Una vez que
“Descartes” ha sido desechado como prueba de falsedad por los autores de dos de
los tres informes en los que se proponía tal imaginaria lectura [1,2] (por
cierto, no aparece ni rastro del filósofo francés en el texto de la
comunicación que Joaquín Gorrochategui
presentó sobre los hallazgos de Iruña-Veleia en una reunión científica en
2010 [3]), queda “Nefertiti” como supuesto paradigma de falsedad susceptible de
ser utilizado como argumento contundente en la controversia de Veleia. De hecho
se está utilizando continuamente en los foros dedicados al tema: cada vez que
alguien demuestra que un grafito considerado como imposible en los informes de
la comisión de la Diputación Foral de Álava es totalmente posible o que incluso
está documentado en la epigrafía latina, alguno de los proponentes de la
falsedad trae a colación “Nefertiti” a modo de palabra mágica que pretende poner
fin a la discusión. Pero lo que parecen desconocer estas personas, o conocen
pero omiten interesadamente, es que en ninguno de los informes de la DFA se
afirma que “Nefertiti” sea imposible en época romana. El filólogo Gorrochategui
(cuyo informe, junto con el de Joseba Lakarra, se caracteriza por sus repetidas
declaraciones categóricas de falsedad) solamente dice que es “muy
sorprendente”, estimando la probabilidad de autenticidad del conjunto de los
grafitos con nombres egipcios en un arbitrario 1% [4] (que es mil veces mayor
que la de que un número resulte premiado por el gordo de la lotería de
Navidad), y el egiptólogo Juan Manuel Galán dice que es “altamente improbable”
[5]. Es decir, “Nefertiti”, según los expertos de la comisión, puede ser
sorprendente o improbable en época romana, pero NO es una prueba concluyente e
irrefutable de falsedad de los hallazgos de Veleia.
Pero es que además
no hay ninguna inscripción en Veleia en la que esté escrito literalmente NEFERTITI,
la transcripción moderna del nombre de la esposa del faraón hereje Ajenatón. Lo
más parecido que encontramos es NIIFIIRTITI (Fig. 1), que no puede adscribirse inequívocamente
a época moderna o antigua, ya que no está documentado que el nombre de la reina
egipcia se haya escrito de esta manera en ninguna época, aunque el uso de II
por E apoyaría su procedencia de época romana. Sin embargo, otro grafito en el
que aparece una segunda variante del nombre, NIIPIIRTITI, junto con otros dos
nombres, NIIPIIRTATI y HAMSII (Fig. 1), sí contiene numerosos elementos que
apoyan fuertemente su adscripción a época antigua:
1) La utilización de
II por E, únicamente documentada en la antigüedad, hasta el siglo IV d.C. en
grafitos escritos en lengua vulgar (por ejemplo, en los grafitos de La
Graufesenque todas las Es tienen la forma de doble barra [6]).
2) El uso de P, que
se habría escrito en lugar del esperable PH para la transcripción de letra
griega φ, en NIIPIIRTITI y NIIPIIRTATI (un nombre no documentado en
época moderna). Estas Ps delatarían una transcripción latina a partir del
griego, lengua en la que el sacerdote egipcio Manetón escribió su historia de
Egipto en el siglo III a.C. [7], ya que la transcripción de φ como P es relativamente
frecuente en inscripciones latinas. Para comprobarlo basta con introducir nombres
como Aprodite, Epaproditus, Niceporus, Pronimus, Epapra, Euprosynus, Philadelpus, Dapnus/e, Pampilus/a o Pilipus, en la herramienta de búsqueda
del Epigraphik Datenbank [8] (Fig.
2). Sin embargo las Ps del grafito de Veleia, escritas donde se esperarían Fs,
según la transcripción moderna de los nombres de las reinas egipcias Nefertiti
y Nefertari, no tienen una explicación creíble en una falsificación moderna,
aunque en algún foro de Internet algunas personas proclives a la falsedad, en
un intento de defender a ultranza sus posiciones, han llegado a proponer
explicaciones tan peregrinas como que el presunto falsificador era anglófono o vascófono,
aportando en este último caso el ejemplo de Pernando - nombre inventado, según
creo, o del estilo de los inventados, por Sabino Arana (como Kepa por Cefas), cuya
lengua materna era el castellano. Pero, en serio, ¿alguien se imagina a un anglohablante
escribiendo Piladelpia? Tampoco me
imagino a un vascohablante cometiendo faltas ortográficas como pútbol o Tapalla, y menos aún a alguien del nivel cultural y la erudición que
debería tener el autor de la supuesta falsificación de Iruña-Veleia, que sería
de una sofisticación sin precedentes.
3) La segunda T de
NIIPIIRTATI. Este nombre fue erróneamente leído como Nefertari por
Gorrochategui y Galán. Pero observando la fotografía (Fig. 1), es indudable que
la penúltima letra es una T. El nombre de Iruña-Veleia en transcripción moderna
sería Nepertati. ¿Y quién fue Nepertati? Tal nombre no está documentado en
época antigua ni moderna, lo que impide hacer una adscripción temporal
concreta. Los nombres más parecidos (escritos de acuerdo con la transcripción
moderna a partir de jeroglíficos egipcios) serían Nefertiti, esposa de
Ajenatón, y Nefertari, nombre de la esposa del faraón Ramsés II y también de la
esposa y hermana del faraón Amosis I. Suponiendo que el nombre de Veleia correspondiera
a Nefertari, el error de escritura tati
por tari en Iruña-Veleia tendría explicación por analogía con
palabras latinas que contienen tati,
como libertati(s), pubertati(s) o paupertati(s), siendo notable la gran semejanza fonética de libertati con Nepertati y la coincidencia de este nombre con paupertati en 7 letras consecutivas. El error por analogía también puede
estar influenciado por el hecho de que la secuencia fonética tati es bastante más frecuente en latín que tari, unas 2,6 veces más en las inscripciones de la Epigraphik Datenbank (el factor diferencial es aún mayor para secuencias más
cortas o más largas: tat vs. tar, 4,6, y ertati vs. ertari, 70). Una
segunda posibilidad es que NIIPIIRTATI fuera la transcripción de la reina hoy
conocida como Nefertiti. Que el nombre de Nefertiti pudiera haberse escrito en
la antigüedad grecorromana como Nephertati
no sería sorprendente, teniendo en cuenta que la primera i de Nefertiti obedece a una convención moderna. De hecho el signo jeroglífico
correspondiente a esta i (que
representa un junco) (Fig.
3) en los nombre egipcios helenizados de Manetón se transcribe con mayor
frecuencia con la vocal a (en
transcripción latina), aunque también como o,
e o i [9]. En cuanto al resto de las vocales de Nefertiti es muy
probable que en la antigüedad grecorromana coincidiera con las actuales, ya
que, por una parte, el jeroglífico nfr
(corazón-tráquea)
(Fig. 3) Manetón lo transcribe como Nepher (nefer) en el nombre del faraón Nephercheres
[7], y, por otra, el doble junco (\\),
que está al final del jeroglífico de Nefertiti, lo transcribe como i en nombres egipcios helenizados como Phios (Pepi) o Nitocris (Neitikerti) [9] (también ocurre a la
inversa: en la Piedra de Roseta la i
del nombre del rey Ptolemaios se
transcribe al jeroglífico egipcio con el signo del doble junco [10]).
Si la NIIPIIRTATI de
Veleia correspondiera a la reina actualmente conocida como Nefertiti, esto
implicaría que, a su vez, NIIFIIRTITI y NIIPIIRTITI deberían corresponder a
quien hoy conocemos como Nefertari. Esto sería posible considerando que la a de Nefertari también obedece a una
convención moderna. De hecho existe otra variante del nombre, Nefertiri, cuyo
uso no es infrecuente en la literatura egiptológica (para comprobarlo, basta
con hacer una búsqueda en Google Libros). Suponiendo que el nombre de la reina egipcia estuviera
mencionada en Manetón o algún otro autor de la antigüedad grecorromana y se
hubiera escrito como Nephertiri, el
cambio de la segunda r por t, tal como aparece en Veleia, podría
explicarse por analogía con los numerosos nombres propios y sustantivos latinos
que contienen titi, como Titius/a,
Titio, Titi (genitivo de Titus), Titianus/a, Laetitia, iustitia,
tristitia, notitia, petitio, superstitio, sortitio o solstitium, lo cual contrasta con la relativa escasez e
infrecuente uso de palabras latinas que contienen tiri (en la Epigraphik
Datenbank, las inscripciones con titi
son unas 14 veces más frecuentes que las que contienen tiri). La palabra documentada en la epigrafía latina que tiene
mayor coincidencia fonética con Nepertiti
es super(s)titione, que, tal como
está escrito en una inscripción (Fig. 4), contiene 7 letras consecutivas
idénticas al nombre de Veleia.
A propósito de la mención de la analogía como causa de error en la
escritura de los nombres de las reinas egipcias en Veleia, inserto aquí un
breve inciso sobre la analogía como causa de errores ortográficos, de errores
de lectura y de evolución lingüística. En la lengua castellana hay numerosas palabras
cuya fonética está influenciada por analogía con otras palabras. Por ejemplo,
la n de cementerio (del griego koimeterion – literalmente “dormitorio”)
deriva de analogía con cemento; la n
de longaniza (lat. vulgar lucanica) (de
donde también viene el vasco lukainka)
de analogía con luengo (lat. longus);
las s de lunes (lat. dies Lunae) y miércoles (lat. dies Mercurii) de analogía con las s de martes (lat. dies Martis), jueves (lat. dies
Iovis) y viernes (lat. dies Veneris);
la ue de nuera (lat. nurus) de analogía con suegra (lat. socrus); la ie de siniestra (lat. sinistra)
de analogía con diestra (lat. dextra);
y la i de linterna (lat. lanterna o laterna) de analogía con interna. La analogía es lo que hizo a algunos
miembros de la comisión (y a algunos autores ajenos a la misma) leer
incorrectamente varios de los grafitos de Veleia, como denok por Denos, zorduniai por cordu mai, virgine por virgunie, Nefertari por Nepertati,
o Descartes por Niscart[ ]. La analogía también parece estar detrás de otros errores
de escritura en Veleia, como Arcanio
por Ascanius, que podría deberse a su
semejanza con arcanus (oculto,
secreto), Lausiva por Lavinia, que podría derivar de analogía
con laus (alabanza) o lausia (palabra utilizada en la Hispania
antigua, posiblemente de origen céltico, de la que procede el castellano losa
[11]), o Galimatea por ab Arimatea, por analogía con Galilea o
Galatea.
En resumen, lo que pretendo argumentar es que la segunda T de NIIPIIRTATI
o la de NIIPIIRTITI y quizá una o ambas vocales entre las Ts (si no fueran las
de la transcripción griega del jeroglífico egipcio), pueden derivar de analogía
con palabras latinas que contienen TATI o TITI, teniendo en cuenta que TATI y
TITI son mucho más frecuentes en palabras latinas que TARI y TIRI y que las
vocales A e I son con gran diferencia las más frecuentes en la epigrafía latina
en palabras que contienen la secuencia T(vocal)TI (Fig. 5). Sugiero también la
posibilidad de que NIIPIIRTATI fuera la hoy
conocida como Nefertiti y NIIFIIRTITI/NIIPIIRTITI la actualmente conocida como
Nefertari (o Nefertiri según algunos egiptólogos). Si así fuera, no existiría
la supuesta coincidencia en la vocalización de los nombres veleienses (¿o
veleianos?) con la vocalización moderna, que en todo caso solo sería aplicable
a las vocales entre las Ts, ya que las otras vocales son las esperables de la
transcripción griega documentada en la antigüedad de los nombres egipcios. Una
tercera posibilidad que no se puede descartar es que los nombres de Veleia
correspondan a dos Nefertaris/Nefertiris, una esposa de Ramsés II y otra esposa
de Amosis I (esta última deificada tras su muerte), que se podrían haber escrito
en la antigüedad uno como Nephertiri
y otro como Nephertari (la
transcripción de un mismo nombre egipcio de diversas maneras en los fragmentos
conservados de Manetón es bastante frecuente [7]), cambiándose en Veleia las rs
por ts por analogía con palabras
latinas. En este caso no sería aplicable la objeción de una supuesta damnatio memoriae de la que habría sido
objeto Nefertiti como esposa de un faraón hereje (según hipótesis de Joaquín
Gorrochategui [4]), que en cualquier caso no parece haber sido efectiva (según
argumenta Idoia Filloy en un post reciente [12]).
4) La presencia del nombre HAMSII (Hamse
en transcripción moderna), que no puede ser ningún otro que el faraón Ramsés
II, quien en la obra de Josefo “Contra Apión” [7] (siglo I d.C.), en cita de
Manetón, aparece mencionado como Harmesses
Miamun. Josefo es el único autor que llama así al faraón, siendo dicho
autor la fuente más antigua de Manetón y también la más fiable [13]. La
transformación de Harmesses al vulgar
veleiense Hamse se puede explicar por
varios cambios fonéticos que estaban operativos en la antigüedad latina: a) síncopa
de la e átona entre la m y la s; b) simplificación del grupo consonántico -rms-; y c) pérdida de la -s
final; fenómenos todos ellos documentados en la epigrafía latina. La pérdida de
vocal átona entre m y s se puede
observar en la
figura 6, la pérdida de –s final en las figuras 7 y 8, y la simplificación de -rm- a -m- en las siguientes inscripciones:
figura 6, la pérdida de –s final en las figuras 7 y 8, y la simplificación de -rm- a -m- en las siguientes inscripciones:
Publicación: CIL 04, 01109 (p 461, 696)
Provincia: Latium et Campania /
Regio I Lugar: Pompei
Q(uinti) Vetti / He(r)merotis
Q(uinti) Vetti / He(r)merotis
Publicación: CIL 04, 04566 = AEA 2007, +00004
Provincia: Latium et Campania / Regio I Lugar: Pompei
Felicio to(r)m<e=I>ntare
Provincia: Latium et Campania / Regio I Lugar: Pompei
Felicio to(r)m<e=I>ntare
Publicación: CIL 06, 15455
Provincia: Roma Lugar: Roma
Claudia / Ge(r)manici Caesaris / Ti(beri) l(iberta) Hedone
Claudia / Ge(r)manici Caesaris / Ti(beri) l(iberta) Hedone
Publicación: ICUR-02, 04306
Provincia: Roma Lugar: Roma
Aurelius Refrigerius / vixit annoru(m!) IIII / me(n)s(ium?) VIII setimu(m) Kale(ndas) / Febr(uari)as do(r)mi(t)
CONCLUSIONESProvincia: Roma Lugar: Roma
Aurelius Refrigerius / vixit annoru(m!) IIII / me(n)s(ium?) VIII setimu(m) Kale(ndas) / Febr(uari)as do(r)mi(t)
El grafito NIIPIIRTITI NIIPIIRTATI HAMSII de Iruña-Veleia presenta múltiples
elementos que apoyan fuertemente su adscripción a la antigüedad romana y hacen que
su interpretación como una falsificación moderna sea muy difícil de explicar:
1) uso de II por E; 2) uso de P en lugar de PH para transcribir la φ griega; 3)
sustitución de R por T por analogía con palabras latinas; 4) síncopa de e átona interconsonántica; 5) simplificación
del grupo consonántico -rms-; 6)
pérdida de -s final; 7) uso de
Harmesses (vulgarizado a Hamse
mediante los cambios fonéticos mencionados) para nombrar al faraón
Ramsés II. Si este grafito fuera antiguo, esto apoyaría también la antigüedad de
otro grafito de Iruña-Veleia, con el nombre NIIFIIRTITI, cuyo único elemento claramente
atribuible a época romana, considerado aisladamente, sería el uso de II por E.
Estos son mis argumentos, en parte expuestos anteriormente [14], en
relación con un interesante grafito de Iruña-Veleia, que, inexplicablemente,
ninguno de los expertos de la comisión llegó a comentar, excepto para la
mención de un inexistente nombre Nefertari, y que se añaden a los expresados en el mismo sentido favorable a la autenticidad por Joaquín Baxarías [15] e Idoia Filloy [12]. Si alguien piensa que son erróneos y que este grafito es una falsificación moderna, puede argumentarlo,
pero me gustaría saber cómo explica las ps
de Nepertiti y Nepertati y la segunda t
de Nepertati y quién cree que es o
qué cree que significa Hamse.
REFERENCIAS
1.
Velázquez, Isabel. ¿Dioses,
reyes y hombres en la ciudad romana de Veleia? Mesa redonda-debate. Universidad
Complutense de Madrid. 19/11/2010.
http://www.box.net/shared/static/756yxbv4dy.mp3,
2.
Gorrochategui, Joaquín. Turno de preguntas de la conferencia “Aspectos
lingüísticos de las inscripciones de Iruña-Veleia”. Vitoria-Gasteiz. 25/3/2010.
http://www.sos-irunaveleia.org/conferencia-silgo-iglesias
3. Gorrochategui,
Joaquín. Hinc et nunc.
Falsificaciones contemporáneas. El caso de Iruña-Veleia. En: “El monumento
epigráfico en contextos secundarios: Procesos de reutilización, interpretación
y falsificación”. Editores: Joan Carbonell Manils, Helena Gimeno Pascual y José
Luis Moralejo Álvarez. Servei de Publicacions de la Universitat Autònoma
de Barcelona. Bellaterra (Barcelona). 2011.
4.
Gorrochategui, Joaquín. Dictamen a la comisión asesora de la Diputación Foral
de Álava sobre los hallazgos epigráficos de Iruña-Veleia. 2008. http://www.sos-irunaveleia.org/dictamen-de-joaquin-gorrochategui
5.
Galán Allué, José Manuel. Listado y análisis de los grafitos que contienen
supuestos signos jeroglíficos y nombres egipcios hallados en Iruña-Veleia.
2008. http://www.sos-irunaveleia.org/galan
6.
Marichal, Robert. Les graffites de la Graufesenque. Editions du Centre National
de la Recherche Scientifique. Paris. 1988.
7.
Manetho. The history of Egypt. Loeb Classical Library. Harvard University
Press. Cambridge, Massachusetts, EE.UU. 1940.
8. Epigraphik
Datenbank. Claus-Slaby. http://db.edcs.eu/epigr/epi_es.php. (Para búsquedas de textos sin
correcciones, picar en “Textos de búsqueda: formas incorrectas/abreviadas”.)
9. Jiménez Fernández, Juan, Jiménez Serrano,
Alejandro (Eds.). En “Historia de Egipto”, de Manetón. Ediciones Akal S. A.
Madrid. 2008.
10. Andrews,
Carol. The Rosetta Stone. British Museum Press. Londres. 1981.
11.
Adams, J. N. The regional diversification of Latin 200 BC-AD 600. Cambridge
University Press. Cambridge, Reino Unido. 2007.
12.
Filloy, Idoia. ¿Sufrió
Nefertiti una efectiva damnatio memoriae? http://www.amaata.com/2013/03/sufrio-nefertiti-una-efectiva-damnatio.html.
13.
Luban, Marianne. Manetho demystified. Pacific Moon Publications. Odgen, Utah, EE.UU. 2012.
14. Thomson, Miguel. Comentarios sobre algunos grafitos de Iruña-Veleia. 2011. http://www.sos-irunaveleia.org/start#autenticidad.
15. Baxarias, Joaquín. Informe preliminar de los
restos óseos con inscripciones antrópicas procedentes de las excavaciones de
Iruña-Veleia. http://www.sos-irunaveleia.org/baxarias.
14. Thomson, Miguel. Comentarios sobre algunos grafitos de Iruña-Veleia. 2011. http://www.sos-irunaveleia.org/start#autenticidad.