Poco a poco vamos digiriendo el juicio, y a la espera del recurso nos quedamos con los brazos cruzados?
No, nada de eso, al contrario. Hemos recuperado nuestra paciencia e ilusión para ayudar a encontrar una solución objetiva y transparente en un proceso que es llamada comúnamente «ciencia», pero en realidad es aplicar el sentido común.
Creo que es en el interés de todo el mundo, y también de la Diputación Foral de Álava, que el caso de Veleia no se cierra en falso, es decir con todo tipo de evidencias sobre la mesa que nunca van a ser evaluadas, y que quedarán en la memoria colectiva como oportunidades perdidas. La historia debe ser investigada sin complejos, prejuicios, intereses o otros ‘cuñadismos’. Solo existe una verdad histórica, y somos muchos que queremos saber esa, investigada con los métodos y técnicas modernas. Lo que no queremos es una construcción de la historia únicamente basada en ‘autoridad’ sin las pruebas materiales.
Somos bastantes optimistas que con paciencia, precisión, ilusión, persistencia… se puede llegar a conseguir que un día sabemos con muchas garantías la verdad de los grabados en Veleia.
Probablemente el tiempo de ladrar queda atrás, y ha llegado el momento de la construcción y de avanzar. Puede haber varios caminos, pero nosotros hemos elegido por la seriedad, trabajar en silencio, la concentración, la calma, pero también la dedicación, diplomacia, el dialogo, la colaboración, sabiduría y aprender para así avanzar.
Todo esto para dejar saber que estamos ilusionados y trabajando, aunque el resultado tardará en ser visible.
Si escribo ‘nosotros’ significa un equipo ilusionado y preparado.
Los firmantes de este escrito queremos manifestar nuestra preocupación por el caso Iruña-Veleia y queremos hacer pública nuestra opinión ante la sociedad.
En primer lugar queremos decir que el problema existe, es un asunto que se ha prolongado año tras año y que sigue sin resolverse. Los problemas no se resuelven dándoles la espalda. La mera enajenación (no sé si la palabra enajenación traduce bien la palabra ‘enoratze’, pero por el contexto se entiende bien. N.T.) no elimina los conflictos que existen en la sociedad. Hacer de avestruz nunca es la solución.
En segundo lugar queremos señalar que las instituciones deben abordar la cuestión y poner los recursos para que el problema se solucione definitivamente.
En tercer lugar queremos decir que creemos sinceramente que es la ciencia la que puede dar respuestas y que, por tanto, hay que dar la palabra a los científicos.
Como ciudadanos queremos pedir a los partidos e instituciones con responsabilidad política que pongan los recursos para que la ciencia aclare el caso Iruña-Veleia.
En los surcos de las letras T y A (ver barra roja) están presentes costras carbonáticas residuales (restos después de la limpieza), un indicio muy importante que dichos surcos son antiguos. Navarro no representa ninguna foto de esas zonas en su informe. (Foto Lurmen).
Pieza 15920. Se observa claramente el contorno de la R (indicado con la línea de puntillas). El palo vertical parece hacia abajo desaparecer debajo de la costra fosfática (indicado con las flechas gordas de color verde).
Se ven como sobre las superficies liberadas de costras (p.ej. en el ojo de la R) quedan restos fosfáticos (flecha fina, de color verde), se ven como estos mismos restos verdes aparecen también dentro del surco, justo debajo donde la foto está cortada (¿y que había por encima? Nunca lo sabremos porque Navarro recorta la foto).
Como geólogo pienso que esto es la prueba de que el surco fue expuesto durante el enterramento, visto que indica el mismo tipo de acumulaciones de fosfatos que en la superficie donde la costra fue eliminada. Algo parecido, pero con mayor duda debido a la calidad de la foto vemos en la página 196, por ejemplo en la figura d.
Vindolanda fue un castro romano situado al sur de la muralla de Adriano, en el norte de Inglaterra. La ocupación romana se prolongó desde el siglo I d.C. hasta principios del V d.C. (1), pero continuó siendo habitada tras la marcha de los romanos. Es famosa sobre todo por las cartas en latín escritas en tablillas halladas en el lugar, de los siglos I-II d.C. (2), que han proporcionado interesantes datos lingüísticos y paleográficos. La similitud de los hallazgos de Vindolanda con los de Iruña-Veleia fue destacada desde que se dieron a conocer los grafitos del yacimiento alavés en 2006 (3). Posteriores hallazgos de paralelos paleográficos reforzaron la comparación (4,5). Ahora, los paralelos se extienden al campo de la simbología cristiana y grecorromana, con el hallazgo de un cáliz, que ha sido datado en los siglos V-VI d.C. (6), que contiene símbolos que recuerdan a algunos de los hallados en Iruña-Veleia (Fig. 1).
Fig. 1. Piezas del cáliz con grafitos hallado en Vindolanda.
Fig. 2. Motivos similares entre el cáliz de Vindolanda y la pieza 17194 de Iruña-Veleia.
Los paralelos para mí más llamativos e intrigantes son con el grafito coloquialmente conocido como de “la pasiega” (pieza 17194 de la Ostracabase) (7). Arriba se muestra el grafito, en el que los motivos similares a símbolos grabados en el cáliz de Vindolanda se resaltan encuadrándolos, uniéndolos con una línea a símbolos parecidos del cáliz (Fig. 2). Los parecidos son múltiples:
Pieza 17194 de Iruña-Veleia
Cáliz de Vindolanda
Ave en forma de “V” volando sobre una mariposa
“V” sobre un grupo de mariposas
Puerta en forma de arco de medio punto con cruces a ambos lados
Puerta en forma de arco de medio punto con una cruz en medio
Un árbol con la copa en forma redondeada
Tres figuras en forma de líneas que se unen a figuras redondeadas en uno de sus extremos, con cierta similitud al árbol de la pieza 17194 de Iruña-Veleia
Línea ondulada
Línea ondulada
Camino en forma de dos líneas onduladas paralelas
Dos líneas onduladas paralelas
Es difícil creer que tantas coincidencias sean fruto de la casualidad. Lo más destacable es el parecido de la “V” (¿ave volando?) sobre lo que parecen ser mariposas. En la antigüedad grecorromana, tanto la mariposa como el ave eran símbolos del alma (8-11), apareciendo con este significado en la iconografía y en inscripciones sepulcrales. Un ejemplo es el cippus de Julius Saecularis (12) (Fig. 3), en el que se ve la imagen del joven difunto agarrando con la mano derecha una mariposa, por encima de la cual hay un pájaro; también se representa a la derecha un árbol. Por lo tanto, hay tres elementos (mariposa, ave y árbol) que coinciden con elementos de la pieza 17194 de Iruña-Veleia.
Fig. 3. Cippus de Julius Saecularis.
Fig. 4. Epitafio de Marcus Porcius en Porcuna (Jaén).
En cuanto a textos funerarios, en estas dos inscripciones sepulcrales, de Porcuna (Jaén) (Fig. 4) y Roma, aparece la palabra papilio(mariposa) aparentemente con el significado dealma (11,12):
M(arcus) Porcius M(arci) [ ] / heredibus mando etiam cinere ut m[eo vina subspargant ut super eum] / volitet meus ebrius papilio ipsa ossa tegant he[rba et flores] / si quis titulum ad mei nominis astiterit dicat [id quod reliquit] / avidus ignis quod corpore resoluto se vertit in fa[villam bene quiescat]
Traducción: “Marcus Porcius hijo de Marcus [] mando también a mis herederos que rocíen con vino mis cenizas, para que sobre él revolotee mi mariposa ebria. Que las hierbas cubran mis huesos. Si alguien se detiene ante el epitafio de mi nombre, diga: aquello que dejó el voraz fuego que, una vez disuelto el cuerpo, lo convirtió en pavesas, descanse bien.”
Provincia: Roma Lugar:Roma
Scita hic sit(a) / papilio volita(n)s / texto religatus / arani(o) (e)st il(l)ei prae/da rep(e)ns huic / data mors subit /a (e)st
Traducción: “Aquí yace Scita, mariposa que revolotea, atrapada en un tela de araña, para ésta una presa repentina, para aquélla, una muerte súbita.”
El símbolo de la mariposa como representación del alma fue tomado por el cristianismo, apareciendo a veces en contextos funerarios cristianos en forma de Psyche, que se representaba con alasde mariposa (10).
Teniendo en cuenta esta simbología, se podría conjeturar que la escena de la pieza 17194 de Iruña-Veleia representaría el alma de una mujer difunta que se encamina alegre a la morada celestial.
Más paralelos:
– En el cáliz de Vindolanda vemos una figura rectangular dibujada en perspectiva de la que parten dos líneas a modo de patas o columnas y debajo una figura dudosamente antropoide sosteniendo como una larga vara en una mano; en el interior del cuadrilátero y junto a él hay una cruz y otros símbolos de significado desconocido. Esta imagen tiene cierto parecido a la de la pieza 13337 de Iruña-Veleia (7), en la que se ve una figura rectangular en perspectiva sostenida por tres columnas y debajo una figura antropomorfa sosteniendo un objeto parecido a una copa (Fig. 5).
Fig. 5. Figura del cáliz de Vindolanda similar a la de la pieza 13337 de Iruña-Veleia.
– En el cáliz de Vindolanda aparecen varios peces, que tienen un paralelo en Iruña-Veleia en el pez de la pieza 12376, que está junto la inscripción DIII IN PACII (“en la paz de Dios”) (Fig. 6). El símbolo cristiano del pez ya se explicó en otro post (13) y deriva del acrónimo del griego Iesous Christos Theou Yios Soter (Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador), ιχθυς (ichthys), que significa pez (14).
Fig. 6. Arriba: peces del cáliz de Vindolanda y pez de la pieza 12376 de Iruña-Veleia con la inscripción DIII IN PACII. Abajo: barcos del cáliz de Vindolanda y de grafitos de Iruña-Veleia.
– En el cáliz de Vindolanda se ven tres barcos, dos de ellos con mástiles y velas y el tercero con lo que podrían ser dos mástiles con banderas. En cuatro piezas de Iruña-Veleia también se representan barcos, dos de ellos con mástiles y uno con vela (Fig. 6). El significado religioso del barco de la pieza 13336 es evidente, pues aparece junto al nombre ‘’’IVAN[ ] que está acompañado por una “marca triple” de santidad a su izquierda y posiblemente otra a su derecha, aunque ésta no se vería debido a la fractura de la pieza. En un contexto cristiano, el barco simboliza la Iglesia, como se explica en (15,16). El símbolo de la nave también se utilizó en contextos funerarios paganos grecorromanos para representar la barca de Caronte, el barquero de Hades, que transportaba las almas de los difuntos de un lado a otro del río Aqueronte (9).
Fig. 7. Arriba: estaurograma del cáliz de Iruña-Veleia y estaurograma de grafitos de Iruña-Veleia. Abajo: estrellas del cáliz de Vindolanda y de un grafito de Iruña-Veleia.
– En el cáliz de Vindolanda aparece un estaurograma, antiguo símbolo cristiano consistente en la superposición de la letra griega P (rho) sobre la T (tau), y que sería una representación esquemática de Cristo crucificado. De forma similar, encontramos tres estaurogramas en piezas de Iruña-Veleia (13) (Fig. 7).
– También aparecen estrellas, de 6 puntas en el cáliz de Vindolanda y de 8 puntas en una pieza de Iruña-Veleia (Fig. 7). En Iruña-Veleia además hay una pieza con la inscripción VRDIN X ISAR (azul X (=Xριστος=Cristo?) estrella). El símbolo de la estrella como representación de Cristo se comentó en un post anterior (17).
Fig. 8. JVPITIIR y JVLIO en la pieza 11139 de Iruña-Veleia (izda.) y JVLIVS en una tablilla de Vindolanda (dcha.), con las primeras letras de cada nombre similares a Js modernas.
Aparte de estos paralelos del cáliz, como se mencionó arriba, en Vindolanda también hay paralelos paleográficos con Iruña-Veleia en las cartas escritas en tablillas (4,5). Entre ellos, la presencia de “Js”. Por ejemplo, en el nombre JVLIVS que se muestra arriba (Fig. 8) vemos que la primera I tiene una forma elongada y curvada, con cierta semejanza a una J moderna, pero la segunda I tiene la forma habitual de las Is latinas. Algo parecido observamos en el JVPITIIR y JVLIO de la pieza 11139 de Iruña-Veleia, donde las Is iniciales tienen cierta semejanza a Js, pero las que van en medio son Is “normales”.
Todos estos paralelos indican que la equiparación que se hizo inicialmente entre los hallazgos de Iruña-Veleia y los de Vindolanda está bien justificada.
El cáliz de Vindolanda es al menos el 5º hallazgo posterior a los grafitos de Iruña-Veleia que reproduce alguna de las características de éstos. Los otros ya fueron comentados previamente (18): 1) Las “comillas” triples de la inscripción hebrea de Silves (Portugal) (19); 2) El ara con el nombre Veleia hallada por el equipo de Julio Núñez en Iruña-Veleia (20); 3) El bronce de Novallas (Zaragoza) con una palabra latina (PVBLICVS) en medio de un texto en lengua celtíbera (al igual que POLITA en un grafito en lengua vasca de Iruña-Veleia) (21); 4) Las Es ibéricas del Itinerario de Barro en un texto que por lo demás está escrito con letras latinas (al igual que las Es ibéricas de la pieza 11425 de Iruña-Veleia) (el Itinerario de Barro se conoce desde 1920, pero su autenticidad fue cuestionada hasta que se demostró mediante termoluminiscencia en un estudio publicado en 2012 que era del siglo III-IV d.C.) (22). Estos hallazgos, al ser posteriores a los de Iruña-Veleia, no pudieron ser conocidos por ningún falsificador y por lo tanto constituyen un muy fuerte apoyo a la autenticidad de los grafitos hallados por Lurmen.
Con la acumulación incesante de paralelos, algunos de ellos posteriores a los hallazgos de Iruña-Veleia, que no han sido cuestionados por nadie, parece cada vez más evidente que la historia que insisten en contarnos desde los medios sobre una increíble falsificación masiva, sin precedentes ni paralelos en la historia de la arqueología y sin motivos que la expliquen, cuyos autores materiales son desconocidos, pues ni en la investigación policial ni en el juicio se ha podido encontrar ninguna prueba contra nadie (elucubrando la sentencia contra Eliseo Gil sobre la existencia de unas hipotéticas y misteriosas “terceras personas” que ejecutaron los grafitos), es un “cuento chino”, una inverosímil fábula sin pies ni cabeza, cuyos creadores y propaladores abusan de la buena fe y credulidad de la gente, falseando la realidad mediante la manipulación de la información en los mass media, la cual empezó mucho antes de la reciente sentencia judicial. Utilizando una expresión castellana muy apropiada para el caso, pretenden hacernos comulgar con ruedas de molino. Este falseamiento y manipulación de la realidad ha sido denunciado por Antonio Rodríguez Colmenero, Edward Harris, Xabier Gorrotxategi y otros 11 científicos y académicos, denuncia que la mayoría de los medios, excepto algunas honrosas y loables excepciones (23), ha decidido ignorar. En el asunto de Iruña-Veleia se puede constatar que el control de los grupos de interés sobre los medios de comunicación hace que la censura sea una realidad, aunque teóricamente exista libertad de información y de expresión. Urge, como también se pide en el mencionado artículo, que las piezas de Iruña-Veleia sean puestas a disposición de la comunidad científica, para que sea la ciencia, y no los intereses políticos, los egos académicos o las manipulaciones mediáticas, la que se convierta en la protagonista de este asunto.
4. Filloy, Idoia. Informe sobre los textos en latín de los grafitos de carácter excepcional de Iruña-Veleia. Ama Ata. http://sos-veleia1.wikidot.com/latin
On the occasion of the recent trial and court ruling on the case of the findings at the archaeological site of Iruña-Veleia, reports have been published in the media that seriously distort the reality of the events. This distortion of reality has crossed borders, with the false news that a geologist had pleaded guilty, acknowledging that «the whole thing was nothing but a joke» (!), being reported in two British newspapers with wide readership. It is worrisome that in the Iruña-Veleia case some media are failing to fulfill their mission of truthfully informing citizens.
With regard to the sentence, it is important to highlight that it acknowledges the lack of proofs against the main individual accused, Eliseo Gil, the former director of the excavation, with the ruling being entirely based on circumstantial evidence, and that the court case remains unresolved, since Gil has appealed his conviction, requesting his acquittal.
But, apart from the events in the judicial sphere, the Iruña-Veleia case has a scientific side, which a large part of the public is unaware of. And the fact is that what has been presented in some media outlets as a «crude forgery», is actually the subject of a lively and still unresolved controversy among experts from various scientific disciplines, who hold conflicting views on the authenticity of the findings. And the reality of this controversy has been made clear in the judge’s ruling, where it is stated that there are «opposing opinions that will have to be assessed in the field of archaeological, linguistic, epigraphic, etc., sciences.» and that «there are conflicting opinions about their authenticity among the different experts who have been able to analyze the pieces.» The recognition by a judicial body of the scientific controversy surrounding the Iruña-Veleia findings disproves the myth of the “scientific unanimity” favorable to their falsehood, which was created in November 2008 by the Department of Culture of the Provincial Council of Álava (DFA) and which lasts until today, fed by some media that ignore the facts. And the reality is that numerous authors in various fields (archaeology, epigraphy, linguistics, history, geology, Egyptology) have publicly expressed, through reports, scientific articles, books and conference presentations, their opinions and arguments favorable to the authenticity of the Iruña-Veleia findings. And this controversy is not affected by the court ruling. First, because the court case remains unresolved, and, second, because scientific issues must be resolved in scientific forums, such as scientific journals and conferences, not in courts of law. And this is what the sentence refers to when it expressly asserts that the opposing opinions «will have to be assessed in the fields of the archaeological, linguistic, epigraphic, etc., sciences.»
We do not want to hide the fact that the sentence is based on the analyses carried out by an expert from the Institute of Cultural Heritage of Spain (IPCE) on 36 pieces from Iruña-Veleia (out of the more than 400 found at the site), which he interpreted as indicative of recent execution or manipulation of the graffiti engraved on them (however, he failed to present the results of analyses performed on control graffiti of undoubted age, ancient and recent, supporting his interpretations, which casts a shadow of doubt on his conclusions), and, based on these analyses, the ex-director of the excavation was convicted as the author of the graffiti, performed «by himself or through other persons». But neither should it be omitted that in none of the three other reports on physical analyses delivered to the court, from the experts of the accuser and of the defendant, as well as from the IPCE itself, is it concluded that the graffiti are false. Therefore, we see that in the field of physical evidences there are also discrepancies among the expert opinions and court testimonies.
Where there are no discordant opinions is about the age of the pieces found at Iruña-Veleia: their origin from Roman times, indicated by the stratigraphic dating which was favorably evaluated by two prestigious international archaeologists, is not questioned by anyone and is recognized in the sentence itself. As for the linguistic, epigraphic or physical analyses proposing dates for the graffiti incompatible with the stratigraphic dating, they have been questioned by various experts, who consider that they are compatible with Roman times. We believe that the only way to end this controversy is through science. For this reason, we appeal to the DFA, which has the custody of the pieces, to make available those which are not part of the litigation (currently focused only on 36 pieces whose graffiti were considered false in the sentence) to the scientific community, in order to carry out the pertinent studies aimed at determining the age of the graffiti, their interpretation and publication. We also request that the Iruña-Veleia pieces which remain unwashed at the Museum of Archaeology of Álava be cleaned, videotaping the entire process, and that control excavations be carried out by an independent archaeological team in the vicinity of the places where the “exceptional” graffiti were found, in order to check if similar findings are reproduced.
The graffiti from Iruña-Veleia, if they are from Roman times (and no one has conclusively shown that they are not), provide novel and valuable information on the ancient Basque language, on the evolution from Latin to Romance languages, and on early Christianity. Therefore, the resolution of the controversy about their authenticity and their scientific study and publication can be of enormous importance for our historical and cultural heritage.
Signed by
Antonio Rodríguez Colmenero, Professor Emeritus of Ancient History at the University of Santiago de Compostela, Spain
Edward C. Harris, MBE, PHD, FSA, Founding Executive Director Emeritus, National Museum of Bermuda
Xabier Gorrotxategi, Ph.D. in Archaeology
Luis Silgo, Ph.D. in History, specialty in Archaeology
Noé Villaverde Vega, Ph.D. in Archaeology with European mention
Mikel Albisu, graduate in Geology
María Pilar Alonso, Ph.D. in Language and Communication
Juan Martín Elexpuru, Ph.D. in Basque Philology
Roslyn Frank, Professor Emeritus at the University of Iowa, Iowa City, IA, USA
Ulrike Fritz, Egyptologist, Eberhard Karls University of Tübingen, Germany
Alicia Satué, graduate in Philology of Classical Languages
Miguel Thomson, Staff Scientist at Public Research Organizations
Koenraad Van den Driessche, Ph.D. in Geology, specialty in Geochemistry
Patxi Zabaleta, lawyer and writer, member of Euskaltzaindia (Academy of the Basque Language)
Iruña-Veleiako aztarnategi arkeologikoan egindako aurkikuntzei buruz izandako epaiketa eta oraintsu emandako epaia dela eta, gertaeren errealitatea larriki desitxuratzen duten albisteak argitaratu dira komunikabideetan. Mugaz gaindi ere iritsi da errealitatearen desitxuratze hau, zabalkunde handiko bi egunkari britaniarrek, geologo batek “afera guztia adar jotze hutsal bat besterik ez izana” onartu eta bere burua errudun aitortu duela argitaratu dute albiste faltsu batean. Kezkaz ikusten dugu nola zenbait hedabidek ez duten betetzen, dagokien legez, gizarteari egiaren gainean oinarritutako informazioa eskaintzearen betebeharra.
Epaiari dagokionean, azpimarratu egin behar dira, auzipetu nagusiaren aurka, hau da, indusketen zuzendari ohi Eliseo Gilen kontra frogarik ez izatea aitortzen duela, zigorra bere osotasunean zantzu soiletan oinarritua izan delarik, eta baita, Gilek zigorraren aurka helegitea aurkeztu duenez, kasu judizialak konpontzeke jarraitzen duela.
Epaitegi inguruko gertaera hauetaz gain, Iruña-Veleia aferak badu gizartearen gehiengoak ezagutzen ez duen alderdi bat, zientziari dagokiona justuki. Izan ere, hedabide batzuetan “faltsutze baldar” gisan aurkeztu denean, egiaz, eztabaida bizi-bizirik dago aurkikuntzen egiazkotasuna argitu ezin izan duten eta kontrako iritziak sostengatzen dituzten alor desberdinetako adituen artean. Eta eztabaida hau izan badela epaian bertan agerian gelditu da, bertan baieztatzen baita badirela “batzuen eta besteen arteko iritzi kontrajarriak, zeinak arkeologia, hizkuntzalaritza, epigrafia, eta abarretako zientzia esparruetatik baloratu beharko duten” eta “piezak aztertu ahal izan dituzten adituen artean eztabaida badela”. Epaitegiak eztabaida zientifikoa izan badela onartzeak, ezereztu egiten du Arabako Foru Aldundiaren (AFA) Kultura Sailak 2008ko azaroan hedaturiko – eta egiari ezikusi eginez zenbait komunikabidek oraindik haizatzen duten – faltsutasunaren aldeko “erabateko adostasun zientifikoaren” mitoa. Errealitatea berriz bestelakoa da, alor desberdinetako (arkeologia, epigrafia, hizkuntzalaritza, historia, egiptologia) hainbat adituk, txosten, artikulu zientifiko, liburu eta biltzarretan egindako aurkezpenen bidez publikoki azaldu baitituzte Iruña-Veleian egindako aurkikuntzen egiazkotasunari buruzko euren iritzi eta argudioak. Eztabaida honen gainean epai judizialak ez du inolako eraginik. Lehenik, epaitegietako afera oraindik argitzeke dagoelako, eta bigarrenik, zientziaren esparruko gaiek aldizkari, biltzar zientifiko eta antzerako
zientzia foroetan argitu behar dutelako, eta ez, inola ere, justizia-auzitegietan. Izan ere, epaia honi buruz ari da, espresuki dioenean, “arkeologia, hizkuntzalaritza, epigrafia, eta abarretako zientziaren esparruei dagokie” dauden iritzi kontrajarriei buruz balorazioak egitea.
Iruña-Veleiako aztarnategian induskatutako 36 piezetan (400 baino gehiago topatu ziren) Espainiako Kultur Ondarearen Institutuak (Instituto del Patrimonio Cultural de España [IPCE]) eginiko analisiek, grafitoek oraintsu eginak izatearen zantzuak zituztela ondorioztatzera eraman zuten (ondorio horiek bermatzeko beren adina ziurtasun osoz ezagutzen den – antzina egindako, nahiz oraintsuko – kontrolerako grafitoen gaineko inolako analisiren emaitzarik ez da aurkeztu, eta honek ateratako ondorioen egokitasuna zalantza pean uzten du) eta ondorio horiek ditu oinarri epaiak. Ez da gure asmoa, inondik inora ere, aurreko hau ezkutatzea. Analisi hauen ondorioak izan dira aztarnategiko zuzendari ohia, grafitoak “bere kabuz ala hirugarrenen baten bidez” egin izanagatik zigortzera eraman dutenak. Ezin esan gabe utzi halere, akusazioaren eta defentsaren perituek, eta baita IPCEek berak ere, epaitegiaren esku utzitako analisi fisikoei buruzko beste hiru txostenetan ez dela grafitoen faltsutasunik ondorioztatu. Beraz, agerikoa da, azterketa fisikoei dagokienean ere, adituen txosten eta testigantzetan badirela desadostasunak.
Iruña-Veleian aurkitutako piezen adinari buruzko desadostasunik ez dago ordea, nazioartean izen handia duten bi arkeologok balioztatu dituzten datazio estratigrafiko bidez azaldu da beren erromatar garaiko jatorria, eta hau inork ere ez du ezbaian jarri, epaian bertan onartu delarik. Grafitoen adinaren eta datazio estratigrafiko hauen arteko bateraezintasuna adierazten duten azterketa linguistiko, epigrafiko eta fisikoen argudioak zalantzan jarri dituzte grafitoak erromatar garaiarekin bateragarri direla uste duten hainbat adituk. Gu, eztabaida honi irtenbidea emateko bide bakarra zientzia eremutik etorriko denaren ustekoak gara. Uste hau dela eta, AFAri, piezen zaintzaren ardura duen horri, eskatzen diogu: auzibidean ez dauden aleak (auzibidea faltsutzat jotako 36 piezetara mugatzen baita) utz diezazkion zientzia komunitateari eskuragai, berauek dituzten grafitoen antzinatasuna ezagutzeko behar diren azterketak egin, ondorioak atera eta publikatu daitezen; Arabako Arkeologia Museoan garbitu gabe gordeta dauden piezak, prozesua bere osotasunean bideo bidez jasotzen den bitartean garbitzeko eskakizuna ere luzatzen diogu; eta baita, kontrolerako indusketak egitea “ezohiko” grafitoak azaldu zireneko guneen ondoan arkeologia talde independente baten eskutik, modu honetan, antzerako aurkikuntzarik gertatzen den egiaztatzeko.
Iruña-Veleiako grafitoek, erromatar garaikoak balira (inork ez du garai horretakoak ez direnaren behin betiko frogarik ezagutarazi), aitzin-euskararen, latinak erromantzeetara izandako garapenaren, eta hasierako kristautasunaren ezagutza garrantzitsua eskainiko lukete, beraz berauen antzinatasunari dagokion eztabaida argitzeak, hala nola, haien ikerketa zientifikoa egiteak eta publikatzeak geure ondare historiko eta kulturalarentzako berealdiko garrantzia izan lezake.
Sinatzaileak
Antonio Rodríguez Colmenero, Katedratiko Emeritua Antzinako Historian Santiago de Compostelako Unibertsitatean
Edward C. Harris, MBE, PHD, FSA, Bermudetako Museo Nazionalaren Zuzendari Exekutiboa, Sortzaile Emeritua
Xabier Gorrotxategi Nieto, Arkeologian Doktorea
Luis Silgo, Historian Doktorea Arkeologia espezialitatean
María Pilar Alonso, Hizkuntza eta Komunikazioan Doktorea
Juan Martín Elexpuru, Euskal Filologian Doktorea
Roslyn Frank, Iowa (AEB) Unibertsitateko Irakasle Emeritua
Ulrike Fritz, Egiptologoa Tübingen-go (Alemania) Eberhard Karls Universität-ean
Alicia Satué, Filologia Klasikoan Lizentziatua
Miguel Thomson, Zientzilari Titularra Ikerketa Erakunde Publikoetan
Koenraad Van den Driessche, Geologian Doktorea, Geokimikan espezializatua
Patxi Zabaleta, abokatua eta idazlea, Euskaltzaindiko kide
Gasteizen, 2020ko abuztuaren 26an
La ciencia y la sentencia sobre el caso de Iruña-Veleia
Con ocasión del reciente juicio y sentencia sobre el caso de los hallazgos del yacimiento arqueológico de Iruña-Veleia, se han publicado en los medios noticias que distorsionan gravemente la realidad de los hechos. Esta distorsión de la realidad ha traspasado fronteras, llegándose a publicar en dos periódicos británicos de amplia difusión la falsa noticia de que un geólogo se había declarado culpable de falsificar los grafitos, reconociendo que “todo el asunto no era más que una broma” (!). Vemos con preocupación que en el caso de Iruña-Veleia algunos medios están incumpliendo con su función de informar verazmente a la ciudadanía.
Con respecto a la sentencia, es importante destacar que reconoce la inexistencia de pruebas contra el principal encausado, Eliseo Gil, exdirector de la excavación, basándose la condena enteramente en indicios, y que el caso judicial sigue sin resolver, pues Gil ha recurrido su condena, solicitando su absolución.
Pero, aparte de los acontecimientos en la esfera judicial, el caso de Iruña-Veleia tiene una vertiente científica, que gran parte del público desconoce. Y es que lo que ha sido presentado en algunos medios como una “burda falsificación” es en realidad objeto de una viva y aún no resuelta controversia entre expertos de diversas disciplinas científicas, que sostienen opiniones enfrentadas sobre la autenticidad de los hallazgos. Y la realidad de esta controversia se ha puesto de manifiesto en la sentencia, donde se afirma que existen “opiniones contrapuestas de unos y otros que habrán de ser valoradas en el campo de la ciencia arqueológica, lingüística, epigráfica, etc.” y que “existe controversia entre los diferentes expertos que han podido analizar las piezas acerca de su autenticidad.” El reconocimiento desde instancias judiciales de la controversia científica en torno a los hallazgos de Iruña-Veleia desmiente, por tanto, el mito de la “unanimidad científica” favorable a la falsedad, difundido en noviembre de 2008 desde el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Álava (DFA) y que perdura hasta el día de hoy, alimentado por algunos medios que hacen caso omiso de la realidad. Y la realidad es que numerosos autores en diversos campos (arqueología, epigrafía, lingüística, historia, geología, egiptología) han expresado públicamente, mediante informes, artículos científicos, libros y presentaciones en congresos, sus opiniones y argumentos favorables a la autenticidad de los hallazgos de Iruña-Veleia. Y esta controversia no se ve afectada por la sentencia judicial. Primero, porque el caso judicial sigue sin resolverse, y, segundo, porque las cuestiones científicas deben dirimirse en los foros científicos, como revistas y congresos científicos, no en los tribunales de justicia. Y a esto se refiere la sentencia al afirmar expresamente que las opiniones contrapuestas “habrán de ser valoradas en el campo de la ciencia arqueológica, lingüística, epigráfica, etc.”
No queremos ocultar el hecho de que la sentencia se basa en los análisis realizados por un perito del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) en 36 piezas de Iruña-Veleia (de las más de 400 halladas en el yacimiento) que interpretó como indicativos de ejecución o manipulación recientes de los grafitos grabados en ellas (pese a no presentar resultados de análisis efectuados sobre grafitos de control de edad indubitada, antigua y reciente, que avalen sus interpretaciones, lo que arroja una sombra de duda sobre sus conclusiones), siendo en base a estas analíticas que el exdirector de la excavación fue condenado como autor, “por sí mismo o mediante terceras personas”, de los mismos. Pero tampoco debe omitirse que en ninguno de los otros tres informes sobre análisis físicos entregados al juzgado, procedentes de los peritos de la acusación y de la defensa, así como del mismo IPCE, se llega a la conclusión de que los grafitos sean falsos. Por lo tanto, vemos que en el terreno de las evidencias físicas también existen discrepancias en los peritajes y testimonios judiciales.
Sobre lo que no existen opiniones discrepantes es sobre la edad de las piezas halladas en Iruña-Veleia: su procedencia de época romana, indicada por la datación estratigráfica, que fue evaluada favorablemente por dos prestigiosos arqueólogos internacionales, no es cuestionada por nadie y es reconocida en la propia sentencia. En cuanto a los análisis de carácter lingüístico, epigráfico o físico que proponen fechas para los grafitos incompatibles con la datación estratigráfica, han sido cuestionadas por diversos expertos, que consideran que son compatibles con la época romana. Nosotros creemos que la única manera de poner fin a esta polémica es a través de la ciencia. Por ello hacemos un llamamiento a la DFA, que tiene la custodia de las piezas, para que aquellas que no formen parte del litigio (actualmente centrado solo en 36 piezas cuyos grafitos fueron considerados falsos en la sentencia) sean puestas a disposición de la comunidad científica para la realización de los estudios pertinentes destinados a determinar la antigüedad de los grafitos, su interpretación y su publicación. Así mismo solicitamos que las piezas de Iruña-Veleia que permanecen sin lavar en el Museo de Arqueología de Álava sean lavadas, grabando en vídeo todo el proceso, y que se realicen excavaciones de control en las proximidades de los lugares de hallazgo de los grafitos “excepcionales” por un equipo arqueológico independiente, con el fin de comprobar si se reproducen hallazgos similares.
Los grafitos de Iruña-Veleia, en caso de ser de época romana (y nadie ha demostrado fehacientemente que no lo sean), proporcionan informaciones novedosas y de gran interés sobre el vasco antiguo, la evolución del latín a las lenguas romances y el cristianismo primitivo, por lo que la resolución de la controversia sobre su autenticidad y su estudio científico y publicación pueden ser de enorme transcendencia para nuestro patrimonio histórico y cultural.
Firman el documento
Antonio Rodríguez Colmenero, Catedrático Emérito de Historia Antigua de la Universidad de Santiago de Compostela.
Edward C. Harris, MBE, PHD, FSA. Director Ejecutivo Fundador Emérito, Museo Nacional de Bermudas.
Xabier Gorrotxategi Nieto, Doctor en Arqueología.
Luis Silgo, Doctor en Historia, especialidad Arqueología
Noé Villaverde Vega. Doctor en Arqueología con mención europea
Mikel Albisu, Licenciado en Ciencias Geológicas
María Pilar Alonso, Doctora en Lenguaje y Comunicación
Juan Martín Elexpuru, Doctor en Filología Vasca
Roslyn Frank, Profesora Emérita de la Universidad de Iowa, Iowa City (EE.UU.)
Ulrike Fritz, Egiptóloga, Eberhard Karls Universität Tübingen (Alemania)
Alicia Satué, Licenciada en Filología Clásica
Miguel Thomson, Científico Titular de los Organismos Públicos de Investigación
Koenraad Van den Driessche, Doctor en Geología, especialidad Geoquímica
Patxi Zabaleta, abogado y escritor, miembro de Euskaltzaindia
Este encabezamiento numérico significa que hablaré de Iruña-Veleia, que no mencionaré ni una sola vez la Historia y la Filología, y que sólo me limitaré a tratar un tema concreto. Vaya por delante este aviso, para que los que ya están hartos del tema se animen a leer un poco más. El 14 de febrero escribí estas líneas al final de un extenso comentario: «Cuando una sociedad ha decidido que alguien es culpable, no hay evidencia que cambie de opinión, ni aun San Pedro bajando del cielo a explicarlo. Cuando la decisión está tomada no hay vuelta atrás. Y si surge la evidencia contraria, se esconde porque encaja mal en el puzzle que ya hemos inventado. No hay más que ver el tratamiento dado por los medios de comunicación a la cuestión. Todos, expertos, instituciones, políticos, lingüistas, filólogos, etc., hemos dado pasos de tal atrevimiento y riesgo que ahora no es posible dar marcha atrás. Vamos a mantener la falsedad y las hipótesis del fraude. Sin duda somos más homo gregarius que Homo sapiens.
Para terminar el artículo, trataré de adivinar la sentencia. Espero una sentencia salomónica, como suele hacerse en España, que empieza por decidir cuál debe ser el resultado final, aplicando después las leyes correspondientes, pero siempre adaptadas a la consecución de ese resultado final, con sus agravantes y atenuantes. Y el resultado final debe ser que Eliseo quede libre porque no hay base para condenarlo, pero quedará libre en alguna forma que le impida pedir indemnizaciones, manteniendo la sospecha de fraude en la sentencia y sin poder identificar al autor. Ciertamente, todo esto resulta ser triste y gregario. Pero dejaremos las luces para las próximas generaciones, porque ya nos hemos embarrado mucho».
Pero para llegar a esta sentencia, que ha resultado ser como ya se había anunciado, la señora juez ha tenido que cometer una grave irregularidad, que puede llegar a la prevaricación. No nos adelantemos a las conclusiones, y volvamos al título del artículo: 11459 en referencia a una ostraca denominada «Porky». Los avatares en torno a la ostraca ilustran perfectamente lo ocurrido en estos últimos años en torno a los hallazgos de Iruña-Veleia.
Cuando se empezaron a cuestionar los hallazgos, varios expertos locales y madrileños remarcaron e insistieron en la imposibilidad de la imagen, argumentando sin reservas que semejante dibujo sólo podía ser realizado por humanos modernos influidos por Walt Disney. Porky arriba, Porky abajo, numerosas mofas y burlas en torno a esta ostraca, contribuyeron firmemente a reforzar la hipótesis de la falsedad y a construir la presunción de culpabilidad de los responsables que posteriormente serían procesados.
Además de los argumentos filológicos e históricos, la principal prueba científica a favor de la falsedad de las ostracas ha sido el informe que realizó en 2008 el catedrático de Química Juan Manuel Madariaga, de la EHU-UPV. Este informe desmiente las principales reivindicaciones que se hacían en el informe fraudulento que presentó el equipo de Elíseo y por eso suele utilizarse como prueba de la falsedad de las ostracas. Sin embargo, está escrita con mucha prudencia, como corresponde a cualquier trabajo científico que merezca tal nombre, y esta refutación no lleva a proclamar la falsedad de las ostracas. Y lo que a nosotros nos interesa en este momento: ese informe, considera verdadera la ostraca 11459 que, en medio de largos años de debates tumultuosos y estériles, ha pasado totalmente desapercibido.
Sin embargo, para todos no ha pasado desapercibido, pues este informe, que fue tan importante durante años para los partidarios de la falsedad, ha desaparecido de la redacción de la sentencia. A pesar de haber participado desde sus inicios en el primer comité científico organizado por la Diputación Foral de Álava, y de ser uno de los informes presentados de mayor calidad científica (porque el autor, entre otras cosas, sólo habla de lo que sabe), ha desaparecido sin dejar rastro alguno y no se hace mención alguna de dicho informe en la sentencia. ¿Cómo es posible esto?
Desde luego, no tengo modo de penetrar en la mente de la señora juez, ni, por consiguiente, de adivinar por qué hace lo que hace y lo que no hace. Pero es evidente que el informe de Madariaga y la conclusión de la autenticidad de la ostraka 11459 que en él figura, contradice el otro informe que el juez ha tomado como base para redactar su sentencia, el informe Navarro de la IPCE.
En la ostraca 11459, considerada auténtica por el informe de Madariaga, el señor Navarro, de la IPCE, descubrió restos de metales modernos y concluyó que estos restos demuestran con rotundidad que los graffitis habían sido realizados recientemente con instrumentos metálicos. Si como dice el informe de Madariaga la ostraca 11459 es verdadera, los restos de metales modernos que Navarro ha encontrado en ella deben ser de otro origen (de limpieza o quién sabe) y otro tanto se podrá decir del resto de ostracas en las que se han encontrado restos de metales similares. Por tanto, la desaparición del informe de Madariaga favorece la coherencia de la sentencia condenatoria. Es más, si se tuviera en cuenta el informe de Madariaga, el informe Navarro del IPCE quedaría ipso-facto anulado y no existiría base alguna para que la sentencia fuera condenatoria.
Cuando una investigación se desarrolla sin prejuicios, si aparece una contradicción entre los datos recabados, la tarea prioritaria es abordarla y aclararla. Por el contrario, si se sabe cuál debe ser la conclusión de dicha investigación, las contradicción que se presenta no resulta ser un aliciente intelectual sino un obstáculo molesto. Y así, se rechaza lo que más molesta para llegar a la conclusión que se quiere llegar y con esto basta.
Entre los dos informes que la acusación ha andado entre manos hay una grave, muy grave contradicción respecto a la ostraca 11459, y la forma de soltar el nudo no ha consistido en ahondar en esa contradicción hasta aclarar la verdad, sino en ignorar, excluir, y apartar a quien se empeña en aportar otros datos que nos permitan llegar a la evidencia, a la realidad, a la autenticidad, a la veracidad.
Desgraciadamente, este juicio se ha hecho partiendo de la presunción de culpabilidad, y si se parte de la presunción de culpabilidad, todo es negligente y torpe. ¿Para qué cansarse investigando rigurosamente, para qué fijarse en las contradicciones y profundizar en ellas para aclarar la verdad, si sabemos de antemano cuál va a ser la conclusión? Es inevitable que sea así. No, no sólo en este asunto, no sólo aquí y ahora. Cada vez que esta actitud se impone, siempre ocurre lo mismo en todas partes y en cualquier momento. Este juicio nos ha dejado, no sólo lo ya mencionado, sino también otros muchos detalles que aquí no abordaré. Lo cierto y real es que las conclusiones a las que llega la juez son las previsibles que se produjeran en cualquier tipo de investigación que parta de una predeterminación.
Aunque estos datos son tan nítidos y tan graves, acabaré con la desesperación que he manifestado al principio. La universidad, las instituciones, la prensa, la sociedad…., no van a retroceder, y persistirán en la conclusión que sacaron hace tiempo. No hay agua suficiente para tanto barro. Demasiadas burlas, demasiados insultos, demasiadas frases rotundas, demasiados desprecios, demasiados odios durante largos años para que sea posible retroceder y partir de cero con el objeto de abordar el tema de otra manera. Quizá una nueva generación aborde el tema dentro de veinte años o quizá, si se tuviera el valor de ir a los tribunales europeos, algún juzgado no embarrado previamente pueda ordenar que el juicio se repita desde el principio y desde la presunción de inocencia, realizando las investigaciones que sean precisas con fundamento. Si vivo todavía, seguiré con interés el camino de investigación, para saber de una vez por todas, cuántas y cuáles son las ostracas falsificadas, cuántas y cuáles son las verdaderas, y si fuera cierto que son verdaderas, cuáles de éstas son sus aportaciones a nuestra Historia y Filología.
«Quienes estamos firmemente convencidos de la autenticidad de los grafitos hallados en Iruña-Veleia estamos más cerca de la verdad que antes, después de las dos sentencias dictadas en Vitoria-Gasteiz en 2020; y, sobre todo, después de las investigaciones y descubrimientos de los últimos diez años, aunque aparentemente parezca lo contrario. Quienes decimos que el debate sobre los descubrimientos de Iruña-Veleia se tendrá que efectuar y dilucidar por procedimientos científicos estamos ahora más cerca de la verdad, sobre todo desde que ha quedado establecido con firmeza jurídica que los elementos hallados en Iruña-Veleia constituyen «piezas arqueológicas auténticas». Efectivamente, una de las dos sentencias ya es firme, la dictada en el caso del señor Escribano; en cambio, contra la otra se han interpuesto al parecer dos recursos. Ambas deben ser tomadas en consideración, pues es la relación entre ambas la que pone en evidencia que estamos ante un debate científico y no en el ámbito de una disputa jurídica.
Así pues, ha quedado jurídicamente establecido en sentencia ya firme que los elementos físicos en que se encuentran los grafitos descubiertos en Iruña-Veleia son «piezas arqueológicas auténticas»; es decir, que son bienes del patrimonio público según la ley. La primera consecuencia de dicha calificación jurídica firme es que constituye delito el deteriorar, deshacer, destrozar, dañar o perder tales «piezas arqueológicas auténticas». En este sentido la sentencia de 3-2-2020, dictada condenando al señor Oskar Escribano Sanz, y que se tornó firme al ser aceptada por todas las partes, a diferencia de la sentencia de 8-6-2020, a la que se han interpuesto recursos.
He aquí por tanto que nos encontramos ante dos sentencias; una, breve y firme; la otra, muy larga y a la que se han interpuesto dos recursos. Es la importancia trascendental de dicha primera sentencia firme en pro de la veracidad general del yacimiento, al margen de la posibilidad de manipulaciones o de descuidos. He aquí, por ejemplo, que, conforme a dicha calificación jurídica, el señor Núñez, que fue nombrado para sustituir a Eliseo Gil –y quienes le nombraron– habrían cometido miles de delitos al introducir máquinas excavadoras al yacimiento de Iruña-Veleia a destrozar las «piezas arqueológicas auténticas» o poniéndolas en riesgo de ser destrozadas.
Por otro lado, los objetos del debate del recurso de la sentencia de 8-6-2020 han quedado muy limitados y acotados. En este aspecto es preciso recordar que los argumentos filológicos esgrimidos al principio del procedimiento han sido absolutamente abandonados. Más aún, el enorme cúmulo de falsedades que los medios de comunicación mercenarios esparcieron con respecto a los hallazgos de Iruña-Veleia –tales como Descartes o RIP– han sido dejados en un segundo nivel sin importancia en el debate jurídico. El estéril Consejo de Expertos designado por la Diputación de Álava y la actuación de la Ertzaintza resultan anticuados, sin rigor y ridículos con la lectura de la sentencia. La propia Diputación de Álava, como institución, corre el riesgo de quedar como responsable de graves daños y de poca responsabilidad.
¿Cuál es la situación actual? Pronto se terminará el camino judicial, que nunca se debió emprender; pero, obviamente, no podemos esperar que por medio de una resolución juridicial se supere y termine una cuestión que por su propia naturaleza es esencialmente científica. Pero aun así, y paradójicamente, el erróneo camino jurídico emprendido ya ha aportado un avance o cambio positivo; concretamente el del reconocimiento firme de que todos los elementos físicos contenedores de grafitos, textos o dibujos, que son hallados en Iruña-Veleia –sean cerámica, sean trozos de pared, sean huesos, sean ladrillos, sean terra sigilata, sean lo que sean– constituyen «piezas arqueológicas auténticas». O sea, forman parte del patrimonio público. Consiguientemente, es deber de las instituciones el analizarlos y conservarlos, empezando por la Diputación de Álava. Aunque, evidentemente, es algo sabido y notorio que los supuestos sabiondos, tertulianos y medios de comunicación mercenarios pretenderán pontificar desde el desprecio a todo debate, contraste o lucha cultural la deducción de que esta sentencia determina la falsedad total y general de todos los descubrimientos de Iruña-Veleia; mensaje que es falso y contrario a lo que consta en la sentencia.
¿Qué habría que hacer ahora? ¿Cuál es el deber de las instituciones y los poderes públicos? ¿Habrá que esperar a que termine el desgraciado proceso judicial? ¿Hoy día cometerían delito los representantes de las instituciones públicas si no custodiasen y analizasen las «piezas arqueológicas auténticas» halladas en Iruña-Veleia que permanecen almacenadas?
A corto plazo, las instituciones vascas –Gobierno Vasco y Diputación de Álava– deberían tomar una decisión concreta e inevitable: la de proceder a catalogar y limpiar los cientos y cientos de «piezas arqueológicas auténticas» que permanecen almacenadas en 20 cajas; dicha catalogación y limpieza habría de ser encomendada a expertos internacionales debidamente acreditados. Así, se superaría definitivamente la presunta sospecha, que resulta un elemento central y decisorio en la sentencia de 08-06-20, y que es la de que las presuntas falsificaciones se efectuaron durante el proceso de lavado de las piezas.
A largo plazo, cuando la investigación del yacimiento se ponga nuevamente en marcha –sea en esta generación o en la próxima–, todo quedará aclarado. Y ello si entre tanto las máquinas excavadoras no destrozan este enorme tesoro de la cultura vasca, y específicamente de Álava. No cabe olvidar que en 2003, en el propio centro de la ciudad vascona que es Pamplona, concretamente en la Plaza del Castillo, fueron destrozados y llevados al basurero los restos del único ejemplo en el mundo de cementerio unificado de dos monoteísmos, más las inesperadas termas romanas, más los vestigios de la ciudad vascona por antonomasia. ¿Cuánto valía aquello para Navarra? Tal como lamento en la novela La tumba de Iñigo Arista no es posible saberlo. Tampoco el valor de Iruña-Veleia es posible saberlo.
Al margen de sentencias y propagandas, algunos seguimos pensando que la falsificación general y completa de todos los hallazgos de Iruña-Veleia que se ha pretendido es técnicamente imposible. Más aún sin contar con la colaboración de todos y cada uno de los que se movían en el yacimiento. Y aún más si se afirma que las falsificaciones se efectuaron en el proceso de limpieza, sin que se haya imputado a nadie que intervenía en tal proceso. El tiempo pondrá a cada cual en su sitio.
El autor es abogado
Es la relación entre ambas sentencias la que pone en evidencia que estamos ante un debate científico y no en el ámbito de una disputa jurídica
Algunos pensamos que la falsificación general y completa de todos los hallazgos de Iruña-Veleia es técnicamente imposible.«
La carta fue publicada también en euskera en Berría y Naiz, pero entiendo que esta versión es algo más extendida.
PS.
Un amigo me ha enviado la traducción de un párrafo importante que ha sido añadido en la versión de Berria, y no figura en la versión del Diario de Navarra: «Por otro lado, los objetos del debate del recurso de la sentencia de 8-6-2020 han quedado muy limitados y acotados. En este aspecto es preciso recordar que los argumentos filológicos esgrimidos al principio del procedimiento han sido absolutamente abandonados. Más aún, el enorme cúmulo de falsedades que los medios de comunicación mercenarios esparcieron con respecto a los hallazgos de Iruña-Veleia –tales como Descartes o RIP– han sido dejados en un segundo nivel sin importancia en el debate jurídico. El estéril Consejo de Expertos designado por la Diputación de Álava y la actuación de la Ertzaintza resultan anticuados, sin rigor y ridículos con la lectura de la sentencia. La propia Diputación de Álava, como institución, corre el riesgo de quedar como responsable de graves daños y de poca responsabilidad.
Es una sentencia condenatoria; sí. La sentencia castiga a Gil y al señor Cerdán; sí. El resumen de la sentencia es que de las 39 ostrakas o «piezas arqueológicas auténticas» que se han analizado, 36 fueron falsificadas o manipuladas y concretamente esa manipulación se produjo en el proceso de limpieza, siendo responsable Eliseo Gil, aunque no haya pruebas de su intervención directa… ¿Por qué son falsos los grafitos que hay en esas 36 ostrakas? Porque lo han dicho el Instituto de Patrimonio Cultural Español y la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de España. Y punto! Para atribuir la autoría de la falsedad a Eliseo Gil, en cambio, no hay un argumento en todo el procedimiento; ni directo ni indirecto, como claramente reconoce la propia sentencia. Por eso la sentencia desarrolla 11 «indicios» o vestigios para responsabilizar a Eliseo Gil; y este desarrollo es el esqueleto y la argumentación principal de esta sentencia que aún no es fija; pero, en realidad, un esqueleto y una argumentación débil. A causa de este desarrollo el autor de los informes del Instituto de Patrimonio Cultural Español, José Vicente Navarro Gascón, se convierte en protagonista decisivo de la sentencia el cual calificó las falsificaciones de muy «burdas», algo que todos los malos expertos ponen como tapadera o excusa cuando no pueden argumentar en profundidad.
¿Cuál es la situación actual? Pronto se terminará el camino judicial, que nunca se debió emprender; pero, obviamente, no podemos esperar que por medio de una resolución juridicial se supere y termine una cuestión que por su propia naturaleza es esencialmente científica»
Carta dirigido al Diputado General de Álava por la Dra. Mapi Alonso
Publicada en Gara el 13/7/2020 – https://www.naiz.eus/es/iritzia/articulos/a-proposito-de-la-sentencia-del-caso-iruna-veleia-1
«Si lo importante era descubrir la verdad, créame que lo lamento por usted, pero ni la autoría ni la existencia de una falsificación han quedado demostradas. Se lo comento por si no se ha leído la sentencia, ocupado como debe estar en la preparación de las próximas elecciones y coleando todavía el asunto De Miguel.«
Ilustrisimo Señor Ramiro Gonzalez, Diputado General de la DFA
Muy señor mio: leo en «El Correo» del día 16 de junio, firmado por Ander Carazo, unas declaraciones suyas sobre la sentencia del caso Iruña-Veleia: «En este caso no era tanto buscar un castigo, sino descubrir la verdad para poder ponerlo en valor».
Si lo importante era descubrir la verdad, créame que lo lamento por usted, pero ni la autoría ni la existencia de una falsificación han quedado demostradas. Se lo comento por si no se ha leído la sentencia, ocupado como debe estar en la preparación de las próximas elecciones y coleando todavía el asunto De Miguel.
Después de leer la sentencia lo único que queda probado fehacientemente sobre la autoría es que Eliseo Gil era el director del yacimiento. El resto, como recoge la sentencia, son indicios : «que (aunque) no ha resultado probado suficientemente que el mismo hubiera realizado de propia mano los grafitos contemporáneos, sí existen indicios probatorio suficientes de que conocía, consentía y ha sido el autor mediato o inmediato de la comisión del delito y falta que nos ocupan» (pg. 67).
Si le interesa saber la verdad, le recomiendo que, en primer lugar, vaya a la pag. 90, segundo de los fundamentos de derecho –de la prueba de los hechos declarados probados–, donde la sentencia recoge la jurisprudencia sobre los indicios y donde entre otras cosas se puede leer: «Las deducciones realizadas por el juzgador de instancia no tienen que resultar arbitrarias,incoherentes, descabelladas o absurdas, sino lógicas y razonables según el buen sentido y el recto razonamiento» (STS de 8 de marzo de 1994). Las inferencias deben ser descartadas cuando sean dudosas, vagas, contradictorias. La inferencia es incoherente, absurda y descabellada cuando (…). En definitiva, cuando el hecho presunto «no fluye o se deduce naturalmente de aquellos hechos-base» (STS 19/2009, de 7 de enero).
Y, después, le invitaría a hacer un ejercicio sincero de reconstrucción de los hechos a través de los indicios y ver si lo que resulta fluye y tiene alguna lógica. La historia empieza con un arqueólogo en el momento mas dulce de su carrera profesional y valorado a nivel social e institucional, al que de repente le da una ventolera (no se sabe si es que ha esnifado pegamento) y se pone a hacer «documentos» falsos en los pequeños trozos de material insignificante y sucio que se recoge durante la excavación, una gran cantidad. Pero, en vez de utilizar un objeto grabador de la época de los que tenia a mano en el yacimiento, utiliza un objeto moderno para ir dejando rastros que luego en los análisis que pidió mas de una vez se iban a ver. En unos casos es un desastre y corta las costras sin ningún cuidado, en otros un virtuoso que las rehace. Se supone, si como dice la sentencia Eliseo Gil conocía, consentía (…) que tenia un equipo de gente del que era el cerebro (el autor intelectual); porque a él solo no le podía dar la vida para limpiar primero, hacer el grafito después, volver a ensuciar (…) tocar diferentes temas en dos idiomas (…). Un equipo amplio, habilidoso, hubo grafitos, como al famoso plato del enterramiento, que fueron hechos y envejecidos en unos cinco minutos y, sobre todo, muchas ganas de polémica al elegir los contenidos y las lenguas. Aunque en la sentencia no aparece ni rastro del equipo, ni de materiales ni de instalaciones, ni de nadie que viera nada de nada. Ni un simple mail revelador. Nada que apunte, de manera lógica, a Eliseo Gil o a la existencia de un grupo que actuase bajo su dirección.
Sobre la existencia o no de un falsificación, también tengo que darle malas noticias. Esta vez tiene que ver con lo probatorios jurídicamente o/y dirimentes a nivel científico que los análisis del IPC han resultado ser. Creo sinceramente que se han equivocado como la forense del caso Breton al confundir huesos de niños con huesos de animales. En este caso el IPC se ha equivocado interpretando los resultados de sus análisis como si las piezas analizadas acabaran de salir de la tierra; y así interpretan como muestra de falsificación la presencia de metales modernos en la superficie o las costras cortadas por los grafitos, sin tener en cuenta que desde su extracción, durante la fase de almacenamiento, de lavado, de su estudio por diferentes expertos, de los diferentes traslados y pruebas realizadas, se han levantado costras para leer grafitos y se han dejado evidentes restos de metales modernos. En unos análisis como los realizados, centrados en la capa superficial, para tener alguna fiabilidad era imprescindible.
La jueza, a la que el tema le venia muy grande, se ha agarrado como un clavo ardiendo a estos análisis; dicho sea de paso sin tener en cuenta al perito aportado por la defensa de Eliseo Gil que en la sala puso de manifiesto estos problemas. Legalmente tienen el valor que la jueza les quiera dar, pero científicamente creo que no hace falta insistir en que no resultan dirimentes. Que presenten restos de metales modernos o costras rotas lo único que prueban es que desde su extracción han pasado muchas vicisitudes.
Siente decirle que esto es lo que hay después de diez años de una instrucción de mas de 15.000 folios, unos cuantos días de juicio y una sentencia de 256 paginas. Jurídicamente no se como se come una sentencia como ésta, pero de ahí a pensar que se ha descubierto la verdad científica, que creo que es lo que a usted y a mi nos interesa, rotundamente no. Pero… es tiempo de elecciones.
A nivel científico todo esta igual que en marzo de 2009 cuando la DFA presentó la querella a iniciativa de la entonces diputada Lorena LL blandiendo los informes de la comisión cientifico-asesora, que la jueza no ha tenido en cuenta, y la Orden Foral 144 y sus conclusiones que ni se mencionan; igual porque en el juicio oral se demostró fehacientemente que esas conclusiones estaban escritas no por la citada comisión sino por Feliz López unos días antes de que ésta se reuniera por última vez para que sus miembros expusieran sus conclusiones oralmente y cada cual entregara bastante posteriormente su informe. Seguro que de esa legislatura se acuerda de algo. Usted y yo estábamos por ahí.
Uztailaren 23an hasiko litzatekeen eta Iruña-Veleia Argitu plataformako kidez osoturiko Iruña-Veleia argitzearen aldeko gose-grebalariak taldeak burutu asmo duen gose-greba dela eta, zera adierazi nahi dute plataforma horren partaide diren SOS Iruña-Veleia eta Martin Ttipia erakundeek:
1) Ez gaudela gose-grebaren aurka muturreko egoeren aurrean muturreko baliabide gisa.
2) Orain dela egun batzuk Eliseo Gilen defentsak errekurtsoa aurkeztu zuela Arabako Probintzia Auzitegian absoluzioa eskatuz. Uste dugu une prozesal honetan gose-greba batek ez diola defentsari inolako mesederik egiten eta agian kalte egin diezaiokeela.
3) Gose-grebalarien prentsa-oharraren arabera, Eusko Legebiltzarrari, Eusko Jaurlaritzari eta, oro har, politikariei egiten zaie dei beren iritzia lehenbailehen eman dezaten argitzearen aldeko mugimenduen oinarrizko aldarrikapenei buruz: analisiak eta indusketa kontrolatuak. Adierazi nahi dugu legebiltzarra eta gobernua ez direla beren ohiko funtzionamenduan izango hilabete batzuk igaro arte, hau da, iragarritako gose-grebak iraun dezakeen epearen garaian.
4) SOS Iruña-Veleiako eta Martin Ttipiako zenbait kide saiatu dela grebalariak konbentzitzen gose-greba une honetan egitearen desegokitasunaz, baina ahaleginak ez duela fruiturik eman.
5) SOS Iruña-Veleia eta Martin Ttipia aldendu egiten direla gose grebatik.
6) SOS Iruña-Veleia eta Martin Ttipiak Iruña-Veleia Argitu plataformako kide izaten jarraitzea berraztertuko dutela.
7) SOS Iruña-Veleiak eta Martin Ttipiak borrokan jarraituko dutela gaia erabat argitu arte. Gai zientifiko baten aurrean gaude, metodo zientifikoen bidez erabaki behar dena.
SOS Iruña-Veleia eta Martin Ttipia
Gasteiz, 2020ko uztailaren 12n.
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Ante el anuncio de una huelga de hambre que daría comienzo el próximo 23 de julio, protagonizada por un grupo de personas que firman como Iruña-Veleia Argitzearen aldeko gose-grebalariak, pertenecientes a la plataforma Iruña-Veleia Argitu, las entidades SOS Iruña-Veleia y Martin Ttipia, miembros de dicha plataforma, queremos manifestar lo siguiente:
1) Que no estamos en contra de la huelga de hambre como recurso reivindicativo extremo ante situaciones extremas.
2) Que hace unos pocos días la defensa de Eliseo Gil presentó recurso ante la Audiencia Provincial de Álava pidiendo su absolución, recurso que tardará algunos meses en ser resuelto. Consideramos que en este momento procesal una huelga de hambre no beneficia en nada a la defensa y que quizás podría perjudicarla.
3) Según el comunicado de prensa de los huelguistas, se interpela al Parlamento Vasco, al Gobierno Vasco y a los políticos en general para que se posicionen urgentemente en relación a las reivindicaciones básicas de los movimientos pro esclarecimiento: analíticas y excavaciones controladas. Queremos señalar que tanto el parlamento como el gobierno no estarán en su normal funcionamiento hasta dentro de unos meses, plazo superior a lo que pudiera durar la anunciada huelga de hambre.
4) Que miembros de SOS Iruña-Veleia y Martin Ttipia han tratado de convencer a los huelguistas de la inconveniencia de una huelga de hambre en este momento pero que su intento ha sido baldío.
5) Que SOS Iruña-Veleia y Martin Ttipia se desvinculan de la huelga de hambre.
6) Que SOS Iruña-Veleia y Martin Ttipia reconsiderarán su permanencia en la plataforma Iruña-Veleia Argitu.
7) Que SOS Iruña-Veleia y Martin Ttipia seguirán luchando hasta conseguir el total esclarecimiento del tema: un tema científico que ha de resolverse por métodos científicos.
SOS Iruña-Veleia y Martin Ttipia.
Vitoria-Gasteiz a 12 de julio de 2020
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