Edward Harris

Director del Museo de las Bermudas y creador del método de arqueología que se utiliza a nivel mundial, conoce perfectamente la historia de Iruña-Veleia ya que visitó el  yacimiento, participó en el 1. Congreso Internacional de Iruña-Veleia donde vio que los que defienden la falsedad no acudieron a defender sus argumentos, y, además, solicitó a Eliseo Gil los cuadernos de campo para analizar si había realizado la excavación de forma correcta o no.


En la carta afirma tajantemente que en la arqueología moderna no pasado nunca algo así, que es una grandísima desgracia para la profesión de la arqueología no solo del País Vasco sino a nivel europeo y que hay que rehabilitar urgentemente a Eliseo Gil y al resto de los arqueólogos por el trabajo tan adecuado que hicieron.
Recientemente nos ha enviado esta carta y ha autorizado su publicación.
Publicado hoy en Gara:
http://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/2015-11-18/hemeroteca_articles/es-imposible-falsificar-los-400-grafitos-de-iruna-veleia
Es imposible falsificar los 400 grafitos de Iruña-Veleia
Aunque no pretendo entender todas las cuestiones relacionadas con los grafitos de Iruña-Veleia, según he podido comprobar, este asunto no ha podido ser peor gestionado por las autoridades. Dichas actuaciones, tan nefastas, han dado como resultado la difamación y la calumnia hacia varios arqueólogos excavadores muy profesionales. 
Uno no necesita ser arqueólogo para aceptar que estos objetos arqueológicos son auténticos, ya que los argumentos para declararlos falsos desafían toda lógica y entendimiento de las circunstancias en las que los falsificadores normales actúan, por no hablar de la total ausencia de beneficio económico o de otra índole que supuestamente debería reportar a los arqueólogos que presuntamente crearon estas 400 “piezas maestras” de grafitos antiguos. 

El asunto es una absoluta desgracia para la profesión de la arqueología en el País Vasco, en España, y, ciertamente, en Europa. Debe encontrarse la manera de rehabilitar a Eliseo Gil Zubillaga, Idoia Filloy y cualesquiera otros arqueólogos que hayan sido manchados con la repugnante acusación de ser unos falsificadores, no habiendo ninguna razón o motivación concebible para que ellos llevaran a cabo un fraude tan masivo hacia la comunidad arqueológica y ciertamente hacia el mundo en general. 
La difamación de esas personas no tiene precedentes en la arqueología, y uno se aventuraría a afirmar que NUNCA ha llegado a tal nivel hacia ningún arqueólogo EXCAVADOR vivo o en la memoria registrada, especialmente en el periodo moderno, comenzando en la década de 1960, cuando el método estratigráfico salió a la luz como EL MÉTODO CIENTÍFICO ESENCIAL para las excavaciones arqueológicas, un proceso que se aceleró hacia el final de la década de 1970 con la publicación de Principios de Estratigrafía Arqueológica en 1979, métodos a los que se adhirieron Gil y Filloy en su trabajo. 
El hecho científico es que la estratificación, como el gran geólogo Charles Lyell escribió en una ocasión, es un registro objetivo del Pasado, un «testigo no intencionado» del Pasado“,  y, si se ha excavado correctamente en un yacimiento arqueológico, el arqueólogo recuperará su secuencia estratigráfica, que es el registro objetivo (no tocado por manos humanas) de cada yacimiento arqueológico, su ADN, podría decirse. 
Uno hubiera pensado que para hacer una falsificación plena y completa los arqueólogos deberían también falsificar o fabricar igualmente el registro estratigráfico del lugar, pero en el caso de Iruña-Veleia, parece que hicieron un trabajo muy bueno de recuperar ese registro objetivo, esa secuencia estratigráfica objetiva, contra la cual TODOS los análisis posteriores del sitio Y DE LOS RESTOS QUE CONTIENE deben realizarse.  
Puesto que Gil y Filloy han recuperado las secuencias estratigráficas de sus diversas zanjas en Iruña-Veleia, de ello se sigue que, si afirman que las “falsificaciones” fueron encontradas en tales y tales posiciones en las secuencias, los objetos son “verdaderos”, auténticos y datables en relación a la secuencia estratigráfica y otros objetos y evidencias físicas encontradas en el lugar. Sugerir otra cosa, considerando los aproximadamente 400 objetos con grafitos encontrados, sería sugerir un fraude que habría tenido que incluir a todas las personas en el lugar, desde los excavadores de nivel más bajo en las zanjas, hasta el personal y los conservadores en los laboratorios y oficinas, y de hecho cualquiera que hubiera descubierto o por cuyas manos hubieran pasado posteriormente estos objetos de alguna manera. 
En cuanto a la extraordinaria variedad de habilidades y conocimientos que serían necesarios para producir las 400 “falsificaciones”, los arqueólogos de Iruña-Veleia deberían ser de los más destacados genios en la arqueología moderna y deberían darles las mejores cátedras universitarias en su tierra, en vez de ser expulsados de la profesión por aquellos cuya motivación escapa a la imaginación.

Edward Harris

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Quién es Edward Harris, consultamos a Wikipedia…

Edward Cecil Harris, inventó un método arqueológico que revolucionó la metodología arqueológica dando paso a unos nuevos planteamientos contemporáneos a la hora de excavar en un yacimiento. 
Procedente de la Universidad de Columbia (Nueva York), en la que se había licenciado en Antropología y que trabajó junto a Martin Biddle entre los años 1967 y 1971. Se doctoró por la Universidad de Londres en 1978 con una tesis dirigida por D. Wilson, publicada al año siguiente con el título Principies of Archaeological Stratigraphy, cuya preparación dio origen a una serie de brillantes e incisivos artículos aparecidos entre 1975 y 1979, antes de que regresara a su isla natal para hacerse cargo de la dirección del Museo Marítimo de las Bermudas.



El propio Harris ha explicado un episodio decisivo en su trayectoria profesional: su regreso a Winchester en 1973 a trabajar en los análisis post excavatorios de la intervención en Lower Brook Street (1965-1971) Y cómo de la necesidad de hacer frente a la enorme cantidad de registros compilados por diferentes excavadores que habían trabajado sin un sistema normalizado preestablecido y la presión de las más de 10.000 unidades estratigráficas acumuladas ideó el Matrix Harris, concebido como instrumento para organizar la información estratigráfica y construir la secuencia.4 


El ya famoso manual contiene las líneas maestras del método denominado Matrix Harris, inventado por el autor en 1973, dado a conocer en 1979 y utilizado en la actualidad en numerosas excavaciones arqueológicas de todo el mundo. Edward C. Harris desarrolló este método durante unas prácticas de verano en la universidad inglesa de Winchester.



La primera edición del libro fue publicada en 1979 y fue reimpresa en 1987. Bajo los auspicios de La Nuova Italia Scientifica apareció una edición italiana en 1983 traducida por Ada Gabucci, con un capítulo introductorio de Daniele Manacorda. En 1989 se publicó en polaco, corriendo la traducción a cargo de Zbigniew Kobylinski. Y ahora se edita esta en español traducida por Isabel García Trócoli. Es uno de los pocos libros dedicados enteramente a los conceptos de estratigrafía arqueológica.5 

Método Harris

Esta revolucionaria metodología,6 conocida como estratigrafía arqueológica, consistía en añadir una cuarta dimensión a los estudios arqueológicos, la dimensión temporal y, representar los resultados de los hallazgos mediante diagramas, por lo que también es conocido este método como: Harris Matrix.7
Consiste en el estudio, a través de la superposición de estratos o capas, de la tierra con fines arqueológicos. A cada estrato o capa le corresponde una edad o periodo diferente, por lo tanto, según el estrato donde hallemos un objeto podemos datar su antigüedad.
Una vez diferenciados los niveles estratigráficos hay que establecer una secuencia cronológica que permitirá el correcto estudio y clasificación del yacimiento.
Cuatro son los principios básicos por los que se rige este método:8
  • 1- Ley de la superposición de estratos: Las capas más superiores serán más recientes que las más profundas o inferiores. 
  • 2- Ley de la horizontalidad original: Los estratos se forman originalmente de forma horizontal. 
  • 3- Ley de la continuidad original: cada depósito es en origen un conjunto informe, sin aristas divisorias ni cuadrículas realizadas para la clasificación del yacimiento. 
  • 4- Ley de la sucesión estratigráfica: A cada estrato le sucede otro que corresponde con una etapa posterior en el tiempo.
Actualmente, la arquitectura se está sirviendo de esta metodología para realizar obras de restauración, permitiendo obtener un mayor conocimiento del edificio a intervenir. Esta metodología aplicada a la arquitectura es conocida como: Arqueología de la Arquitectura.
Ha sido en las duras condiciones de los yacimientos urbanos donde ha mostrado su eficacia y obtenido credenciales, donde el entrañable diario de excavación y los viejos métodos han pasado a mejor vida.9
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