Por Idoia Filloy Nieva

Según la Wikipedia, un acróstico (del griego άχρος: extremo y στίΧος,: línea o verso) es una composición poética o normal en la que las letras iniciales, medias o finales de cada verso u oración leídas en sentido vertical, forman un vocablo o una locución. Por extensión se llama también acróstico a la palabra o locución formada por esas letras.
Pues voy a mostraros aquí un bonito ejemplar que podría responder a este tipo de composición localizado en uno de los conjuntos de grafitos excepcionales de Iruña-Veleia y que muestra una práctica tan del gusto del mundo romano.  No es el único caso, aunque sí el más evidente.
Se trata de un grafito excepcional por formar parte de un conjunto que lo es (el correspondiente al llamado «paedagogium«, mejor,  al localizado en la la unidad estratigráfica UE 51144, del recinto 59, del sector 5) y por su contenido, pero no es en absoluto problemático ni epigráfica ni lingüística, ni temáticamente. Si bien no podemos retraernos de la posibilidad de que su contenido tenga un sentido que trascienda lo evidente.

 Un Acróstico en Iruña-Veleia

 

Se trata del grafito nº 11319. Localizado en el sector 5, recinto 59, U.E. 51144, estrato datado en la 2ª mitad del siglo III d.C. Está grabado en la superficie exterior de lo que sería un fragmento de la parte superior de lo que había sido un vaso de Terra sigillata hispánica, «imitación» de un tipo formal ejecutado normalmente en Paredes Finas (forma Unzu 3), cuya producción fue bastante limitada.
En el grafito podemos leer lo siguiente y de esta forma:

 V
 VI
  VICTO
VICTOR

 Vemos cómo el texto de cada línea va completando en una letra el de la línea anterior, excepto en la 3ª en que son dos las letras que se suman. Así, tenemos una secuencia de 2, 3, 5 y 6 letras que, en la última línea, completan la palabra VICTOR. La parte de la secuencia que falta en una lectura horizontal, la correspondiente al texto con 4 caracteres, la encontramos en una lectura vertical, de forma que las letras -más o menos centrales- se encolumnan de manera que podemos leer VICT. Estas letras están, además, agrandadas, facilitando la lectura del acróstico. Así, se completa la secuencia: VI, VIC, VICT -ésta leída en vertical-, VICTO y VICTOR

 Tendríamos por tanto un acróstico.

¿Podría tener un significado transcendente?

 

El grafito juega con las letras de la palabra Victor que, aparentemente, podría corresponder a un simple nombre y no ir más allá de un mero juego.
Pero Victor también puede ser un adjetivo con el significado de «victorioso», «vencedor», «triunfante». Y es en la posibilidad que nos vamos a centrar porque entendemos que podría tener un significado transcendente «oculto» tras una apariencia banal.
 Si analizamos el contexto del hallazgo, esto es, un muy probable ámbito de enseñanza con claras evidencias de cristianismo, algunas explícitas y otras posiblemente encubiertas por contenidos de apariencia clásica o banal; no podemos dejar de plantearnos si este grafito no tendrá también una significación más trascendente de la que aparentaría en principio.
En este sentido, hay una primera pista que nos podría indicar esta posibilidad. Así, destacaríamos la «T» final, compartida por los VICT y VICTOR  de la secuencia, cuyo agrandamiento es mayor que el del resto de las letras (incluso de las también agrandadas). No podemos dejar de proponer un valor iconográfico a esta «T» que podría estar representando una «Tau» que, como sabemos, es una forma de simbolizar la cruz de Jesús en el cristianismo primitivo http://www.sos-irunaveleia.org/iconografia.

Ver

–> Michele Loconsole(2003) “Il simbolo della croce tra Giudeo-cristianesimo e Tarda antichità: un elemento della translatio Hierosolymae, en Liber Annuus, Annual of the Studium Biblicum Franciscanum, Jerusalem, nº LIII, pp. 217-284”



La Tau corresponde a la última letra del alfabeto hebreo y a la decimonovena del alfabeto griego, aunque también fue un símbolo utilizado en otras culturas como la egipcia  (el símbolo de la vida eterna o cruz ansada: el anj) y, como hemos señalado, para simbolizar la cruz de los cristianos.

Así, por ejemplo, en la Casa del Bicentenario de Herculano, Amadeo Maiuri localizó en 1937, la representación de una cruz en forma de Tau. En una habitación de la casa y en la pared opuesta al acceso de la misma, se localizó un mueble, tipo altar doméstico, sobre el cual aparecía un entalle en el estucado de la pared, un hueco, con la forma de una cruz «en tau».

Se piensa que en él hubo una cruz de madera, conservándose los agujeros de los clavos que la fijarían a la pared. La presencia del altar evidenciaría un culto a la cruz, el cual era practicado por los cristianos.

 Por su parte, en Pompeya, apareció también otra cruz a comienzos del siglo XIX, en la Casa de Vibius Pansa, una de las tabernas de la antigua ciudad. También sobre una de las paredes había una cruz, esta vez de estuco y en relieve, siendo un segundo simbolismo de la cruz “en tau”. En otra de las paredes de la estancia, aparecía un símbolo pagano, mostrando el sincretismo de este espacio público.
 

Así, si estamos en lo cierto y esta «T» agrandada del grafito 11319 de Iruña-Veleia, no es sólo una letra que compone una palabra sino que es un símbolo -probablemente encubierto- que representa la Cruz de Cristo en forma de Tau, podríamos estar ante una evidencia de culto cristiano, teniendo por tanto un carácter trascendente tras su apariencia banal. Y, en ese caso, la palabra VICTOR hacia la que nos conduce el juego de letras, podría tener ese significado de «victorioso», «vencedor», «triunfante» y asociarse a la idea de cómo Jesús salió victorioso de su muerte en la Cruz.
Y ahora,  permítanme que me desvíe un poco hacia un tema colateral y que planteo sólo como una propuesta de conexión entre temas aparentemente sin relación reflejados en los grafitos veleyenses. Y es que hay quien considera que fue el santo egipcio San Antón (Antonio Abad) (251-356 d.C.) quien usó por primera vez la Tau como distintivo cristiano y por ello es llamada más propiamente como cruz de San Antón. Ya hemos visto, sin embargo, que ya en la propia Italia en el siglo I d.C. tenemos cruces en forma de Tau y, al menos una de ellas, fue objeto de culto al tener un altar asociado. Pero el hecho es que tampoco podemos ignorar cómo este santo egipcio, en torno a la 2ª mitad del III-1ª mitad del IV d.C. revitalizó al parecer el uso de esta simbología.
Así que me ha parecido interesante traer aquí esta idea puesto que nos encontramos con un egipcio cristiano, muy relacionado con el movimiento eremítico que tuvo tanto predicamente en Egipto y que impulsó la iconografía de la Tau como símbolo de la cruz de Cristo entre las comunidades cristianas egipcias. Y ya vimos en otro artículo http://www.amaata.com/2013/03/sufrio-nefertiti-una-efectiva-damnatio.html la importancia que pudieron tener este tipo de comunides eremíticas, concretamente las asentadas en el Egipto Medio en el conocimiento, conservación e incluso difusión de la figura de Nefertiti.
Y ahora retomo el curso del relato.

¿Otro ejemplo de VICTOR «triunfante»de significado transcendente? 

En este punto,  no podemos dejar de traer a colación otro grafito de este mismo contexto (U.E. 51144), el nº 12043. En el grafito, grabado sobre la superficie exterior de un fragmento de jarra en cerámica común, podemos ver tres figuras humanas muy esquemáticas: Soldado con casco y lanza? + Figura masculina con una barquita a su derecha + Figura humana incompleta (parte superior).
Bajo la figura de la izquierda hay un texto: VICTOR /PATHIIR y, bajo la central, otro: VICTOR/FILIO http://www.sos-irunaveleia.org/ostracabase:12043

 Como en el caso anterior tendríamos un aparente grafito que nos menciona a un Victor padre y a un Victor hijo. Pero hay  una cuestión que no podemos perder de vista y es que, en los grafitos de Iruña-Veleia, la palabra PATHIIR sólo aparece escrita así con esa «H» medial cuando se refiere a un cargo religioso importante (Pather pontifice, lo cual se evidencia en el sector 6, en una cronología ligeramente posterior y en relación a un posible domus ecclesia). No así cuando la palabra «padre» se refiere a una figura «social» típicamente romana como el «pater familias«. Es como si el uso de PATHIIR en esta forma se hubiera utilizado intencionadamente en palabras con un carácter religioso cristiano. Quizás por equivocación al transcribir desde el vocablo griego (la lengua griega tuvo mucha importancia en el cristianismo primitivo). Así en este grafito, también es posible que tras la apariencia de un Victor padre y un Victor hijo, tengamos una referencia oculta para no iniciados al Padre y al Hijo «victoriosos».

Un acróstico de época romana con mucho jugo interpretativo

Los acrósticos eran muy del gusto de los romanos. Vamos a mostrar aquí uno muy conocido y con una significación totalmente trascendente. Y así nos daremos cuenta de que la propuesta que se hace aquí para el ejemplar de Iruña-Veleia no es en absoluto descabellada ya que cuenta con ejemplares de época mucho más complejos.
Se trata de un puzzle acróstico que es un palíndromo (palabra o frase que se lee igual al derecho que al revés), localizado en un número bastante amplio de hallazgos arqueológicos esparcidos por varias partes de Europa.  El ejemplar más antiguo y célebre es el de las excavaciones de Pompeya, que fue hallado en el año 1925 y que estaba grabado en una columna del gran gimnasio.

Según la base de datos «Epigraphik-Datenbank Clauss-Slaby (EDCShttp://www.manfredclauss.de/es/index.html contaríamos con los siguientes ejemplares de época romana.  En Pompeya (Italia) -4 ejemplares-, en Puteoli (Pozzuoli, Italia), en Comum (Riva San Vitale, Italia), en Conimbriga (Condeixa-a-Velha, Portugal) -2 ejemplares-, en Aquincum (Budapest) -3 ejemplares-, en Lugdunum (Lyon, Francia), en Corinium (Cirencester, Inglaterra), en Mamucium (Manchester, Inglaterra) -2 ejemplares-, así como en Dura Europos (Qalat as Salihiyah, Siria).

Se conocen también muchos ejemplares de época posterior como, por ejemplo, en Italia en la Región Abruzzo en la Iglesia de S.Pietro ad Oratorium entre Bussi y Capestrano, en el castillo de Rochemure, en Oppède, en Siena (en la pared de la catedral), en la abadía de Collepardo, Santiago de Compostela, etc. A veces las cinco palabras se encuentran dispuestas en forma radial, como en la Abadía de Valvisciolo en Sermoneta, o bien en forma circular, como en la Colegiata de Sant’Orso de Aosta.
Como hemos dicho, el acróstico es también un palíndromo, de forma que las cinco palabras que lo componen se repiten tanto si son leídas de izquierda a derecha o de derecha a izquierda, como de arriba abajo o de abajo hacia arriba. Hay quien lo traduce como «El labrador Arepo sostiene con cuidado las ruedas». En el centro del cuadrado la palabra TENET forma una cruz.  
 SATOR
AREPO
TENET
 OPERA 
ROTAS
Al componer las letras alrededor de la «N» ( la única que no se repite) aparece repetida la palabra Padre nuestro (Pater noster), con una A y O al comienzo y al final de cada una ( alfa y omega).  Por tanto podría ser un criptograma que solo el iniciado cristiano podía descifrar.
A
P
A
T
E
R
APATERNOSTERO
O
S
T
E
R
O
El palíndromo tiene aún otra curiosidad: si nos fijamos, cada «T» ( Tau, la cruz de los primeros cristianos) está entre una «A» y una «O», es decir, entre el principio y el fín: la primera horizontal de izquierda a derecha, la última de derecha a izquierda. Lo mismo ocurre con las verticales: la primera de arriba-abajo y la última de abajo-arriba. Las cuatro «T» se encuentran en el centro de cada palabra de 5 letras.
SATOR
AREPO
TENET
OPERA 
ROTAS

 Tenemos por tanto un puzzle acróstico que tuvo tanto éxito desde época romana y que contiene un obvio mensaje críptico de carácter cristiano.

Y aquí la foto de un ejemplar de Conimbriga con «II» en lugar de «E»

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 Y ahora … una pregunta 

 

Y es la siguiente: ¿por qué este grafito de Iruña-Veleia, el nº 11319,  fue dado como falso por la Comisión y la DFA? No tiene ningún error en latín, su paleografía no es problemática (ummmm igual alguna O un poco angulosa, no sé no sé… este escriba ayayay….), contiene un acróstico tan del gusto romano, así como una posible significación religiosa de carácter cristiano (y de ésto tenemos paralelos)…… Nada chirría.
Sin embargo, por falta de un estudio serio y en profundidad por parte de la Comisión que ni siquiera se mojó en decir qué grafitos en concreto eran, según su opinión, falsos, ahí está éste tan netamente romano,  dado como falso. Dado como tal por una Orden Foral que sentenció globalmente todo el material, sin especificiar siquiera cuál era éste.