Noticias sobre el “nuevo tiempo” en Iruña-Veleia y algunas respuestas

El pasado 24 de febrero se publicaron en varios medios de comunicación vascos noticias sobre un “nuevo tiempo” en Iruña-Veleia y se informaba de la visita al yacimiento de algunos políticos, concretamente Ramiro González, Diputado General de Álava, Bingen Zupiria, Consejero de Cultura y Política Lingüística, Ana del Val, Diputada de Cultura y Deporte, y Javier Fernández Bordegarai, Jefe del Servicio de Museos y Arqueología, así como de nuevas inversiones destinados a dicho yacimiento. El tono de las noticias era claramente de propaganda política, en una nueva actuación servil de los medios. Además se tergiversaba la sentencia judicial sobre Eliseo Gil.

Pero lo que más nos importa a los que estamos interesados en los grafitos hallados y por hallar en el yacimiento es lo relativo a la investigación arqueológica. Sobre este tema, lo que se dice en DNA es lo siguiente: “Se ha continuado impulsando las actuaciones de investigación arqueológica no tradicional centradas en la prospección por técnicas geofísicas no intrusivas con resultados muy esperanzadores en algunos casos. Por otro lado, las excavaciones arqueológicas tradicionales han aportado interesantes resultado sobre todo en la zona de la muralla noroeste, cerca de donde, se supone, se ubicaron los restos medievales del priorato de la Orden de San Juan. De esta forma, se ha podido confirmar tanto el trazado definitivo del recinto defensivo romano en un área bastante controvertida como la complejidad de la secuencia estratigráfica de ocupación de la zona, que se prolonga hasta avanzada la Edad Media. Además se han investigado las fuentes orales con relación al yacimiento, con testimonios interesantes sobre microtoponimia, tradiciones y costumbres.”

Como se puede apreciar, nada más que vaguedades, sin ninguna información sobre el plan de excavaciones arqueológicas. Ello movió a Kike Fernández de Pinedo, procurador de las Juntas Generales de Álava en la anterior legislatura, a publicar el siguiente tweet:

https://twitter.com/KikeFdzdePinedo/status/1761017237366878494

“Mucha revitalización, mucho desarrollo (1 M€ en 2023)… pero otro año sin excavaciones, sin plan director y sin proyecto de excavación e investigación.

¿Por qué?”

En otro tweet en respuesta a un comentario explica:

«La cuestión es que la diputada hace 5 años se comprometió a poner en marcha un nuevo plan director y un concurso abierto para que un grupo profesional e independiente llevara a cabo un plan de excavaciones e investigación.

Ni se ha hecho, ni hay plan. ¿Por qué?»

Por otra parte, la tergiversación de la sentencia sobre Eliseo Gil en estas noticias impulsó a Tomas Elortza Ugarte a enviar cartas a El Correo, Diario Vasco y Diario de Noticias de Álava, pero dichos periódicos no las publicaron. Estas cartas me las ha enviado y las reproduzco abajo.

Carta enviada por Tomas Elortza a Diario Vasco y El Correo

“¡No más mentiras sobre Iruña-Veleia!

El artículo “Iruña-Veleia quiere abrir ‘un nuevo tiempo’ y mostrar su ‘verdadera’ historia” publicado el sábado pasado, día 24, en EL CORREO y EL DIARIO VASCO tergiversa la Sentencia Judicial cuando afirma: “Una vez que en junio de 2020 se dictó la sentencia que acreditó la “estafa” sobre el hallazgo de grafitos en Iruña-Veleia a cargo de Eliseo Gil y su equipo…”. Lo que la Sentencia acredita es que sólo considera falsos 36 de un total de 291 grafitos y condena a Eliseo Gil a pagar 72 euros (a 2 euros por pieza ‘falsificada’), y, además, certifica la veracidad de un grafito, el número 12799, cosa que elude este artículo. Por otra parte, EL CORREO Y EL DIARIO VASCO deben saber que Eliseo Gil tiene interpuesto un recurso ante el Tribunal Constitucional. La “verdadera” historia de Iruña-Veleia no ha terminado aún. Considero que EL CORREO y EL DIARIO VASCO faltan a la ética periodística.”

Carta enviada por Tomas Elortza a Diario de Noticias de Álava

“El “nuevo” y el “viejo” tiempo de Iruña-Veleia.

En el artículo “Un nuevo tiempo” para Iruña-Veleia” del pasado sábado se quieren contraponer dos tiempos en Iruña-Veleia: en el ‘viejo’ entraría el “anterior equipo arqueológico” y en el “nuevo” lo que se ha hecho y hará con el millón y medio de euros.

Lo que no es nuevo es hablar del escándalo de los grafitos arqueológicos que se atribuye al equipo anterior, y tampoco es nuevo tergiversar la sentencia judicial publicada en junio de 2020 y que se puede leer en https://www.eitb.eus/multimedia/documentos/2020/06/10/2616548/Sentencia%20Iru%C3%B1a%20Veleia.pdf . De la lectura del artículo se entiende que el diputado general da por bueno que la sentencia considera falsos todos los grafitos, afirmación que no es exacta. En la página 21, párrafo 2, la sentencia habla de 36 grafitos (con “incisiones”, por tanto, falsos) de un total de 291, y en la pág. 22, pár. 2, habla de 1 grafito verdadero (“la pieza 12799 es toda ella verdadera”). Sacando las cuentas 254 grafitos quedan en el limbo.

Por otra parte, en la misma sentencia se afirma textualmente: “Pero no se ha realizado un análisis para la datación de las piezas a través de los diferentes métodos que existen” (pág. 124, 3), y ¡han pasado casi 18 años desde su presentación!

¿Cómo es posible que, a 4 años de su publicación, todavía se siga malinterpretando la sentencia judicial? ¿Y que 254 grafitos estén sin analizar? ¿Y que no se hayan datado?”

Es interesante la frase de la sentencia judicial citada por Elortza “pero no se ha realizado un análisis para la datación de las piezas a través de los diferentes métodos que existen”. El texto del párrafo completo donde se incluye esta frase y del inmediatamente posterior es el siguiente:

“Como puede verse en los informes aportados a los autos tanto por la acusación particular como por la defensa de ELISEO GIL ZUBILLAGA, existe controversia entre los diferentes expertos que han podido analizar las piezas acerca de su autenticidad, que en la mayoría de los supuestos -con algunas excepciones puntuales- han analizado las piezas a través de fotografías y no de forma directa o visu, habiendo llegado a conclusiones en virtud de sus conocimientos en arqueología, lingüística (euskera, castellano, latín), epigrafía cristiana, costumbres romanas, egiptología etc., pero no se ha realizado un análisis para la datación de las piezas a través de los diferentes métodos que existen, algunos de ellos no invasivos ni destructivos, tan sólo el Sr. Madariaga Mota, que ha aportado un informe sobre una pequeña cantidad de piezas, varias de las cuales coinciden con las 39 que han sido analizadas por el Instituto de Patrimonio Cultural de España y la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales.

A pesar del largo periodo de instrucción y de existir acusación particular, no se ha realizado el análisis de todas las piezas arqueológicas de cerámica común y de terra sigillata hispánica respecto de las que se afirmaba por la acusación haber sufrido daños y contener grafitos falsos, así como tampoco se ha analizado ni una sola de las piezas de hueso, vidrio y piedra, haciéndolo únicamente de 39 piezas cerámicas.”

Del texto de la sentencia se puede deducir que la jueza hace una crítica sin paliativos del proceso de estudio de las piezas de Iruña-Veleia y de los grafitos grabados en ellas. La cual va en el mismo sentido que las críticas y las peticiones de nuevas analíticas hechas por el profesor de Derecho Administrativo de la Universidad del País Vasco Iñigo Urrutia Libaron https://www.amaata.com/2024/01/un-profesor-de-derecho-administrativo-de-la-universidad-del-pais-vasco-critica-la-sentencia-judicial-contra-eliseo-gil-y-solicita-nuevas-analiticas.html y por el investigador de la Universidad Pública de Navarra Joseba Lizeaga https://www.amaata.com/2024/02/un-investigador-de-la-universidad-publica-de-navarra-encuentra-que-hay-multiples-manos-en-la-ejecucion-de-los-grafitos-de-iruna-veleia-lo-que-considera-que-es-poco-compatible-con-una-falsifi.html .

Pero todo esto es desconocido para el gran público, como lo son los recientes destrozos hechos por la excavadora en el yacimiento, lo cual demuestra una vez más el penoso nivel del periodismo vasco y español reflejado en los medios de mayor difusión, siempre serviles al poder, descuidando su obligación de investigar y de informar de la verdad al servicio de la ciudadanía.