Un investigador de la Universidad Pública de Navarra encuentra que hay múltiples manos en la ejecución de los grafitos de Iruña-Veleia, lo que considera que es “poco compatible con una falsificación”, y pide nuevas analíticas en un artículo publicado en una revista científica internacional

Joseba Lizeaga, investigador del Departamento de Estadística, Informática y Matemáticas del Campus Arrosiada (Universidad Pública de Navarra), publicó un artículo en 2018 (aunque no he tenido conocimiento del mismo hasta recientemente) con el título “How many hands are in the texts of ostraca found in Iruña-Veleia (Spain)?” (“¿Cuántas manos hay en los textos de los óstraca hallados en Iruña-Veleia (España)?”) en la revista “Journal of Forensic Sciences and Criminal Investigation” https://juniperpublishers.com/jfsci/pdf/JFSCI.MS.ID.555805.pdf. Su respuesta a esta pregunta, tras el análisis de los textos, es que hay múltiples manos, lo cual, comenta, es “poco compatible con una falsificación”.

En la introducción, el autor resume de esta manera los argumentos a favor y en contra de la autenticidad de los grafitos:

“Argumentos a favor de la autenticidad de los textos:

  1. Algunas óstraca tienen letras cubiertas por depósitos minerales.
  2. Encima de las marcas de las letras de los textos, hay cristalizaciones de carbonato cálcico.
  3. Las incisiones en hueso sólo son posibles en hueso fresco, no en huesos muy antiguos.
  4. Hay óstraca grabados sobre ladrillo antes del horneado.
  5. Equipo de arqueólogos de gran solvencia y 10 años de experiencia.
  6. Práctica arqueológica de alta calidad, según Edward Harris, creador del método “Harris matrix”.
  7. El conjunto de óstraca es coherente con la época romana.
  8. Hay paralelismos de dibujos y formas de letras de esa época.
  9. Las formas de los alógrafos son de la época romana.

En general, los partidarios de la autenticidad piden análisis de laboratorio y excavaciones de contraste en el yacimiento arqueológico con participación de la comunidad científica internacional.

Argumentos en contra de la autenticidad de los textos:

  1. Los textos contradicen la reconstrucción teórica de la lengua vasca de época romana.
  2. Los textos contradicen la teoría establecida sobre la inexistencia de población vascohablante en Iruña-Veleia durante la época romana.
  3. Los textos contradicen la teoría establecida sobre la introducción del cristianismo en la región después del siglo VIII-IX.
  4. Imposibilidad de NIIPIIRTITI, NIIPIIRTARI y NIIFIIRTITI en época romana.
  5. Imposibilidad de leer RIP en un crucifijo.
  6. Imposibilidad de formas muy evolucionadas del latín: PLUTON, FEBO, BACO…
  7. Imposibilidad de ANQUISIIS, ya que en ese período solo era posible ANCHISIIS.
  8. Imposibilidad de CVORII, que es una forma muy evolucionada de latín.
  9. La forma de los alógrafos de la M ​​no es de esa época.

En general, los partidarios de la falsedad de los textos niegan la necesidad de análisis de laboratorio y excavaciones de contraste en el yacimiento arqueológico, que se afirma que son innecesarios, ya que la falsedad del texto ya ha sido probada.”

En su estudio, Lizeaga hace un análisis estadístico de las letras de 77 grafitos de Iruña-Veleia, grabados en 65 piezas (considerando diferentes grafitos los grabados en diferentes lados de una pieza), comparando la altura de las letras, la distancia entre las mismas y la distancia entre líneas y correlacionándolas con las variables tipo de soporte, tamaño de la pieza, estrato, lengua y tema del grafito. Llega a la conclusión que hubo múltiples manos en la ejecución, encontrando que hay un 50% de variabilidad que no se puede explicar por las variables (soporte, tamaño, etc.) incluidas en el análisis. En concreto, atribuye a 1 mano los grafitos con antropónimos del sondeo 32 analizados (aunque cree probable que hubiera varias manos en los grafitos con otros temas de este sondeo), a 3-5 manos los grafitos del sector 5 y a 2-4 manos los del sector 6. Por lo tanto, habría al menos 6 manos en los 77 grafitos analizados, los cuales representan aproximadamente la sexta parte de los catalogados en Ostracabase.

Diferentes medidas utilizadas en los análisis de los textos de los grafitos

Lizeaga discute la posibilidad de que un presunto falsificador hubiera simulado que hubiera varias manos para intentar engañar, pero lo cree improbable: “Según esta interpretación, todos los óstraca fueron realizados por uno o dos autores con la intención de engañar o de ocultar su culpabilidad. El autor que intentó engañar tuvo mucho cuidado para no ser descubierto por un estudio forense sobre la escritura, por lo que cambió el tamaño de las letras a propósito y creó un conjunto de grupos aleatorios en todo el yacimiento arqueológico […] Ese escenario es bastante improbable y descabellado para explicar todo lo observado. Hasta el momento no hay ningún tipo de trabajo sobre el análisis de letras manuscritas sobre óstraca. Por lo tanto, el falsificador, para simular su escritura, tendría que prever que este estudio se iba a realizar. Es más, aunque ese mismo autor fue muy cuidadoso con la escritura, no lo fue tanto con los temas elegidos y la gramática del latín y el vasco.”

Lizeaga denuncia que “El propietario de los óstraca y del yacimiento arqueológico, el gobierno local, no permite ningún estudio sobre los óstraca ni ninguna exploración de verificación en el yacimiento arqueológico con el objeto de hallar nuevos óstraca. Es sorprendente que los huesos no hayan sido analizados todavía; es fácil grabar en huesos frescos, pero es difícil hacerlo en huesos antiguos. Datar huesos con textos escritos en ellos podría poner fin a esta controversia. También sorprende que no se hayan llevado a cabo análisis de datación de ladrillos con textos escritos antes del horneado. En resumen, los materiales no han estado a disposición de la comunidad científica durante 10 años”, y concluye el artículo haciendo “un llamamiento al propietario de los óstraca para realizar análisis neutrales de laboratorio de los huesos y ladrillos.”

El artículo me parece importante, porque, que yo sepa, es el primero publicado en una revista científica internacional que utiliza el sistema de revisión por pares que aboga por la autenticidad de los grafitos de Iruña-Veleia. El segundo es el de Íñigo Urrutia Libarona, publicado en 2020, aunque se centra en aspectos jurídicos de la sentencia y más que abogar por la autenticidad, duda de la argumentación de la sentencia relativa a la autoría y a la falsedad de los grafitos https://www.amaata.com/2024/01/un-profesor-de-derecho-administrativo-de-la-universidad-del-pais-vasco-critica-la-sentencia-judicial-contra-eliseo-gil-y-solicita-nuevas-analiticas.html. Por el lado “falsista”, el arqueólogo Ignacio Rodríguez Temiño publicó un artículo en Zephyrus, revista editada por la Universidad de Salamanca, pero trata sobre cuestiones sociológicas relativas al asunto de Iruña-Veleia, sin intentar demostrar que los grafitos son falsos, pues asume de antemano que la comisión científica asesora que los estudió ya demostró que lo son (sin haber sometido sus argumentos a ninguna revisión por pares) https://www.amaata.com/2017/09/iruna-veleia-la-ciencia-la-no-ciencia.html. Aunque el estudio de Lizeaga no sea definitivo, sí me parece que presenta argumentos convincentes a favor de la autenticidad de los grafitos, pues si fueron ejecutados por al menos 6 manos (y eso solo estudiando la sexta parte de los grafitos hallados por Lurmen) es inconcebible que tras una investigación exhaustiva de la Ertzaintza, en la que se entrevistó a todo el personal que trabajó en el yacimiento, solo se hallen dos sospechosos de participar en la falsificación, Eliseo Gil y Óscar Escribano, este último exonerado por la jueza de participar en la presunta falsificación. También es inconcebible, como argumenta el autor del artículo, que el falsificador intentara simular una autoría múltiple previendo que se hiciera en el futuro un análisis del tipo que hace Lizeaga, porque tal análisis no se ha hecho nunca antes en óstraca y porque no es razonable pensar que pusiera tanto cuidado en simular una multitud de manos ejecutoras y no pusiera ninguno en el latín o el vasco o en las formas de las letras o en las sentencias o en los nombres, cometiendo errores gramaticales “garrafales” y escribiendo letras con formas “modernas” y sentencias o nombres supuestamente de épocas muy posteriores a las de Veleia (según algunos “expertos” de la comisión, aunque otros autores han demostrado que no es así). Sería una explicación inverosímil y excesivamente rebuscada, incluso extravagante, y en ciencia rige el principio de la navaja de Occam, según el cual siempre se debe preferir la explicación más simple.