Sobre esta pieza existe un post anterior que trata también algunos aspectos filológicos: SI/NO

Creemos que lo afirmado en dicho post todavía sigue ser vigente. Data del 30 de enero, pocas horas después de la filtración del informe en la prensa, cuando ni teníamos el informe en color.
Desde entonces hay muchas sospechas o impresiones que solo se han confirmado.

En esta pieza encontramos claros restos de costras, alguno es señalado por Navarro dentro del surco de la I del SI, igual que por Antelo. Es uno de las pocas casos en que Navarro señale evidencia a favor de la autenticidad, aunque después hace malabares argumentativos para borrar la evidencia señalada y concluir la falsedad. Dentro de su lógica tenía que haberlo señalado en sus conclusiones generales en la introducción – lo único que no técnicos suelen consultar.

Catalogación: Grafito contemporáneo
Anomalías detectadas
■ Partículas inalteradas de hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso (Mn0,2) en los trazos.
■ Partículas de acero inoxidable (Fe83,7-Cr16,3)sobre el engobe.

Fig. 1. Es llamativo que Navarro únicamente observa metales modernos en el lado NO, y muy limitadamente. En el caso de la referencia 10942.4 y 10942.5 se trata de pequeños arañazos fuera del surco que no son visibles en nuestras fotos.

Navarro afirma la presencia de costras en la pieza:

 En el anverso de la ficha aparecen diversos restos de costras superficiales cuyas características se ajustan a las descritas en las costras de otras piezas, estando constituidas, esencialmente, por depósitos de carbonato cálcico junto con los que pueden aparecer restos de estructuras vasculares de tejidos vegetales igualmente constituidas por carbonato clcico así como partículas carbonosas.

Curiosamente Navarro no muestra ningún detalle de dichas costras, excepto la de la I.
Observamos las costras también en las imágenes FUV:

Fig. 2. Se observa muy poca fluorescencia en la parte derecha de la pieza, posiblemente por su limpieza. La zonas de la N donde aparece una iluminación mas clara coinciden con zonas con algo de relleno.

Fig. 3. Se observan varias fluorescencias de costra en diferentes costras, algunas en los bordes. También observamos zonas de fluorescencia tipo costra (la más intensa) en la mitad de la I (confirmado por Antelo) y en algunas zonas de la S, cada vez coincidiendo con relleno/¿costra? – costra confirmado en el caso de I.

Fig. 4. Imagen informe Gorrochategui. Las flechas violetas indican zonas de fluorescencia tipo costra, las negras rellenos que pueden posiblemente producir fluorescencia. Los rectángulos rojos indican zonas de imagen en el informe de Navarro.
Fig. 5. Las flechas negras indican zonas de relleno. Los rectángulos rojos indican zonas de imagen en el informe de Navarro. Navarro indica una zona con presencia de metales en el surco, en el palo derecho de la N, y dos zonas con arañazos encima del engobe. * corresponde con un acero manganeso, & con un acero con cromo del tipo que corresponde a bisturís. El último caso está completamente fuera de la zona de letras.

Antelo (2014) afirma la fluorescencia en el surco de la I:

Fig. 6. Fluorescencia en un zona de la I indicado por Antelo.

Navarro afirma la presencia de costra en la letra I donde lo indica Antelo:

En el tramo medio de la letra ‘I’ se han detectado restos de estructuras vegetales, fragmentadas, que se superponen al trazo del grafito aunque sin sobrepasarlo. Este tipo de restos han sido utilizados en otras muestras como indicador de las relaciones temporales entre el grafito y los depósitos de enterramiento. En este caso, subsisten algunas dudas de difícil interpretación, en particular las relaciones con los restos de material de relleno que aparecen junto al tejido vegetal (figuras 10942.2a y b). 

Dicho material de relleno está constituido por un agregado de partículas silicatadas, carbonato cálcico y fosfato cálcico. En la figura 10942.2c (mapa de distribución del fósforo) puede observarse cómo las partículas fosfatadas se disponen tanto sobre el material de relleno como sobre el tejido orgánico, pudiendo tratarse de un pequeño fragmento de costra que ha sido incorporado al relleno, hecho que ha podido comprobarse en otras piezas.

Miramos las imágenes siguientes más en detalle:

Fig. 7. Evidencias de la costra en la letra I

Fig 8. Detalle de la costra en la letra I. En las imágenes se han indicado con una flecha restos de una estructura reticular, indudablemente indicadores de la presencia de costras antiguas. En la foto c son únicamente indicadas en rojo las zonas que contienen fosfato. Se observa en general una concentración muy alta que no corresponde con el relleno de otras zonas (ver Fig. 9.). Concluimos que lo que se observa son restos de costras ‘in sitú’ (no hay ningún indicio de lo contrario) que aparentemente ha sido desorganizadas (¿limpieza?).

Fig. 9. El relleno consiste básicamente de carbonatos de calcio.

Si miramos imagen b y c de la figura 8 en detalle (b. da la composición química y c. indica la presencia de fosfato en rojo) se observan estructuras reticulares y restos de estructuras reticulares desorganizadas. No se ve ningún indicio de que se trata de un fragmento suelto, la estructura encaja perfectamente en el surco, y en general se observa una concentración alta de fosfato que no se observa en el relleno de otros lugares. No se observan bruscos cambios en concentración o bordes. Nosotros lo interpretamos como relictos de una costra carbonática-fosfática que ha sido limpiado parcialmente, pero que no se ha movido.

La afirmación de Navarro «pudiendo tratarse de un pequeño fragmento de costra que ha sido incorporado al relleno, hecho que ha podido comprobarse en otras piezas es completamente gratuita, visto que no lo demuestra de ninguna manera, y da la impresión de ser inventado ‘ad hoc’ para no tener que llegar a la única conclusión lógica, y es la antigüedad del surco.

El trato de los metales nos lleva a lógicas forzadas parecidas.
Navarro afirma:

Se han detectado diversas partículas metálicas asociadas al trazado de los grafitos en zonas de trazos deslizantes, donde el metal araña la superficie del engobe sin llegar a romperlo, y en los granos abrasivos del desgrasante que aflora en el fondo de los trazos.

En su análisis se identifica, como en otras piezas, hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso (Fe99,7-Mn0,2-Cr<0,1), y, como dato significativo, un bajo o nulo grado de oxidación, impropio de un material que procede de una excavación arqueológica (figura 10942.4).

Fig. 10. Navarro aporta la imagen de UNA partícula de acero manganeso sobre el engobe entre dos trazos de la ‘O’ de ‘NO’.
No afirma la existencia de más partículas en la zona, y ni las indica en la figura, por lo que concluimos que solo haya una.

 Pero además Navarro encuentra algunas partículas de acero moderno SOBRE el relleno:

También se han identificado partículas de hierro inalterado sobre algunos granos del propio material de relleno.

Navarro encuentra también acero inoxidable – con una composición con 16% de cromo que corresponde por ejemplo a algunos bisturís:

Por último, en el entorno de la letra ‘N’, directamente sobre el engobe se han detectado acumulaciones de partículas de acero inoxidable (Fe83,66-Cr16,34), igualmente con muy bajo grado de oxidación, impropio de un material que procede de una excavación arqueológica (figura 10942.4). [subrayado de Navarro]

Fig. 11. Nube de partículas de acero inoxidable SOBRE el engobe, fuera del alcance de la letra N.

Si miramos las fotos de amabas zonas de la figura 10 y 11 observamos la inexistencia de alguna marca visible. El termino ‘trazo deslizante’ (o fallado – por exceso de fuerza) no viene en absoluto a cuento con estas non-evidencias.

Fig. 12. Las zonas indicadas con presencia de metales en el lado ‘NO’ de la pieza para respectivamente la ‘O’ y la ‘N’. No se observa nada relevante en la imagen. La anchura de un surco es entre 1 y 2 mm.

La conclusión para la pieza es la siguiente (fijarse que no coincide con la conclusión presentado a modo de resumen en la parte introductiva del informe):

Puede concluirse que, a pesar de que los restos de costra identificada en uno de los trazos podrían ser posteriores a la ejecución del grafito -con las dudas y salvedades señaladas en el texto-, la presencia de partículas metálicas inalteradas constituye un indicador de su origen reciente.

La presencia de metales modernos es mínima, y aparentemente limitada a unas pocas zonas de la palabra NO, la presencia de acero inoxidable es absolutamente irrelevante visto que no tiene relación con un surco. Si los grafitos fuesen falsos debería haber una presencia de metales modernos regular, repartida por todos los surcos, no en determinadas zonas, absolutamente no encima del relleno, lo que estratigráficamente es prueba de que el metal moderno es de después de la formación del relleno, y muy probablemente de una limpieza.

Conclusión.

En la evaluación de esta pieza hay elementos de engaño por parte de Navarro (no mencionar la presencia de costra en algún surco en sus conclusiones generales, tomar contaminación alejado del surco como prueba de falsedad, no indicar que se trata de muy pocas partículas de metal moderno, no indicar que no hay evidencias visibles que relacionan la presencia de metal moderno con la formación de los surcos en el caso de metales sobre engobe – o dicho de otra manera los trazos deslizantes que Navarro menciona no parecen existir en esta pieza).
El tratamiento de esta pieza por Navarro es completamente inaceptable.

Visto las mínimas evidencias de presencias de metales modernos, y su presencia encima del relleno, y las evidencias de un relleno limpiado, pensamos que las anomalías señaladas por Navarro todas tienen relación con la limpieza.

La presencia demostrada de costra en alguna letra (puede haber más visto, la luminosidad en FUV de algunas zonas de la ‘S’ del ‘SI’) apunta hacia la autenticidad. No se han aportado pruebas fidedignas para demostrar la falsedad de esta pieza.