La pieza fue encontrado en verano 2005 en el sector 3, en plena fiebre de ostraka podemos decir, y consiste de tres cognomina CANUS, FILIPUS y LUPUS (Blanco, Filipo, Lobo, según Alicia Canto) y una rama de uvas que puede tener quizás tener un significado religioso.

Según el resumen en el informe Navarro (2013) la inscripción es muy reciente por las siguientes razones:

Anomalías detectadas
■ Partículas inalteradas de hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso (Mno.5-0.7) sobre los granos desgrasantes aflorantes en el fondo de los surcos.
En algunos trazos se han detectado partículas de plomo, cobre, plomo-cobre-estaño, alterados.
Catalogación: Grafito contemporáneo

 

Fig. 1

La pieza no figura en ningún informe de la Comisión, y su contenido genera aparentemente ninguna sospecha ni a nivel de epigrafía, ni a nivel de contendido tiene aparentemente ningún problema:
En Epigraphik-Datenbank Clauss / Slaby encontramos  ‘CANUS’ 18 veces, ‘LUPUS’ muchas veces (250 menciones), ‘FILIPUS’ (con una P y F en vez de PH) unos 5 veces.

Primero una anécdota sobre la pieza. En marzo 2009 organizó el Euskal Extxe de Barcelona un debate sobre Iruña Veleia y sus hallazgos excepcionales con Prof. Gorrochategi y Prof. Velaza, un eminente epigrafista de lenguas prerromanas y de época romana.
Entre risitas y chistes, realmente chocante para mi, Javier Velaza sacó dicha pieza… como colmo de desconocimiento de latín, sugiriendo que el autor por una vez quería escribir un nominativo en -us, desconociendo por completo que ‘canis pertenece a la tercera declinación canis canis, supuestamente inspirado por el nombre científico del lobo Canis lupus‘ [aunque en el sistema binario de nombres científicos van siempre en nominativo a mi entender… por lo que el comentario se convierte en algo un tanto absurdo].

La Dra. Alicia Canto comentó el comentario de Belaza en TA:

«Si bien, nada más leer lo que cuenta Ud. de “Canus”, me sorprendieron las risas o alucines del público, no sé si inducidas por el epigrafista que lo comentó: Porque no tiene que ser “canis” sólo porque tenga al lado un “lupus”.

Canus” es un cognomen (tercer elemento onomástico) que, aunque sea menos frecuente que “Lupus”, es conocido en inscripciones latinas. Hay unos diez o doce ejemplos, que no está mal, como éste de Este (valga la redundancia), la antigua Ateste, en Venetia et Histria:

L(ucius) En(n)ius Canus
(CIL I, 2789 (p 1087) = SupIt-15, 100 = AE 1997, +584)

o éste, de Pompeya:

P(ublius) Caselicius Canus
(CIL IV, 2473)

y, para que no falten ejemplos hispanos y de la Citerior, estos dos, uno segoviano de Cauca, y otro leonés de Crémenes:

] / Canus / posuit / matri / Vadon/{n}nia(e) Rebu(r)/rina(e) a/n(norum) XXXXX
(ERSegovia 10 = HEp 6, 853)

]us Doi/[der]us f(ilius) / Canus Can/ives f(ilius) / Caldaecus f(ilius) / Anna Mad/ugena f(ilia) / f(aciendum) c(uraverunt)
(IRPLeón 265 = ERPLeón 399)

¡Hasta tenemos una decena de “Filipus”, así, con F en vez de PH, y una sola P!

Es lo malo que tiene la Epigrafía, que a veces es un poco puñetera ;-)»

Y luego he añadido:

“Claro que, si el Prof. Velaza aclaró que los tres nombres existían realmente como «cognomina«, incluso escritos así (esto lo digo por el «Filipus«), rectificaré gustosamente. He deducido de sus palabras de Ud. que no, que él lo entendió o explicó como un «canis» = «perro» escrito por un moderno ignorante en latín, pero igual me equivoco, ya me lo aclarará Ud. mañana.

De todos modos, como con todo, habría que ver la pieza misma, porque el ductus y el estilo de las letras son también claves. (Alicia M. Canto el marzo 20, 2009 a las 3:54am)

Como en otras ocasiones la atención de Navarra va sobre todo a la ilustración de la presencia de metales modernos, aportando únicamente datos objetivos muy limitados del relleno de surcos y de las costras como si fuese un asunto secundario:

Fig. 2. Observamos que el informe Navarro (2013) únicamente aporta una imagen/datos analíticos de la base de letra C de CANUS y de una zona de costra al lado izquierdo de la S de FILIPUS. Por el resto aporta 8 /datos analíticos de restos de metales modernos.
(*) Costras no documentadas; (+) zona de desgaste con interacción con letras, no investigada.

Leemos en el informe Navarro 2013:

«Anomalías detectadas:
En el rastreo detallado del interior de los surcos del texto se han detectado numerosas partículas microscópicas metálicas que pueden relacionarse con la herramienta utilizada en el grabado de los grafitos y que quedan retenidas, de forma preferente, en los granos más abrasivos del desgrasante del bizcocho (figura 11252.2), siendo visibles solamente cuando el material utilizado en el relleno de los trazos se ha perdido.
En los análisis realizados sobre estas partículas se obtienen resultados muy constantes, identificándose una aleación de hierro con pequeñas proporciones de manganeso (Fe99,2-99,5-Mn0,5-0,8), siendo destacable la ausencia de oxidación, circunstancia que señala un origen muy reciente para las mismas.                             (1)

(sobre la cerámica…)

 

Se aprecian, no obstante importantes variaciones relativas en los contenidos de calcio y fósforo en función del tipo de elemento analizado:

• Los depósitos y costras superficiales analizados destacan por presentar contenidos muy elevados de Ca y P (figura 11252.4), en detrimento de los elementos asignables a las fases silicatadas, si bien no todos los depósitos siguen esta tendencia, habiéndose identificado alguno que por su composición y bajo contenido en fosfatos puede corresponder a restos superficiales del material utilizado en el relleno de los trazos de los grafitos. (2)

El relleno de los trazos de los grafitos es intencionado, mostrando una distribución asimétrica que sigue una pauta similar en todos los surcos, acumulándose en el lateral derecho y zona superior de los mismos (figura 11252.5). Presentan una naturaleza mixta con un elevado contenido de carbonato cálcico, proporciones menores de silicatos y muy bajo contenido de fósforo (figura 11252.5a), aunque en uno de los puntos estudiados se han detectado partículas gruesas de fosfato cálcico (figura 11252.5b).                (3)


• El material presente en el fondo de los surcos sin relleno presenta una textura fina y una composición coincidente con la de los análisis realizados en el sustrato cerámico en zonas de pérdidas de engobe, por lo que se han interpretado como restos del material erosionado en el trazado de los grafitos.

En el material de relleno de las letras también se han identificado diversas partículas metálicas alteradas de plomo (figura 11252.6), plomo con pequeñas proporciones de estaño y cobre en una de ellas y cobre en otra (figura 11252.7). »                       (4)

 

(1) Estamos de acuerdo que existe la presencia de un acero con magnesio de origen moderno en los surcos, pero no con la interpretación. Como comentado en post anteriores, en ciencia uno debe investigar exhaustivamente todas las posibles fuentes de estos metales presentes, evaluar las diferentes posibilidades y sacar de allí una conclusión prudente. Todo lo contrario de lo que hace Navarro. No busca alternativas a  «herramienta utilizada en el grabado de los grafitos», y ¿la limpieza?

(2) Hay dos tipos de costras analizadas, la mayoría tiene mucho fosfato, y una tiene poca.
Los surcos tienen poco fosfato excepto en un caso. Lo lógico es pensar que existe una variación de composición en la pieza. Pero Navarro explica sin lugar a duda que los rellenos de los surcos son intencionados y la costra con poco fosfato es sobrante del relleno, sin pensar en alternativas. Queda por explicar el porqué de un surco con mucho fosfato (ver imagen 3)

Fig. 3. Detalle del surco de la C de CANUS. Se observan en azul marino algunos granos de fosfatos

Como es recurrente en el informe Navarro, se esconden elementos o información, en este caso no se aportan imágenes de las costras con mucho fosfato, clave en la interpretación. Tampoco se aportan imágenes de otros surcos. Lo único que podemos hacer es confiar en el buen criterio de Navarro.

(3) Navarro observa «El relleno de los trazos de los grafitos es intencionado, mostrando una distribución asimétrica que sigue una pauta similar en todos los surcos, acumulándose en el lateral derecho y zona superior de los mismos».
En nuestra opinión esto se puede interpretar como una limpieza unilateral del surco tal como se parece observar en las imágenes detalladas. ¿Lo que se observa en la figura 5 realmente es un relleno intencionado? Yo creo que no.
Parece un material que parece cristalizado, duro con buena adhesión que se rompe de una manera muy normal al intentar eliminarlo. ¿Una costra carbonática? ¿Por qué Navarro no quiere ver lo que parece evidente?
Los claros rastros de una limpieza con posiblemente un objeto agudo, pueden ser una perfecta explicación para la presencia de un acero manganesico en los surcos.

(4) Es un misterio. ¿Qué tienen granos de plomo y otros metales como cobre que ver con una falsificación? En mi opinión nada.

Fig. 4. Impresión general de los depósitos dentro de los surcos. «El relleno de los trazos de los grafitos es intencionado, mostrando una distribución asimétrica que sigue una pauta similar en todos los surcos, acumulándose en el lateral derecho y zona superior de los mismos»
Fig. 5. Restos de depósitos en el surco de la C de CANUS. Se intuye que son los restos después de un proceso de limpieza parcial. En mi opinión no tienen nada que ver con un relleno artificial como defiende Navarro  – sin prueba alguna. (Imagen: Navarro 2013)

 

Conclusión

No veo razones serías que demuestran la falsedad o hacen dudar de la autenticidad del grabado en la pieza 11252.