Aquí unicamente quiero despertar los filólogos dormidos, para que publiquen debidamente esta valiosa inscripción. En un canon que ni llega a 50 términos para inscripciones vasco-aquitanas al  sur de los Pirineos tiene cada nueva palabra el estatus de tesoro.
Pero el sufijo SEHI/SENI puede ser también la primera evidencia de euskera en Veleia, independiente de los polémicos hallazgos de los años 2004-2008.
Repito aquí la información aportada por parte de Miguel Thomson (2015), y añado algunas informaciones nuevas que me parecen relevantes, y algunas reflexiones, todo tomando en cuenta que no soy filólogo, aunque sí he consultado a especialistas.
A modo de introducción cito la información a portado por Miguel Thomson:
PROTIDISEHI/PROTIDISENI
Estas son las dos lecturas que aparecen en los pies de un dibujo y una fotografía, respectivamente, del grafito inscrito en un cuenco de cerámica que muestra Gratiniano Nieto en su libro (Fig. 1). Tal nombre es inexistente en la base de datos del Epigraphik Datenbank. Sin embargo, Protidi(s) aparece en varias inscripciones latinas (Fig. 2) y seni forma parte de varios nombres de inscripciones aquitanas de época romana, bien al principio (Senicco, Seniponnis, Senitennis, Senixsonis) o al final (Neureseni, Andereseni, Ereseni, Agirseni, Cantoseni) (Fig. 3) de los mismos. El seni de estos nombres se ha interpretado como correspondiente al vasco actual sein/seiñ/sei y al sehi documentado en dialectos septentrionales en el siglo XVII, que significa niño. Si esta es la interpretación que se ha hecho del seni de los nombres aquitanos, no debería de haber ninguna razón para interpretar de otra manera el seni del nombre de Iruña-Veleia. Aunque el paralelo no es directo con los grafitos hallados por Eliseo Gil, sí lo es de forma indirecta, ya que a través de su relación con los nombres euskéricos de las inscripciones aquitanas se puede establecer una conexión entre el grafito Protidiseni/Protidisehi y los grafitos en lengua vasca hallados por Eliseo Gil.
A esto podemos añadir las entradas del ‘Etymological Dictionary of Basque’ de L.R. Trask 2008, que afirma lo afirmado por Miguel Thomson:

{sein (EB),} seiñ (B) (1653), seĩ (old B) (1596), segi (Sout) (1562) n. ‘child’, (Sout also
‘doll’), sei (G L), sehi (L LN) (1635) ‘servant’. CF sen-.
From *seni, OUO, by P1 (M. 1961a: 414). CF by W2.1. Possibly recorded as Aq. SENI in male names like SENICCO and SENIPONNIS.
  • sehaska (L), seaska (G HN) n. ‘cradle’. **** + aska ‘cradle’. M. (1961a: 322 fn. 18) sees this as a very recent formation.
  • sein egin (B) vitm. ‘give birth’. **** + egin ‘do’.
  • senide (**) ****{‘sibling’, ‘relative’} ****
  • seniparte (G HN) n. ‘inheritance, legacy’. **** + parte ‘part’ (M. 1961a: 345).
Encontramos la form ‘sein’ hasta en castellano:
cenzaya.
(Del vasco sein, niño, y zai, guarda).

1. f. coloq. Ál. y Vizc. niñera.

(http://lema.rae.es/drae/srv/search?key=cenzaya)

‘Seni’ es un prefijo y sufijo recurrente en las inscripciones aquitanas como nos afirma Miguel Thomson, pero también al sur de los Pirineos está documentado en varias ocasiones:
  • Agirsenio [dat.] (Tafalla).
  • Narhu[ns]eni [dat.] (Sofuentes, Zaragoza).
  • Agirseni [gen.] (Vizmanos, Soria).
(Fernando Fernández Palacios 2009)

En su tesis doctoral ‘Onomástica indígena de Aquitania’, Prof. Gorrochategui (1984) trata en varias ocasiones la palabra ‘seni’ y menciona p. ej. en la p. 95 «propone nuevas correspondencias vasco-aquitanas como aquit. Seni-: vasc. sehi, sein, senide».

 

Prof. Gorrochategui afirma en 2001 que ‘seni’ corresponde al euskera ‘sehi’ y no al celta ‘seno’ (viejo), como había sugerido Koldo Mitxelena en 1954:
Hau da, akitanierazko seni- (Senico pertsona izenean agertzen zaiguna) euskarazko sehi-ren aitzin formatzat hartzen badugu, eta ez zelta hizkuntzetan ‘zahar’ esan nahi duenaren seno-ren kidetzat
(Mitxelenak 1954an bere proposamena egin baino lehen gehienek uste zuten
bezala), (…)

Euskalgintza XXI. mendeari buruz. XV. Biltzarra

Prof. Gorrochategui 2009 afirma la relación entre Agirseni y Agirsenio (también Agirsar) y el ámbito vascón del Ebro:
Algunos nombres como Agirseni (gen.) de una lápida procedente de
Vizmanos tienen paralelo preciso en Agirsenio Gurtaanbasis, de una lápida
perdida procedente de Tafalla y en los primeros elementos onomásticos de
los Segienses Agirnes y Agerdo (Bronce de Ascoli), y del individuo Agirn[,
en una lápida de Artieda (Z) y de otro llamado Agirsar, procedente de la
cercana localidad de San Andrés de Cameros (Rioja). Todos los testimonios
pertenecen al ámbito vascón del Ebro.
En el mismo artículo «VASCO ANTIGUO: ALGUNAS CUESTIONES DE GEOGRAFÍA E HISTORIA LINGÜÍSTICAS» de 2009(!) Prof. Gorrochategui trata también el caso de Protidisehi / Protidiseni, tal como Miguel Thomson lo ha tratado aparentemente sin inspirarse en el ‘hallazgo’ de Joaquín Gorrochategi:
Protidisehi / Protidiseni. Grafito escrito en un cuenco entero, que
desgraciadamente no se conserva en el Museo de Álava y cuyo paradero se
desconoce. G. Nieto (1958 lám. LXIV) publicó una fotografía de mala calidad,
en la que se comprueba la parte primera de la secuencia, es decir, Protidis-,
(forma oblicua del nombre griego Protis, bien atestiguado entre esclavos y
libertos), pero no la última, para la cual el propio autor da dos lecturas distintas
en dos pasajes diferentes de su obra: Protidiseni como pie de la lámina
citada y Protidisehi en p. 63.  
Por un lado la lectura ‘seni’:
Si entendemos la parte inicial como Protidi,

dat. sing. del nombre citado, la parte final seni es ambigua desde un punto de

vista lingüístico, ya que puede unirse con celta seno- ‘viejo’ o con vasco seni
‘mozo’, (elemento que hemos visto utilizado en nombres vascones del valle
del Ebro), especialmente si hubiera que pensar en una forma de genitivo
sing. del nombre del padre. Otro tipo de interpretación, como la de una aposición
al nombre en dativo, inclinaría la balanza al lado vascón.

Por otro lado la lectura ‘sehi’:
Una lectura sehi proporcionaría un definitivo argumento en favor de
una adscripción vascona, aunque nos colocaría ante una inquietante pregunta:
¿es posible admitir para época romana (en su sentido más amplio, porque
no hay datación de la pieza) un cambio fonético -n- intervocálica > -h-, tal como
ya conocemos para el vasco histórico? A mí siempre me ha parecido que este
cambio debió ocurrir ya en la temprana Edad Media, y en cronología relativa
antes que el posterior debilitamiento de la fortis, pero no en una época demasiado
alejada, porque en los documentos medievales aún tenemos grafías
muy frecuentes de la nasal fortis escritas mediante NN geminadas.
 Para ser completo queda una tercera lectura, aparentemente ya más improbable:
Si hubiera que leer Protidis (gen. sg.) nos queda un resto de difícil interpretación, quequizá pidiera otra lectura diferente de la proporcionada por Nieto: p.ej. FIII =
fili.
Digamos que según Gorrochategi hay una probabilidad de 75% que sea vasco.
¿Puede ser que Prof. Gorrochategui en 2009 es extremadamente prudente para no tener que concluir que el ‘-seni’ en concreto es vasco y significa ‘hijo de Protidis’?
PS.  Prof. Lakarra en su informe de la Comisión (p. 29) no parece haberse enterado de la existencia de onomástica vasca en el Oppidum de Veleia de Nieto:
Nieto y Elorza en los 50 y 70 —muy infructuosas respecto a posibles inscripciones en cualquier idioma y sistema gráfico fuera de unas pocas latinas— nos ¡levan a pensar en una autoría aún más cercana a nosotros (1980- ), tanto más cuanto que ha sido en las dos últimas campañas anteriores a la presentación de los supuestos hallazgos —y sólo en ellas— cuando se nos dice que han aparecido tales inscripciones en «latín» y «jeroglífico egipcio».
BIBLIOGRAFÍA:
ANEXO
Durante las jornadas ‘Las lenguas y hablantes de Álava en un mundo multilingüe’ organizado por la Diputación de Álava en diciembre 2014, hizo Prof. Gorrochategui una conferencia sobre»Las lenguas de Alava y alderededores en la antigüedad».
Entre otros temas comentó la supuesta vasconisación tardía. Adjunto aquí la parte relevante de su discurso sobre el tema [todavía no tengo la referencia exacta del libro].

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