Logo de Amaata: inspirado en grafitos de Iruña-Veleia e Irulegi.
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Breve entrevista con el abogado de Eliseo Gil sobre la duración de la fase de instrucción en el caso Veleia

En el programa La Ventana Euskadi (04/02/2016) de la Cadena Ser en relación con fases de instrucciones eternas, se entrevista al abogado de Eliseo Gil que se queja de la lentitud de la justicia en el caso de su cliente. Habla de la ‘pena del banquillo‘.

Quizás es interesante tomar nota del Artículo 24 de la Constitución Española:

1. Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión. 

2. Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia. 

La ley regulará los casos en que, por razón de parentesco o de secreto profesional, no se estará obligado a declarar sobre hechos presuntamente delictivos.

Sin comentarios…

http://play.cadenaser.com/audio/ser_bilbao_laventanaeuskadi_20160204_192000_194000
(A partir del minuto 11:00)

La serie numeral de Iruña-Veleia y la de Valdelobo


por Mapi Alonso
Sin otro objetivo en mente que satisfacer una curiosidad, comparo la serie numeral encontrada en el yacimiento de Iruña-Veleia (Alava) con una encontrada en Valdelobos (Badajoz). En el primer caso está escrita sobre un trozo de hueso en el que en la parte superior aparece un abecedario incompleto y forma parte del conjunto denominado excepcional encontrado por Lurmen en 2005-2006 en  Iruña-Veleia (SOS Iruña-Veleia, 2010)que, catalogada con  el número 12702, reproducimos a la izquierda. En el segundo caso, en la foto de la derecha, la serie numeral a la que nos referimos aparece escrita en varias lineas sobre pizarra en la parte izquierda, separada por una raya vertical de otra de la que solo se ven dos lineas. Según los autores del trabajo que nos sirven de referencia sobre esta pieza de Valdelobos (Cordero Ruiz & Martin Viso, 2012)  fue hallada hacia 2012 y  se incluye dentro del conjunto denominado pizarras numerales  (Diaz & Martin Viso, s. f.)Asi pues, a pesar de que el soporte es distinto, en ambos casos se trata de la reutilización de un material como soporte para la escritura de cifras y/o letras o dibujos,  lo que  se denomina ostraka.

 datación

En primer lugar, por lo que se refiere a su datación, a pesar de que ambas presentan el mismo problema, aparecieron en contexto secundario por lo que su datación arqueológica resulta incierta, podrían  estar cronológicamente cercanas y, además, la pieza de Iruña-Veleia al estar sobre hueso posibilitaría  otra manera posible de datación (aunque no ha sido realizada).
La pieza del conjunto de Iruña-Veleia apareció en el sector 12,  Recinto 2, UE 12030. Según los arqueólogos autores del descubrimiento (Filloy Nieva & Gil Zubillaga, 2007): “Estrato de derrumbe de los cantiles dejados por la excavación de G. Nieto en el recinto 2. No se extendía por toda su superficie, sino -sobre todo- por su parte N. y E., que era donde Nieto no había localizado los muros de delimitación del recinto y, por lo tanto, dejó cantiles de tierra que la erosión y el paso del tiempo fueron poco a poco derrumbando, formando una unidad estratigráfica nueva. Obviamente esa nueva unidad suponía el aporte de tierras que, originariamente, habían constituído el relleno arqueológico del recinto 2; así como de piedras de alguno de sus muros. Relaciones estratigráficas: en el momento de su excavación en 2005, estaba en superficie y, bajo él, aparecía la roca natural. Cronología: la formación del estrato sería posterior a 1954, ya que se configuró por el derrumbe parcial de los cantiles dejados tras la excavación de G. Nieto. El material era mayoritariamente de época romana si bien en disposición secundaria, al haber sido desubicado por la erosión de su originaria estratigrafía arqueológica. En cualquier caso, la estratigrafía no puede proporcionar aquí una datación fiable de los grafitos”.
En el caso  de Valdelobos,  los autores mencionados  se inclinan por datarlas en los siglos IV-V (época romana) y no de los siglos VI-VII (época visigoda), aunque reconocen que  “El principal problema de esta hipótesis de trabajo es que la pizarra se halló en un contexto secundario, lo cual nos impide corroborarla de manera inmediata. No obstante, los datos desprendidos del contexto general del yacimiento ………. parecen avalar nuestra teoría, ……Sin embargo, no podemos descartar definitivamente que la pizarra numeral de Valdelobos se date entre los siglos VI y VII, aunque esta hipótesis no nos parezca la más adecuada debido a la falta de datos concretos que la avalen”.

series numéricas

Comparo, a continuación, la transcripción  de las series numéricas de la pieza del conjunto de Iruña-Iruña-Veleia proporcionada por  Filloy Nieva  y Gil Zubillaga  con la de la pieza de la serie numérica  de Valdelobos (solo la parte izquiersa de la pieza) tal y como aparece en el trabajo de Cordero y Martin Viso. En  ambas están representadas cantidades pequeñas, en Iruña-Veleia los signos numerales  van del 1 al 10. En Valdelobos del 1 al  5.

Lo primero que se observa es que en ambas se utiliza el signo IIII en vez de IV, aunque en Valdelobos se utiliza un trazo horizontal  superior que reúne las unidades agrupadas en conjuntos,  como se ve en la foto (y no en la transcripción), mientras que en Iruña-Veleia parece que es el espacio  el que juega ese papel de diferenciar I II III IIII.
 Además, a pesar de que en los dos casos se trata de series de números yuxtapuestos unos a otros organizados en filas/lineas sin que ningún otro signo indique si existe alguna relación entre ellos (ningún signo de operación), en ambos casos existe y es la misma, se trata de sumas.
En el caso de Iruña-Veleia, se trata de tres filas/lineas de números entre los que hemos hemos colocado los signos + e = que los ponen en relación formando la tabla de la suma de uno a uno que hay que leer por columnas y que permite obtener la serie numérica del 1 al 10.  El hecho de que los números y las operaciones estén organizados en tres filas y tres columnas pudiendo ser accidental, no deja de llamar la atención que esta organización permite también, leídas en horizontal, sumar de dos en dos.

En el caso de Valdelobos los autores del trabajo mencionado (Cordero Ruiz & Martin Viso, 2012) constatan que en los casos en que las líneas se pueden leer íntegramente la suma de cada fila/línea (numeradas  en la transcripción de 1 a 10) es igual a 20, lo cual les da pie para pensar que se trata de una pizarra que se habría utilizado para llevar la contabilidad de  pequeñas cantidades, no más de cinco de algún producto ( sacos de cereal, animales,……), en este caso, de veinte en veinte, y que a su vez se podía multiplicar por el número de filas, en este caso 10, dando un total de 200;  en este caso, porque el número a obtener en la suma de cada línea  así como el número de lineas varia de unas a otras de las alrededor de 2.000  pizarras  numerales encontradas en un área geográfica muy extensa. En opinión de estos autores:
“Posiblemente estemos ante un sistema de contabilidad estandarizado y extendido por amplias zonas, difundido en época romana y posteriormente reaprovechado en época post-romana, lo que explicaría que solo se encuentren pizarras en determinados estratos en los yacimientos. Lo que parece evidente es que el uso de este sistema se relacionaba con una función contable más o menos constante, destinada a recoger entradas de lo que fuese dentro de una gestión más o menos compleja.”
“Una prueba de la extensión de este sistema contable de tradición romana proviene del Norte de África, de donde procede un conjunto de escritos realizados sobre tablas de madera datados a fines del siglo V: las tablillas Albertin      Dentro de este corpus se ha conservado una tablilla, identificada como una tabla de cálculo, en la que únicamente hay signos  numéricos, concretamente 8 líneas, cada una de las cuales suma 18, a través de distintas combinaciones, con algunos líneas superiores en algunos dígito”.
Qué contabilizaban y por qué de esta manera no está claro. En cualquier caso,  parece que, a pesar de que en las dos piezas comparadas se trate de operaciones aritméticas sencillas, sumas e inicios de multiplicación (series preparadas para facilitar su multiplicación en Valdelobos), que usan el mismo “abecedario” para representar los números y la misma ausencia de sintaxis,  su utilidad sería diferente ya que en un caso se trata de sumas concretas y en el otro una tabla de sumar; una aplicación contable en Valdelobos ¿Una tabla general en Iruña-Veleia con fines didácticos  o ayuda del contable?

estudio e interpretación

Si comparamos la manera en la que se ha llevado a cabo el  estudio e interpretación de estos dos conjuntos, ostraka veleiense y  pizarras numerales,  no encontramos más que diferencias  entre uno y otro caso.
En primer lugar llama la atención la diferente duración de su estudio “oficial”  y su resultado. En el caso de Iruña-Veleia   los trabajos de la comisión científica  nombrada por la diputación alavesa para su estudio duró  alrededor de nueve meses y el debate científico se cerró por medio de una orden foral, que los declaró burdas falsificaciones actuales, y la interposición (marzo, 2009) de una querella penal por parte de esta institución  contra los arqueólogos responsables de su descubrimiento. Esta querella al día de hoy (enero 2016),  todavía sin cerrarse la instrucción, permanece estancada en los juzgados  impidiendo su  estudio en condiciones de igualdad  con otros hallazgos similares, como  las pizarras numerales, cuya autenticidad nunca ha sido cuestionada y cuyos primeros trabajos allá por el siglo XIX  no hicieron sino abrir una linea de investigación que con el paso del tiempo y las nuevas evidencias ha ido y sigue evolucionando con nuevos trabajos, como los aquí reseñados,  y nuevas hipótesis.
Llama también la atención la diferente manera en la que se interpretan algunos fenómenos en uno y otro caso, como el de la abundancia de pizarras utilizadas como ostraka y su concentración en algunos yacimientos. En el caso del conjunto de Iruña-Veleia, tanto en el informe de Gorrochategui como en de Velazquez, cuyos dictámenes fueron de falsedad de los grafitos, observamos que la cantidad y concentración de ostraka en este yacimiento es presentada con una cierta suspicacia, de manera negativa, algo sospechoso, irregular, sorprendente. En el caso de las pizarras numerales, cuya autenticidad nunca ha sido puesta en entredicho, en lugar de interpretar con suspicacia las incógnitas que este tipo de ostraka en pizarras plantean, lo que vemos es el esfuerzo de comprender y explicar las evidencias empíricas de las que se dispone. Según Diaz y Martin Viso:
“Cabe preguntarse por las razones de esta preferencia por la pizarra como material escriturístico, frente a otros posibles soportes como las tablillas de cera o el papiro. Es posible que la ausencia de tales soportes de calidad se supliera mediante el recurso a materiales locales, como la madera o, en este caso, la pizarra, relativamente abundante en el interior de la península ibérica. Se trata de una superficie que permite un fácil esgrafiado, sin necesidad de preparación previa, y que además representa un coste muy bajo, pues puede obtenerse en circuitos estrictamente locales”.
“Un aspecto importante para dar sentido a este material es la concentración de piezas halladas en determinados yacimientos. Tal circunstancia obedecería a la existencia de funciones específicas radicadas en esos lugares, con un alto grado de intensidad, para las cuales era necesaria una contabilidad de este tipo”.
No por menos importante dejamos para finalizar esta breve comparativa otro aspecto  llamativo: la diferencia con la que en el estudio de uno y otro conjunto se trata a los datos que ofrece el contexto arqueológico a la hora de comprender su función y explicar su presencia. En el caso de las pizarras numerales Diaz y Mantin Viso consideran que:
“La comprensión de los contextos arqueológicos en los que se han recuperado estas piezas es la vía más segura, a pesar de los problemas que plantea, para hacernos una idea de su función. Existen más de cincuenta sitios arqueológicos en los que se han podido recoger pizarras numéricas. No puede hablarse de un patrón regular que defina a tales lugares; por el contrario, el rasgo que define a este conjunto es la diversidad, una característica que coincidiría con la pluralidad de usos del sistema contable”
“En definitiva, la diversidad de yacimientos en los que se han encontrado pizarras con signos numerales corrobora la difusión del sistema contable y su adaptación a distintos usos y contextos. Esta conclusión no debe entenderse como un reconocimiento de la imposibilidad de encontrar un hilo conductor que explique la presencia de esas pizarras. Un aspecto importante para dar sentido a este material es la concentración de piezas halladas en determinados yacimientos. Tal circunstancia obedecería a la existencia de funciones específicas radicadas en esos lugares, con un alto grado de intensidad, para las cuales era necesaria una contabilidad de este tipo.”
Mientras que, en el caso del estudio del conjunto de Iruña-Veleia, lo que se observa  es el escaso interés de los miembros de la comisión científica por  las referencias arqueológicas aportadas   por el equipo de arqueólogos  que las descubrió; fundamentales, como acabamos de ver.
En palabras de Eliseo Gil
“En general, la sensación que sacamos es que la información arqueológica, parecía sobrarle o molestarle a todo el mundo. Parecí­a que a nadie le importaban los diferentes contextos y las diferentes cronologías a las que cada uno de los grafitos correspondía. Para nuestro asombro, los materiales se acabaron tratando como si en lugar de provenir de una excavación arqueológica, carecieran de contexto y esto justificara una evaluación únicamente de corte histórico, que es la que parecía prevalecer sobre el resto.” http://www.veleia.com/adjuntos/veleiaNoticias/51_adjunto1.pdf
 A partir de ahí, en contraste a lo esperado en en el quehacer colectivo que es la ciencia, la atomización del trabajo en parcelas individuales, sin que nadie tuviera una idea muy exacta del conjunto, hizo que “expertos” en diferentes materias (iconografai, filologia, arqueologia, epigrafía,….) realizaran su trabajo por separado sin un verdadero intercambio de comunicación  ni con el equipo arqueológico responsable del descubrimiento ni entre ellos,  ni siquiera a la hora de sacar  conclusiones. 

conclusión

No deja de llamar la atención que dos piezas, como la 12702 de Iruña-Veleia y la de Valdelobos, tan semejantes en algunos aspectos, nunca hayan sido puestas en relación (a nuestro conocer) y   hayan corrido una suerte tan diferente.
En ambos caso hablamos de ostraka, más o menos coetáneas, de la misma operación aritmética, del mismo “alfabeto numérico “ con el uso del signo IIII y la misma ausencia de sintaxis explicita, de manera que los números aparecen yuxtapuestos uno al lado del otro sin ningún signo que haga referencia a la operación aritmética que los pone en relación. Además, parece razonable presuponer para la serie numeral de Iruña-Veleia  la hipótesis de  Valdelobos de que esa información que falta se sobreentendía en el contexto de su uso, era algo conocido por aquellos que las usaban.
 Las diferencias en cuanto al soporte y la función tampoco constituyen, como hemos visto, ninguna circunstancia irreconciliable a la hora de plantearse la hipótesis de que ambas forman parte,  de una u otra manera, del mismo sistema; al contrario  las diferencias encontradas no harían sino corroborar las hipótesis de la extensión geográfica y cronológica  así como la diversidad de funciones para las que se usaba.
Sin embargo, en el caso de las pizarras numerales (miles, llamadas también de tipo Lerilla ), como en el caso del resto  en el que aparecen cientos de textos (llamadas de tipo Diego Alvaro) o, en menor cantidad, textos con dibujos y dibujos con números, nadie ha puesto en duda su autenticidad; incluida Isabel Velazquez, “experta” en pizarras con textos y autora de uno de los informes de la comisión científica sobre las piezas de Iruña-Veleia en el que mostraba sus suspicacias por la aparición de tal número de ostraka concentrado en este yacimiento. El problema de estas pizarras como hemos visto, porque muchas de ellas están descontextualizadas arqueológicamente  o han aparecido en posición secundaria reutilizadas en la construcción de edificaciones, ha sido siempre su datación. Cuestión que cada vez más  parece zanjarse a favor de la extensión del arco cronológico, por lo que no en todos los casos se las puede calificar de visigodas.
“Todo ello parece encaminarse hacia la idea de un periodo de uso de estas pizarras numerales fue más amplio de lo que se ha propuesto tradicionalmente. Se trataba, en definitiva, de un sistema de tradición romana, con evidencias para el siglo IV, cuyo uso se dilató durante el periodo post-romano, cuando parece haber alcanzado un considerable desarrollo gracias a la conservación en un soporte pétreo”.
En el caso de las ostraka de Iruña-Veleia  no ha habido tampoco duda, pero en este caso para declararlas oficialmente falsificaciones.  Así lo afirma la orden foral 444/2008 dictada por la Diputación de Alava “dueña” en nombre de todos los alavesas del patrimonio arqueológico y así lo dictaminan en sus informes algunos expertos de la comisión científica organizada por la diputación para su estudio;.  entre ellos  Isabel Velazquez y Gorrochategui.
Además, la interposición de la querella subsiguiente a la orden foral hace que al día de hoy  ocurran cosas como que esta pieza 12702, de gran interés  y fácilmente datable por procedimientos no arqueológicos, permanezca en el olvido sin datar,  sometida al albur del proceso judicial en fase se instrucción desde marzo del 2009 en el  está inmerso este conjunto de Iruña-Veleia condenado por este motivo al ostracismo académico
Iruña-Veleia askatu ¡¡¡

referencias bibliográficas

  1. Cordero Ruiz, T., & Martin Viso, I. (2012).
    Sobre los usos y la cronología de las pizarras numerales: Reflexiones a partir del caso del yacimiento de Valdelobos (Montijo, Badajoz) ; Use and chronology of numeral slates: Some remarks on the case of the archaeological site of Valdelobos (Montijo, Badajoz) – 208. Archivo Español de Arqueología, 253-266            http://aespa.revistas.csic.es/index.php/aespa/article/viewFile/207/208
  2. Diaz, P., & Martin Viso, I. (s. f.).
    Una contabilidad esquiva: las pizarras numerales visigodas y el caso de El Cortinal de San Juan (Salvatierra de Tormes) | Iñaki Martín Viso – Academia.edu.  
    Aquí
  3. Filloy Nieva, I., & Gil Zubillaga, E. (2007). Conjunto arqueológico de Iruña-Veleia. Informe sobre los hallazgos de grafitos de carácter excepcional.
    http://www.alava.net/publicar/Informes/Veleia_Inf_30.pdf
  4. SOS Iruña-Veleia. (2010). Ostracabase – SOS Iruña-Veleia.
    http://www.sos-irunaveleia.org/arqueologia:arqueologia

Iconografía: Nuñez versus Filloy


 Un documento que a mi entender nunca ha recibido ninguna atención es la réplica de Julio Nuñez al primer iconográfico de Idoia Filloy. Después de la última reunión de la Comisión del 19 de noviembre 2008 – completamente fraudulente porque las decisiones se tomaron días y semanas antes, y los informes vendrán día y semanas después y sin derecho a replica – LURMEN fue citado por las Juntas Generales de Álava. Inicialmente la fecha era a primeros de diciembre pero LURMEN simplemente decidió de no ir (Eliseo ni tenía su ordenador). Se pidieron réplicas por escrito antes del 31 de diciembre 2008 en un momento que ni había todos los informes o únicamente un par de hojas de resumen, en el caso de Madariaga absolutamente no inteligible. En tales condiciones Eliseo e Idoia se ponen a contestar. De este trabajo desesperado y víctima de un proceso absolutamente anómalo (y corrupto como sabemos ahora, donde Madariaga ni había terminado su informe, y nunca lo terminaría) surge entre otros el primer informe iconográfico. La escritora es rabiosa – con toda la razón sabemos ahora – y Nuñez la contesta. Su contestación siempre me ha parecido arrogante y indigna, pero me pregunto en qué quedan sus argumentos más de 7 años después…
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PUNTUALIZACIONES Y PROBLEMAS DE INTERPRETACIÓN EN RELACIÓN CON EL INFORME DE IDOIA FILLOY NIEVA SOBRE EL “INFORME SOBRE LOS MOTIVOS ICONOGRÁFICOS DE CARÁCTER EXCEPCIONAL, DEL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO DE IRUÑA-VELEIA”, PRESENTADO POR GIULIANO VOLPE Y JULIO NUÑEZ.
Aclaración introductoria.
Ante un problema como este al que nos enfrentamos es absolutamente necesario indicar desde el principio cual o cuales son los puntos de partida del análisis que se emprende, y así se explicitaron al comienzo de nuestro informe ahora enjuiciado, por lo que creemos necesario comenzar por recordarlos de nuevo.
El conjunto de “grafitos excepcionales” al que vamos a referirnos a partir de este momento pertenece, según lo expuesto reiteradamente por los responsables de la empresa Lurmen, a una única unidad estratigráfica y fueron grabados en una estancia poco antes de su incendio y colapso, siendo realizados, según la misma fuente, en un momento indeterminado de finales del siglo IIIo de nuestra era. En resumen, y esto es lo realmente importante, todos los “grafitos” u “ostraca” correspondientes al ámbito 59 del sector 5 son contemporáneos entre sí, y por lo tanto si tan sólo uno de ellos, y realmente son muchos, ofreciese pruebas evidentes de “no autenticidad”. ¿Qué grado de verosimilitud puede otorgarse al resto?.
1.       Sobre los “aspectos generales” del “informe”.
1.1.      – En el punto 4 de los “Aspectos generales” que encabezan el citado informe, se señala que “a pesar del extenso currículo de los firmantes, realmente ninguno de los firmantes es un experto en iconografía”.

En este sentido es necesario señalar en primer lugar que los firmantes fueron postulados en su momento ante la Comisión para encargarse de dicho análisis iconográfico y fueron aceptados con el consentimiento de todos los miembros de misma. Siendo necesario recordar, igualmente, que el propio Eliseo Gil, tras consultar el currículum de Giuliano Volpe, tuvo palabras o , al menos gestos, de reconocimiento para la trayectoria del citado profesor. Ahora, ninguno de los dos especialistas es experto, aunque quizás esto se deba simplemente a que la autora de este informe no ha podido leer todos los trabajos publicados por ambos en tan corto espacio de tiempo. Abundando en este mismo tema, se minimiza en dicho informe el asesoramiento de los profesores Carlo Carletti y Fabricio Bisconti, especialistas reconocidos en epigrafía e iconografía cristiana respectivamente, cuyo juicio tampoco parece dejar lugar a dudas a tenor de lo expresado en su dictamen por el profesor Volpe.

1.2.      – Se reconoce también en el punto 5 de estos aspectos generales que la persona que suscribe el informe, cuyo currículum desconocemos, tampoco es una experta en iconografía, y como veremos en su intento de “aportar documentación” que, a su juicio, “viene a desmontar la mayor parte de las afirmaciones de Volpe y Nuñez”, lo demuestra sobradamente al manipular dicha información en un único sentido, despreciando el contexto general en el que es necesario analizar estos imposibles grafitos.
1.3.      – Se nos acusa en el punto 6 de los mismos “aspectos generales” -aunque también a lo largo de todo el informe- de ser culpables de haber analizado la iconografía únicamente desde la observación de material fotográfico que ni siquiera nosotros mismos hemos realizado, algo que le parece grave a la autora. Desde luego hay que reconocer que esta persona desconoce profundamente el desarrollo del programa de trabajo de la Comisión y que, atendiendo a las necesidades de confidencialidad, el suministro de este tipo de información sólo pudo realizarse a través del Museo de Arqueología de Álava. En cualquier caso, y para darle mayor tranquilidad sobre la solvencia de nuestro análisis, cabe recordarle a la autora del informe que dispusimos de fotografías de alta calidad y disponemos de programas informáticos capaces de aproximar las imágenes manejadas hasta niveles microscópicos -no macroscópicos- y que cuando ha sido necesario se han utilizado. Debemos de reconocer no obstante, que en algunas de las piezas examinadas, por su clara evidencia, no ha sido necesario emplear dichas técnicas. Es por ello necesario subrayar que las lecturas realizadas por nosotros se han basado en una observación muy detallada de cada una de las piezas, observación que ha servido para realizar la primera descripción que conocemos de las mismas, descripción que si existía con anterioridad no nos fue proporcionada ni comentada su existencia, algo básico en un estudio científico y que resulta imprescindible para demostrar lo que uno pretende demostrar, o al menos contrastar públicamente.
2.        COMENTARIOS SOBRE EL LLAMADO “INFORME EN RELACIÓN AL ESTUDIO DE GIULIANO VOLPE SOBRE LOS GRAFITOS DE TEMÁTICA CRISTIANA DE IRUÑA.
2.1.      – En el segundo punto de este informe se señala que el “texto de Volpe es genérico y esto es grave”, y en el tercero que sus afirmaciones sobre el hecho de que existen evidencias de que se “trata de falsos… desde el punto de vista histórico-arqueológico, como del histórico-artístico”, no es más que un “ apriorismo de carácter anticientífico y sin base documental alguna”. ¿Anticientífico un dictamen realizado por el actual Rector de la Universidad de Foggia y cuyo extenso currículum conoce la autora del informe analizado?. Cabe preguntarse quien es realmente el que carece de los argumentos probatorios realmente, el dictamen del prof. Volpe es escueto y se centra en los aspectos iconográficos generales de carácter cristiano exclusivamente, pero es un veredicto basado en su amplio conocimiento previo, así como en el que le han proporcionado los asesores antes mencionados. ¿Donde se encuentran los aspectos anticientíficos?; ¿Es posible diferenciar o dividir en este asunto entre aspectos históricos, artísticos o iconográficos?.
2.2.      – En el párrafo 4 se señala que en opinión del Prof. Volpe “los grafitos resultan falsos realizados sucesivamente, casi seguramente en tiempos muy recientes, quizás en el momentos (sic) mismo de su aparición”, y por esta afirmación, compartida por muchos miembros de la comisión, se le atribuye al profesor una acusación “implicita” al equipo de excavación de un “delito de falsificación” -esto sí que es grave- . Creo sinceramente que al Prof. Volpe no le importa, ni le importaba, quien o quienes hubiesen realizado los grabados y que no puede deducirse de esa afirmación que acuse al equipo de excavación, sólo se refiere a los sucesivos rasgos de actualidad que pueden observarse en estos grafitos. Lo que si parece, cuando menos reprobable, es acusar al Prof. Volpe de una afirmación semejante, cuya explicitación no existe en su documento.
2.3.      – El punto, o párrafo, 5° insiste en la supuesta incapacidad del Prof. Volpe en sus apreciaciones, llegando a afirmarse que “Eso deberían saberlo personas que excavan …”, en referencia a la extrañeza que manifiesta dicho profesor ante la inexistencia de un registro específico e individualizado ante la “presencia masiva de materiales con grafitos” que no fue individualizada y registrada en el momento de su extracción. Según se argumenta por parte de I Fillloy , nos encontramos en este punto ante un desconocimiento de la documentación arqueológica por parte del Prof. Volpe. Cierto, no se le proporcionó la documentación estratigráfica de la que hemos dispuesto, puesto que no se trataba de su campo de actuación, 

pero es necesario señalar que a lo que realmente se refiere el Prof. Volpe es a la inexistencia, ante un problema como el que nos ocupa, de un tratamiento específico en el que cada una de la piezas aparecidas se deberían haber documentado una a una desde el momento mismo de su localización en el contexto estratigráfico correspondiente. ¿Dónde se encuentra esa documentación?. La respuesta a esta pregunta es sencilla desde nuestro conocimiento de la documentación estratigráfica solicitada por el Área de Arqueología de la UPV/EHU, sencillamente esta documentación no existe.

2.4. – En el punto noveno se expone otra opinión de la autora del informe “…Giuliano Volpe, sólo aporta una serie de opiniones personales totalmente infundadas, puesto que no proporciona prueba ni documental ni de ningún tipo que las haga veraces.”Debemos recordar de nuevo que se trata de un dictamen, seguramente tan escueto debido a las claras evidencias de falsedad de algunas de las piezas, pero deducir de ello que es una mera opinión personal -donde queda el asesoramiento de los dos especialistas en temática cristiana mencionados antes- cuando lo que hace es emitir un juicio basado en su profundo conocimiento de la arqueología tardoantigua y altomedieval europea. Sólo cabe recomendarle, a quien este interesado en ello que, con tiempo, consulte el currículum y las publicaciones del profesor Volpe.

3.       CUESTIONES SOBRE EL DENOMINADO ANEXO 1: EVALUACIÓN DE LOS ARGUMENTOS ICONOGRÁFICOS CRISTIANOS SEÑALADOS POR EL SR. GIULIANO VOLPE.
Tras manifestar de nuevo su consideración sobre la invalidez del dictamen del profesor Volpe, I. Filloy aborda en este anexo su argumentación sobre los elementos iconográficos de “carácter cristiano” examinados por el citado profesor centrándose fundamentalmente en dos temas: la representación de la cruz y de la última cena.
3.1.- Sobre el primero de estos temas iconográficos la autora del informe, donde pretende demostrar “.que las argumentaciones del Sr. Volpe no son válidas y que, por tanto, no representan prueba alguna sobre dicha falsificación reciente”; es necesario señalar desde el principio que todos sus argumentos supuestamente probatorios, incluidas las imágenes proporcionadas, están tomadas directamente, incluidas las citas bibliográficas, de un conocido foro de Internet (Celtiberia.net Iruña-Veleia I al X), que siguió el tema de la representación del calvario desde el momento mismo de su presentación ante la prensa. Dicho foro, con alguna excepción, estaba compuesto por aficionados inquietos, como muchos de ellos reconocen explícitamente en sus comentarios, ¿donde esta ahora la ciencia?; ¿es científico basar una argumentación “científica” en una fuente como esa?. En cualquier caso, el debate en dicho foro se centró, ante todo en la posibilidad, de que existieran representaciones de la cruz cristiana anteriores al reinado de Constantino, algo que nada tiene que ver con el caso que nos ocupa, puesto que las representaciones de Iruña no son cruces simples sino vestidas, “crucifijos” como los denomina el profesor Volpe, y en este caso la ciencia real, e incluso la mayor parte de los aficionados participantes en el mencionado foro de internet , están de acuerdo en fechar su aparición, como mínimo, en el siglo V° de nuestra era, o bien en fechas posteriores como bien indica en su dictamen el profesor Volpe. No obstante I. Filloy se atreve a presentar como “prueba” tres entalles de dudosa datación, (Criddle A. en: http://www.hypotyposeis.org/weblog/2006/08/earliest-christus- patiens)que en la actualidad son considerados bizantinos o altomedievales, cuando no abiertamente falsos . Asociado a este tema está el de que en al menos una de las piezas de Iruña pertenecientes a esta misma unidad estratigráfica, concretamente la n° 12108, no sólo se representa un crucifijo sino el calvario completo con las tres cruces, representación que la autora del informe, aunque la creé posible al estar recogida en la narración de los evangelios, reconoce abiertamente que no está “documentada con anterioridad al siglo V d.C.”, recordándonos para ello el conocido panele en relieve de la puerta de la Basílica de Santa Sabina en Roma. Ciertamente la Basílica de Santa Sabina fue construida entre los años 422 y 432 de nuestra era, pero la puerta, que al parecer no fue construida específicamente para el vano que cubre en la actualidad, ofrece dudas más que razonables en su datación ( Sobre ello ver: Delbrueck, R., Notes on the Wooden Doors of Santa Sabina, The Art Bulletin, Vol. 34, n° 2, 1952, pp. 139-145). Desde el punto de vista iconográfico el calvario de Santa Sabina se aleja mucho, además, de las representaciones canónicas del calvario, a las que pertenecería la de Iruña, hasta el punto de que algunos autores la consideran fruto de del pensamiento de una herejía cristológica, el monofisismo (Para ello ver: Kantorowicz, E.H., The King’s Advent: An the Enigmatic Panels in the Doors of Santa Sabina, The Art Bulletin, Vol. 26, n° 4, 1944, pp. 207-231). Con todos estos datos ¿es posible científicamente datar el calvario y los crucifijos de Veleia a finales del siglo III o incluso en época romana?, la respuesta es no y así lo hizo el profesor Volpe.
3.2.                – Mención aparte, si bien directamente relacionada con la problemática pieza 12108, merece el tema de la aparición en la parte superior de la cruz central de la abreviatura RIP, leída e identificada por todos los miembros de la comisión, y por todos aquellos que han visto la pieza en cuestión, salvo por los responsables de Lurmen y, en particular por la autora del informe al que respondemos, quien afirma que desde una observación macroscópica sólo reconocen “…tres rayas que tienden a converger y que representarían un <<un símbolo de santidad»”(Ver imagen N°1). ¿Tres rayas?, ¿es cierto que únicamente reconoce tres rayas?, si es así basta con observar la imagen, ya sea a nivel macroscópico o microscópico, para demostrar que se nos quiere hacer ver lo que no existe. Los argumentos de otros miembros de la Comisión, en este caso Isabel Velázquez y Joaquín Gorrochategui, quienes abogan por la imposibilidad de que un acrónimo, es decir una abreviatura, semejante pudiera darse en la antigüedad, sin entrar en el tema de la aberración ideológica que supone, tratan de ser contrarrestados argumentalmente mediante la presentación de una inscripción , nuevamente tomada de un blog de internet -el ángulo oscuro-, procedente de Martos en la que según un dibujo del siglo XIX, ya que la pieza en cuestión ha desaparecido, se lee …RI-P- X. Resulta evidente, sin olvidar otros problemas, que el propio dibujo deja claro que la inscripción en el momento de su transcripción se conservaba incompleta es decir que delante de la R debería haber otras letras que no se conservaban y por lo tanto podría poner cualquier otra cosa terminada en RI, puesto que lo que si deja claro el dibujo es la existencia de una interpunción, es decir un final de palabra o abreviatura, entre la I y la P. En cualquier caso y como argumento definitivo, no se explica en ningún momento que una fórmula semejante, reservada a los mortales, pueda asociarse a la figura de Jesús crucificado.
4.       CUESTIONES SOBRE EL “INFORME EN RELACIÓN AL ESTUDIO DE JULIO NUÑEZ SOBRE LOS GRAFITOS DE TEMÁTICA NO CRISTIANA DE IRUÑA.
4.1.      En el punto 6 de dicho “informe” se nos acusa de haber perdido por completo la noción en cuanto al contexto que se esta analizando y de habernos comportado de manera anticientífica, acusación que se basa en su opinión en que resultaría imposible analizar una “expresión gráfica generada en un ámbito doméstico” utilizando “patrones iconográficos o epigráficos oficiales” “reflejados en mosaicos, pintura mural estatuaria, etc.; o, en el caso de la epigrafía, en textos de carácter monumental u oficial, por ejemplo”. Lo más curioso en que tras afirmar esto, todos los ejemplos que se utilizan para tratar de rebatir nuestros argumentos pertenecen a pinturas murales, relieves e, incluso a mosaicos de carácter áulico, como el de la Villa de Piazza Armerina. ¿Es científico y lícito que nosotros no podamos utilizar dichos elementos iconográficos como ejemplo y la autora del informe sí?. ¿Somos anticientíficos por manejar los únicos repertorios iconográficos existentes, como ella misma hace?. Parafraseando a la autora de dicho informe “sobran las palabras”.
4.2.      – Para no resultar prolijos y repetitivos en cuanto a los supuestos argumentos manejados en el informe que examinamos para, supuestamente, demostrar nuestra falta de rigor y cualificación, resumiremos en apartados breves nuestros comentarios, comentarios que se centraran en señalar las deficiencias y manipulaciones genéricas que en dicho informe hemos encontrado en cuanto a la iconografía de carácter no cristiano se refiere.
4.2.1.- Sobre los peinados femeninos: El argumento principal que se nos presenta es que en el análisis de una pieza, la 11195 concretamente, nosotros planteamos la dificultad de encontrar un peinado con raya central y pelo suelto en una representación femenina, supuestamente privada, en época romana y para contrarrestar este argumento se nos presentan varias escenas de tocador, en pintura mural, e incluso el famoso mosaico del Tetimimo o Colimbetra de la Villa imperial de Piazza Armerina (Sobre ella: Gentili, G.V. La villa imperiale di Piazza Armerina, Roma 1954). En el primero de los casos, siendo escenas de tocador en las que las protagonistas se están peinando parece lógico que tengan el pelo suelto. En el segundo caso, se trata de la única representación conocida de un tipo de espectáculo teatral tardío, seguramente sólo representado en lugares muy concretos y reducidos (Sobre ello: Traversari, G., Tetimimo e Colimbetra. Ultime manifestazione de teatro antico, Dioniso, 13, 1950, pp. 18-25) en la que una serie de actrices aparecen en ropa interior tocadas con coronas, diademas y otros elementos y atributos propios de la representación, nada que ver, por tanto, con una escena supuestamente cotidiana como la que nos ocupa. Además, si unimos los argumentos de peinado y vestido, que se tratan a continuación, y no separadamente como hace I. Filloy, se evidencia el sesgo de su supuesta argumentación.
4.2.2.       Sobre los vestidos femeninos y masculinos: Tema ligado íntimamente al anterior y que se centra también en el fragmento 11195, aunque hay otros ejemplos, en el que nosotros identificamos un vestido con “escote manifiesto – con collar o camiseta- cintura muy ceñida, mangas abullonadas y, sobre todo, una falda corta y plisada que deja las rodillas y las pantorrillas a la vista. Nada que ver con la túnica la stola o la palla características de la vestimenta femenina de época romana”. En este caso los argumentos de I. Filloy van más allá, y se nos dice que se trata de una falda larga y que las prolongadas líneas paralelas que se aprecian bajo ella no son las piernas sino que son los pies. Como única defensa les invito a que observen dicha pieza (Ver imagen N° 2)Otra cuestión conexa a la anterior es la de la presencia en otra pieza, 12046, de dos figuras que masculinas, por el nombre que les acompaña, que como, señalamos en nuestro análisis, se representan o bien desnudos o bien con pantalones ajustados. Este argumento es también criticado en el informe de I. Filloy y se nos dice que las figuras representadas en el fragmento, tienen túnica, algo que no es cierto, y pantalones ajustados. De nuevo el mejor argumento es observar detalladamente la pieza (Ver imagen N°3), y compararlo con los supuestos paralelos que I. Filloy nos proporciona.
4.2.3.       – Sobre las “expresiones y nombres latinos” : Un ejemplo claro y evidente de cómo se ha tratado por parte de I. Filloy la información aportada en nuestro informe en este campo queda explicitada en sus comentarios al fragmento 11019, en los que según la propia autora “ Pilar Ciprés, Juan Santos, Isabel Velázquez, Joaquín Gorrochategui” y yo mismo, nos confundimos al leer unánimemente CVORII, es decir Cuore. Eso sí, no hay en su texto mención alguna a una lectura alternativa, y es lógico puesto que sería imposible. Sencillamente pone Cuore, en italiano moderno, pese a las matizaciones de J. Gorrochategui que, curiosamente, en este caso sí son tenidas en cuenta por I. Filloy. Esta forma de argumentar tiene una denominación que prefiero obviar. Mucho más grave me parece, no obstante, que de forma sistemática y para justificar el evidente desconocimiento del latín por parte de los autores de los “grafitos” se aluda a “nuestro conocimiento real – en este caso se trata de una alusión genérica -, sobre en qué situación evolutiva estaba el latín en el siglo III, especialmente el hablado”. Desde la perspectiva de la argumentación de I. Filloy, parece como si Álava, o más concretamente Iruña, fuese una isla aislada del continente, pero ciñéndonos a la realidad cabe recordar que en todos sus territorios limítrofes, e incluso en la propia Iruña si tenemos en cuenta lo encontrado por G. Nieto, se tiene constancia de inscripciones y grafitos de esa época, testimonios que aunque no nos informan de cómo sonaba dicha lengua sí lo hacen de cómo se escribía y nada tiene que ver con lo observado en los grafitos en cuestión. En lo que se refiere al tema de la onomástica, se nos acusa en varias ocasiones de no tener en cuenta la posibilidad de que existiesen nombres que no tengan reflejo en los repertorios actuales, algo a lo que no hacemos referencia en absoluto ya que, en mi informe, me limito a señalar si se trata de onomástica documentada, o no, hasta el momento. 

Resulta sintomático que en el informe de I. Filloy no se aborde en ningún momento el caso o la argumentación que justifique la presencia de algunos nombres concretos, siendo el caso más significativo el de Deidre (Ver imagen N°5) del que en nuestro informe se comenta lo siguiente: Deidre, según Josh Mittleman (1997) quien cita a Corrain y Maguire (1990) o a Withycombe (1977), derivaría del nombre de la mitológica heroína irlandesa Deirdre, cuyo uso sólo se atestigua a partir de época medieval, y que solo “In modern times, it is ocassionally mis-spelled Dierdre and Deidre”. Cuando este autor se refiere a tiempos modernos quiere decir el siglo XX o XXI. ¿Cuál es la razón para obviar en su informe la presencia reiterada de este nombre cuando resulta uno de los más representativos a la hora de reconocer la modernidad de los grabados?. Otra de las evidencias claras sobre la forma de proceder de I. Filloy en este tema de la onomástica puede observarse en sus comentarios sobre la pieza n° 12111. En ella se lee NIICIO, es decir Necio, nombre no documentado en el mundo romano y que además parece escrito en castellano. Bien pués para rebatir nuestra opiniónm se nos muestran referencias a cuatro epígrafes en los que pueden leerse los nombres: Senecione, Senecioni y Senecio, pero nunca NECIO.

4.2.4- Sobre la “denominación y los atributos de los dioses”:Para no resultar prolijo y, a la vez, evidenciar las carencias y apreciaciones sesgadas detectadas en el informe de I. Filloy sobre estos temas nos centraremos únicamente en dos piezas, la n° 11428 y la n° 11249. En ambas se observan numerosas irregularidades en la denominación latina de los dioses paganos que aparecen en ellas y se utiliza para “justificarlas” el mismo argumento absurdo que apuntábamos en el punto anterior sobre la deficiencia del uso del latín. Pero sin duda es en la primera de ellas, la n° 11428 donde se evidencia más claramente la intención y también la consistencia científica de su “análisis”, ya que en dicho fragmento junto a el trazo lateral de una cruz, de la que sólo conservamos el pie, puede leerse de forma clara y evidente (Ver imagen N°5) la denominación de MONO, deidad que como planteábamos en su día no existe en el panteón grecorromano. Bien pues frente esta clara lectura se nos ofrecen por parte de I. Filloy dos “explicaciones posibles”. 1) Que se tratase de un “grafito incompleto” y, dado el caso, se atreve a proponer que el nombre incompleta de la deidad fuese “POMONA”. 2) Que se trate del dios MOMO, “dios de la burla”. Utilizando esa misma palabra, parece una burla que se nos proponga la lectura de Pomona cuando la primera letra se sitúa junto al brazo inferior de la cruz, donde no hay ni espacio ni rastro alguno de letra que se sitúe por delante de la M inicial. De igual forma, parece una burla tratar de interpretarlo como MOMO, y no Momus como sería en latín, aludiendo a un “posible grado de analfabetismo latino”, cuando el grabador reconoce y escribe perfectamente la M inicial. En lo que se refiere al problema de los atributos divinos son dos los casos que describiré, el primero referido al VERTVMNO (sic) crucificado de la pieza 11428 y el segundo al atribuido a la pareja EROS-CVPIDO en el fragmento n° 11429. En el primero de los casos el comentario de nuestro informe es el siguiente: “El personaje representado es muy esquemático y carente de rasgos físicos diferenciadores, pero a los pies de la cruz se grabó una figura, ¿una hormiga o quizás un insecto?, que parece ser el atributo que en esta ocasión se asocia al dios. Vertumnus no fue una deidad especialmente bien representada desde el punto de vista iconográfico, y basta señalar para comprobarlo que en la exhaustiva recogida del Lexicón Iconographicum Mytologiae Classicae (Small, J.P., 1986, p. 235) sólo se documenta una única representación que ofrezca plenas garantías de identificación. Por otra parte, el atributo característico de esta particular deidad parece haber sido un canasto, con el que recogía los frutos de cada estación (Ibidem.), pero nunca un insecto”. La identificación de I. Filloy (Ver imagen N°5) es particularmente singular puesto que, obviado los pequeños trazos que rodean la figura, nos propone reconocer “una serie de figuras redondeadas que bien podrían identificarse con frutos, atributo característico de la deidad”. 

El atributo característico de la deidad en el mundo antiguo fue sencillamente un canasto y sólo en el renacimiento, y más concretamente tras las conocidas representaciones pictóricas del milanés G. Arcimboldo (Ver imagen N°6), se le podría identificar mediante frutos, y no en todos los casos (Sobre ello: A.A.V.V., The Arcimboldo effect, Milán, 1987). En el caso del atributo que en la pieza n° 11429 se sitúa entre los nombres de EROS y CUPIDO que yo identifico con dos alianzas cruzadas, se nos dice en el informe de Filloy que “quizás la pequeña y esquemática figura no este representando eso. Pero aunque así fuera y aunque ciertamente no sea atributo de esta doble deidad el de dos alianzas entrelazadas, no podemos perder de vista el momento cronológico en el que situamos la ejecuciíon de los grafitos, así como su contexto. Si partimos de la posibilidad de un ámbito con un componente judeo-cristiano, por qué no podemos ni siquiera contemplar la posibilidad de que se esté haciendo una identificación amor-matrimonio?. La respuesta es bien sencilla, ya fueran judeo-cristianos, cosa que está por demostrar, o unos prefectos paganos, Eros y Cupido nunca fueron los dioses del matrimonio y por ello su atributo nunca podría ser el de las alianzas. Cada dios antiguo tenía una función y esta concretamente no era de la competencia de ninguno de los mencionados.

4.2.5-        Sobre los desnudos femeninos: Mi comentario general al respecto es el siguiente: “El desnudo femenino en la antigüedad es un tema iconográfico ciertamente muy abundante, pero con un significado esencial muy concreto: la representación de la pureza y la naturaleza divina de la representada, aunque ciertamente puedan reconocerse escenas eróticas, que resultan explícitas por su actitud”. Bien, pues aunque Filloy coincide en algún párrafo de su informe con esta opinión, se nos acusa reiteradamente de desconocer el uso del desnudo femenino en la antigüedad. Eso sí, para ejemplificar nuestro desconocimiento se alude en todo momento a diosas como Venus, diosas minóicas y micénicas de la fertilidad, ninfas y otros personajes mitológicos, llegando incluso a recurrir a la diosa hindú Lakmi o a escenas eróticas que, por supuesto y tal como afirmamos en nuestro párrafo anterior, resultan explícitas. 

En resumen, sus argumentos coinciden con los expresados en mis palabras, pero se les da un giro tendencioso para tratar de que veamos, de nuevo, lo que nos quieren hacer ver.

4.2.6- Sobre el tema de los carbonatos cortados por las incisiones:De nuevo de forma reiterada se nos acusa a lo largo de todo el informe de I Filloy de ser capaces de detectar inexistentes cortes en los carbonatos formados sobre las superficies, y por ello sólo quiero que vean un ejemplo (Ver imagen N°7) en el que esta circunstancia queda más que aclarada.

Los comentarios al “informe” de I. Filloy podrían ser más, pero considero suficientes los expuestos hasta ahora para reflejar la valía científica del mismo, así como su tono argumental y de descalificación, que en muchos casos sobrepasa los límites de cualquier discusión científica para adentrarse en consideraciones rayanas con la injuria.
Julio Nuñez Marcén
Área de Arqueología de la UPV/EHU.

La nueva Diputada de Cultura de Álava critíca la judicalización en Iruña Veleia


Igone Martinez de Luna Unanue fue entrevistado ayer en Berria y parece con el tema de Veleia en algunos puntos estar de acuerdo con la posición que defiende SOS Iruña Veleia, que se ha ventilado en posts anteriores (sin conocimiento de la entrevista). Se aporta el extracto sobre Veleia de la versión original en euskera y a continuación la traducción:



Arabako Foru Aldundiak Iruña-Veleia zela-eta hasitako auzibidea hortxe dago oraindik. Nola dago kontu hori?

Kultura diputatu izendatu eta lehen irteera Iruña-Veleiara egin nuen. Ikusgarria da aztarnategia. Auzipean egoteak eragin txarra izan du. Gure nahia da lehenbailehen instrukzio fasea amaitzea, eta epaileak ebaztea. Ebaztea gauza bat, bestea, edo dena delakoa.

Dena den, auzibideak iraun bitartean, lanean segitu dute.

Zuzendaritza plan bat dago 2020. urtera arte. Auzibideak estali egin du aztarnategia. Itzal beltz batek inguratu du. Uste dugu han ateratzen ari diren datuak helaraztea garrantzitsua dela. Ematen du baztertuta dagoela, baina ezagutarazi behar dugu gure ondarea arabarron artean, eta arlo zientifikoan ere bertako datu eta emaitzak zabaldu behar ditugu.

Nola ezagutarazi nahi duzue?

Zuzendaria eta biok hainbatetan bildu gara museoetako zerbitzu buruarekin. Uste dugu beste modu batean aurkeztu behar dugula gure ondarea. Ikaragarria da Araban duguna.

¿El proceso iniciado por la Diputación Foral de Alava con el tema de Iruña-Veleia está todavía ahí. Cómo está el asunto?
Cuando me nombraron diputada de cultura mi primera salida fue a Iruña-Veleia. Es un yacimiento espectacular. El hecho de que esté en los tribunales ha tenido malas consecuencias. Nuestra voluntad es que se termine cuanto antes con la fase de instrucción y el juez decida. Que decida una cosa, otra, o lo que sea.
De todas maneras, estando en vía judicial han seguido trabajando
Existe un plan director hasta 2020. La vía judicial ha tapado el yacimiento. Lo ha envuelto en  una negra sombra. Creemos que es importante dar a conocer los datos que van saliendo allí. Es como si estuviera dejado de lado, pero tenemos que dar a conocer  nuestro patrimonio entre los alaveses, y también en el terreno científico tenemos que divulgar los datos y resultados.
¿Cómo los queréis dar a conocer?
Me he reunido varias veces con el director y con jefe de servicios de museos. Creemos que tenemos que presentar de otra forma nuestro patrimonio. El que tenemos en Álava es Impresionante.


Entendemos que ve nefasta para el yacimiento la judicalización y que el resultado es incierto. También crítica bastante abiertamente la falta de iniciativa, divulgación y informes por parte de Nuñez.
Sus palabras me afirman en mi opinión que hay una crisis en la gestión de Nuñez y en su relación con la Diputación, donde el hecho que no ha excavado en 2015 es muy relevante.

La supuesta crisis no nos alegra, pero afirma nuestra posición inicial de que Nuñez es el producto de un proceso corrupto para desbancar a la empresa LURMEN, donde se ha propuesto un candidato no apto para la compleja tarea de dar vida al yacimiento en su vertiente divulgativo y científico.

Además el papel de Nuñez en la Comisión ha sido muy dudoso. Sus argumentaciones hacen fruncir las cejas.
¿Lo que empieza mal, terminará mal?

Sobre un ‘Domus ecclesiae’ y un elefante en Veleia

En un fragmento de vídeo de los artistas Iratxe Jaio + Klaas Van Gorkum, Julio Nuñez argumenta la falsedad de la pieza 17194 (a partir del minuto 2:04). Especialmente el edificio a la izquierda le parece «arquitectónicamente imposible en cualquier momento de la Antigüedad».

 

En 2013 fue excavado en Israel, cerca de la ciudad portera de Ashkelon (Ascalonia en época romana) en un yacimiento bizantino de hace 1500 años una curiosa lucerna que ha sido interpretado como un modelo de un domus ecclesiae cristiano con rasgos que se acercan al edificio de la pieza 17194 del sondeo 111. Queda claro que la afirmación tajante por parte de Nuñez parece ser imprudente…

(http://www.timesofisrael.com/byzantine-winepress-unique-lantern-unearthed-in-dig/)
Un segundo tema que surgió a raíz de la exposición en San Telmo es de los elefantes. En Iruña Veleia aparece un dibujo de un elefante africano en el sector 5, en el famoso estrato 51144.

Me pregunto: ¿donde puede el dibujante de Veleia haber visto un elefante?

Quizás la manera más sencilla es en alguna moneda, en general el motivo de animales parece ser muy apreciado en las monedas romanas de todas las épocas (http://www.romancoins.info/Animals-On-Coins.html#Elephant), aunque también en la literatura romana el elefante era un tema, tanto como animal de guerra (Livius, Plutarchus), ética (Seneca, Cicero), historia natural (Plinius), etc. (ver http://penelope.uchicago.edu/~grout/encyclopaedia_romana/gladiators/elephantus.html)

¿Pero había monedas en época de las inscripciones de Veleia? Sin tener conocimiento no resulta difícil encontrar varios ejemplos:

 

 

 

No he encontrado ejemplos de elefantes en mosaicos en Hispania, pero en Italia existen dos muy conocidos:

Piazzale delle Corporazioni, Ostia Antica, del siglo segundo – https://en.wikipedia.org/wiki/Piazzale_delle_Corporazioni – es un elefante asiátic
Veii (Isla Farnese, Italia), un elefante africano cargado en un barco, siglo III-IV AD (Badische Landesmuseum Karsruhe, Alemania

En época romano encontramos todavía 4 especies de elefantes: los asiáticos, los sirios, los norteafricanos y los africanos subsaharianos.

Diferenciar entre los elefantes asiáticos y africanos es fácil por el tamaño de las orejas:

Izquierda elefante asiático, derecho elefante africano (https://en.wikipedia.org/wiki/Elephant)

No parece que los romanos eran capaces de criar elefantes, y tenían que aportar constantemente animales salvajes. De los especies citados, el africano subsahariano no se deja domar. Tanto el sirio como el norteafricanos era más pequeños de estatura, y fueron extinguidos alrededor del principio de la época imperial. El elefante norteafricano fue utilizado en varias ocasiones en operaciones militares. Julio Cesar utilizó el elefante norteafricano en su famoso denario para marcar una victoria en Gallia (http://www.tesorillo.com/preimperio/julio_cesar/julio_cesar.htm; http://ancienthistory.about.com/od/ancientarchitecture/ss/120612-Caesar-Elephant-Denarius-C-49-B-C.htm)

 

Elefante norteafricano de guerra, Staatliche Antikensammlungen München, como decoración de una cama. Quizás la mejor representación de este animal desaparecido. En época imperial ya no se utilizaban los elefantes de guerra. Elefantes asiáticos fueron utilizado como animales de carga, y los subsaharianos en las arenas.

 

Anexos

Figura 1
Figura 2
Ecclesia Mater

¿Es Julio Nuñez capaz de coordinar Iruña Veleia?

Julio 2010, vaciado de Nuñez con máquina pesada sobre estratos sensibles.
El 17/7/2010 El Correo escribió:

«La plataforma SOS Iruña Veleia, afín a Eliseo Gil y defensora de la autenticidad de sus supuestos hallazgos extraordinarios, presentó ayer ante el juzgado de guardia una denuncia contra los nuevos trabajos. A su juicio, la utilización de una excavadora ha provocado «graves destrozos» en el patrimonio arqueológico. En especial, se refieren a que la máquina ha abierto una zanja que en algún punto supera el metro de profundidad, cuando el plan director establece que será de 50 centímetros. Además, esta manera de proceder «elimina estratos arqueológicos y materiales muebles asociados». Por eso, piden al juez que paralice de urgencia los trabajos.»

Julio Nuñez contesta:

«La cuestión es: ¿se está incumpliendo el plan director al superar la zanja cavada por medios mecánicos la profundidad de medio metro? Julio Núñez explica que el documento recoge la media a excavar en una zona. «Se avanza en función de lo que encontramos: en algún punto sólo se ha llegado a los 30 centímetros y en otro se ha superado el metro», dice el director de la excavación. Y niega de plano que se haya producido ningún daño.

En esencia, lo que se está haciendo es retirar «la capa removida por siglos de cultivos que no tiene información histórica», ya que en ella se mezclan fragmentos datados entre el siglo I y el XIX. Por debajo, en la siguiente unidad estratigráfica, está el terreno que no ha sufrido variaciones en siglos y, por lo tanto, donde encontrar información arqueológica interesante. ¿Cómo saber dónde empieza esta capa? ¿Cómo asegurar que la excavadora no va a ir más allá de donde debería? «La tierra es de un color diferente. Cuando se llega a una nueva capa estratigráfica dejamos de excavar por medios mecánicos», revela Núñez. Un grupo de arqueólogos vigila los trabajos y paran las máquinas cuando emerge cualquier indicio.»

La misma zona 5 años más tarde…

Julio Nuñez está excavando desde 2010 en el yacimiento de Iruña Veleia, aunque no ha excavado en el año 2015. Ante las subvenciones decrecientes no parece haber realizado ningún esfuerzo para buscar patrocinadores tal como hacen la mayoría de directores de yacimientos, o alternativamente excavar con sus propios estudiantes como hacen muchos investigadores con fondos limitados.

Lo que fue anunciado como la nueva era de Veleia parece cada vez más a un desastre por todos los frentes, donde hasta las visitas guiadas son a cargo de una empresa de turismo. Los estratos del open landscape quedan allí ya años tapados por plástico pudriéndose poco a poco por la exposición directa a la climatología. Los que han criticado tanto a la empresa LURMEN, no parecen capaz de dinamizar y llevar a delante un yacimiento tan interesante y … tan singular.

Excavación de Nuñez en Google Maps. La zona marcada en roja es la zona donde se está excavando desde 2010, básicamente al rededor del ‘macellum’. Se observan fuera de esta zona numerosas estructuras tapadas con geotextil blanquecino. Estas estructuras fueran desnudas en 2010 a gran velocidad con la excavadora, y queden desde entonces a la intemperie. Su mera presencia demuestra el crimen contra el patrimonio que cometió – aunque los tribunales no lo quieren ver – Nuñez desnudando estas estructuras con la pala de la excavadora.
Zona oeste. Los beneficios de ‘open landscape’ son que se ve la continuidad de las diferentes zonas de interés,
pero si no se interviene el hielo, la luvia, el sol, las plantas y organismos del suelo destrozan el contenido de los estratos superficiales, un proceso que ya continúa durante 5 años sin ninguna necesidad,
Zona oeste, visto desde la carretera. Se ven como se forma una capa de vegetación sobre y dentro del geotextil. Es irresponsable desnudar los estratos para luego durante media década no hacer nada con ellos (foto mía 8 noviembre 2015).

Se ven en el sudoeste claramente estructuras de edificios que fueron afectados por la excavadora en julio 2010.

En la misma zona se ven también desde la carretera las estructuras de edificios (foto mía 8 noviembre 2015).

 

Se ven en la zona sudeste de nuevo numerosas estructuras, justamente en la zona donde se excavó hasta un metro cuarenta. También aquí se están pudriendo los estratos desnudados desde hace 5 años.
También en el sudeste se ven desde la carretera estructuras de edificios desnudadas expuestas a la intemperie (foto mía 8 noviembre 2015).

Relacionado con la excavación de Nuñez conocemos las siguientes publicaciones:

Nuevo fragmento de inscripción procedente de Veleia (Iruña de Oca, Álava) con posible expresión de un magistrado local

Resumen:
Presentamos un nuevo fragmento de inscripción procedente del yacimiento romano de Veleia (Iruña de Oca, Álava). La inscripción fue descubierta durante los trabajos arqueológicos realizados en el cubo oeste de la puerta sur de la muralla, donde había sido reutilizada como sillar. El fragmento contiene parte de un epígrafe con una posible mención a un magistrado local. Si la hipótesis de lectura es correcta, se trataría del primer testimonio sobre la existencia de duumviri en la ciuitas Veleianorum.
Veleia: Revista de prehistoria, historia antigua, arqueología y filología clásicas, ISSN 0213-2095, Nº 32, 2015, págs. 217-229

Nueva ara dedicada a «Mater Dea» procedente de «Veleia» (Iruña de Oca, Álava)
Julio Núñez Marcén, David Martínez Izquierdo, María Pilar Ciprés Torres, Joaquín Gorrochategui Churruca
Veleia: Revista de prehistoria, historia antigua, arqueología y filología clásicas, ISSN 0213-2095, Nº 29, 2012, págs. 441-452

Resumen:
La realización de algunos trabajos de adecuación del paisaje en la zona sur de la ciudad, en la zona extramuros del llamado oppidum , han dado como resultado hace pocas semanas la identificación de algunas estructuras de época romana y, sobre todo, de un ara dedicada a la diosa Mater cuyo texto conservado abre muchas posibilidades de análisis futuro sobre este asentamiento.

Veleia: Revista de prehistoria, historia antigua, arqueología y filología clásicas, ISSN 0213-2095, Nº 29, 2012, págs. 441-452
Texto completo
A parte de esto tenemos las contribuciones obligatorias a  Arkeoikuska:
Iruña / Veleia: IV Campaña
Julio Núñez Marcén, Garbiñe Dilla Rabilero, S. Sainz, D. Martínez Izquierdo
Arkeoikuska: Investigación arqueológica, ISSN 0213-8921, Nº. 2013, 2013, págs. 67-72
Iruña/Veleia: III Campaña (UPV)
Julio Núñez Marcén, Garbiñe Dilla Rabilero, D. Martínez Izquierdo
Arkeoikuska: Investigación arqueológica, ISSN 0213-8921, Nº. 2012, 2012, págs. 66-71
Iruña / Veleia: II Campaña (UPV)
Julio Núñez Marcén, Garbiñe Dilla Rabilero, D. Martínez Izquierdo, P. Pardo Fuentes, Silvia Saiz Alonso
Arkeoikuska: Investigación arqueológica, ISSN 0213-8921, Nº. 2011, 2011, págs. 96-102
Iruña/Veleia: I Campaña
Julio Núñez Marcén, Garbiñe Dilla Rabilero
Arkeoikuska: Investigación arqueológica, ISSN 0213-8921, Nº. 2010, 2010, págs. 71-79
Por el resto no constan publicaciones  por parte de Julio Nuñez sobre sus trabajos en Iruña Veleia.
Entonces Nuñez incumple por completo lo estipulado en su propio Plan director de 2010 sobre publicaciones:
Diseño y programación de publicaciones y presentaciones científicas (p. 165-166)
Siguiendo el ejemplo de los equipos de investigación de otros yacimientos con entidad suficiente, como el que nos ocupa, es necesario también abordar el diseño de una política editorial que difunda, en este caso a nivel profesional y científico, los resultados anuales y también conclusivos de las excavaciones arqueológicas y actividades asociadas llevadas a cabo en él.Publicaciones que deberían de cumplir con unos requisitos mínimos de información necesaria para reflejar, convenientemente, los trabajos gestionados y llevados a cabo por el equipo encargado de la ejecución de este Plan Director, con independencia de los anuarios obligatorios, y de todos conocidos, que resumen y describen mínimamente las actividades que tienen que ver con las actuaciones arqueológicas realizadas en nuestra comunidad autónoma.
El formato a elegir de esta publicación –papel o electrónico- no es competencia, en este momento, de los redactores de este Plan Director, por lo que sólo sugerimos la posibilidad de que se realizase en ambos formatos, con la intención de compartir información inmediata con otros yacimientos europeos que dispongan de dispositivos informáticos de este tipo, hasta ahora muy pocos todavía, y a la vez mantener el intercambio de publicaciones tradicional que, aprovechando la larga tradición de la que dispone, en este sentido, nuestra Universidad, podría ser muy provechoso.
En cuanto a los informes anuales, que consideramos obligatorios, el índice de los mismos debería, como mínimo, contemplar los siguientes campos:
5. Introducción.
En la que los temas tratados deberían ser: A) Marco legal de la intervención; B)
Entidades u organismos de financiación de la ejecución; C) Descripción geográfica general de los trabajos emprendidos y situación.
6. Memoria anual de actividades.
En este segundo punto deberá reflejarse todo tipo de actividades relacionadas con el proyecto a lo largo del año, desde simples charlas, o visitas específicas,a actividades de mayor entidad relacionadas con la conservación, la difusión e, incluso, el tratamiento paisajístico o la restauración. En resumen, todo aquello relacionado con el yacimiento que no derive directamente de la actividad propiamente arqueológica.
7. Equipo.
En este punto resulta evidente que se debería recoger la identidad de todos y cada uno de los participantes en el proyecto anual, independientemente de su función o cometido, indicando la labor realizada por cada uno de ellos en el yacimiento.

8. Informe arqueológico.

Es el punto básico en que debe ofrecerse al lector especialista las novedades producidas durante el período anual de excavación y que también debería de seguir unas pautas de guion mínimas:
4.1- Planteamiento.
En este punto deberían reflejarse de forma clara los interrogantes científicos que motivan la intervención arqueológica emprendida.
4.2- Descripción.
Aquí deberán recogerse los resultados arqueológicos, ordenados estratigráficamente de más moderno a más antiguo, describiendo la morfología de la diferentes unidades excavadas, así como de los principales argumentos interpretativos y cronológicos.
4.3- Conclusiones.
Obviamente, se trataría en este punto de recoger sintéticamente la información histórica derivada del análisis estratigráfico y cronológico explicitado anteriormente.
4.4- Listado de unidades.
Aunque no es frecuente reflejar este registro en las publicaciones habituales, creemos que se trata de un elemento esencial para los especialistas que año a año puedan seguir esta publicación, ya que desde este simple listado, lógicamente numerado, el lector especializado puede evaluar convenientemente la coherencia y rigor de la intervención.

9. Abstract.

Sencillamente se trataría de ofrecer un resumen en inglés de los resultados de la campaña de excavación a la que se refiere el informe.

10. Bibliografía.


Recogida de los materiales editados utilizados en la confección del informe, así como de todos aquellos que se refieran al yacimiento editados durante el año de referencia.

El actual director no cumple ni mínimamente con las prescripciones de su propio Plan Director relacionado con el tema de publicaciones.

En el informe final del Caso Iruña Veleia de la Ertzaintza encontramos dos citas interesantes sobre los hallazgos de Nuñez:

«Julio NÚÑEZ manifestó que el número de grafitos habituales localizados en el sector del «macellum» es numeroso, destacando un altar o ara romana con la inscripción «Veleia»»

Por último, según las manifestaciones de Julio NUÑEZ, que se remitieron al Juzgado, desde que él es el Director de la excavación, ninguno de los grafitos localizados en el yacimiento puede considerarse «excepcional». A fecha de la presente, sigue siendo el director de la excavación.

¿Julio Nuñez está escondiendo sus grafitos, porque podrían ser utilizados como argumentos pro verdad en el ambito justicial?

¿Julio Nuñez es capaz de coordinar un yacimiento de la envergadura de Iruña Veleia, de liderar su explotación y dinamización, de divulgar sus resultados científicos, o simplemente de llevar las excavaciones adelante?

La respuesta a la primera cuestión desconozco, en el caso de la segunda pienso que no es capaz.

Paralelos en grafitos “excepcionales” de Iruña-Veleia de grafitos hallados en el yacimiento considerados genuinos por la Ertzaintza

Según ha informado Koenraad van den Driessche en este blog, dos de los grafitos hallados por el equipo de Lurmen en Iruña-Veleia, uno con un abecedario con YZ y otro con el nombre LIIO(NIDA?), son considerados genuinamente antiguos en el informe de la Etzaintza, ya que hubo arqueólogos que, en declaraciones hechas a la policía vasca en la instrucción del caso judicial, afirmaron haber sido testigos directos de su aparición in situ durante el proceso de excavación. Sin embargo, la Ertzaintza califica estos grafitos como “habituales” y no “excepcionales”. Independientemente de esta calificación (que aquí ha sido cuestionada por Koen, ya que solo hay documentados 14 abecedarios con Y y Z en la Antigüedad, de ellos solo uno en Hispania – que además está incompleto, por lo que el de Iruña-Veleia sería el único abecedario completo con Y y Z hallado en Hispania), los grafitos considerados como auténticos por la Ertzaintza presentan algunas características paleográficas de gran interés, ya que cuentan con abundantes paralelos en grafitos de Iruña-Veleia que han sido considerados como “excepcionales”.
Grafitos de las piezas 15542 y 11657, considerados genuinos por la Ertzaintza

Una de estas características es la prolongación de los trazos verticales de las letras más allá de lo habitual, tanto por arriba como por abajo, lo cual no es un hecho accidental, ya que se repite en todas las letras, como se señala en la figura de arriba. Otra es la presencia de algunos trazos horizontales exageradamente largos, como vemos en el segundo trazo horizontal de la F y en el de la L de LIIO( ). Una tercera es la extraña presencia de trazos añadidos, que no forman parte de los habituales de las letras latinas. Entre estos trazos, están los de la K, en la que se ven cuatro trazos diferentes que parten en distintas direcciones desde la parte media del trazo vertical; el trazo oblicuo extra de la R, que ya señaló aquí Karistiarra; y el trazo curvo que parte del extremo superior del brazo derecho de la Y y que tiene su otro extremo en el trazo vertical. Además tenemos la E de doble barra de LIIO( ), tan frecuente en los grafitos de Iruña-Veleia, el trazo oblicuo de la Q que se adentra en el círculo (lo que creo recordar que se consideró imposible en uno de los informes grafológicos) y la Z con un trazo oblicuo curvo.

Abajo muestro paralelos de estas características de estos grafitos, genuinos según la policía vasca, en grafitos “excepcionales” de Iruña-Veleia.

Prolongaciones de trazos verticales

 Trazos horizontales exageradamente largos


Trazos añadidos
Los trazos añadidos, que no forman parte habitual de los de las letras latinas, se observan en otros grafitos e inscripciones de época romana de fuera de Iruña-Veleia. Por ejemplo, abajo vemos un abecedario de Dacia en el que la K tiene tres trazos que parten del trazo vertical, que tienen su paralelo en los cuatro trazos de la K del abecedario de Iruña-Veleia. En vista de ello, rectificando lo que dije en otra ocasión, no puedo descartar totalmente que la primera letra del “R?IP” del crucifijo de Iruña-Veleia sea una R con un trazo añadido, aunque me sigo inclinando hacia una E arcaica, ya que no se observa ningún semicírculo en la parte superior. En el mismo abecedario de Dacia vemos una Z, que en realidad es una Σ (sigma) griega, con un trazo añadido que lo atraviesa de lado a lado, como ocurre con la Z del grafito vasco de la pieza 13364 de Iruña-Veleia, que además tiene un trazo oblicuo curvo, como la Z del abecedario de la pieza 15542.

Otros trazos añadidos, ajenos a los habituales de las letras latinas, se observan en varias letras de grafitos de Segóbriga (http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2742534; http://www.ua.es/personal/juan.abascal/Segobriga_imagenes_28.html), que se muestran abajo, así como en Ss del Bronce de Novallas y de los grafitos celtibéricos de Peñalba de Villastar (http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/33/39/36beltranetal.pdf).  
Trazos añadidos a letras de grafitos de Segóbriga (Cuenca).
El principal interés de los trazos añadidos observados en grafitos e inscripciones antiguos no cuestionados es que tales trazos también aparecen en varios grafitos “excepcionales” de Iruña-Veleia, como vemos abajo (también se podrían considerar trazos añadidos los «ganchos» de las «Js», como vemos en un grafito de Segóbriga).

Trazos añadidos a letras de grafitos de Iruña-Veleia

Conclusiones
El estudio de los grafitos no cuestionados de Iruña-Veleia es fundamental para determinar la autenticidad de aquellos que han sido cuestionados, como lo demuestran los numerosos paralelos observados entre grafitos considerados genuinos y los “excepcionales”, cuya  antigüedad es objeto de controversia. Por ello, es muy importante saber si el actual equipo arqueológico de Iruña-Veleia, dirigido por Julio Núñez, ha hallado grafitos en el yacimiento, ya sean de los “habituales” o de los “excepcionales”. Y si los han hallado, habrá que preguntarse por qué no los publican. Y si no los han hallado, habrá que preguntarse cómo se explica esto, ya que el hallazgo de grafitos es algo muy frecuente en Iruña-Veleia, tal como afirman los tres arqueólogos que abandonaron el yacimiento en 2007 (https://www.alava.net/publicar/Veleia/(Videos)).  

¿Puede el arte salvar a Iruña Veleia?

(fuente: http://parallelports.org/es/project/nire-ama-roman-hil-da-mi-madre-ha-muerto-en-roma)

Un viernes a la noche en el museo San Telmo en Donostia. La inauguración de una exposición que pretende ser un dialogo entre el grupo de artistas Gaur de hace cincuenta años (Amable Arias, Rafael Ruiz Balerdi, Nestor Basterretxea, Eduardo Chillida, Remigo Mendiburu, Jorge Oteiza, José Antonio Sistiaga y José Luis Zumeta) y 10 artistas de hoy en día (Badiola, Fajfric, Goldschmied & Chiari, Jaio + Gorkum, Ortiz, PSJM, Sala et Vietes).

Después de haber rellenado agujeros en nuestros conocimientos de arte vasco moderno, nos acercamos a nuestro objetivo: la instalación de Iratxe Jaio y Klaas Van Gorkum ‘Nire ama Roman hil da».

La instalación invita a 3 actividades. Ojear carpetas con más de 900 dibujos donde se evocan los contenidos de los grafitos y ostraka, ver y escuchar vídeo y mirar una selección de dibujos enmarcados.

(fuente: http://parallelports.org/es/project/nire-ama-roman-hil-da-mi-madre-ha-muerto-en-roma)

Los contenidos sin sus suportes se convierten en arte gráfica, en algo puramente estético, que hacen olvidar la polémica. Mis ojos ya no buscan restos de costras o pátinas, se tranquilizan. El dibujante utiliza la misma técnica que la inscripción en un material duro, utiliza básicamente segmentos rectos, evitando curvas, que únicamente se aplican cuando no hay remedio. Observo las reacciones de los otros visitantes. Hay mucho interés y curiosidad.

El vídeo montaje nos deja ver otro aspecto, la teatralidad, los actores hacen interpretaciones científicas, hablan de procedimientos judiciales, con convicción, indignación, preocupación, pasión. Cada uno intenta convencer a Iratxe que su posición es la única que vale, que es la más inteligente o simplemente que es la verdad.

(fuente: http://parallelports.org/es/project/nire-ama-roman-hil-da-mi-madre-ha-muerto-en-roma)

Tiene algo un tanto patético. Cogemos posición, sentimos emociones, simpatía, aversión, irritación, risa.

Una parte interesante del vídeo montaje es la visita de Harris a Iruña Veleia con el guía Julio Nuñez. Me encuentro riendo, el teatro de la vida.

La selección de dibujos enmarcados es sorprendente. Quién ha inventado estas pequeñas joyas.
Pregunto a Iratxe qué ha sentido dibujando más de 900 dibujos, si ha sentido esta creatividad explosiva, tantos temas, tantos estilos, tantos esquemas para representar, pero no quiere contestar la pregunta. Insiste en su absoluta neutralidad.

(fuente: http://parallelports.org/es/project/nire-ama-roman-hil-da-mi-madre-ha-muerto-en-roma)

Klaas me explica que normalmente se ve el arte como subjetivo, y ciencia o justicia como objetivo, y ellos quieren como artistas observar objetivamente la subjetividad de la actividad científica en el caso de Veleia, esta confrontación radical de verdades.

(fuente: http://parallelports.org/es/project/nire-ama-roman-hil-da-mi-madre-ha-muerto-en-roma)

La instalación es muchas cosas a la vez. La puedes ver como una obra periodística, un especie de teatro, un ensayo sobre la verdad, y una exposición de arte gráfica de artistas desconocidas, interpretada por ellos.

(fuente: http://parallelports.org/es/project/nire-ama-roman-hil-da-mi-madre-ha-muerto-en-roma)

Fascinante!

Se puede visitar la exposición 1966 | GAUR KONSELAZIOAK| 2016 del 23/01/2016 – 15/05/2016.

(fuente: http://parallelports.org/es/project/nire-ama-roman-hil-da-mi-madre-ha-muerto-en-roma)

Para más información:

http://parallelports.org/es/article/1966-gaur-konstelazioak-2016
http://parallelports.org/es/project/nire-ama-roman-hil-da-mi-madre-ha-muerto-en-roma