En cualquier ciencia histórica, las relaciones temporales dan información sobre el factor tiempo. Estás relaciones pueden ser del tipo lingüístico, biológico, químico, geologíco, físico (p. ej. a través de la radioactividad), filológico, histórico, etc.

Las diferentes relaciones temporales deben contar la misma historia, y si hay discrepancias se debe buscar donde está el error hasta que todas apuntan a la misma verdad., y solo hay una.

Si preguntamos a los especialistas que han cantado la falsedad como los niños de Ildefonso la lotería, dirán que entre un árbol y una bañera no puede existir relación temporal, y ni se atreven ir a mirar, o miran a través de fotos malas.

Si miramos con los ojos de un niño vemos que este árbol ya acompaña desde hace mucho tiempo la bañera. La verdad podemos deducir de la simple observación de esta relación temporal.

Lic. Navarro no se atreve en su informe mostrar las relaciones temporales de mucho de las costras en la pieza 13371 y en otras. Lo mismo pasa en latín, euskera y en epigrafía. Los expertos de la Comisión no argumentan contra las muchas evidencias posteriormente aportadas, cierran la boca por miedo de hacer más afirmaciones equivocadas.

La solución del problema de las inscripciones es sencilla, buenos expertos con una garantizada independencia deben investigar sus evidencias… todo el resto es cuento y injusticia. El que acusa tiene la carga de la prueba.

Edouard Harlé publicó en 1881 en la revista dirigida por el prehistoriador Cartailhac un artículo, donde denunciaba que en Altamira se trataba de un fraude realizado entre las dos primeras visitas de Sautuola, en 1876 y 1879. Se basaba en la presencia de pigmentos mojados y la ausencia de manchas negras en el techo. Estas manchas negras hubieran sido provocadas por las antorchas. Se quedó ciego por las costras encima de pigmentos y la posibilidad de que en aquellos tiempos la luz del día penetraba suficiente en la cueva para pintar, o que utilizaban otro tipo de iluminación que no dejaba marcas.
Cartailhac mismo, por lo menos, pidió perdón 20 años más tarde…