Fig.
1. Pieza 13364 de Iruña-Veleia.
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En
la pieza 13364 de Iruña-Veleia (Fig. 1) hay tres frases en lengua vasca inscritas
en tres líneas. La primera es “Geure ata zutan” (“nuestro padre en ¿los
cielos?”) y la tercera “Egin badi zur[ ]” (“hágase tu…”) (con todas las Es en
forma de doble barra), frases que parecen tomadas del padrenuestro. La segunda
frase parece consistir en tres palabras, la segunda y la tercera de las cuales
son claramente Iesus ta (con Iesus entre “comillas”, como otros nombres sagrados de Iruña-Veleia,
aunque en este caso las “comillas” son dobles y no triples, como en el ata de la primera línea y en otros
grafitos veleienses). La primera palabra de la segunda frase ha sido
interpretada en todos los informes (los de Lakarra, Gorrochategui, Elexpuru,
Iglesias y Orpustan) como reinu,
aunque Gorrochategui reconoce que es “de lectura insegura”. En base a esta
lectura, Lakarra afirma que “REINU era simplemente imposible en euskera, no
tanto por la falta de prótesis (que sí hallamos en ARROS-) sino por la
diptongación románica, un tanto prematura.” Sin embargo, Gorrochategui, contradiciendo
a Lakarra, omite cualquier referencia a la diptongación y únicamente menciona
la ausencia de una vocal protética: “No hay acomodación de los préstamos
latinos que empiezan por R-; así nº 15910: Roman, lo cual es poco esperable en
vasco, ya que sabemos que la falta absoluta de este sonido en posición inicial
obligaba a una vocal protética (Erroma).
Aunque de lectura insegura, el nº 13364 documenta reinu “reino”, palabra que en euskera adaptamos como erreinu.”
Pero
estos comentarios se hacen en base a una lectura, reinu, que, según reconoce Gorrochategui, es insegura. En este post
voy a argumentar que tal lectura es probablemente incorrecta, proponiendo una diferente.
(Ya comenté este grafito en otro post de Ama Ata, pero creo que tiene la suficiente
importancia como para dedicarle uno específicamente.)
Si
nos fijamos bien en la primera letra de la segunda línea del grafito, no tiene
el semicírculo esperable en una R, como se aprecia en las Rs de de geure y de zur[ ], sino que su trazo derecho es una curva con concavidad
derecha, bastante parecida a la curva con concavidad izquierda de la segunda A
de Lahida de la pieza 11460 (Fig. 2).
Por lo tanto, lo más probable es que se trate de una A y no de una R. Tras la A
siguen tres trazos verticales, que, teniendo en cuenta que las Es del grafito
se escriben como II, habría que leer como ei
o ie, seguidas de una N y de una
letra que se ha interpretado como V. Sin embargo, en una V se esperaría que los
extremos inferiores de los dos trazos convergieran en un vértice inferior, cosa
que no ocurre en la mencionada letra, sino que se entrecruzan, continuando
ambos más allá del punto de cruce (Fig. 2), con lo que la letra, más que una V,
parece una X. Por lo tanto, la lectura que hago de las letras que preceden a “Iesus”
en la segunda línea es aienx o aeinx. Ninguna de ellas corresponde a una
palabra vasca actual, pero aien (aihen en dialectos septentrionales)
aparece en el Diccionario General Vasco con el significado de “vid; cepa,
tronco de la vid” y en el diccionario etimológico de Larry Trask con el de “branch
of a grapevine” (es decir, sarmiento), citando el diccionario vasco-inglés de Gorka
Aulestia.
Fig.
4. Crismones en las piezas 15587 y 13359 de Iruña-Veleia.
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Fig.
6. Arriba: pieza 13362, con la inscripción SAMXIILL ‘’’YAVHII’’’ FILI. Abajo:
pieza 15923, con la inscripción MIRIA / AMA / IITXII.
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Llama la atención la ausencia en aien del determinante vasco –a, que, en cambio, está presente en otros grafitos de Iruña-Veleia: araina, naia, lura, sua, izana (pero no en el de la pieza 15147: urdin isar).
Es
difícil concebir que un falsificador pudiera utilizar la palabra aien con el significado de vid, ya que su
significado actual es el de sarmiento, utilizándose con el de vid en textos
vascos clásicos, sobre todo religiosos, como se muestra en los ejemplos
aportados en el Diccionario General Vasco (la traducción de vid al euskera actual
suele ser mahatsondo, derivado de mahats, uva, de donde también procede mahasti, viñedo). De hecho, Joaquín Gorrochategui,
reputado filólogo vasco, fue incapaz de ver aien
en el grafito, probablemente por desconocimiento de la palabra, leyendo el
improbable reinu (que daría lugar a
una frase sin sentido). Por otra parte, la utilización de X como símbolo de
Cristo requiere un conocimiento de la simbología cristiana primitiva propio de
un especialista en esta materia. Más aún, los rasgos paleográficos, con la
utilización de II por E, solo documentada hasta el siglo IV d.C., y la Z de
ZVR[ ], atravesada por un trazo horizontal medio, como en muchas inscripciones
latinas antiguas (Fig. 7) (lo cual era desconocido para Gorrochategui, que
califica en su informe a la Z con trazo horizontal medio como “variante
desconocida”) añaden mayor verosimilitud a la antigüedad del grafito. Todo ello,
unido a los datos estratigráficos, hace que sea muy probable su adscripción a
época antigua y muy improbable su ejecución reciente por un falsificador, como
proponen los miembros de la Comisión Científica Asesora sobre Iruña-Veleia, ya
que no hay ningún elemento, ni en el contenido del grafito, ni en el soporte en
el que está inscrito, ni en las circunstancias de su hallazgo, que lo vinculen
a la época contemporánea.
Este
grafito, junto con el resto de grafitos en lengua vasca de Iruña-Veleia, forman
un conjunto epigráfico de extraordinaria importancia para la lingüística histórica
vasca, que debería ser objeto de publicaciones en las mejores revistas filológicas
y de discusiones en los mejores congresos de filología. Lamentablemente, las
actuaciones administrativas y académicas conocidas han impedido que esto sea
así. Solo cabe esperar que el asunto judicial se resuelva lo antes posible y pronto
podamos ver la luz al final de este largo túnel.
Notas:
agradezco a Juan Martín Elexpuru por su asesoramiento lingüístico. La
interpretación de la X del grafito como símbolo de Cristo fue propuesta por
primera vez por Pello Eizagirre en este blog.