Artículo de prensa.
El Correo, del 5/12/2015
Eliseo Gil se defiende y dice que el informe policial sobre el fraude de Iruña-Veleia «carece de pruebas»
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El responsable del equipo de arqueólogos acusado de manipular restos romanos para construir un hallazgo que revolucionaba la Historia afirma que el documento de la Ertzaintza es «un ejercicio de imaginación»
El informe de conclusiones policiales realizado por la Ertzaintza
sobre las actuaciones realizadas por el equipo de arqueólogos liderado
por Eliseo Gil e Idoia Filloy en Iruña-Veleia, desvelado en exclusiva en
los últimos días en EL CORREO, es, para los dos investigadores, «un
ejercicio de imaginación, con hipótesis, posibilidades y argumentaciones
válidas». Así lo afirmaron este viernes ante los medios de comunicación
tras haber salido a la luz el documento a través de este diario.
Después de lamentar que no se les ha dejado «ningún espacio para la
presunción de inocencia», plantearon que el informe policial debería
presentar «pruebas físicas para que las instancias judiciales armen su
juicio y ulterior veredicto», pero que éstas «brillan por su más
palmaria ausencia».
Gil citó textualmente el informe en el que se recoge «la hipótesis de
la presunta falsedad de la mayor parte de los 400-500 grafitos
excepcionales», lo que significa que «todavía estamos en la más absoluta
falta de demotración científica de que esa hipótesis sea correcta».
Para probar su inocencia, recordó que han intentado que las piezas «se
analicen correctamente y con todas las garantías» para saber «si nos
encontramos ante un delito o no», ya que ha su juicio no ha quedado
probado.
El arqueólogo y Filloy, que estuvieron acompañados por el geoquímico
Koenraad van der Driescche, afirmó que «nuestro único delito fue
encontrarnos una serie de hallazgos que juzgamos como excepcionales y
dar el paso de compartir con la sociedad el descubrimiento». Y añadió
que «nos hemos visto involucrados en un proceso judicial inédito en el
ejercicio de la arqueología mundial».
Sobre los restos metálicos aparecidos en la superficie de algunas
piezas, Filloy explicó que «sólo se demuestra que ha habido una
manipulación, en el sentido de que ha pasado por manos, que ha sido
manejado". El geoquímico, por su parte, consideró que en el informe
policial «falta un capítulo, el de por qué los metales están ahí».
Asimismo, añadió que «como todo el mundo está convencido de la falsedad,
los técnicos tienen la conclusión de antemano».
Los implicados en el caso considerado por la Ertzaintza como «la más
grave falsificación de la arqueología mundial de los últimos años» están
ahora «a la espera de los acontecimientos que decidan las instancias
judiciales», entienden que «la instrucción está prácticamente terminada»
y afirman que están «pasando una tortura».