Introducción Han transcurrido casi 10 años desde que se presentaran en sociedad los hallazgos de Iruña-Veleia (más de 400 grafitos considerados extraordinarios por los arqueólogos), y casi ocho desde que una llamada Comisión de Científica Asesora los declarara falsos y La Diputación de Álava abriera proceso judicial contra los arqueólogos de Lurmen.
Desde aquellas aciagas fechas la polémica verdaderos/falsos ha acaparado el tema. La realidad es que todos los estudiosos que se han acercado con posterioridad al asunto y han analizado a fondo los grafitos han llegado a la conclusión de que no pueden ser falsos, y a día de hoy se pueden leer más de veinte informes que abogan por la autenticidad de los grafitos, firmados por científicos de varios países.
En este 2. Congreso vamos a centrarnos en analizar y exponer el gran tesoro arqueológico, histórico y lingüístico que encierran estos grafitos: textos en lenguas latina y vasca, símbolos y motivos iconográficos cristianos, escenas de la vida cotidiana, etc. Cobran especial importancia los grafitos en euskera por ser las primeras palabras y frases que aparecen en un contexto propio, y por su interés filológico e histórico.
2 de mayo, lunes, Donostia 19:00: Conferencia en el Koldo Mitxelena Juan Martin Elexpuru Arregi y Koenraad Van den Driessche: La era de Nuñez en Iruña-Veleia: destrucción y oscurantismo Exposición: Iruña-Veleia: La historia no puede esperar Entrada libre
6 de mayo, viernes, Nanclares 19:00: Charla en el Centro Cívico Miguel Thomson Okatsu: La controversia sobre la autenticidad de los grafitos de Iruña-Veleia: una perspectiva científica Juan Martin Elexpuru Arregi: La era de Nuñez en Iruña-Veleia: destrucción y oscurantismo Exposición: Iruña-Veleia: La historia no puede esperar. Entrada libre
7 de mayo, sábado, Palacio Europa de Gasteiz 09:15 Recepción, acreditación 09:30 Saludo y presentación del Congreso 09:45 Un tesoro arqueológico. Eliseo Gil Zubilaga e Idoia Filloy Nieva 10:45 Descanso 11:15 Un tesoro lingüístico: euskera y latín. Juan Martín Elexpuru Arregi, Alicia Satué, Mapi Alonso Fourcade, Luis Silgo Gauche, Mikel Urkola Elizegi 13:15 Mesa redonda: arqueología y lingüística 14:15 Comida 16:00 Exposición Iruña-Veleia: La historia no puede esperar. Los-las ponentes explicarán los grafitos. 16:30 Un tesoro histórico Koenraad Van den Driessche, Miguel Thomson Okatsu, Antonio Rodriguez Colmenero, Mikel Larrañaga 18:00 Comunicaciones: Ulrike Fritz, Jon Nikolas Lopez Ituiño, Antonio Arnaiz Villena 18:40 Descanso 18:50 Mesa redonda: Cómo deshacer el entuerto de Iruña-Veleia. Patxi Zabaleta Zabaleta, Eliseo Gil Zubilaga e Idoia Filloy Nieva (Lurmen), Maritxu Goikoetxea (SOS Iruña-Veleia), Iñigo Larramendi (Martin Ttipia) y Patxi Alaña Arrinda (Euskeraren Jatorria) 20:10 Fin de la jornada
Inauguración de la exposición “Iruña-Veleia, la historia no puede esperar” de Carlos Uraga En Donostia, Nanclares y Gasteiz se podrá contemplar la primera exposición que tiene como objetivo difundir el valor de los grafitos. En el Palacio Europa los ponentes acompañarán la exposición explicando los más relevantes, reproducidos a tamaño real
8 de mayo, domingo, yacimiento Iruña-Veleia 10:45 Visita guiada especial a la excavación de Iruña-Veleia. Rutas del euskera, latín e iconografía. Entrada libre 14:00 Comida (para los/las que lo deseen)
Hizlariak / Ponentes Hitzaldia / Charla
Altxor arkeologikoa
Arkeologia Eliseo Gil Zubillaga Historian lizentziatua eta arkeologoa, Lurmeneko zuzendaria eta aurkikuntza garrantzitsu hauen protagonista nagusia
Una revisión crítica de los trabajos del Plan Director de Iruña-Veleia de J. Núñez
Arkeologia Idoia Filloy Nieva Historian lizentziatua eta arkeologoa eta Lurmeneko zuzendarikidea
El tesoro de un hallazgo cultural contextualizado en Iruña-Veleia
Altxor linguistikoa
Euskera Juan Martin Elexpuru Arregi, Euskal Filologian doktorea, idazlea, ahozko euskeraren biltzailea Iruña-Veleiako euskerazko grafitoak
Latina Alicia Satué Filologia Klasikoan eta Hizkuntzalaritza Indoeuroparrean lizentziatua «Curiosidades sobre cuestiones fonéticas, gráficas y humanas en los grafitos de Iruña-Veleia».
Pedagogia
Mapi Alonso Fourcade Hezkuntza Zientzietan Lizentziatua Ginebrako Unibertsitatean ¿Como tendríamos que interpretar la forma verbal egin bedi/badi documentada en IruñaVeleia?
Arkeologia, euskera, iberiera Luis Silgo Gauche Arkeologian doktorea eta euskal-iberiarerazko epigrafian aditua La importancia de los grafitti de Iruña-Veleia para el estudio del protovasco y del ibérico
Artikuluaren agerpen goiztiarra
Mikel Urkola Elizegi Filosofian eta psikologian lizentziatua, EHUko Irakasle Eskolako irakaslea izandakoa eta toponimia ikerlea Grafito batzuetan agertzen diren amaierako –a letrek euskal atzizki honen eztabaida berriz piztu dute eta artikulu hutsa dela dioen axioma zalantzan jarri dute
Altxor historikoa
Ebidentzia fisikoak Koenraad Van den Driessche Dok. Geokimikan doktorea, itzultzailea eta ikerlea The Iruña-Veleia case: Looking back on 7 years of inquiry
Paralelismoak eta antzeko aurkikuntzak Miguel Thomson Okatsu Biologoa eta txosten zientifikoen aztertzaile eta zuzentzailea Cristo, la vid y la estrella azul: nueva interpretación de dos grafitos vascos de Iruña-Veleia
Epigrafia Antonio Rodriguez Colmenero Dok. Arkeologoa eta epigrafista, Santiago Unibertsitateko katedraduna Sobre dos divinidades poliadas del norte peninsular ibérico: Asturica Augusta y Veleia (Caristiorum)
Erlijioa Mikel Larrañaga Filosofian Lizentziatua eta Historian doktorea Lo pagano y lo cristiano en Iruña-Veleia: una perspectiva contextual
Egiptologia Ulrike Fritz Dok. Alemaniako Tübingengo Unibertsitateko hizkuntzalaria eta egiptologoa Egyptomania in the Roman Empire – The ostraka with egyptianizing hieroglyphs of Iruña-Veleia and pieces of bone with Egyptian gods in Latin
Aita Gurearen azterketa Jon Nikolas Lopez Ituiño Arkitekto teknikoa eta Estatuko arkitekto teknikoen Cercha aldizkariaren Erredakzio Kontseiluko kidea eta historia ikerlea La forma Geure Ata y no Ata Gurea aparecida en Iruña-Veleia impulsa la veracidad de los grafitos
Iberiera zeinuak Antonio Arnaiz Villena Biologian eta Medikuntzan lizentziatua eta hizkuntzalaritza ikerlea El ibérico de Iruña-Veleia en el contexto peninsular e insular atlántico
Antolatzaileak Euskeraren Jatorria, SOS Iruña-Veleia, Martin Ttipia eta Lurmen
Larunbateko biltzarrean izena emateko / Para incribirse en el Congreso del sábado Mezua bidali hona: euskerarenjatorria@gmail.com Bazkariarekin 47 €. Bazkaririk gabe 37 € Kutxabank: 2095-5092-01-1063635469 (jarri izen-abizenak) Laboral Kutxa: 3035-0038-91-0380081747 (jarri izen-abizenak)
Dentro del corpus epigráfico de Iruña-Veleia, ciertos grafitos son distintos del resto debido, por un lado, al soporte sobre el que fueron realizados y, por otro lado, a su contenido, asimismo especial. El presente artículo versará sobre ellos como el conjunto que, por su temática y su contexto, considero que merece ser estudiado aparte del resto.
Dicho conjunto está constituido por grafitos que parecen deber interpretarse ya sea como epitafios domésticos, ya como una suerte de tabellae defixionum, para el grabado de los cuales se observa la tendencia general a la elección de soportes óseos: en efecto, llama la atención el hecho de que, entre los óstraca veleyenses, aquéllos consistentes en hueso parecen haber recibido un uso muy concreto que, salvo contadas excepciones (vid. infra), no se registra en los otros tipos de soporte (cerámica, vidrio y ladrillo): la misión asignada al hueso parece estar íntimamente relacionada con el mundo del más allá y con el ámbito espiritual y moral en general (dominado ya, a lo que se ve, por el cristianismo).
Parece, así, que sería un epitafio doméstico el óstracon nº 12430 consistente en un fragmento de mandíbula derecha de suido en cuya superficie exterior se grabó el texto Ad infiniun, meo corde, Deidre, Parm[ (“Hasta el infinito, ¿en? mi corazón, Deidre, Parm[ ”).
Gracias, además, a este óstracon es posible interpretar la figura femenina tachada con un aspa que representa a Deidre en el árbol genealógico esbozado en el óstracon cerámico nº 12099, que muestra al completo los integrantes de una familia presuntamente céltica (a juzgar por sus nombres) asentada en Iruña-Veleia en el siglo III: Deidre es la tercera hija del matrimonio formado por Dalia y Riamo, y, tal y como se desprende del grafito de la mandíbula catalogado con el nº 12430, presumiblemente escrito por Parm(enio) tras la muerte de Deidre y dedicado a ella, murió de manera prematura y no natural (pues, parafraseando a Heródoto –Hist., I, 87-, en la paz es lo natural que los hijos entierren a los padres, siendo sólo en la guerra cuando son los padres quienes entierran a los hijos). Esa muerte inesperada y -cabe suponer- trágica explicaría que, en el árbol genealógico, la figura que representa a Deidre esté tachada con un aspa; también que la figura que representa a la madre de Deidre, Dalia, aparezca dibujada en estado, y que junto a ella se escribiera Daliaet Deidre II, lo cual parece deber interpretarse como un deseo (seguramente el de la misma Dalia) de que Deidre resucitara en forma de un nuevo bebé en el vientre de su madre. El óstracon que contiene el árbol genealógico podría, pues, perfectamente responder a una práctica mágica mediante la cual se invocara a la divinidad para rogarle sus favores en la concepción de esa segunda Deidre: sabido es que el pueblo romano -las mujeres especialmente- era dado a este tipo de rituales domésticos conocidos genéricamente como goetia (o hechicería), distintos de la teurgia olamagia propiamente dicha y entendida como una técnica o arte (techné) con reconocimiento a nivel público y permitida (a diferencia de la goetia) que reportaba ciertos beneficios a la comunidad y que en ocasiones era incluso auspiciada por los correspondientes sacerdotes (1). Sin embargo, el soporte de dicho óstracon es cerámica, y no hueso, siendo ésta una excepción a señalar para el conjunto de grafitos que, por su contexto mágico ritual, fueron grabados sobre hueso.
Otra excepción a la clasificación por temática funeraria contenida en los óstraca óseos sería el epitafio nº 12049, que fue grabado sobre un fragmento de vaso de cerámica de paredes finas una vez desechado por fractura, amortizando el fragmento en cuestión y aprovechando todo el espacio gráfico en él disponible para el grabado del texto (IN VAL/MIIM EX/SVIIMO/RIAMI/RIIA; In Val [¿erii / eriae?] mem [oriam] ex su Emo Riami Rea), que se traduciría “En mem[oria] de Val[¿erio/a?] de parte de su Emo [y de] Rea de Riamo” (vid. http://www.amaata.com/2014/12/una-nueva-interpretacion-del-veleyense.html) en relación a mi interpretación de este grafito). La preposición ex aparecería precediendo un supuesto ablativo en un contexto que omitiría el verbo “dedicado” u otro de semántica similar que, sintácticamente, daría pie a un complemento agente, que en latín clásico se construye con la preposición ab. Los giros preposicionales con ex en lugar de ab, aun extendidos en el habla vulgar, están no obstante bien presentes en la literatura latina y suelen ser interpretados como expresiones deliberadas y cargadas de subjetividad que enfatizan el origen de una emoción (2), y tal considero ser la explicación a la presencia de ex en este grafito, si es que mi propuesta interpretativa como una dedicatoria fúnebre (así como su traducción) es acertada. Igualmente, el empleo del adjetivo posesivo (su) respondería a fines emotivos (3), como sucedería también en el epitafio nº 12430 de Parmenio a Deidre (meo corde).
También el nº 11331, si es que se trata de un epitafio que contiene la fórmula in memoriam aplicada a un nombre de mujer (¿Teofia? ¿por Teofila?), sería una excepción a la regla propuesta, pues el soporte del grafito es la base amortizada de un cuenco de terra sigillata hispanica.
Al margen de los aparentes epitafios domésticos, existen en el corpus veleyense no pocos óstraca que se asemejan por su contenido y características a las tabellae defixionum de la Antigüedad grecorromana, llamadas así a partir del verbo defigere “clavar” porque, mediante una práctica semejante al vudú, se empleaban clavos de hierro para someter a la víctima mencionada en la tablilla a la voluntad del defigens o el autor de la defixio, si bien el verdadero objetivoera entregar a alguien a los poderes del infierno. Dichas tablillas de execración o maldición eran una práctica muy extendida en la cultura antigua, y han llegado hasta nuestros días en gran número (más de 1600, la mayoría escrita en griego), por lo que conocemos muchos detalles al respecto de ellas gracias, sobre todo, al trabajo de recopilación y clasificación de Auguste Audollent de 1904. Se cree que este tipo concreto de epigrafía manifiesta fundamentalmente el intento por parte del ser humano de controlar la Naturaleza; era, por ende, la realizada en momentos sumamente humanos de impotencia, de rabia, odio o desconsuelo para la petición de la intervención de las fuerzas sobrenaturales en los asuntos humanos que escapaban al control de quien recurría a estas prácticas mágicas como última instancia para la consecución de un fin determinado.Aunque este tipo de textos es siempre estudiado en conjunto con la denominación general de “tablillas execratorias”, no siempre se recurría a ellas para perpetrar una maldición: a la luz de la documentación existente, se sabe que muchas de las conservadas tuvieron, efectivamente, el fin de exigir venganza, ya sea en la vida, ya en el más allá, en pago a alguna afrenta recibida en vida (en muchas ocasiones, un robo: existen numerosas tablillas de execración que claman venganza contra quienes hurtan la ropa en los vestuarios de las termas, halladas precisamente en dichos lugares) de alguien cuya alma se encomendaba, preferentemente, a los dioses infernales (Hermes-Mercurio, Hécate-Diana, Ceres-Deméter, Proserpina-Perséfone, Plutón-Hades, el mismo Caronte o incluso las Moiras-Parcas) para que fuera consecuentemente ajusticiado por ellos; sin embargo, otras veces, las tablillas eran dirigidas a estos -u otros dioses- con el objeto de pedir favores amorosos, económicos o de cualquier otro tipo; existen asimismo aquéllas que, lejos de desear algún mal, rogaban, en cambio, a las divinidades por el alma de un difunto, normalmente por haber fallecido éste de muerte prematura o trágica, o por no haber recibido las honras fúnebres correspondientes, siendo colocadas dichas tablillas junto con el cadáver del desgraciado: a esta situación podría responder el árbol genealógico mencionado.
Si bien el material preferido para este tipo de inscripciones era el plomo, asociado por su insalubridad, su frialdad y color a Saturno, a la muerte y al discurrir del tiempo que a ella conduce: “Frigidum enim, grave, cinereum et quasi mortis pallore suffusum Saturni metallum perficiendo operi lethifero” (4), existen ejemplares inscritos en otros materiales, como la concha o el papiro y la madera, conservados milagrosamente, e incluso se ha hallado figurillas de arcilla, cera o plomo que eran fabricadas con el fin de aumentar la fuerza de la maldición, tal y como informan fuentes antiguas: “Praeter imagines in plumbeo volumine incisas, exstitisse et extra lamminas sigilla, quae a magis ficta fuerunt et adoperata ut exsecrationi vim adiungerent, facti sumus certiores vergilianis versibus” (5). A este respecto, es interesante mencionar las estatuillas femeninas encontradas, sobre todo, en suelo lusitano (si se exceptúa el hallazgo en los alrededores de Elche, del que se cree que procedería, no obstante, de Emerita Augusta, donde han sido halladas en gran número, por lo que se plantea que hubiese un taller destinado a su fabricación en esta ciudad), datadas entre los siglos II y V y realizadas siempre en hueso animal, asociadas quizás -tal y como algunos han propuesto- al mundo funerario, si no son simples muñecas de juego, amuletos concebidos para su uso en collares o piezas votivas para Venus o Cibeles (6): la descontextualización junto con la que han sido presentados sus hallazgos (estratos de derrumbe y de colapso o de vertedero, en la mayoría de los casos) no permite llegar a conclusiones seguras, pero dado que al menos en dos ocasiones habrían aparecido en sepulcros, cabe esbozar la hipótesis de la relación entre la materia prima ósea y la fabricación de ídolos (tal vez apotropaicos) u otros artefactos supersticiosos (como los óstraca veleyenses) ligados a la vida más allá de la muerte en Hispania (7).
En cuanto al contenido de las tabellae defixionum, son las más frecuentes las tablillas en las que solamente aparece el nombre del aludido (o los aludidos) en la execración, abreviado o no, aun no siendo imprescindible (8), e indistintamente en caso nominativo o acusativo (9), acompañado -o no- de símbolos mágicos figurativos como serpientes, cadenas, escaleras…, o abstractos, entre los cuales se cuenta también letras, sea desnudas sea adornadas mediante globos en los extremos de sus hastas, algunas de ellas asociadas a dioses concretos (10); existen tablillas que contienen fórmulas fijas e incluso palabras mágicas incomprensibles e indescifrables escritas a modo de conjuro supersticioso, algunas de ellas con parecido fónico a expresiones griegas presentes en tablillas de execraciones escritas en esta lengua y, por tanto, seguramente deformadas por repetición hasta perder su sentido original a partir del griego (como Atracatetra, semejante a ἀρα κατἀρα “luego maldición”, o Egdarata, que recuerda a ἐκταρἀσσειν “perturbar profundamente”) o desde otra lengua (por ejemplo, las terminaciones registradas –al y –eth son atribuídas al cartaginés) (11). Por tanto, debe ser tenido en cuenta que cuando un grafito resultaincomprensible, es posible que ello se deba a que contenga una palabra mágica que pueda no tener traducción alguna o cuya traducción no sea en realidad relevante, siendo aquello de lo que se trata su simple interpretación como conjuro supersticioso.
En el corpus epigráfico veleyense son abundantes los óstraca que responden a una o varias de estas características y que, por tanto, son susceptibles de ser contextualizados como tabellae defixionum. Todos y cada uno de ellos comparten la característica de ser siempre soportes óseos de animales, lo cual arroja interesante información sobre la consideración escrupulosa que de este material se tenía en Iruña-Veleia. Es cierto, por otro lado, que muchos grafitos del corpus realizados sobre fragmentos reciclados cerámicos contienen dibujos, símbolos, letras -incluso adornadas, tal y como las describe Audollent- o sílabas y palabras intraducibles que también podrían ser considerados prácticas mágicas, pero, por razones obvias, no conducirían sino a plantear meras interpretaciones hipotéticas.
La práctica mayoría del conjunto de óstraca óseos fue descubierta en el sector 5 (recinto 59, UE 51144), cuya cronología se sitúa en la segunda mitad del siglo III y donde los arqueólogos detectan un derrumbe que provocó el colapso del estrato. En principio, no contienen fórmulas fijas. Algunos huesos muestran el nombre del supuesto destinatario del conjuro mágico (o destinatarios: nº 12709, Lucio /Marco / Libia -¿Lidia?-), o un epíteto a él referido (como el nº 12290, una costilla de ovicaprino en la que se lee servus); otros lo acompañan de dibujos, símbolos o simples trazos susceptibles de ser entendidos como mágicos, y otras veces no aparece ningún nombre, sino sola iconografía: así, un staurograma en nº 12389 (un fragmento de cráneo de ovino), o una figura antropomorfa esquemática con trazos lineales en nº 12402 (un fragmento de pelvis de ciervo) y dos figuras antropomorfas en nº 12380 (un fragmento de mandíbula derecha de ovicaprino). ¿Representaciones simbólicas de los execrados?
El soporte de nº 12379 es un fragmento de pelvis de ciervo en el que se escribieron los nombres de tres dioses: Iupiter / Marte / Ceres. Ello induce a conjeturar, dentro de la hipótesis interpretativa propuesta para el conjunto de los óstraca óseos, que estos tres dioses aparezcan en calidad de vengadores o de auxiliadores, destinatarios, en todo caso, de una petición determinada.
El óstracon nº 12710 (Bar. m. certo scio) parecería ser asimismo una posible tabella defixionis en la que el segmento Bar– podría corresponder al nombre propio del maldito mientras que M (¿mortuum?) expresaría el deseo íntimo del autor de la execración (¿“sé de cierto bien muerto a Bar-”?).En el óstracon, un hueso de suido, seaprecia el dibujo de un cerdo acompañando al texto, siendo este grafito el único de este conjunto que contiene un verbo (y sólo tres -a lo sumo cuatro- en el corpus veleyense aquellos en los que hay un verbo, si se exceptúan los proverbios y las citas), y siendo también el único con estas características -junto con el nº 12709: Lucio / Marco / Libia -¿Lidia?-) que no procede del sector 5, sino del 12, correspondiente a una cisterna. En el caso de que M sea la primera letra de mortuum (o mortuo, como se pronunciaría), el grafito recordaría alnº 12381, una costilla de bóvido en la que se lee la palabra mortem escrita junto a un grabado esquemático que representa lo que asemeja un mausoleo. En cambio, en nº 12400, un metacarpoizquierdo de caprino, tal vez el deseo del autor fue el contrario y no se deseó a nadie la muerte, sino la vida eterna, si es que el texto inscrito sobre una de sus superficies termina -eso parece- con el adjetivo vivus, que era aplicado a quien trascendía su existencia mortal (como también los epítetos salvus, victor e invictus): (¿J/T?)SLVIVVS (¿Terra Sit Levis Vivus?); en su reverso, entre trazos indeterminados (cabe pensar que mágicos), las letras MIAA.
Precisamente se escribió Victor en nº 12294, un cúbito derecho de suido,que, de ser un epíteto, podría referirse al título de “victorioso” que solían recibir los mártires cristianos, si no es un antropónimo (presente en otros grafitos veleyenses, por lo demás); el grafito de nº 12291 (a: Servio Tulio / Victor Servio; b: Parmenios filio), un fragmento de cráneo de suido, remite al citado hueso en el que se lee Victor y también, a la vez, al grafito del nº 12292, óstracon consistente en una aleta de vértebra de un animal indeterminado sobre el que también se grabó Servio Tulio, así como al nº 12383, un fragmento medial de costilla de vacuno sobre cuya superficie exterior puede leerse Parm mientras que en su superficie interior se aprecia una figura antropomórfica que, presuntamente, correspondería al portador del nombre de la otra cara del óstracon -cabe suponer que a Parm(enio)-, y, finalmente, al nº 12397, un fragmento de tibia izquierda de suido en el que se escribió nuevamente Parm a continuación de una figura esquemática humana y seguido de un aspa y una especie de ángulo, que seguramente deban ser interpretados como símbolos mágicos. Parmenio, por otro lado, es el presunto dedicante (Parm) del sentido epitafio a Deidre (nº 12430) realizado sobre un fragmento de mandíbula de suido: parecería que, por algún motivo, este misterioso veleyense de nombre griego fue objeto de más de una maldición, así como quizás también su hijo (a juzgar por el grafito Parmenios filio de nº 12291).
Pero el porqué de la mención de Servio Tulio en ambos nº 12291 y en nº 12292 es más oscuro: ¿se refiere al rey romano?, en el primero de ellos este nombre aparece seguido de Victor Servio, y es en el reverso donde se escribió Parmenios filio:¿es Servio Tulio un nombre propio adjudicado a un veleyense que evoca a dicho rey de los tiempos lejanos de la Monarquía romana? Esta posibilidad no parece muy probable, dado que en otros dos óstraca óseos figuran los nombres Iulio Octa (nº 12398, un fragmento de costilla de bóvido)y Cladio Tito Iulio Caesar (nº 12293, un fragmento de radio derecho de ovicaprino). Más bien habría que pensar que, por alguna razón, esos soportes fueron utilizados en ocasiones diferentes y con fines asimismo diferentes, no guardando relación las referencias a personajes históricos (que debieron de ser escritas en otro momento con fines didácticos y/o memorísticos) con el grabado de la execración propiamente dicha: de hecho, existe otro óstracon (nº 12431, una costilla de bóvido), que muestra en una cara la bienaventuranza del evangelio de Mateo Beati pauperu spiritu (por Beati pauperes spiritu), «Bienaventurados los pobres de espíritu»,y,en la otra cara, los nombres Riamo, Dalia y Demi (respectivamente, los de los padres y el del hijo menor de la familia céltica del árbol genealógico de nº 12099) escritos junto al grabado esquemático de lo que parecería ser un altar; según la descripción de esta pieza de los arqueólogos de Lurmen (contenida en Ostracabase), “Son dos grafitos que no tienen nada que ver, grabados probablemente cuando el hueso ya estaba roto. Un grafito tiene sentido de lectura inverso con respecto al otro, si disponemos el hueso en su estado original”.
Resulta, además, que también son huesos los soportes de los grafitos que contienen máximas (algunas de ellas cristianas, como la citada Beati pauperu spiritu de nº 12431), procedentes todos (y el susodicho) del mismo contexto estratigráfico, el sector 5: los óstraca nºs 12384 y 12386 (Abisus abisum invocat, Abissus abissum invocat, «El abismo llama al abismo») son fragmentos de mandíbula de suido, como también el nº 12377 (Ab absurdo, «Desde el absurdo»), y son un fragmento de cráneo de suido el nº 12385 (Ab uno disce omne, «A partir de uno conócelo todo») y de cúbito de suido el nº 12396 (Ounmia vincit amor –por Omnia vincit amor-, «Todo lo vence el amor»); el nº 12394 (Si vis pacen para institiam –por Si vis pacem para iustitiam-, «Si quieres la paz prepara la justicia») es un fragmento de metatarso izquierdo de bóvido, una escápula izquierda de bóvido el nº 12376 (Dei in pace «En la paz de Dios») y una vértebra de bóvido el nº 12390 (a: Amicus certus in re incerta cernitur, «El amigo de verdad aparece en la situación difícil»; b: Ad maiorem dei gloriam, «Para mayor gloria de Dios»); el nº 12382 (a: Patius se[; b: quan numgu[ ) es un pedazo de costilla de suido, y un fragmento de peroné izquierdo asimismo de suido el nº 12378 (Patiu[ ), donde plausiblemente se pretendía grabar el mismo proverbio que en el anterior (Potius sero quam numquam, «Mejor tarde que nunca»), mas por algún motivo quedó incompleto habiéndose grabado solamente la primera palabra (e inconclusa). El nº 11811 (Homo proponit sed deus disponit «El hombre propone pero Dios dispone«) sería, concretamente, el único ejemplo de industria ósea del corpus, habiendo sido tallado y pulido. En cuanto a nº 12373 (Cuo proditurus), un fragmento de metacarpo derecho de ovicaprino, el soporte indicado apoyaría la traducción “A dónde irá(s)?” frente a su interpretación (algunos así lo han propuesto) como una versión libre del latinismo jurídico Cui prodest? («¿A quién beneficia?»), sugiriendo que acaso no sea sino una pregunta retórica formulada en un contexto sepulcral. El porqué de la elección del hueso como el soporte adecuado o idóneo para la inmortalización de sentencias clásicas y cristianas guardaría relación con el contenido moralizante de las mismas; es plausible que estas sentencias fueran grabadas en los huesos a modo de textos destinados a ser despedidas fúnebres predeterminadas y que esta función como epitafio explique el porqué de su aparición constante en soportes óseos.
El soporte del grafito cristiano In nomine pat[ (nº 13362) es, empero, mortero cerámico, pero procede de un contexto estratigráfico distinto de todos los anteriores: el sector 6, apodado domus ecclesia por los arqueólogos de Lurmen, en el cual se halló buena parte de las piezas escritas en euskera y un gran número de grafitos iconográficos de temática cristiana realizados siempre sobre fragmentos cerámicos y ladrillo, lo cual justificaría la presencia de esta expresión cristiana en el óstracon cerámico en cuestión; no debe ser ignorado, por otra parte, que los hallazgos del sector 6 son cronológicamente posteriores a los del sector 5, hecho que, naturalmente, ha de ser tenido en cuenta en lo que atañe a la interpretación que habría de dársele al uso, a los fines y al simbolismo del hueso en el caso de los hallazgos del sector 5. También procede del sector 6 (concretamente de la UE 6185, datada por el método estratigráfico a partir del siglo V d. C.) el grafito indudablemente cristiano nº 13343 realizado sobre una falange de bóvido que representa una crucifixión: se trata de una escena figurativa desarrollada en tres de las caras del hueso, en cuya parte frontal aparece la persona crucificada, en un lateral una figura humana esquemática y en el otro una figura humana claramente femenina en posición orante. La crucifixión evocada ha de ser no otra que la de Jesús, siendo la figura femenina la Virgen María, si no María Magdalena. En cambio, procede del sector 5 el nº 12399, un fragmento óseo de macromamífero en el que se lee la palabra vasca aien (“vid”, “sarmiento”) junto a varios grabados diminutos indiscernibles entre los que sí parece apreciarse un círculoradiado (¿el sol?) y un humanoide minúsculo. También este grafito contendría una alusión cristiana, dado que la vid era uno de los símbolos que se asociaban a Jesús (12).
Llamativamente -y ello también ha de tener un porqué- se observa asimismo la preferencia por el soporte óseo para los grafitos de temática egipcia: el nº 12375 (Hermopolis) es un fragmento de costilla de mamífero. Hermópolis es el nombre de dos ciudades de Egipto (Hermopolis Parva y Hermopolis Magna: la pequeña y la grande) en las que se veneraba a Dyehuthy (Thot/Tot en griego), dios de la sabiduría, la escritura, la música, los conjuros, hechizos mágicos y símbolo de la Luna, representado en la iconografía egipcia con cabeza de ibis: es, en definitiva, la versión semítica del dios griego Hermes, y, como también éste para los antiguos griegos, fue -para los egipcios- el inventor de la escritura y el patrón de los escribas, de las artes y de las ciencias. Como dios de la escritura, era el inventor de todas las palabras y del lenguaje articulado, al igual que Hermes.También compartía con el Hermes griego el haber sido el inventor de la lira. Era representado con una pluma y con la tablilla de escriba celestial para anotar los pensamientos, palabras y actos de los mortales, los cuales pesaba en su balanza una vez muertos: Hermes, entre otras atribuciones, es en la cultura griega (y en la romana su correlato Mercurio) el dios Psycopompos o el “conductor de las almas” al más allá una vez muerto el cuerpo, por lo que el hecho de figurar el nombre de esta ciudad consagrada a este dios en un óstracon óseo no debe de ser una casualidad. Por ello, cabe pensar que si los óstraca que contienen nombres egipcios son asimismo soportes óseos, ello no debe ser tampoco fortuito, estando, entonces, ligados dichos grafitos al contexto de la vida después de la muerte y a los ritos mágicos que se celebraban, en los primeros tiempos del cristianismo (secta sotérica con la cual rivalizaban otras sectas también sotéricas muy extendidas, como la mitraica -que está presente en Iruña-Veleia a juzgar por la mención de Mitra en ciertos grafitos (14)-, la de Sol Invictus o la hermética), en adoración a Hermes Trismegistos (“el tres veces grande”), conocido como Mercurius Ter Maximus en latín, quien fue en la cultura romana la entidad resultada de la sincretización del Thot egipcio (o Dyehuthy) y el Hermes griego, y a quien los alquimistas y los pensadores medievales consideraron un profeta de los tiempos de Moisés que habría predichoel advenimiento del cristianismo y al cual habrían deificado las culturas antiguas mediterráneas ya antes de devenir en el sincretizado Thot-Tot/Dyehuthy/Hermes/Mercurio.
Posiblemente, el hecho de que los óstraca relativos a temática egipcia fueran asimismo realizados sobre hueso guarde estrecha relación con la creencia en la reencarnación de la religión egipcia y con la práctica de la momificación, con la que se perseguía la trascendencia del alma después de la muerte del cuerpo. Esto podría explicar la presencia en nº 12388 , grabado sobre un fragmento de metatarso de corzo (Ramses Seti filio) de Ramsés II, hijo de Seti I, el tercer faraón de la dinastía XIX, cuya momia, hallada en 1881, es la de un hombre viejo que murió casi centenario y reinó durante 67 años, siendo, para muchos historiadores, el faraón más importante de la Historia de Egipto, cuyo reinado (ca. 1279-1213 a. C.) correspondería a los tiempos del primer éxodo judío. En nº 12391 (Nepertiti Nepertati Hamse), una diáfisis de tibia izquierda de corzo, se menciona, probablemente, a la esposa más querida de Ramsés II (Nefertari, escrita Nepertati, con p en lugar de f o ph, de modo coherente con la grafía vulgar de la oclusiva labial aspirada de tipo griego, y con final –tati en lugar de –tari, tal vez por analogía con el final de Nefertiti), quien fue deificada en vida -siendo ello una práctica irregular- y a quien su esposo llamó “Por la que brilla el Sol”, y también a la faraona Nefertiti, cuyo nombre se escribió asimismo en nº 12392 (Nefertiti), sobre un metacarpo izquierdo de ciervo. Esta faraona, junto con su esposo Ajenatón, fue víctima de damnatio memoriae debido a las reformas religiosas revolucionarias y heréticas que acometieron durante su reinado, por ser éstas de índole monoteísta (en la línea de lo que vendrían a ser posteriormente el judaísmo y el cristianismo, que, por ello, pudieron tener su germen precisamente en la reforma de Ajenatón y Nefertiti, siendo ésta una cuestión aún desconocida).Mas fueron condenados a damnatio memoriae en vano (vid. http://www.amaata.com/2013/03/sufrio-nefertiti-una-efectiva-damnatio.html), puessus nombres figuran en los cartuchos de las tumbas de El-Amarna, que fueron ocupadas por los cristianos y utilizadas a modo de iglesias coptas y de catacumbas (como lo prueba, por ejemplo, el monograma que representa a Jesucristo en una de las paredes de la tumba de Panehesy), por lo que pudieron perfectamente no sólo ser conocidos por los cristianos que las reocuparon, sino también respetados y venerados por su monoteísmo, lo cual justificaría, tal vez, su mención en estos óstraca (que también demuestran haber sido inútil su condena de damnatio memoriae).
En cuanto a la palabra Hamse de nº 12391, debe de tratarse de una grafía vulgar y referirse a Ramsés II, mencionado como Harmesses Miamun en la obra de Manetón cuando cita a Josefo, la fuente más antigua del sacerdote e historiador egipcio del siglo III a. C., y el único autor que llama así a este faraón. Según Miguel Thomson, “La transformación de Harmesses al vulgar veleiense Hamse se puede explicar por varios cambios fonéticos que estaban operativos en la antigüedad latina: a) síncopa de la e átona entre la m y la s; b) simplificación del grupo consonántico –rms-; y c) pérdida de la –s final; fenómenos todos ellos documentados en la epigrafía latina” (vid.http://www.amaata.com/2013/03/niifiirtiti-niipiirtiti-niipiirtati.html).
Tanto Ramsés II como Ajenatón fueron considerados en vida (y ellos a sí mismos) hijos del dios del sol (Ra /Atón-Ra, respectivamente), hecho el cual puede, a su vez, explicar la mención de Ramsés (Hamse) en nº 12391. En el Imperio Antiguo, Ra era el disco solar del cielo, la fuerza vital que animaba todo lo que había en la Tierra, y el dios del que los faraones se consideraban vástagos: el culto a Ra se sostenía mediante elcorrespondiente al faraón, y viceversa; según los sacerdotes de Heliópolis, principal centro religioso de Egipto, Ra habría sido el primer rey en gobernar en Egipto para, una vez resueltos los asuntos humanos, regresar al cielo dejando a su hijo (el faraón) con la responsabilidad del gobierno en la tierra. Así, tanto el culto solar como los derechos de gobierno del faraón que debía ser momificado cobraban significación, al mismo tiempo que reforzaban la concepción egipcia de la resurrección mediante el paralelismo del trayecto de Ra (quien surcaba el cielo en su barca solar para ocultarse en el occidente y volver a renacer en oriente) con el viaje que haría el alma después de abandonar el cuerpo inerte.
En el período de Amarna (el de Ajenatón y Nefertiti), el culto de Ra fue sustituido por el de Atón, el dios único de bondad infinita que favorecía a todos los hombres por igual, siendo el soberano tan sólo su enviado en la tierra y su profeta, digno por ello de inmortalidad. En el culto a Atón, las escenas funerarias no incluyen la imagen de Osiris junto a las tradicionales pinturas del muerto ni hacen referencia a la momificación, y las tumbas amarnienses están orientadas al naciente, por lo que se cree que el concepto antiguo de resurrección también fue modificado por Ajenatón, de modo que ésta tenía lugar cada día, cuando el sol salía por el este para hacer su viaje hacia el oeste. Tras la muerte de Ajenatón, se restauró el antiguo culto a Ra dentro del movimiento de contrarreforma religiosa emprendido por gran parte del clero (que, al perder sus privilegios, se opuso al culto preferente a Atón, volviendo los egipcios a sus antiguos dioses -entre ellos, Ra- y, por tanto, al viejo politeísmo), en cuyo marco tuvo lugar la damnatio memoriae de Ajenatón y Nefertiti y de las ideas religiosas (e ideales) de ambos, que, al parecer, llegaron hasta Iruña-Veleia junto con el mensaje monoteísta judeocristiano.
Finalmente, en un fragmento de epífisis proximal de cúbito izquierdo de jabalí se lee los nombres de los dioses egipcios Isis / Osiris / Anubis (nº 12395), relacionados los tres, cada uno a su manera, con el mundo funerario: Anubis, representado como un perro negro o bien como un humano con cabeza de perro o chacal, era el dios protector de las necrópolis responsable de la resurrección del alma por ser el dios maestro de embalsamaciones al haber participado junto a las hermanas gemelas Isis y Neftis en la momificación de Osiris, inaugurando, así, en la historia egipcia este rito que desde entonces se le atribuía, siendo, además, el dios que purificaba los cuerpos y los corazones contaminados por la bajeza terrestre para hacerlos incorruptibles y eternos, así como quien evaluaba las almas con el pesaje del corazón. Según Plutarco, Anubis era hijo de Neftis y el consorte de Isis, Osiris, con cuyo culto fue sincretizado.
Osiris, por su parte, la personificación del Nilo y, por ello, el dios de la fertilidad, era asimismo dios de la resurrección y quien presidía el tribunal de los difuntos de la religión egipcia, atributos por los que fue asimilado a Anubis en ciertos lugares. Encarnando el Bien, fue asesinado por su hermano Seth (la alegoría del Mal), quien lo arrojó al Nilo, donde lo encontraron Isis y su sobrino Anubis, el cual le devolvió la vida uniendo los pedazos desperdigados de su cuerpo-excepto el pene, extraviado- significando su resurrección el triunfo del Bien sobre el Mal. Se atribuye a Osiris la fundación de la nación egipcia y el haber enseñado a los mortales las leyes humanas y divinas y la agricultura. Como Jesucristo, murió como hombre pero resucitó como dios inmortal, por lo que entre los primeros cristianos se dio cierta asociación entre ambos, así como ocurrió con el personaje griego Orfeo, asimilado frecuentemente a Jesús por haber regresado vivo del Hades: Orfeo era un músico tracio que en honor a las nueve Musas añadió dos cuerdas a la lira de siete cuerdas fabricada por Hermes, gracias a la cual escapó con vida de los infiernos hechizando con su música al Can Cerbero cuando descendió a ellos en busca de su amada Eurídice, muerta por una serpiente. También a él (como a Hermes) se le considera uno de los pioneros de la civilización, habiendo enseñado a la humanidad las artes de la medicina, la escritura y la agricultura; se decía que había viajado a Egipto, donde se habría iniciado en los misterios de la vida futura, regresando a Grecia en calidad de augur, de profeta y de mago conocedor de la astrología. Según la versión más extendida entre varias parcialmente distintas, murió devorado por las Bacantes (el cortejo de mujeres ebrias de Dionisos) por rechazar el amor carnal con las mujeres en fidelidad a la memoria de Eurídice (según Platón, el castigo le fue impuesto por no haber permanecido en el infierno en lugar de Eurídice como hizo Alcestis, quien ofreció su vida a Hades a cambio de la de su marido Admeto). A Orfeo debe su nombre la secta mistérico-sotérica del orfismo, cuyo mito está obviamente relacionado con el de Osiris: según los órficos, el Dionisos hijo de Zeus y Perséfone (diosa eminentemente infernal puesto que vive la mitad del año correspondiente al invierno en el Hades) fue despedazado y devorado por los Titanes, y reconstituido después a partir de su corazón una vez Zeus hubo fulminado con su rayo a los Titanes, de cuyas cenizas esparcidas por la Tierra surgieron los seres humanos, que albergan por ello en su interior un componente titánico y otro dionísiaco y nacen, así, cargados con la antigua culpa de la que deben purificarse en la vida evitando derramar sangre de hombres y de animales para que, en la vida más allá de la muerte, el alma, una vez liberada de la cárcel del cuerpo, entendido por los órficos como una tumba, pueda regresar al mundo divino del que procede. Dado que el proceso de purificación es largo, los órficos creían en la metempsicosis (o la transmigración de las almas) y por ello se abstenían de comer carne, dado que, para ellos, la reencarnación se hacía extensiva a los animales, que podían, por tanto, albergar un alma humana. Los ritos órficos estuvieron muy extendidos durante los primeros tiempos del cristianismo (que compartía con ellos, entre otras cosas, el mensaje sotérico de la salvación del alma) en el Imperio Romano, por lo que la mención de Osiris en Iruña-Veleia (y, tal y como se viene defendiendo, en un hueso precisamente) resulta altamente significativa.
En cuanto a Isis, hija de Ra (el Sol), hermana y esposa de Osiris y madre de Horus, era la diosa egipcia de la fecundidad, de la naturaleza y de la magia, y su culto se extendió profusamente por África, Oriente Próximo y la Europa grecorromana a partir de la conquista de Egipto por Alejandro Magno, asimilado fundamentalmente al de las diosas catactónicas Deméter y Perséfone en Grecia, y durante el período del Imperio Romano a sus correlatos Ceres y Proserpina, dentro del marco de las sectas sotéricas proliferantes, existiendo templos dedicados a ella en lugares muy alejados entre sí, incluida Hispania, donde su adoración fue especialmente relevante -a juzgar por la existencia de un templo propio- en Baelo Claudia (Cádiz), aunque llegó, tal y como manifiestan las evidencias arqueológicas, hasta las tierras de los vascones (13), incluso al puerto de Oiasso (Guipúzcoa) (15), siendo asimilada en la Península Ibérica también a la diosa lusitana Ataecina (16), a la frigia Cibeles y a sus diferentes versiones(Magna Mater, Mater Dea, Bona Dea…) como la diosa principal de las fuerzas de la naturaleza.
Precisamente a esta divinidad femenina pagana antiquísima, que corresponde a la diosa Mari o Amalur (Madre Tierra) del matriarcado vasco, fue dedicado un ara en Iruña-Veleia (17), encontrado fortuitamente en 2012 durante el manejo de una excavadora (y, por tanto, desgraciadamente descontextualizado) a la altura de la parte sur de la muralla del oppidum, dentro del marco de las actividades de la llamada nueva era de Iruña-Veleia iniciada a partir de 2010 con el nombramiento del miembro de la CCA Julio Núñez Marcén como nuevo director de las excavaciones. El hallazgo del ara es relevante, no sólo porque en él se afirma expresamente la condición de res publica de la ciudad de Veleia y porque el nombre de Veleia aparece nuevamente documentado como tal(es decir, con V, cuando la CCA objetó a la mención del nombre Veleia -en trece ocasiones en los grafitos excavados por Lurmen- que debería haber sido escrito con B) (18), sinotambién porque la constatación del culto en la ciudad a la Mater Dea, sincrónico a la presencia evidente y palpable del cristianismo y, sobre todo, a grafitos que mencionan expresamente a la Virgen María, parecería adelantar el intenso sincretismo religioso que tuvo lugar en un momento dado entre la Diosa Madre y María, cuya adoración (muy fervorosa en Hispania) no sería, según muchos investigadores, sino la continuación de la de la pagana Isis, precisamente, habiendo instituido la imagen egipcia de esta diosa con Horus en su regazo la iconografía homóloga cristiana de María sosteniendo al niño Jesús entre sus brazos.
Ara de Iruña-Veleia
Alicia Satué, marzo de 2016.
(1): cf. Natalia Teja Reglero, Mujer y magia en el mundo romano occidental: la imagen femenina en las tabellae defixionum eróticas, 49-50.
(2): “Tacitus makes some use of prepositional expressions with ex, in contexts in which a genitive would have been usual. Note Ann. II.20.I: ille re subita, quamquam multa simul offunderentur, metus ex imperatore, contemptio ex barbaris (…). The interchangeability of ex with two different types of genitive in the same clause does not mean that ex-expressions already existed as genuine genitive equivalents (say, in colloquial usage).Ex still expresses its conventional idea of source in both phrases (…) Ex is often used with verbs of emotion and the like to express the source of the emotion (…) The reality is that they may often be deliberate, semantically determined and literary.” J. N. Adams, Social Variation and the Latin Language, 266.
(3): “Possessive pronouns such as meus ‘my’ or tuus ‘your’ indicate that there is a connection between two entities (…) This ussage is normally considered colloquial (…) Latin is said to use possessive pronouns more sparingly than most modern European languages (…) Plautus seems to use possessives more often than classical prose (…).” Wolfgang David Cirilo De Melo, Possessive pronouns in Plautus, Colloquial and Literary Latin (eds. Dickey, Eleanor – Chahoud, Anna), Cambridge University Press, 2010, 71-72.
(4): cf. Auguste Marie Henri Audollent, Defixionum Tabellae: quotquot innotuerunt, tam in Graecis Orientis quam in totius Occidentis partibus praeter Atticas in Corpore Inscriptionum Atticarum editas (ed. In aedibus A. Fontemoing), Harvard University, 1904,XLIX.
(5): A. Audollent, op. cit., LXXVII.
(6): “Decidme, pontífices: ¿para qué sirve el oro en los templos? Para lo mismo, ¿qué duda cabe?, en que aprovechan a Venus las muñecas que le regalan las jovencitas”. Persio Flaco, 2.68-69.
(7): cf. Macarena Bustamante (et alii), Figurillas femeninas en hueso. Función y contexto de un tipo particular de amuleto romano en Lusitania, 77-212.
(8): “Primum itaque paeneque praecipuum in tabellis elementum detestati hominis nomen; etenim fieri potest ut defigendi verba desint aut nemo deus invocetur, at scriptis in defixionibus vix ullam observes in qua non sit aut expresse propositum aut aliqua reconditiore via traditum invisum illud nomen. Quod si rite fuerit delatum haud secus ac si lege ageretur, ille quoque diis inferis sine ulla dubitatione tradetur, secundum superstitiosam opinionem, ‘quae fuit evenire homini quodcumque eveniret nomini eius: nam artissime apud veteres cum suo quisque cohaerebat nomine’”. A. Audollent, op. cit., L.
(9): “The accusative of the victim is in fact analogous to the accusative of the honorand. But equally it was not unusual to list the names of the victims in the nominative”. J. N. Adams, Bilingualism and the Latin language, 681.
(10): “Felicius interdum intellegere nobis evenit alia graphio delineata signa quibus non paucae decorantur lamminae, quae cum in hoc meo thesauro effingere non potuerim in librorum tabulis quos adhibui contemplaberis: serpentem dico, catenam, uncos, scalas, quibus fere adumbrari non negaverim quae manent defixos homines poenas. Plures autem multo se praestant litterae singulae, sive nudae sive globulis in extremis hastis ornatae, quarum propria vi magica ut deos cogere intendit qui inscupsit. Fuisse in romanis Sethianorum saepe tabellis litteras X Z A Y ⊗ ad divina nomina (…) Litteram igitur X ad Osirim pertinere, Z ad Osirim Apim, littera ⊗ -hoc est Θ cum inscripto X– κὐκλον τῆς ᾽Ανἀγκης repraesentari”. A. Audollent, op. cit., LXXII-LXXIII.
(11): cf. A. Audollent, op. cit., LXXII.
(12): cf. Juan, 15:1: “Yo soy la vid verdadera y mi padre el viñador”; Juan, 15:5: “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos” (vid. http://www.amaata.com/2016/02/aien-x-iesus-ta-cristo-y-la-vid-en-un.html en relación a la aparición de la palabra aien en otro grafito eusquérico del corpus veleyense -según la lectura propuesta por Miguel Thomson- en el que se afirmaría que “Jesús es la vid”).
(13): MITR en nº 11461 (sector 5), de la segunda mitad del siglo III, y también en nº 13347 (sector 6), en una pieza datada en época tardorromana (siglo V) en la que aparece mencionado junto a Júpiter y Yahvé (IAVHII / IVPITIIR / MITRAII), estando acompañados los tres teónimos por un grabado circular radiado que representa el sol y otro bajo éste que consiste en una figura vertical rematada en una especie de cola de pez. Dado que el pez es uno de los símbolos del cristianismo primitivo, el grafito muestra una clara asociación entre el cristianismo, el culto oriental a la luz de la religión mitraica y el culto al Sol Invictus, indicando que la sincretización de éstos también tuvo no sólo lugar, sino también aceptación en la Hispania del norte.
En cuanto a la mención de Júpiter, se justificaría por la procedencia de este nombre (al igual que su correlato griego Zeus) del étimo indoeuropeo *dyews “luz del día” (cf. latín dies, “día”), siendo su nombre un compuesto de dicho étimo y de la palabra pater.
Por otra parte, el griego era la lengua de comunicación en las ceremonias mitraicas y también en las herméticas, por lo que no ha de ser casual el hecho de que de que las palabras griegas ῆλιος “sol” y φῶς “luz” aparezcan en sendas piezas veleyenses de texto eusquérico, procedentes del sondeo 32, datadas afinales del siglo II o principios del III (respectivamente, nº 16365 y nº 16363).
(14): En Arellano (Navarra), a escasos kilómetros de Estella-Lizarra, la así llamada por uno de sus mosaicos Villa de las Musas, lujosa residencia dedicada a la producción de vino construida entre los siglos I y V d.C., atestigua (también mediante un mosaico) el doble culto a la diosa Cibeles y a su amante Attis. En el exterior del edificio existe un taurobolium, un edificio porticado de planta rectangular que se articulaba entorno a un patio donde se realizaba un rito consagrado a la diosa Tierra o Cibeles consistente en el bautismo mediante la sangre de un toro sacrificado.
(15): cf. María José Noain Maura, Dies Oiassonis: una propuesta de recreación histórica desde el Museo Romano Oiasso de Irun, 64.
(16): “La abundancia de documentos dedicados a Cibeles en Lusitania ha sido en alguna ocasión destacada, resultando mayoritaria en la parte occidental de la Península al compararlos con las alusiones o representaciones a su paredro, Atis, más numerosos en los territorios más orientales. La explicación puede deberse a cierta asimilación religiosa de la diosa a otra prerromana, con similares connotaciones de fertilidad y fecundidad que ésta, quizás la lusitanaAtaecina”. M. Bustamante (et alii), op. cit., 205.
(17): El texto del ara es el siguiente (según el informe presentado por su descubridor Julio Núñez):
[E]ucar/[p]us r(ei) p(ublicae) / Veleian(orum /-ae) / ser(uus) / Matri / Deae / dedi[c]auit (“Eucarpus, esclavo de la res publica de los Veleiani (o Veleiana), lo dedicó a Mater Dea”). cf. J. Núñez Marcén (et alii), Nueva ara dedicada a Mater Dea procedente de Veleia (Iruña de Oca, Álava), 447.
“Mater dea es un término divino que podríamos definir como polimorfo, ya que en la misma definición podrían incluirse deidades tan dispares, en cuanto a sus funciones sagradas, comoOps, la Bona Dea, Mater Matuta, Isis, Tellus, Ceres y, obviamenteCibeles, sólo por ser sucintos (…) Cabe plantearse que se trate, sencillamente, de una dedicación a la Diosa Tierra de carácter genérico y, desde ese punto de vista, poder identificarla con las diosas del panteón romano protectoras de las cosechas y frutos proporcionados por la agricultura. Aceptando esta posibilidad, cabría identificar a nuestra diosa de Veleia con Tellus y más allá, lógicamente, con Ceres”. Ibidem,449.
(18): “Sabemos que el sistema fonológico del vasco antiguo no tenía /w/, a diferencia del latín, que lo expresaba mediante la letra V. Todos los préstamos latinos que poseían este sonido fueron adoptados, salvo por alguna otra causa justificada (p.ej. lat. vagina > magina), con /b/ : lat. voluntate > borondate, etc. En la misma dirección apuntan los escasos datos aquitanos (Vocontia > Bocontia) (…) Teniendo esto en cuenta, resulta muy poco comprensible que el nombre de la ciudad, Veleia, que ya incluso en ciertas fuentes latinas tardías como el Itinerario de Antonino y el Ravenate aparece con B– (Beleia It.Ant. 454,8; Belegia Rav. 4,45) (como consecuencia del proceso de betacismo, que confundió /w/ con /b/ fricativa), aparezca siempre en los óstraca vascos escrito con V.Solo podría entenderse como un conservadurismo gráfico del nombre oficial escrito en el Alto Imperio.” Joaquín Gorrochategui, Dictamen, 14.
Cuando huesos, pero aparentemente también ceramicas en algunas raros casos, se encuentran durante un largo plazo tiempo en el suelo en la zona de raíces, estas últimas pueden buscar en ellos humedad y minerales. Se ha efectivamente demostrado que las puntas raíces pueden crecer en la direcciones por donde ‘huelen’ el agua. Este proceso es conocido como hidrotropismo.
Por la acción de diferentes tipos de ácidos que son aportados por las raíces estos generan una erosión química en la superficie de huesos conocida como marcas de raíces. En algunos casos se han equivocadamente tomada estas marcas de raíces como dibujos paleoliticos, por ej. en el caso del yacimiento Shiyu, en China (R. Bednarik 2002, ver figura 1).
Fig. 1. Fragmento de hueso con supuestos grabados, que en realidad son marcadores de raices naturales, del yacimiento Shiyu, en China, c. 33,000 años BP. Fuente: Bednarik 2002, Fakes and misidentifications
Fig. 2. Otro ejemplo de marcas de raíces en un hueso humanos, tal como esta utilizado en p. ej. investigaciones forenses para estudiar el historial de un hueso (tafonomía). Este indicador demuestra que un hueso ha sido enterrado o ha estado en contacto con el suelo. «
«In this close-up shot, you can see the erosion and discoloration caused by roots. Root etching is evidence that human remains were buried, or otherwise in contact with the ground. (https://quizlet.com/12543528/taphonomy-flash-cards/)
La presencia de marcas de raíces (root marks, root eching en inglés) es muy común en las superficies de huesos arqueológicos, y también tiene sus aplicaciones en las ciencias forenses como indicador de que un cadáver ha estado enterrado durante un lapso de tiempo relevante. P.ej.
«Plant action can be extremely damaging to bone. Plant roots often adhere to bone surfaces and leave leave behind root etching – small groves formed on bone surfaces, where root acid has eaten away at the surface. (…) Plant roots also often infiltrate interior spaces of bones. These spaces (especially cancellous bone) can act as a moisture reservoir in soil and may be infiltrated preferentially by plant roots to obtain pooled water and dissolved minerals.» (Hard Evidence: Case Studies in Forensic Anthropology,ed. D. Wolfe Steadman)
En Iruña Veleia las encontramos en la mayoría de los huesos del sector 5 con inscripciones. En si demuestran que los huesos son antiguas y han estado enterrados no muy lejos de la superficie, pero cuando hay una interacción con las líneas de los grafitos es cuando son realmente muy importantes. La estratigrafía de dichas marcas de raíces puede dirimir el estatus de las inscripciones. Visto que los surcos de los grabados forman pequeñas entradas dentro del hueso, los raíces tienen una ventaja de utilizar los surcos por sus fines, y efectivamente encontramos indudables interacciones entre marcas de raíces y letras como en los siguientes ejemplos.
Fig. 3. Hueso del Sector 5. «SIIRVIOTVLIO». Pieza 12292. Encontramos numerosas evidencias de marcas de raíces. La primera ‘V’ muestra una clara interacción entre la letra y una marca de raíz. La primera letra es completamente hueco, probablemente imposible de realizar en la actualidad, aparentemente disuelto bajo influencia de raíces (?).
Fig. 4.Pieza 12396. OVN MIA VINCIT / AMOR. Numerosas evidencias de marcas de raíces, de las cuales algunas interaccionan con las letras, y admitirán establecer bajo microscopio una clara relación estratigráfica. Aparentemente hay marcas de raíces que tienen pátina y otras no. Parte de la superficie del hueso parece destrozada por las las raíces. Se observa también una interesante relación entre surcos llenos de depósitos y las marcas de raíces limpias, lo que nos hace pensar de que las marcas de raíces son posteriores al relleno de los surcos de las letras.
Fig. 5. Pieza 12047. VITAII. Se observan numerosos surcos tortuosos sobre la pieza que interpretamos como marcas de raíces que interaccionan con los surcos del grafito. Aunque la pieza fue investigado por Navarro (2013), no informa sobre estas observaciones evidentes. Esto es un grave error contra la objetividad por su parte, con el agravante que aparece en mi informe (2009), obviamente conocido y de fácil acceso.
Aunque no he encontrado ningún ejemplo en la literatura parece que las raíces también pueden dejar marcas en determinados tipos de cerámica (sí están descritas marcas de raíces sobre objetos de cerámica romana pero del tipo depósito, no del tipo erosivo).
En la pieza 12047 encontramos lo que en mi informe «El problema de la falsedad / autenticidad de los ostracones de Iruña Veleia: evidencias físicas» p. 58-60 indiqué como ‘evidencias de raíces’ (ver figura 5).
En la pieza 12048 Navarro detectó estructuras mucho más finas con una apariencia parecida a las marcas de raíces aunque más tortuosas, que podrían ser quizás marcas de algún fungus. Navarro afirma tajantemente que dichas estructuras son cortadas por los surcos, lo que puede ser verdad en algunos casos, pero en algunos casos claramente no. La pieza muestra en los surcos claramente una intervención reciente, que puede ser tanto su grabado como un retoque durante la limpieza, pero el mero hecho que en ocasiones, una muy clara, estas estructuras filamentosas cruzan el surco, me parece ser una indicación estratigráfica clara de que el surco del grafito existía antes de la estructura filamentosa, y entonces es antigua.
Fig. 6. Pieza 12048. PARRICI. Se observan estructuras filamentosas que interfieren con los surcos. En la foto inferior observamos que dichas estructuras parecen travesar el surco, lo que sería indicio de su posterioridad al surco. (imagen LURMEN)
Fig. 7. Detalle de la inscripción PAR. La imagen del informe de Navarro sugiere que la estructura no es borrada por el surco, lo que indicaría la posterioridad de la estructura. (imagen informe Navarro 2013).
Fig 8. Aunque Navarro 2013 afirma ‘con nitidez la sobreimposición de los trazos de grafito’, en realidad por toda lógica en caso de que los surcos son posteriores a las estructuras ‘sinuosas’, estos últimos deben ser borrados por los primeros, lo que claramente no es el caso. Interpreto que el surco es anterior a la estructura de posible origen vegetal.
CONCLUSIÓN
Marcas de plantas o de fungi (?) son por lógico indicadores que se forman durante un largo plazo de tiempo y que indican el enterramiento. Si encontramos estas marcas superimpuestas sobre surcos – con una clara relación estratigráfica de posterioridad, pueden ser perfectas pruebas de antigüedad de los grafitos sobre los cuales aparecen.
En Iruña Veleia, en el caso de los huesos nunca han sido evaluadas aunque fueron ya señaladas en 2009 en mi informe en la p. 60 del peritaje «El problema de la falsedad / autenticidad de los ostracones de Iruña Veleia: evidencias físicas». LURMEN ha pedido en numerosas ocasiones la investigación de los huesos, y ha entregado a la justicia un peritaje a base de fotos por parte de Dr. Baxarias, «Informe preliminar de los restos óseos con inscripciones antrópicas procedentes de las excavaciones de Iruña-Veleia«, médico paleopatólogo, sobre otro tipo de evidencias en huesos (pátinas y micromorfología de los surcos). La justicia se ha negado a investigar estas evidencias directas.
También en el caso de las cerámicas existen por lo menos dos piezas donde aparecen tales evidencias en relación directa con los surcos. El único caso investigado por Navarro 2013 parece querer llegar a la conclusión contraria de lo que se observa en las imágenes de su propio informe.
Fig. 9. Página 60 del informe pericial «El problema de la falsedad / autenticidad de los ostracones de Iruña Veleia: evidencias físicas» («Marcas de raíces en hueso. Se ven marcas de raíces en el flanco del surco. Esta relación se puede estudiar en detalle para saber cuáles son anteriores y posteriores.») desde 2009 en manos de la justicia, citado en varios investigaciones y documentos judiciales: evidencias claras no evaluadas.
De estos hechos deducimos, de nuevo, que no parece existir una voluntad por par parte de las autoridades implicadas de investigar a fondo el asunto del ‘caso Iruña Veleia’, lo que es gravísimo.
Para saber más
1º PURDY, B. A. et al. Earliest Art in the Americas: Incised Image of a Proboscidean on a Mineralized Extinct Animal Bone from Vero Beach, Florida Journal of Archaeological Science Received 8 April 2011; revised 25 May 2011; accepted 26 May 2011. Available online 12 June 2011. Disponible aquí 2º D’ERRICO, F. AMS Dating and Microscopic Analysis of the Sherborne Bone Journal of Archaeological Science (1998) 25, 777–787 Disponible aquí 3º STRINGER C. B. et al. Solution for the Sherborne problem Nature 378, 452 (30 November 1995) Disponible aquí
PS. Copio aquí el abstract de un artículo publicado en NATURE sobre la problemática!
Solution For The Sherborne Problem
SCIENTIFIC CORRESPONDENCE Solution for the Sherborne problem Sir — Since its discovery in quarry debris near Sherborne, Dorset1, the «Sherborne bone» has been the subject of debate, much of it in this journal (for example, refs 2, 3). We have re-studied this artefact, using optical microscopic analyses with image processing and a chemical and mineral textural study, followed by sampling for radiocarbon accelerator dating, to attempt to settle its authenticity once and for all. This bone, a fragment of mammalian rib, had been engraved with the head and forequarters of a horse, and its resemblance to a Palaeolithic depiction from Creswell Crags, illustrated by Boyd Dawkins4, was used as evidence both for and against its authenticity. More recent exchanges (for example, refs 5, 6) have supported or opposed the authenticity of the engraving as Palaeolithic, while Oakley, in Farrar5, reported relative dating analyses which indicated that the bone itself was fossilized.
Engraved surface and obverse (showing dating sample location) of the Sherborne bone. Photographs by F. d’Errico. Our analysis of the obverse of the fragment revealed that the spongy bone is still filled with sediment. Micro-roots present in the sediment are trapped in the trabecule of the spongy bone. The sediment and roots are the residue of the original filling adhering to the bone when it was buried and are not the result of fraudulent additions to age a fresh bone artificially. Microanalysis by energy-dispersive X-ray spectrometry, and elemental mapping of the sediment filling the spongy bone and of that still adhering to the engraved side, showed them to be of similar composition, suggesting that the engraved side was also not artificially patinated. The patina covering the bone is therefore the result of the burial environment of the bone fragment. Analysis of the engraving, however, revealed that almost all the engraved lines are sediment-free and do not show the same patina as the remaining surface of the bone. This is confirmed by optical analysis indicating that engraved lines have gray-value histograms that are different from those obtained from unengraved areas, but similar to those of recently damaged surfaces. Sediment residue also covers eroded areas, suggesting that alteration of the bone surface took place before its engraving. The engraved lines reveal none of the features that are generally visible on experimental lines produced by lithic tools on fresh bone7, such as sharp edges and multiple parallel striae. In contrast, the engraved surface of the Sherborne bone displays a granular, rough texture, and fractures perpendicular to the groove direction. The edges of the main grooves are frayed by continuous microflaking of the surface lamellae, clearly showing that the engraving took place on an already weathered bone. Samples for radiocarbon dating were taken from the uncleaned and non-engraved obverse of the rib. The surface was mechanically cleaned and a small quantity (250 mg) of bone removed by drilling. After chemical pretreatment8 and combustion9, the sample yielded an accelerator age (OxA 5239) of 610 ± 45 years, indicating (after calibration10) that the rib had come from an animal that had died some time between the end of the 13th and the start of the 15th centuries ad. It is not possible to say when, after this date, the engraving was carried out, but it now seems inescapable that the Sherborne engraving is a recent fake. It is even possible that the horse head was traced by a metal tool, as no proof of the use of a flint point, such as the presence of minute striations accompanying the main groove7, was found. Oakley’s determination that the rib was «fossilized»5 can be attributed to the known limitations of relative dating techniques11. C. B. Stringer Department of Palaeontology, The Natural History Museum, London SW7 5BD, UK F. d’Errico Institut du Quaternaire, 33405 Talence, France C. T. Williams Department of Mineralogy, The Natural History Museum, London SW7 5BD, UK R. Housley Department of Archaeology, University of Glasgow, Glasgow G12 8QQ, UK R. Hedges Radiocarbon Accelerator Unit, Oxford 0X1 3QJ, UK 1. Woodward, A. S. Q. Jl geol.Soc. 70, 100-102 (1914). 2. Woodward, A. S. Nature 142, 86 (1926). 3. Sollas, W. J. Nature 142, 233 (1926). 4. Dawkins, W. B. Early Man in Britain (Macmillan, London, 1880). 5. Farrar, R. A. H. Antiquity 53, 211-216 (1979). 6. Sieveking, A. Antiquity 55, 219-220 (1981). 7. d’Errico, F. L’art Grave Azilien (CNRS, Paris, 1994). 8. Hedges, R. E. M., Law, I. A., Bronk, C. R. & Housley, R. A. Archaeometry 31, 99-113 (1989). 9. Hedges, R. E. M. etal. Radiocarbon 34, 306-311 (1992). 10. Bronk Ramsey, C. Archaeol. Comput. Newsl. 41, 11-16 (1994). 11. Molleson, T. in Trace Metals and Fluoride in Bones and Teeth (eds Priest, N. D. & Van De Vyver, F. L.) 342-365 (CRC, Boston, MA, 1990). Nature 378: 452, 30 NOVEMBER 1995
DATOS ESTRATIGRAFICOS: coordinadas / fecha de inscripción / posición
-/-/245 12/08/2005 SECTOR 5/59/51144
DESCRIPCION
Indeterminable. Fragmento óseo de macromamífero Superficie plana
INSCRIPCION / ELEMENTOS GRAFICOS:
AIII, figurilla indeterminada y círculo radiado (sol?). Si bien la A es muy pequeñita, quizás sea todo un pequeño dibujo, con un humanoide diminuto en el centro (sobre una peana?? u otro sol), con simbolillos a los lados.
Después de los comentarios en el post de Miguel (Aien X Iesus ta: Cristo y la vid en un grafito vasco de Iruña-Veleia) creo que se puede llegar a la siguiente síntesis:
Hay líneas rectas finas – no afectadas por raíces. Hay líneas de raíces sin antecedentes Hay aparentas líneas repasadas y prolongadas por raíces la A¿?, palos verticales, una X
Es normal que las raíces utilizan surcos de inscripciones para penetrar en los interiores de los huesos en búsqueda de minerales y humedad (los puntos de raíces ‘huelen’ en que dirección hay humedad y crecen en esta dirección).
Parte derecha
parte derecha
Comentarios traído del post de Miguel:
Alicia:Traigo un grafito que puede interesaros en relación a este post y, más concretamente, a la palabra Aien. La descripción que aparece en ostracabase es la siguiente: «AIII, figurilla indeterminada y círculo radiado (sol?). Si bien la A es muy pequeñita, quizás sea todo un pequeño dibujo, con un humanoide diminuto en el centro (sobre una peana?? u otro sol), con simbolillos a los lados.»
Koen: Tengo mis dudas que se trata de un grafito. interpreto el típico patron de marcas de raíces en busqueda de humedad y minerales. Puede haber una mezcla de ambos, pero no encuentro criterio para discernir. En general, en grafitos claros también aparecen estas marcas y pueden ser un excelente marcador estratigráfico – cosa que evidentemente no ha sido investigado por parte de la fraudulenta comisión, y tampoco por sus sucesores. No sé lo que opinan vostr@s. De todas formas una pieza muy interesante por sus abundantes marcas de raíces.
Idoia: Desde luego no es un grafito claro pero yo sí que creo que lo hay. Pienso que, efectivamente hay también mucha marca de raíz, lo que dificulta mucho la identificación de los posibles trazos antrópicos. La representación de un sol a la izquierda me parece bastante clara, la A también, luego ya es un batiburrillo de trazos cuyas características mecánicas habría que mirar en detalle para discernir lo que podría estar hecho por mano humana. Cualquier interacción con raíces es prueba de antigüedad!
Este post quiere en principio documentar el post ‘Aien X Iesus ta: Cristo y la vid en un grafito vasco de Iruña-Veleia‘ de Miguel Thomson. En el iter 34 ‘Ab Asturica Burdigalam’ encontramos a dos días andando de Veleia (72 km), en la ciudad de Virovesca – capital de los autrigones – un sarcófago claramente paleocristiano… con vides y un crismón. Se encuentra en el museo provincial de Burgos.
Fig. 1. Frente del sarcófago. Se observan en los laterales las vides y en el centro un crismón. Fuente: https://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/afuen/trabajos/trabajos_generales/Samper%20Carro,%20Sofia%20-%20sarcofagos_paleo_loc.pdf
En un trabajo de la estudiente Sofía Samper Carro (UAM 2003-2004) encuentro la siguiente descripción:
«Hallado en Briviesca, está realizado en piedra local y presenta unas dimensiones de 1,80 x 0,65 x 0,50. Trabajado en sus cuatro lados, la cara anterior muestran tres escenas, ambientadas y enmarcadas en un paisaje. De izquierda a derecha se observa: en los extremos se distingue sendas vides; dos personajes, uno de frente y otro que se dirige a este; un árbol sobre el que se observa el crismón constantiniano y una liebre bajo sus ramas; en el centro se distinguen dos figuras que sostienen una escalera, junto a la cual, a sendos lados, hay dos estrellas; tras estas, aparece una figura entronizada, portando un bastón con dos pájaros sobre este; por último, detrás y arribe se observa otra liebre bajo un árbol. (…) En la cara posterior se observan escenas del Antiguo Testament, identificándose (en el mismo sentido de antes): Moíses recibiendo la Ley de la parte superior de una árbol y la presentación del Buen Pastor; para acabar con el sacrificio de Isaac, al lado de una palmera. (…)
Fig. 2. Vista frontal.Se ve claramente la vid en la parte Fuente: ZáLeZ, http://zaleza.blogspot.com.es/2015/03/sepulcros-paleocristianos-taller-de-la.html
Fig. 3. Lateral derecho. Una figura entre dos plantas de vid. Fuente: ZáLeZ, http://zaleza.blogspot.com.es/2015/03/sepulcros-paleocristianos-taller-de-la.html
Fig.4. Parte izquierda del frente del sacófago. Fuente: https://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/afuen/trabajos/trabajos_generales/Samper%20Carro,%20Sofia%20-%20sarcofagos_paleo_loc.pdf
Fig. 5. Parte izquierda del frente del sarcófago con un vid. Fuente: https://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/afuen/trabajos/trabajos_generales/Samper%20Carro,%20Sofia%20-%20sarcofagos_paleo_loc.pdf
La iconografía de Santa Perpetua, el tipo de peinados y el crismón hacen que la pieza sea datada a mediados del s.IV.»
Fig. 6. Sarcófago de Poza de la Sal. muy desgastado. Vid en las partes laterales y un crismón en la parte izquierda hacia el centro¿? Fuente: https://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/afuen/trabajos/trabajos_generales/Samper%20Carro,%20Sofia%20-%20sarcofagos_paleo_loc.pdf
Los mismos motivos de la vid y posibles crismones parecen repetirse en otros sarcófagos de la misma zona como el de Pozo del Sal y en el monasterio de Suso.
Fig. 7. Sarcófago del monasterio de Suso. ¿Vides y crismón ¿¿?? Fuente: ZáLeZ, http://zaleza.blogspot.com.es/2015/03/sepulcros-paleocristianos-taller-de-la.html
Los detalles se observan mejor en el vídeo del blog de ZáLez:
Agradezco el trabajo, la investigación las fotos del blog de ZáLeZ, http://zaleza.blogspot.com.es/2015/03/sepulcros-paleocristianos-taller-de-la.html, sobre la historia del noreste de Burgos!
«La polémica sobre la fíbula de Preneste es un buen ejemplo de cómo los argumentos científicos se mezclan con facilidad con el prestigio y la auctoritas de las personas que se imponen en el debate, como Margherita Guarducci, pese a que en su discurso resulta difícil separar los intereses y las rencillas personales de los razonamientos científicos.» (MARÍA LIMÓN BELÉN – CONCEPCIÓN FERNÁNDEZ MARTÍNEZ 2015)
En este post sobre la a inscripción en latín arcaico más antigua (conocida!), intentaré evaluar y explicar algunos elementos del artículo deDANIELA FERRO y EDILBERTO FORMIGLI (2014) Risultati delle recenti indagini archeometriche sulla Fibula dí Maníos para entender sus argumentos de autenticidad.
Este caso tiene también sus paralelos en Iruña Veleia. Una parte relevante de la supuesta demostración de falsedad por parte de la epigrafista MARGHARITA GUARDUCCI (1980-1984) está basado en lo que podríamos llamar cínicamente el cotilleo, y también en la grafología. Esta epigrafista y arqueólogo acuso directamente al que presentó la fibula como falseador basado en la correspondencia grafológica entre algunos notas de Helbig, y sus amistades un tanto oscuros según ella. Guarducci (1984; en LIMÓN et al. 2015) afirma:
«asserire con certezza che è stata la mano dello Helbig a tracciare la scritta della Fibula Prenestina» (1984, p. 129).
– Debido a numerosas manipulaciones después del grabado (miles de años después en el caso de auténticos), la evaluación de la autenticidad es en muchos casos complejo (esto no es el caso para el ‘itinerario de Barro’ donde parece ser suficiente hacer una datación por termoluminiscencia).
– Sin estudiar profundamente la historia de las intervenciones en los grabados se llega a conclusiones equivocadas.
– Un largo y detallado debate es necesario para llegar a conclusiones contrastadas. En este sentido son ejemplos de como la ciencia funciona. Muchas afirmaciones tajantes resultan al final ser contrariadas por estudios posteriores.
– Las opiniones rápidas de ‘autoridades’ contaminan el debate científico. Las pasiones, ideologías, prejuicios, preferencias también contaminan la investigación.
– Se debe investigar los casos de supuestos ‘epigráficos’ de manera multidisciplinar. La ciencia ‘sensu strictu’ de la epigrafía no es capaz de dirimir entre lo autentico y lo falso en los casos citados. Se puede intuir que muchos supuestos epigráficos falsos en realidad son tachados así de manera temeraria.
La historia de la inscripción «MANIOS: MED: FHE:FHAKED: NUMASIOI» (Manios me hizo para Numasio; Limón et al. 2015) es bastante conocida y aquí solo me quiero centrar en algunos aspectos de las evidencias quizás no mencionados en otros lugares. Si alguién quiere saber algo sobre la historia en general podemos recomendar el artículo de El País del 10/6/2012:Una hebilla de oro… y de polémica, si alguien quiere estudiar como los expertos de TA tratan el tema: Una investigación científica afirma que la fíbula de Preneste y su inscripción son auténticas (y páginas siguientes). Un artículo de un revista epigráfica reciente que me parece relevante es ‘SOBRE LA AUTENTICIDAD DE LA FÍBULA DE PRENESTE. LAS EVIDENCIAS DEL TEXTO Y SU CONFIRMACIÓN CIENTÍFICA’ (2015) de las latinistas MARÍA LIMÓN BELÉN y CONCEPCIÓN FERNÁNDEZ MARTÍNEZ de la universidad de Sevilla.
Recientemente se han publicando los resultados de una mesa redonda que tuvo lugar en 2012 en la que participaron expertos de todos los especialismos implicados, y donde la gran noticia fue la presentación de un estudio detallado por parte deDaniela Ferro y Edilberto Formigli donde parecen demostrar que la deformación generado por la inscripción ha sufrido recristalización. Visto que esta recristalización es un proceso muy lento, la conclusión lógica es que la inscripción es muy antigua.
Historia
– 1887. El arqueólogo alemán Wolfgang Helbig presenta oficialmente la Fíbula prenestina. No se aclara el origen de manera satisfactoria, quizás porque fuese robado durante su excavación.
– 1900. La hebilla pasa al Museo Nacional Prehistórico Etnográfico del Colegio Romano y es incluida en la colección de la Tumba Bernardini, un sepulcro de la edad orientalizante (siglos VIII-VII a. C.) descubierta en Palestrina, cerca de Roma, en el 1876. A falta de explicaciones por parte de Helbig y su amigo Martinelli, empiezan a surgir sospechas sobre su falsedad.
– 1919. El broche no es citado en la primera publicación sobre la tumba por diversas dudas sobre su pertenencia a esa colección funeraria.
– 1979-1984. La arqueóloga y epigrafista Margarita Guarducci asegura en una famosa clase magistral que el broche y la inscripción son falsos. Oros expertos aportan estudios microscopicos que supuestamente demuestran que la fibula no corresponde a las técnicas de la antiguëdad. Profesor Edilberto Formigli especialista en metalurgia de oro etrusca estudia superficialmente el objeto y ve razones para pensar en una falsificación (corrosión con aqua regiae, abrasión reciente), el mundo de latinistas se queda dividida: – M. GUARDUCCI, La cossidetta fíbula prenestina. Antiquari, eruditi e falsari nella Roma dell’Ottocento, «Atti della Academia Nazionale dei Lincei», Serie VIII, Volume XXIV, fascicolo 4, 1980, pp. 412-557.
– M. GUARDUCCI, La cosiddeta fi bula prenestina. Elementi nuovi, «Atti della Academia Nazionale dei Lincei. Memorie. Classe di Scienze morali, storiche e fi lologiche», Serie VIII – Volume XXVIII, fascicolo 2 (1984), pp. 127-175.
–1992. profesor Edilberto Formigli demuestra que la fibula – el soporte – es autentico por la tecnología utilizada y por la presencia de inclusiones de osmio-iridio (estos se hubiesen fundido en caso de una refundición de oro antiguo). Se muestra escéptico sobre la posibilidad de una metodología para evaluar la autenticidad: E. FORMIGLI, Indagini archeometrice sull’autenticità della fibula Prenestina, «Mitteilungen des Deutschen Archäologischen Instituts, Roemische Abteilung» 99(1992), pp. 329-343.
–2009. En un recipiente de origen etrusco de una colección privada y sin conocimientos de su origen se lee el genticillo ‘numasianas’: Massimo Poetto e Giulio Facchetti, L’aryballos di Araθ Numasiana, “Oebalus, studi sulla Campania nell’antichità”,Vol. IV, 2009, p. 370.
Fig. 3. Poetto et al. 2009: mención de ‘numasianas’
–2011. Edilberto Formigli y la química Daniela Ferro afirman la presencia de zonas recristalizadas en los surcos y sus deformaciónes, de lo cual concluyen que también la inscripción es auténtica.
–2014. Se aportan más pruebas de la autenticidad del soporte, y se muestran imágenes de cristalizaciones relacionados con los surcos en su publicación. Ferro, E. Formigli. Risultati delle recenti indagini archeometriche sulla Fibula di Manios.
Bullettino di Paletnologia Italiana: La Fibula Prenestina Vol. 99, p. 43-72.
Evidencias físicas
A continuación nos centramos en el artículo de FERRO y FORMIGLI (2014). Primero habrá que reconocer que ambos son autores de varias artículos, y hasta libros, sobre orfebrería etrusca con publicaciones en p. ej. ArcheoSciences, revista francesa de arqueometría. En este sentido es difícil de entender que publican su estudio en italiano – lo que complica el entendimiento de lo expuesto de un tema de interés mundial, pero también a mi entender de una manera un tanto críptica. Me parece que no se han esmerado en explicar a los investigadores lingüistas y epigrafistas en que consiste exactamente su prueba de la autenticidad, y mi ambición en este post es intentar explicar el aspecto de la autenticidad de los grabados más claramente.
El artículo trata diferentes aspectos fundamentales de la fibula como alguna reparación antigua, el tratamiento con ácidos y abrasivos (no para crear una pátina sino para quitarla…), la sustancia orgánica que fue tomada por una cera para generar una pátina de envejecimiento falsa (en realidad una pasta para colocar piezas durante su fotografía), detalles tecnológicos, entro otros sobre la herramienta de grabación etc.
La herramienta de estudio es un microscopio electrónico de barrido (SEM) con un modulo analítico con rayos X (parecido a lo que utilizó Navarro y Madariaga en su estudio). No es una tecnología muy novedosa, más bien el equipo estandar para estudiar con detalle minerales, objetos, organismos, tejidos, metales etc., la herramienta para desenmascarar falsificaciones. Los autores sacan provecho al aparato en todos sus modos para visualizar lo que les parece relevante.
Fig. 4. Estructura redonda de la fibula de oro. La flecha indica uno de muchos granos/cristales
de oro que son visibles en la superficie.
(Fuente FERRO y FORMIGLI (2014))
Uno de los aspectos que les interesa es la mineralogía del oro mismo. Muchos materiales que nos rodean consisten de cristales. Es decir, si miramos con un microscopio observamos un especie de granos que comparten uno con otro paredes. En una superficie plana parecen células. Cada cristal dentro de sus paredes es una estructura ordenada, es decir sus átomos se encuentran en una estructura ordenada. Los cristales son claramente observables en caso de macrocristales p.ej. un cristal de cuarzo.
Todos los metales consisten de cristales de un par de milésimas de milímetros (ver Fig. 4 en el caso de oro), y muchos de los tratamientos de metales consiste en modificar su forma, tamaño etc. para dar calidades deseadas a por ejemplo el acero. La rama de la ciencia que se dedica a su estudio es la metalografía, muy bien conocida por su enorme importancia económica.
Fig. 5. El efecto de deformación genera el aplanamiento de cristales (a) y la generación de numerosos defectos (puntitos). Para reparar los defectos, los cristales empiezan en numerosos sitios de su cristal a reordenar sus estructuras (b), lo que da lugar a pequeños nuevos cristales (c), que a su vez crecen y entran en competición, y terminan comiendose para formar cristales grandes (d). En la fase (d), el metal ha recuperado sus daños por la deformación.
Fig. 6. En una fase inicial de la recristalización se forman pequeños nucleos que debido a las tensiones
en la estructura cristalina a causa de los defectos empiezan a formar cristales nuevos.
Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Recrystallization_%28metallurgy%29
Cuando se someten metales a deformaciones, los granos/cristales se deforman porque los metales son en muchas ocasiones maleables. Pero durante la deformación de los cristales – que son estructuras muy ordenadas – se introducen errores en la estructura, y esto no le gusta a los cristales (ver Fig. 5). El cristal intentará recuperar su orden, y esto provoca en casos de muchos errores que el cristal empieza dentro de si mismo formar zonas de recristalización que a medida que avanzan formarán nuevos cristales dentro del cristal original para solucionar su ‘estrés’ (Ver figura. 6). Un paso siguiente es que estos nuevos cristales crecen de nuevo y han ‘reparado’ los daños de la deformación (ver Fig. 7).
Fig. 7. Los cristales de un metal (niobio) deformado con recristalización. Las flechas indican algunas de las pequeñas cristales que se están formando.( http://www.slideshare.net/puranga/msampt-09)
Este proceso de recristalización es a temperaturas ambientales extremadamente lento, pero van muy rápido a temperaturas más elevadas. Los tratamientos térmicos después de deformación de una pieza de metal son el pan de cada día en las fábricas, pero a temperaturas bajas dura siglos y miles de años.
Fig.. 6. La flecha indica la deformación generado por el grabado en la fibula con formación de surco y
un desplazamiento de material hacia fuera del surco debido a la ductilidad del oro.
(Fuente FERRO y FORMIGLI (2014))
En el caso de realizar grabados sobre oro, también se aplica una deformación local del metal, y los mismos procesos de ‘recuperación’ toman parte. Por esta razón los autores han estudiado el grado de recuperación de los cristales de oro implicados en la deformación dentro y alrededor de los surcos para de alguna manera medir el tiempo desde su deformación.
La figura 8 muestra la ilustración que los autores aportan para demostrar la presencia de recristalización en uno de surcos. He identificado algunos de los pequeños cristales que saltan a la vista, pero me parece como material gráfico un poco pobre, Si los autores efectivamente han demostrado esta recristalización en algunos surcos tenemos que aceptar que la autenticidad está demostrada. Los autores parecen indicar que puede haber algunos surcos retocados después de su limpieza al final del siglo XIX principios del XX…
Fig. 8. Los cristales de oro dentro de uno de los surcos de la inscripción de la fibula. Las flechas indican algunas de las pequeñas cristales que se han formado después de la deformación para restaurar los llamados ‘descolocaciones’ (‘errores).
(Fuente FERRO y FORMIGLI (2014))
La prueba debe ser evaluado por otros expertos en metalografía. No sé si otros expertos se han pronunciado. No he podido encontrar nada al respecto.
Tampoco sé si con este estudio la última palabra sobre la autenticidad está dicho. De todas formas me parece que las dudas por la parte de las evidencias físicas que apuntaban a una manipulación reciente se han aclarado: el soporte es indudablemente antigua, los ataques con ácidos corrosivos no sirvan para crear pátinas falsas, y los abrasivos tampoco, la cera es en realidad el resto de un especie de pasta para fijar el objeto para su fotografía.
the Archaeological Institute of America
archive.archaeology.org/online/features/hoaxes/praeneste_fibula.html
(He añadido este vínculo como ejemplo de que superficial y alejado de la objetividad son las publicaciones de la revista Archaeology. El autor parece además muy poco informado, porque no sabe que ‘el soporte’ es autentico según los estudios de Formigli 1992. El artículo forma parte de una serie sobre falsificaciones: Hoaxes, Fakes, and Strange Sites.)
Daniele F. Maras
Scientists declare the Fibula Praenestina and its inscription to be genuine “beyond any reasonable doubt” Etruscan News, Winter 2012
PS.
Completo este post con un comentario de TA de Guillermo Caso de los Cobos en su post sobre la fibula, donde deja la palabra a la Dra. Daniela Ferro. La traducción también es suya (agradecido por el trabajo)
Tal como me sospechaba la presentación de los resultados del estudio llevado a cabo sobre la fíbula de Preneste ya había tenido lugar el pasado 6 de junio, y la que se anunciaba para el día 11 del mismo mes era un mero error de la página de información del CNR, puesto que no ha habido más información al respecto.
Ante ello, y dado que no se había ofrecido al menos un resumen de este trabajo de investigación en la web del CNR, me decidí enviarle un e-mail a la Dra. Daniela Ferro (dirección que proporciona la aludida web) solicitándole que me enviara algún documento-resumen de dicho trabajo, si es que lo tenían disponible y era posible.
La Dra. Daniela Ferro me ha contestado muy amablemente, diciéndome que los resultados del estudio científico se acabarán publicando, si bien están a la espera de obtener los fondos necesarios para ello.
Como compensación me ha enviado un escrito en el cual resume sustancialmente el trabajo que han llevado a cabo. Y puesto que me ha dado permiso para ello, paso a exponerlo para conocimiento de todos con su consiguiente traducción (de la que espero indulgencia si se aprecia que es mejorable, que seguro que sí) por si alguien lo encuentra así más cómodo:
In generale, lo studio di un gioiello antico, impone la scelta di utilizzare metodi analitici non distruttivi e non invasivi, per questo la microscopia a scansione elettronica (SEM) accoppiata alla microsonda elettronica per raggi X a dispersione di energia (EDS), è quello che permette osservazioni ad alta risoluzione della superficie e contemporaneamente ottenere valori della composizione chimica in elementi, senza alcuna alterazione del reperto.
In particolare, la fibula è stata studiata con la strumentazione LEO1450VP-INCA300 che presenta il vantaggio di avere una camera porta campioni di dimensioni tali da permettere un’ampia movimentazione del campione, potendo così indagare ogni minima parte dell’oggetto.
Questo ha consentito di andare oltre le precedenti osservazioni del Formigli , che utilizzò una strumentazione con camera piccola, e nello stesso tempo di confrontare i suoi dati con quelli attuali dal momento che le strumentazioni utilizzate si basano sullo stesso principio.
All’apparecchio analitico SEM, è stato inoltre aggiunta una sorgente di raggi X in modo da ottenere anche misure di composizione in elementp attraverso la fluorescenza X così da ottenere dati analitici confrontabili, su una stessa micro-area del reperto.
Il gioiello è l’unico tra i reperti antichi che contiene tutto il sapere pratico e scientifico dell’artigiano il quale deve ogni volta creare un’opera unica. Basandosi su procedure più o meno attestate nell’epoca e nell’area geografica dove opera, il gioielliere antico apporta delle innovazioni stilistiche e tecnologiche che via via si attestano , ed il loro riconoscimento insieme ad elementi storico artistici ne permettono la contestualizzazione.
L’altro aspetto rilevante è che il metallo , qualunque esso sia, mantiene sia le informazioni delle operazioni che hanno permesso la sua trasformazione in opera d’arte , sia dell’azione del tempo. Il riconoscimento di tali trasformazioni fornisce elementi utili alla definizione della sua antichità.
Non è stato quindi un unico elemento a fornire le prove di autenticità del reperto, ma un’insieme di indicazioni che vanno dall’osservare un modo di operare consono con l’oreficerie etrusca del periodo, come l’uso di leghe auree a diverso contenuto di argento per realizzare i componenti della fibula secondo la funzione d’uso a cui erano destinati, o lo strumento utilizzato per eseguire l’iscrizione, fino ai cambiamenti della microstruttura del metallo nel tempo.
Tutti i risultati ottenuti vanno nella direzione dell’autenticità della fibula sia del corpo che della scrittura.
Si tratta quindi di un lavoro di alta oreficeria, preparato in modo da presentare una lamina di composizione ad alto contenuto d’oro , e quindi particolarmente duttile, per consentire un’incisione eseguita con una punta a stilo usata per trascinamento. Anche la parte sovrapposta dell’iscrizione è stata realizzata nello stesso modo, avvalorando l’ipotesi di una correzione effettuata con lo stesso utensile pressando però maggiormente sul tratto.
Sono state anche individuate parti con restauri operati nell’800 come l’uso di amalgama d’oro per rinforzare la parte mobile dell’ardiglione , mentre un foglia d’oro è stata utilizzata in per nascondere una piccola frattura. Il modo di operare nell’oreficeria etrusca è ora attestata grazie ai tanti studi specialistici pubblicati nella letteratura internazionale, ma trenta anni fa gli studi non erano ancora molto avanzati sia per la scarsa disponibilità dei musei a far analizzare le opere, sia per l’inadeguatezza delle apparecchiature scientifiche a tali studi.
E’ improbabile che un falsario possa aver riprodotto tali minimi dettagli tecnici senza una conoscenza delle procedure dell’oreficeria che, tra l’altro non avrebbero potuto essere rilevate con le strumentazione dell’epoca.
Ci sono invece tracce di pulitura alquanto maldestre, come l’uso di una miscela acida, probabilmente per pulire la parte scritta e successivamente l’uso di una sostanza abrasiva per riparare ai danni dell’intervento con acidi, operazioni sicuramente non operate in antico .
Purtroppo per l’oro non sono stati ancora trovati metodi di datazione, quindi tutti gli studi si basano sull’uso di una certa composizione di lega aurea o di un materiale saldante o su una specifica procedura in un certo contesto storico geografico. Inoltre oggi siamo in grado di collocare particolari elementi compositivi e la tecnica per realizzarli, quali per esempio la granulazione e la filigrana, che hanno origine nei paesi orientali prima del 2000aC, ma che raggiungono un alto grado tecnico solo con gli Etruschi.
Oggi ci si basa essenzialmente su quella che Formigli definisce “ la datazione tecnologica” come dimostrato nello studio della fibula. Quindi potrei dire che sono tanti gli elementi diagnostici quali prove di autenticità, riportati nello studio attuale che, almeno di innovazioni strumentali imprevedibili oggi, non dovrebbero esserci dubbi sulla loro validità.
Dr.ssa DANIELA FERRO Primo ricercatore CNR- Istituto per lo studio dei materiali nano strutturati. Docente a contratto nel Corso di Scienze applicate ai Beni Culturali. Università di Roma Sapienza.
TRADUCCIÓN:
En general, el estudio de una joya antigua impone la elección de utilizar métodos analíticos no destructivos y no invasivos, por lo que la microscopía electrónica de barrido [microscopia a scancione elettronica (SEM)], acoplada a la microsonda electrónica de rayos X con dispersión de energia [microsonda elettronica per raggi X a dispersione di energia (EDS)], permite observaciones de alta resolución de la superficie y a la vez obtener los valores de la composición química de los elementos sin ningún tipo de alteración del objeto.
En particular, la fíbula se estudió con la instrumentación LEO1450VP-INCA300, que presenta la ventaja de tener una cámara de muestras de dimensiones tales como para permitir un amplio manejo de la muestra, pudiéndose explorar todas las partes diminutas del objeto.
Esto ha favorecido ir más allá de las observaciones anteriores de Formigli, el cual había utilizado una instrumentación con una cámara pequeña, y al mismo tiempo confrontar sus datos con los actuales del momento, puesto que los instrumentos utilizados se basan en el mismo principio.
Al aparato de análisis SEM se le añadió también la fuente de rayos X, a fin de obtener, asimismo, las medidas que componen los elementos a través de la fluorescencia de rayos X, proporcionando datos de análisis comparables en una misma micro-área del objeto.
La joya es única entre los restos antiguos, la cual contiene todo el saber práctico y científico del artesano que debe crear una obra única de cada vez. Basándose en su proceder, más o menos atestiguado en la época y en la zona geográfica donde opera, el joyero de la antigüedad aporta las innovaciones estilísticas y tecnológicas que poco a poco se verifican, y su reconocimiento, junto con elementos históricos y artísticos, permiten la contextualización.
El otro aspecto importante es que el metal, cualquiera que sea, mantiene tanto la información de las operaciones que han permitido su transformación en una obra de arte como la acción del tiempo. El reconocimiento de tales transformaciones proporciona elementos útiles para la definición de su antigüedad.
No fue, por tanto, un único elemento el que proporcionó la prueba de autenticidad del objeto, sino un conjunto de datos que van desde observar una forma de trabajar de acuerdo con la orfebreria del período etrusco, como el uso de aleaciones de oro con diferentes contenidos de plata para realizar los componentes de la fíbula según la función de uso a que estaba destinada, o el instrumento utilizado para llevar a cabo la inscripción, hasta los cambios de la microestructura del metal con el tiempo.
Todos los resultados obtenidos van en la dirección de la autenticidad de la fíbula, tanto del cuerpo como de la escritura.
Se trata, por tanto, de un trabajo de alta orfebreria, preparado de forma que presenta una lámina cuya composición tiene un alto contenido en oro, y, en consecuencia, extremadamente dúctil como para permitir una incisión realizada con la punta de una aguja que se arrastra. Incluso la parte superpuesta de la inscripción ha sido realizada de la misma manera, apoyando la hipótesis de una corrección efectuada con el mismo utensilio presionando, pero mayormente sobre los surcos.
Hay también partes que fueron identificadas con las restauraciones hechas en el siglo XIX, como el uso de amalgama de oro para reforzar la parte móvil de la lengüeta, mientras que una hoja de pan de oro fue utilizada para ocultar una pequeña fractura. El modo de operar de la orfebreria etrusca está acreditado gracias a los numerosos estudios que sobre la especialidad se han publicado en la literatura internacional, pero hace treinta años los estudios no eran todavía muy avanzados por la escasa disponibilidad de los museos a analizar las obras, dada la insuficiencia de equipos científicos en tales estudios.
Es improbable que un falsificador pudiera haber reproducido tales mínimos detalles técnicos sin el conocimiento del proceder de la ofebreria, lo que, entre otras cosas, no habría podido detectar con los instrumentos de la época.
Hay rastros de una limpieza un poco torpe, como el uso de una mezcla de ácido, presumiblemente para limpiar la parte escrita, y luego el uso de una sustancia abrasiva para reparar los daños de la intervención con ácido, operaciones, sin duda, no realizadas en la antigüedad.
Desafortunadamente, para el oro aún no se han encontrado métodos de datación y todos los estudios se basan en el uso de una determinada composición de la aleación aúrea, o de un material de sellado, o de un procedimiento específico en cierto contexto histórico-geográfico. Además, estamos hoy en día en condiciones de establecer los detalles de los elementos compositivos y de la técnica utilizada, como por ejemplo la granulación y la filigrana que se originan en los países del Próximo Oriente antes del 2000 a. C., pero que sólo alcanzó un alto nivel técnico con los etruscos.
Hoy en día esto se basa esencialmente en lo que Formigli define como «la datación tecnológica», tal como se demuestra en el estudio de la fíbula. Así que yo diría que hay tantos elementos de diagnóstico como prueba de autenticidad reportados en el estudio actual que, salvo imprevisibles innovaciones instrumentales de hoy en día, no debería haber dudas sobre su validez.
Dr.ssa DANIELA FERRO
Investigador Senior en el CNR-Instituto para el Estudio de materiales nanoestructurados.
Profesor Adjunto en el curso de Ciencias Aplicadas al Patrimonio Cultural. Universidad de la Sapienza. Roma
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado este martes a España por la «excesiva» e «injustificada» duración de un proceso judicial. El caso se extendió durante ocho años y un mes entre el periodo indagatorio, la apertura de juicio oral y el fallo. El artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos protege el derecho a un juicio justo «dentro de un plazo razonable».
Fragmento de cerámica con grafito CELTIBER (Matínez 2014)
No pretendo, ni tengo la capacidad, de aportar una evaluación completa y exhaustiva sobre lo que se llama instrumentum domesticum inscriptum, o a veces epigrafía menor, o simplemente grafitos. Aún así me atrevo a aportar mis indagaciones aquí.
En España no he encontrado ningún estudio que va más allá de lo descriptivo de una colección limitada de grafitos o estudios más profundizados de una inscripción en particular. La descripción más amplia encontramos en los estudios de Abascal, J.M. – Cebrián, R. 2007 (ver también la página web de Prof. Abascal) con unos 234 grafitos.
Algunos estudios recientes en España sobre grafitos de época romana / prerromana / griega /fenicios:
I Martínez, J. M. (2014) Sigillatas hispánicas con» graffiti». Lucentum: Anales de la universidad de Alicante. Prehistoria, arqueología e historia antigua, (33), 183-189.
Grafito paleohispánica Navarro «Los signos son claros y la lectura ha de ser elanou o, menos probablemente, elanotu55. Parece que se trata de un nombre personal, seguramente de una forma del nombre que en inscripciones latinas aparece como Elanus.» (en Martínez et al. 2007)
También encontramos algunas descripciones de grafitos en memorias de excavación o artículos sobre epigrafía en general de una zona, pero sorprendentemente se trata de números limitados de piezas menos de diez hasta unas decenas. En cambio, en la ciudad romana de Augusta Raurica en Suiza se han descrito más de 1800 grafitos (R, Häussler, 2010), en otra ciudad romana suiza, Aventicum, se han descrito también más de 1800 grafitos (Montani, 2012), lo que indica que en España existe un grave desinterés durante las excavaciones para la recogida de los valiosos grafitos, y después a la hora de publicarlos. Y… habrá que observar que según el Inventario General de Veleia, se han registrado 1530 grafitos en Iruña Veleia desde 1994, a los que hay que añadir los 60 de Nieto, los 70 de Elorza y los X de Nuñez. Aparentemente el registro más completo de todo España, por lo menos hasta donde llegan mis conocimientos.
Si tomamos como referencia el estudio de Féret, G., & Sylvestre, R. (2008). «Les graffiti sur céramique d’Augusta Raurica. Römerstadt Augusta Raurica.» de la ciudad helvética ya citada donde se estudió los grafitos desde la linguística, la paleogeografía, la sociología, la religión, la etnología… (ver R, Häussler, 2010 para una reseña) podemos concluir que el estudio en España de grafitos romanos está todavía en pañales.
Esto parece ser afirmado por el anuncio de lo que es presentado como un estudio pionera por la Universidad de Valencia:
La Universitat de València estudia el latín popular de la Hispania romana a través de los ‘graffiti’ de textos en las piezas de cerámica de ‘terra sigillata’. En esta línea se ha empezado el análisis de los grafitos custodiados en la Real Academia de la Historia, con una publicación reciente en la revista ‘Lucentum: Anales de la Universidad de Alicante’.
“Esta investigación se centra en las palabras escritas sobre la superficie de estas cerámicas de uso cotidiano, las cuales nos pueden aportar datos lingüísticos, pero también territoriales y etnológicos”, apunta el autor del trabajo, Josep Montesinos, profesor de Historia del Arte de la Facultat de Geografia i Història. Forma parte, también, del equipo para este proyecto el catedrático Xaverio Ballester, del Departamento de Filología Clásica de la Universitat de València.
La cerámica ‘sigillata’ es de época romana, fabricada con molde y, a veces, con sello de alfarero y decoración. Se produjo desde el siglo I aC hasta el siglo III dC en Italia, las Galias e Hispania. Estas cerámicas suelen mostrar, con frecuencia, grafitos realizados por sus propietarios o por los usuarios. En ocasiones, son simples marcas, pero otras aportan significados relacionados con la producción y la distribución, u otras indicaciones personales como nombres propios o frases coloquiales, las cuales “nos permiten acercarnos a la lengua real, al latín popular, muy diferente del culto o del que encontramos en las necrológicas, y por lo tanto saber los usos y las costumbres de la Hispania romana”, argumenta Montesinos.
La decoración de la cerámica ‘sigillata’ también refleja en imágenes representaciones de las creencias, los usos y las costumbres de este periodo histórico; de hecho, en opinión del profesor autor del trabajo, la iconografía es “un elemento de máximo interés para contextualizar el espacio, el tiempo y la visión de cada sociedad”.
La investigación se entronca, en el planteamiento de estudio global y transversal de estas cerámicas, con datos tipológicos, estudios de entornos concretos (Saguntum, Valentia, Ilici, País Valenciano, Hispania, Bibracte en las Galias…), colecciones (Real Academia de la Historia), iconografía, corrientes comerciales y otros aspectos que este investigador tiene en cuenta.
Josep Montesinos es profesor titular de Historia del Arte de la Universitat de València, director del Centre Internacional de Gandia-Universitat de València, coordinador del itinerario de Conservación Preventiva del Máster en Patrimonio Cultural de esta institución académica y profesor especialista de las pruebas de acceso a la Universitat. Sus campos de investigación se refieren a la cerámica ‘sigillata’, al patrimonio cultural y, también, a temas de didáctica y de difusión. Es académico correspondiente de la Real Academia de la Historia.
Xaverio Ballester, catedrático de Filología Latina de la Universitat de València desde 1998, es codirector de la revista ‘Liburna’ y miembro de los comités científicos internacionales de ‘The Palaeolithic Continuity Paradigm for the Origins of the Indo-European Languages’ y de los ‘Coloquios de Lenguas y Culturas Prerromanas de la Península Ibérica’. El desciframiento, la reconstrucción y el estudio de los orígenes de las lenguas constituyen sus principales líneas de investigación.
Conclusiones
El estudio de grafitos sobre instrumentum domesticum es una disciplina que se encuentra en una fase inicial que hasta ahora no sobrepasa lo descriptivo, anecdotista y que es casi por completo centrado en textos. Es una fuente de información sobre la evolución de las lenguas, la paleografía, la delimitación de las etnías y idiomas, la situación social, el grado de alfabetización, hasta sobre géneros.
La cantidad de grafitos de Veleia es nada excepcional comparada con la cantidad encontrada en ciudades romanos suizos, y los bajos números en general en Hispania parecen indicar el desinterés general tanto a nivel de excavación como a nivel de publicación.
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