Desde que hace un par de años nos llegaron noticias de nuevos hallazgos de nombres vascónicos en estelas funerarias de época romana en Soria, seguimos las noticias con emoción. Siempre hemos intuido que es una investigación que romperá moldes importantes en el mundo del euskera diacrónico. Las reacciones del establishment de la cultura y los estudios vascos ha sido muy templada. Aparentemente no les viene bien. Los dialectólogos con sus teorías a corto plazo prefieren pasar olímpicamente del vascónico, y se sienten más cómodo en un lapso de tiempo que no sobrepasa la Edad Media. Otros ni necesitan la información lingüística y histórica de las estelas aquitanas o vascónicas para su cuadro «proto».
 Una vez más parece que a más que uno sabe, peor es capaz de evaluar y aceptar la realidad histórica. ¿Habrá que prescribir la «mirada del principiante» del budismo a las ciencias históricas del euskera?

La exposición en el Museo San Telmo es en este sentido esperanzador porque es co-organizado por Euskaltzaindia, y Prof. Joaquín Gorrochategui se ha atrevido también a dar su opinión públicamente sobre ciertas lecturas y interpretaciones, lo que me alegra. También las lecturas van evolucionando, y diría ‘mejorando’, lo que me alegra todavía más.

La presencia del euskera riojano que incluye las Tierras Altas es descrita por Eduardo Aznar Martínez en dos libros: El euskera en La Rioja, Primeros testimonios (2011) y Tierras, gentes y voces, el legado del euskera riojano (2017).

Distribución geográfica de elementos vascónicos en el sur de La Rioja y las Tierras Altas de Soria. Los municipios oscuros forman parte de la Comunidad riojana, los blancos son externos.
Datos de 2011 – Eduardo Aznar Martínez (2011), p. 145.

 

EXPOSICIÓN MUSEO SAN TELMO: del 12/11/2021 hasta 16/1/2022.

Este post es de nuevo dedicado a aquellas evidencias que demuestran la presencia de lenguas tipo euskera con estrecha relación con el «aquitano». Para eso profundizamos un poco más en sus circunstancias gracias a la presente exposición en Donostia, y es una continuación de posts anteriores sobre las estelas de las Tierras Altas con elementos vascónicos (de más reciente a más antiguo):

 

La estela de L?aurce que se trató en el post anterior empieza a recibir la atención que merece. En contra de lo que fue publicado en Alfaro y Gomez-Pantoja (2021), las lecturas están evolucionando hacia las propuestas por Eduardo Aznar Martínez y las que ven nuestros ojos en las fotos del post anterior. El problema fundamental que complica todo es evidentemente que la estela más relevante para el euskera es difícil de leer porque era el umbral de un gallinero…

En el artículo del Diario Vasco del 13/11/2021 sobre la exposición, la periodista recoge la siguiente afirmación por parte de Joaquín Gorochategui:

JOAKIN GORROTXATEGI, LINGÜISTA

El que cambió el sentido del juego e hizo reconsiderar lo que se sabía o intuía sobre la onomástica indígena fue Antesio Sesenco, hijo de Paterno, un joven muerto a los 20 años. Convertir Sesenco en Zezenko (torito) basta para entender cómo emergió la primera pista aquitana que llevó a privilegiar la hipótesis vascona.

Sesenco, según Jokin Gorrotxategi, «confirmó las sospechas» y «la antroponimia vasco-aquitana ayudó a entender mejor las características de algunos nombres indígenas». No hay más ejemplos tan transparentes como el de aquel joven con nombre vascón, pero el hallazgo de otras evidencias en la misma línea está reforzando la hipótesis inicial: «La lengua de la gente de la zona estaba relacionada con el aquitano, con el vascón. Sigue siendo una hipótesis, pero es cada vez más sólida».

He visitado la exposición «txikitina» (¡menos es más!) en el claustro de San Telmo. En la categoría de peccata minuta hay que mencionar que on la iluminación actual se ve muy poco o nada. Cuando hace de noche se puede solucionar fácilmente con poner la luz del móvil lateralmente, y se abrirá un panorama no esperado ;>.

Creo que al visitar a la exposición no hay que caer en la decepción que solo hay 7 estelas, de las cuales solo 4 tienen nombres (antropónimos) vascónicos, y que por eso la exposición no es relevante. Da la gran oportunidad de mirarlas en todo su detalle, y espero que este post que recoge las opiniones de Eduardo Alfaro y Joaquín Gorrochategui puede ayudar algo para disfrutar de estos tesoros a los que lo leen. Voy añadiendo las diferentes actividades a las que consigo participar. Un buen inicio es la siguiente conferencia.

CONFERENCIA DEL 16/11/2021 DE EDUARDO ALFARO

Estimo que había entre 60 y 80 participantes. Una conferencia amena, muy interesante tanto por el contenido como por la manera de presentarlo. También es admirable la actitud como investigador, especialmente a la hora de explicar sus cambios de opinión. Creo que es importante valorar la importancia de su trabajo dentro de un contexto española donde se tiende a inflar lo celta, y quitar a lo vasco (ver p.e. ej. la conferencia sobre «La lengua y la escritura de los celtíberos» de prof. Jordán), y también donde ni Euskal Herria se presta mucha atención al vascónico. Haciendo turismo por el norte de Soria y los titulares de periodicos uno se sorprende del entusiasmo que generan los hallazgos en ‘euskera’. Una sintomática de este relativo desinteres es que no existe ninguna obra monográfica que recoge en papel al testimonio de inscripciones aquitanas y vascónicas. Solo existen la página personal de Eduardo Orduña Aznar y desde hace poco Hesperida, base de datos para lenguas paleohispánicas. En ambas páginas he encontrado sin problemas la estela con el cognomen Sesenco (aquí y aquí). 

He visto en la conferencia a Alfaro revindicando el valor de los hallazgos para el euskera lo que se expresa ya en el título de la conferencia. Espero que desde Euskal Herria se reconoce algún día el enorme trabajo que está realizando Eduardo Alfaro para inventariar, proteger, y divulgar las fuentes primordiales del euskera. Sin olvidar el trabajo de Eduardo Aznar Martínez para registrar elementos antiguos del euskera en lo que podemos llamar la «gran Rioja», que incluye el norte de Soria, el noreste de Burgos y el noroeste de Zaragoza.

Costumbres romanas para la muerte en Tierras Altas de Soria. Huellas del euskera en epigrafía antigua

 En su presentación del territorio destaca que el terreno de los hallazgos se limita a la zona al norte de la división de aguas entre el Ebro en el norte y el Duero en el sur, más concreto en las cabeceras de los ríos Cidacos, Linares y Alhama. O en otras palabras la ladera norte del Sistema Ibérico occidental, donde encontramos los mejores pastos en verano a alturas por encima de los 1000 metros y con montañas por debajo de los 2000 metros, una zona extremadamente fría en invierno. Dentro de tierras marginales ocupan las mejores zonas de pasto. El territorio forma parte del territorio de los Pelendones que resistieron durante la conquista romana a los romanos terminando en el sitio de Numancia. Durante esa época gran parte fue arrasado por los romanos en su estrategia de tierra quemada.

El territorio no solo tiene al sur limites naturales en forma de las cumbres del Sistema Ibérico pero también hacia el norte en forma de abruptos barrancos, lo que da a las Tierras Altas su carácter de cerradas, hasta el día de hoy es una de las zonas menos poblados de Europa, solo un par de personas por kilómetro cuadrado. Perdió gran parte de su población ya escasa en la industrialización de los años ’60, y cuando el nivel económico empezaba a mejor los emigrantes volvieron en verano para arreglar las casas. Este ‘movimiento general’ de piedras puede ser una explicación de la epidemia de hallazgos de estelas con inscripciones en las décadas recientes.

Se encontraron unas 40 estelas en las Tierras Altas, de las cuales 29 son del mismo taller. Se habla de un ‘taller’ a partir de 4 o 5 inscripciones con los mismos rasgos, que en este caso son muy características. Tienen en general inscripciones muy toscas con diferentes formas de la misma letra (la E cursiva II mezclada con la E normal hasta en la misma palabra; una L en formada de lambda y una normal en la misma palabra), numerosos errores de ortografía. Una organización del texto descuidada…

 

Vista general de algunas estelas del taller de las Tierras Altas. Fijarse en la preciosa estilización de la cabeza de los toros. Eduardo Alfaro demostró con un ejemplo que primero se realizó el dibujo y posteriormente el texto, lo que provocó a veces una desorganización del texto para adaptarse al texto.

A parte de un lapicida despistado llaman la atención los dibujos bien ejecutados, a modo de incisión y no cincelado como las letras. En general se trata de toros para hombres difuntos, con rara vez un caballo, y ciervas para mujeres. En determinados casos las ciervas están amantando una cría, y combinado con la edad sugiere que se trata de mujeres que han fallecido en relación con el parto. También nos llama la atención las particularidades de los traseros de los toros donde se repiten sofisticados juegos de líneas que sugieren que cada vez se trata de la misma mano.

A continuación se aporta lo que me ha llamado la atención en relación las seis estelas sorianas de la exposición, acompañado por los comentarios de Prof. Gorrochategui tal como aparecen en la exposición.
La siguiente estela «local» de Valerius Beltso será tratado con más detalle por Prof. Gorrochategui en su conferencia del 25/11 (fijarse en este antropónimo de la provincia de Gipuzkoa – donde según Prof. Almagro Gorbea nunca se habló euskera en Euskadi).

LA ESTELA DE VALERIO BELTESO (Colección Museo San Telmo)

«‘VAl BELTESONIS

Fines del s. I a. C – S. I d. C.

(Andrearriaga, Oiartzun)

Esta estela hallada junto a la ermita de Andrearriaga de Oiartzun procede del área de la ciudad de Oiasso, en el parte septentrional de los vascones, que se diferencia de otras zonas vasconas por una escasez de epigrafía latina. Aunque el deterioro sufrido por la estela ha desfigurado su aspecto original, tanto el texto como la imagen conservados denotan un fuerte indigenismo. En atención a la decoración puede clasificarse dentro de la tradición de las estelas de jinete, conocidas en diversos puntos de Hispania. El texto, VAL BELTESONIS, solo se limita a señalar el nombre del difunto, que puede entenderse, al menos, de dos maneras: Val(erius) Beltesonis ‘Valerio (hijo) de Belteso’ o Val(eri) Beltesonis ‘(tumba) de Valerio Belteso’.

El nombre Belteso, tanto por su lugar de aparición como por los elementos compositivos, debe clasificarse dentro de la onomástica vasco-aquitana, a pesar de que la raíz bel- ‘negro’ y el sufijo -te sean, por un lado, escasos y, por otro, estén también presentes en la onomástica ibérica. La clasificación se apoya en el hecho de que el sufijo -so es exclusivo de la onomástica vasco-aquitana.(Comentario Joaquín Gorrochategui)

La primera estela soriana que trata Alfaro, es un antropomorfo prehistórico y se muestra paralelos con los ídolos del final del Bronce que representan mujeres. Aquí parece que se trata también de una mujer por la representación de senos. Se encontraron dos más con la misma estructura en las Tierras Altas. Aunque Alfaro la asocia con la vida de ultratumba no sé si es funeraria y de donde viene esta explicación.

LA ESTELA ANTROPOMORFA PREHISTÓRICA

https://idoubeda.wordpress.com/2010/12/20/la-estela-antropomorfa-de-san-pedro-manrique/

Ahora vamos a las estelas del propio taller de las Tierras Altas con estelas funerarias.

LA ESTELA DE VELIA PROCULA:

D M VELI‘AE’ PROCVLE HIC SEPVLTA EST ANNORV(m) XXX CVRA PARENTIV(m)

En esta estela no aparecen elementos vascónicos, si algunas curiosidades. La omega representa la cabeza de la difunta. DM Dis Manibus: A los dioses Manes, se entiende los que vigilan los familiares. Antes del nombre VELIA PROCULA aparece una hoja de hiedra como símbolo de la inmortalidad. La cierva para las mujeres está en esta ocasión amamantando un crío lo que se podría interpretar como una muerte perinatal, lo que es coherente su edad (ANNORU XXX) de treinta años. Se afirma que el 75% de los nombres de mujeres pertenecen a la categoría de «duo nomina», lo que es una indicación del estatus social elevada de las mujeres. En el sistema «duo nomina» el nombre consiste de un nomen + cognomen (apodo) y indica cierta importancia social.

LA ESTELA DE SATURNINUS

SATVRNINVS ‘ANT’ AVI S H S EST ‘AN’ XXXX
Ant(esti) Avi s(ervus)

Saturninus esclavo de de Antestio Avo. Fijarse en su edad XXXX, aunque aprendemos en la escuela que debería ser XL. La parte trasera del estilizado toro se reconoce en otras estelas del mismo taller. El toro representa la inmortalidad masculina.
https://idoubeda.wordpress.com/2010/11/07/la-estela-de-saturninus-un-esclavo-en-verguizas/

»

«Fines del s. I d. C. – Siglo II d. C.

Esta estela dedicada por Antestio Avo a su esclavo Saturnino posee las características del taller epigráfico de Tierras Altas: en la parte superior una representación esquemática del difunto, en el centro el texto y en su parte inferior un toro como símbolo masculino, uno de los de mejor factura. La estructura del texto es simple: el nombre único que corresponde a un esclavo, Saturnino, en caso nominativo, la mención de su dueño, Ant(esti) Avi s(ervus), fórmula y edad (cuarenta años). Todos los nombres son de origen latino.» (Comentario Joaquín Gorrochategui)

La última serie de estelas contiene nombres ‘indígenas’ en general interpretados como vascónico, la versión del aquitano al sur de los Pirineos.

LA ESTELA DE ANTESTIA OANDISSEN, HIJA DE LUCIUS

ANT’ESTIA O‘AN’DISSEN LVCI F ‘AN’ XI H S EST
Otro ejemplo de ‘duo nomina’ para una mujer.
Podemos observar una ejecución más cuidadosa del texto y la ausencia de dibujos.

«Fines del s. I d. C. – Siglo II d. C.

Esta sencilla y elegante estela desprovista de adornos e imágenes nos informa sobre una niña muerta a la edad de once años. Haciendo uso de las ligaduras de letras y las interpunciones, tan habituales en los epígrafes romanos, se ha logrado un texto de gran armonía. Si bien el segundo nombre, OANDISSEN en nominativo, no muestra en su estructura ningún rasgo indoeuropeo, tampoco tiene por el momento paralelos en el conjunto onomástico vasco-aquitano ni ibérico. Si la última -n hubiera que tomarla como indicación del correspondiente tema latino, podría verse en -sse el sufijo aquitano usado en la formación de nombres de mujer.» (Comentario Joaquín Gorrochategui).

LA ESTELA DE ANTESTIO SESENCO, HIJO DE PATERNO

ANT’ESTIVS SENSENCO P‘AT’ERNI F ‘AN’ XX H S E
La estela se ha roto por la zona del dibujo que insinúa un lomo de toro como en tros casos de hombres. Es llamativo evidentemente el cognomen Sesenco… que parece indicar algo sobre su temperamento


 «Fines del s. I d. C. – Siglo II d. C

A pesar de la pérdida de material en los lados y la parte inferior de la estela, conservamos el texto entero. El formulario es simple, en primer lugar el nombre del difunto, “Antestio Sesenco hijo de Paterno”, expresado como ciudadano romano, luego la edad (20 años) y por último la fórmula funeraria. Su cognomen, SESENCO, se clasifica dentro de la onomástica vasco-aquitana: se trata de un nombre formado mediante el sufijo -co, abundante en aquitano y vasco, sobre el vocablo zezen, pudiendo traducirse como “torito”.(Comentario Joaquín Gorrochategui).

LA ESTELA DE LAURCE, HIJA DE BELSO

Esta estela sufre de importantes problemas de lectura. Fue publicado por Eduardo Alfaro Peña y Joaquín Gómez-Pantoja (2021) a base de un estudio fotométrico, y desde la perspectiva del latín («lectura híperclásica«). Un intento que ha fallado según Eduerdo Alfaro. Él reconoce ahora que las primeras 5 líneas no contienen latín y son en un idioma indígeno con muchos elementos vascónicos. Parece además que los ‘experimentos del laboratorio de Bergara’ con múltiples fotos con luz rasante desde muchas direcciones ha inspirado a nuevas lecturas. Estas en realidad se acercan a las lecturas iniciales y oralmente expuestas a nosotros por Eduardo Aznar Martínez, con la diferencia del inicio. Aznar leía una H, y ahora Alfaro se inclina por una L en forma de ‘L caudada’ rara con el palo menor hacia atràs en vez de hace delante (cf. la letra griega lambda). Ver el comentario al final de la descripción de esta pieza.

La pieza fue descubierta en 2012, y encima de la margen derecha se encontraba cemento. En relación con la segunda línea dijo algo sobre una relación con el ibero que no he apuntado bien.

La imagen con la transcripción de los surcos es el resultado de un estudio comentado en el post anterior sobre esta estela. Alfaro afirma que la segunda línea ISIILAVACE se debe interpretar como ‘hija de’. El problema de la L caudada inicial es que es al revés, pero también hay Ses al revés.


 

«LAVRCE ISIILAVRCE BELƧCON ASILIA OREN? ARSI?…

Siglos I-II d. C.

Los nombres citados en las cinco primeras líneas nombran a dos personas, los tres primeros se refieren a la difunta, una mujer de sesenta años, y los restantes a la hija que ha encargado la estela. La primera palabra, quizá LAVRCE tras una hoja de hiedra, se puede comparar con el nombre de varón aquitano Laurco. Más claro es el nombre de su padre, BELƧCO, formado mediante el sufijo -co a partir del elemento bels- ‘negro’, que hallamos en el teónimo aquitano Aher-bels-te. En cuanto al nombre de la hija, si descontamos su nomen Asilia, recibido de su padre, el resto se lee mal. Si la quinta línea se pudiera leer Oren Arsi (filia), el cognomen OREN podría compararse con vasco orein ‘ciervo’.» (Comentario Joaquín Gorrochategui).

Comentario:
Después de los experimentos con luz rasanto, y volviendo a ver dicha estela, creo que todos sus problemas de su lectura son salvables con unos criterios objetivos. Surcos que contienen los puntitos del cincelado son intencionados. Mi nueva observación se hizo antes de la conferencia de Alfaro.

Con cada nueva mirada, el ojo descubre nuevos detalles. Mi principal curiosidad era como empieza la inscripción de L?aurce (ver a continuación la conferencia de Eduardo Alfaro para más detalles). 

 

Mis ojos ven una ‘lambda al revés’ y algo como un corazoncito en el caso de *L?aurce; una «lambda redondeada» en el caso de Sepusta. No puedo ver una «H» de H?aurce. Mi criterio es la presencia de pequeños puntitos del cincelado.

LA ESTELA DE AEMILIA SULAGESSIA

A modo de postre se nos sirve la estela de Aemilia  que no está en San Telmo pero contiene elementos importantes tanto epigráficos como vascónicos.

Âemilia · Sulagessia / Ambati filia · ano(rum) / LXV Hic s(epulta) est / Âemililius · Udan/us
Bugan·sonis / filius · an(norum) · C Hic s(epultus) est.
Figarse en la ‘L caudada’ en AemiLia, SuLagesia, FiLia, LX, y la L normal en Aemililius. La repetición de li en Aemililius también es un error de un lapicida despitado. Está estela fue descubierta como portavasos en la fuente de Ayá.
Como elementos vascónicos se pueden mencionar Sulagessia(?), Bugansonis, Udanus (uda -verano), mientras que Ambatus es un nombre conocido celta. Fue publicado en Eduardo Alfaro Peña y Joaquín Gómez-Pantoja (2021).

 Eduardo Alfaro terminó su conferencia con algunas reflexiones sobre el significado de estos elementos vascónicos. Para eso nos enseñó una imagen panorámica del oppidum de La Laguna. Este oppidum fue arrasado por los romanos (no me ha quedado claro si fuese en relación con el sitio de Numancia), y posteriormente es alrededor de estas ruinas que se concentran la varias de las estelas con antroponimia vascónica.

La arqueología indica que en general hay una continuidad de las poblaciones desde el final del Bronce en las Tierras Altas lo que sugiere que la presencia del vascónico es de «tiempos ancestrales«, pero la concentración de las estelas alrededor del oppidum arrasado podría tener otra lectura, la de un desplazamiento de gentes de Aquitania bajo Pompeyo Magno, como parece sugerir Javier Velaza (si lo he entendido bien). 

La última imagen de la conferencia es la portada de su tesis doctoral que se presentará pronto, con una foto de la estela de Laurce con luz rasante.

Interesantes preguntas, pero no las he apuntado. Me recuerdo que la palabra clave para entender la situación linguística es el mestizaje como nos sugiere la estela de Aemilia Sulagessia.

Estela de Agirsar. Esta estela aporta otro antropónimo vascónico y no pertenece al llamado taller de las Tierras Altas, con una epigrafía y formato mucho más cercano al estándar romano.
Eduardo Aznar Martínez (2011), p. 153.

La segunda hipotésis, el desplazamiento de un grupo de aquitanos al final de las guerras sertorianas (82-72 AEC), es decir en las primeras decadas de último siglo antes de la era común, he leído tambien en argumentos de la vasconización tardía, y es en realidad 100-200 años antes de las estelas bajo consideración. No conozco la referencia a textos de la antiquidad que afirman esto. Pero creo que este mapa cogido de https://eu.wikipedia.org/wiki/Akitaniera_Sorian#/media/Fitxategi:Akitanieraren_aztarna_geografikoak.svg con dos añadidos mios ilustra la distribución aprox. de los antropónimos ‘eusquéricos’ (aquitanos/vascónicos) y no necesitan un ‘deus ex machina’ para explicar la presencia vascónica en Soria, que además cuenta de toponimos de origen vasco en la actualidad (ver Eduardo Aznar, 2017) .

El mapa es incompleto porque en Soria el base de datos de Orduñez Aznar señala 7 inscripciones, y no incluyen a tres de las publicadas recientemente. Eduardo Aznar cita en 2011 ya nueve.

Se continuará este post con la conferencia de Prof. Gorrochategui.

BIBLIOGRAFIA

Eduardo Alfaro Peña y Joaquín Gómez-Pantoja (2021).
Entre íberos, celtíberos y vascones. Inscripciones inéditas y revisadas de Tierras Altas de Soria. Veleia, 2021, no 38.

Eduardo Alfaro Peña 2006
Iconografía Funeraria Indígena
Una imagen protectora de la vida de ultratumba
Ayuntamiento de San Pedro Manrique.

Eduardo Alfaro Peña ?
Oppida» y etnicidad en los confines septentrionales de la Celtiberia (tesis doctoral)
Universidad de Valladolid. Facultad de Filosofía y Letras

 Eduardo Alfaro y Gelu Belinchón ?
Costumbres romanas para la muerte en Tierras Altas de Soria
Mancomunidad de Tierras Altas

Eduardo Aznar Martínez (2011).
«El euskera en La Rioja, Primeros testimonios»
PAMIELA.

Eduardo Aznar Martínez (2017).
«El euskera en La Rioja y Tierras, gentes y voces (El legado del euskera riojano)»
PAMIELA.

Joaquín Gorrochategui (2021)
Comentarios de la exposición en SAN TEMO: Nombres personales de origen vascónico en la epigrafía romana – Estelas de Tierras Altas de Soria (no publicados).

NOTA IMPORTANTE: La representación de las conferencias puede sufrir de lagunas en mi memoría y en mis notas. Las opiniones mías son de un aficionado, no de un profesional de ciencías históricas.