transcripción de los surcos es el resultado de un estudio comentado en el post anterior sobre esta estela. Alfaro afirma que la segunda línea ISIILAVACE se debe interpretar como ‘hija de’. El problema de la L caudada inicial es que es al revés, pero también hay Ses al revés.
«LAVRCE ISIILAVRCE BELƧCON ASILIA OREN? ARSI?…
Siglos I-II d. C.
Los nombres citados en las cinco primeras líneas nombran a dos personas, los tres primeros se refieren a la difunta, una mujer de sesenta años, y los restantes a la hija que ha encargado la estela. La primera palabra, quizá LAVRCE tras una hoja de hiedra, se puede comparar con el nombre de varón aquitano Laurco. Más claro es el nombre de su padre, BELƧCO, formado mediante el sufijo -co a partir del elemento bels- ‘negro’, que hallamos en el teónimo aquitano Aher-bels-te. En cuanto al nombre de la hija, si descontamos su nomen Asilia, recibido de su padre, el resto se lee mal. Si la quinta línea se pudiera leer Oren Arsi (filia), el cognomen OREN podría compararse con vasco orein ‘ciervo’.» (Comentario Joaquín Gorrochategui).
Comentario: Después de los experimentos con luz rasanto, y volviendo a ver dicha estela, creo que todos sus problemas de su lectura son salvables con unos criterios objetivos. Surcos que contienen los puntitos del cincelado son intencionados. Mi nueva observación se hizo antes de la conferencia de Alfaro.
Con cada nueva mirada, el ojo descubre nuevos detalles. Mi principal curiosidad era como empieza la inscripción de L?aurce (ver a continuación la conferencia de Eduardo Alfaro para más detalles).
Mis ojos ven una ‘lambda al revés’ y algo como un corazoncito en el caso de *L?aurce; una «lambda redondeada» en el caso de Sepusta. No puedo ver una «H» de H?aurce. Mi criterio es la presencia de pequeños puntitos del cincelado.
LA ESTELA DE AEMILIA SULAGESSIA
A modo de postre se nos sirve la estela de Aemilia que no está en San Telmo pero contiene elementos importantes tanto epigráficos como vascónicos.
Âemilia · Sulagessia / Ambati filia · ano(rum) / LXV Hic s(epulta) est / Âemililius · Udan/us Bugan·sonis / filius · an(norum) · C Hic s(epultus) est. Figarse en la ‘L caudada’ en AemiLia, SuLagesia, FiLia, LX, y la L normal en Aemililius. La repetición de li en Aemililius también es un error de un lapicida despitado. Está estela fue descubierta como portavasos en la fuente de Ayá. Como elementos vascónicos se pueden mencionar Sulagessia(?), Bugansonis, Udanus (uda -verano), mientras que Ambatus es un nombre conocido celta. Fue publicado en Eduardo Alfaro Peña y Joaquín Gómez-Pantoja (2021).
Eduardo Alfaro terminó su conferencia con algunas reflexiones sobre el significado de estos elementos vascónicos. Para eso nos enseñó una imagen panorámica del oppidum de La Laguna. Este oppidum fue arrasado por los romanos (no me ha quedado claro si fuese en relación con el sitio de Numancia), y posteriormente es alrededor de estas ruinas que se concentran la varias de las estelas con antroponimia vascónica.
La arqueología indica que en general hay una continuidad de las poblaciones desde el final del Bronce en las Tierras Altas lo que sugiere que la presencia del vascónico es de «tiempos ancestrales«, pero la concentración de las estelas alrededor del oppidum arrasado podría tener otra lectura, la de un desplazamiento de gentes de Aquitania bajo Pompeyo Magno, como parece sugerir Javier Velaza (si lo he entendido bien).
La última imagen de la conferencia es la portada de su tesis doctoral que se presentará pronto, con una foto de la estela de Laurce con luz rasante.
Interesantes preguntas, pero no las he apuntado. Me recuerdo que la palabra clave para entender la situación linguística es el mestizaje como nos sugiere la estela de Aemilia Sulagessia.
Estela de Agirsar. Esta estela aporta otro antropónimo vascónico y no pertenece al llamado taller de las Tierras Altas, con una epigrafía y formato mucho más cercano al estándar romano. Eduardo Aznar Martínez (2011), p. 153.
La segunda hipotésis, el desplazamiento de un grupo de aquitanos al final de las guerras sertorianas (82-72 AEC), es decir en las primeras decadas de último siglo antes de la era común, he leído tambien en argumentos de la vasconización tardía, y es en realidad 100-200 años antes de las estelas bajo consideración. No conozco la referencia a textos de la antiquidad que afirman esto. Pero creo que este mapa cogido de https://eu.wikipedia.org/wiki/Akitaniera_Sorian#/media/Fitxategi:Akitanieraren_aztarna_geografikoak.svg con dos añadidos mios ilustra la distribución aprox. de los antropónimos ‘eusquéricos’ (aquitanos/vascónicos) y no necesitan un ‘deus ex machina’ para explicar la presencia vascónica en Soria, que además cuenta de toponimos de origen vasco en la actualidad (ver Eduardo Aznar, 2017) .
Eduardo Alfaro Peña 2006 Iconografía Funeraria Indígena Una imagen protectora de la vida de ultratumba Ayuntamiento de San Pedro Manrique.
Eduardo Alfaro Peña ? Oppida» y etnicidad en los confines septentrionales de la Celtiberia (tesis doctoral) Universidad de Valladolid. Facultad de Filosofía y Letras
Eduardo Alfaro y Gelu Belinchón ? Costumbres romanas para la muerte en Tierras Altas de Soria Mancomunidad de Tierras Altas
Eduardo Aznar Martínez (2011). «El euskera en La Rioja, Primeros testimonios» PAMIELA.
Eduardo Aznar Martínez (2017). «El euskera en La Rioja y Tierras, gentes y voces (El legado del euskera riojano)» PAMIELA.
Joaquín Gorrochategui (2021) Comentarios de la exposición en SAN TEMO: Nombres personales de origen vascónico en la epigrafía romana – Estelas de Tierras Altas de Soria (no publicados).
NOTA IMPORTANTE: La representación de las conferencias puede sufrir de lagunas en mi memoría y en mis notas. Las opiniones mías son de un aficionado, no de un profesional de ciencías históricas.
Todos los científicos sabemos que la inclusión de controles adecuados en un experimento o análisis es imprescindible para que el experimento o análisis tenga validez. Todos… menos el geólogo José Vicente Navarro, del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), que en sus análisis como perito para el juicio contra Eliseo Gil por los hallazgos de Iruña-Veleia no incluyó ningún grafito de control (lo cual hace dudar de su condición de científico). Navarro, en su informe [1], solo hace alusión a una “pieza de referencia” seleccionada después (!) de realizar los análisis, lo cual es una aberración desde el punto de vista científico: los controles se deben seleccionar siempre antes de hacer los análisis, porque si no, no son controles. Sin embargo, a pesar de que el uso de controles es fundamental en ciencia, lo cual también es conocido por cualquier lego que posea algo de cultura o educación superior, la jueza del juzgado de lo penal nº 1 de Vitoria dio por bueno el informe de Navarro, el único de los cuatro sobre análisis físicos entregados al juzgado que consideró falsos los grafitos de Iruña-Veleia y que fue el que determinó la condena de Eliseo Gil. Es muy sorprendente que la jueza diera por bueno el informe de Navarro sin controles, no solo por su nivel de cultura, educación y experiencia judicial con peritajes científicos, sino porque para el mismo juicio se presentó otro informe sobre análisis físicos en el que sí se incluyeron controles: el 2º informe del químico Juan Manuel Madariaga, Catedrático de Química Analítica de la Universidad del País Vasco [2]. Y fue precisamente el uso de controles por parte de Madariaga lo que determinó la interpretación de sus resultados por parte de la jueza: no concluyente. Esto es lo que dice en la sentencia sobre el 2º informe de Madariaga [3]:
“El Sr. Madariaga ha llegado a la conclusión de que de forma general y para todas las piezas estudiadas no es posible concluir que exista esa pretendida ‘continuidad de pátina’, lo que en la Tabla 1 se representa como NCP… Las piezas 11419 y 11459 fueron analizadas con posterioridad al informe que el Sr. Madariaga entregó a la Comisión científico-asesora de la Diputación de Álava, así como las piezas del yacimiento arqueológico de Arcaya/Arkaia, dando lugar a un informe que ha sido aportado en noviembre de 2019, por la Diputación Foral de Álava tras ser solicitado por la defensa del acusado ELISEO GIL ZUBILLAGA, en su escrito de defensa, a pesar de que los análisis de tales piezas se realizaron los días 4 y 5 de diciembre de 2008… Tampoco se ha hecho una relación de las piezas del yacimiento de Arcaya/Arkaia (Álava) que se han analizado,haciéndose referencia en el segundo informe del Sr. Madariaga a tres piezas, en las que también concluye la no continuidad de pátina, NCP, por lo que no pueden considerarse concluyentes estos análisis… En el informe de 3 de octubre de 2019 el Sr. Madariaga presenta una tabla en la que figuran análisis realizados con fechas posteriores a la de la última sesión de la Comisión científico-asesora, siendo el último realizado el 22 de octubre de 2009 y se concreta que fue para las piezas 11427, 11459, 11419, IR-32, 319 y 32, estas tres últimas del yacimiento de Arkaia, respecto de las que se llegó a la misma conclusión, NCP… y se añade por el Sr. Madariaga que no se entra en detalles de cada uno de los análisis realizados, pero concluye que para todas las piezas estudiadas no es posible concluir que exista esa pretendida ‘continuidad de pátina’, lo que en la Tabla 1 se representa como NCP, por lo quetampoco concluye tal continuidad, como ya he dicho, en las tres piezas del yacimiento de Arkaia, según aparece en la Tabla 1, sin que haga observación alguna sobre la comparación entre las piezas de Iruña-Veleia y las de Arkaia.”
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