Idoia Filloy Nieva
Entre los grafitos de Iruña-Veleia, hay uno que tiene incisa lo que parece una máscara que se puede interpretar como teatral por el resto de las cosas que están grabadas junto a ella, concretamente lo que parece la esquematización de la planta de un teatro y la propia palabra TIIATRO, así escrita en lo que vendría a ser un bonito testimonio de latín vulgar.
La máscara es realmente muy sencilla, de forma triangular y con indicación de los ojos. En la parte superior presenta a cada lado un elemento triangular que podría tratarse, simplemente de una representación de la parte trasera de la máscara, como si fuera una especie de vista en perspectiva. En ese caso podría tratarse de una simple figuración de un rostro humano sin rasgos ni expresión. También podrían interpretarse estos elementos como cuernos, con lo que estaríamos ante una máscara animal, que es como fue interpretada por la Comisión.

El grafito, el nº 11709 http://www.sos-irunaveleia.org/ostracabase:11709, fue localizado en el sector 5, recinto 59, U.E. 51144, estrato datado en la 2ª mitad del III d.C. Está grabado sobre un fragmento de cerámica común y por sus dos caras. En lo que habría sido la antigua superficie exterior del recipiente, está el grafito del que vamos a tratar aquí, con la máscara, la posible planta de un teatro y el texto TIIATRO.
En lo que habría sido la superficie interior presenta el grafito SIINIICA / SOCRATIIS / VIRGILIO / MISCART. Esta última palabra fue la que en su día fue transcrita como DIISCART por algunos de los miembros de la Comisión que evaluó el hallazgo arqueológico e interpretada como correspondiente a Descartes. Esto hizo famoso este grafito ya que fue presentado ante la opinión pública como prueba de falsedad,  causando el impacto mediático que se buscaba; si bien hoy día es una interpretación que ni siquiera sostienen los miembros de la Comisión que la defendieron públicamente

Problema de la máscara

 El único miembro de la Comisión que señaló problemas para esta representación iconográfica fue Julio Núñez en su informe para la Comisión http://www.sos-irunaveleia.org/informe-sobre-los-motivos-iconograficos-presentes.
El problema concreto que le veía era que, según él, no se trataba de una máscara humana. Así decía:
máscaras teatrales sólo había de dos tipos trágicas o cómicas…aunque la cuestión más importante es que todas, absolutamente todas las conocidas, siempre nos muestran el rostro de un ser humano, nunca el de un animal como ocurre en este caso”. 

 Demostración de la inexistencia del problema

A este respecto, lo primero que hay que señalar es que, probablemente, lo que llevó a Núñez a interpretar la máscara como correspondiente a un animal pudiera haber sido la suposición de que ésta estaba dotada de cuernos. Sin embargo, como ya he señalado arriba, ésto no tiene por qué ser así, si lo que parecen cuernos es en realidad la parte trasera de la máscara vista en perspectiva. Si esto fuera así el problema señalado por Núñez sería, simplemente, inexistente. Esta posibilidad no la contemplé yo en su día en mi informe http://www.sos-irunaveleia.org/iconografia
Pero, suponiendo que Núñez tuviera razón y que se trata de una máscara animal, ésto tampoco supondría ningún problema, puesto que existen pruebas iconográficas que demuestran que en la Antigüedad sí había máscaras animales….. incluso en contextos teatrales. Así, en el informe que he mencionado arriba, lo que hice fue aportar algunas de estas pruebas documentales que mostrarían que la categórica afirmación de Núñez no es cierta.
Veamos los ejemplos señalados en su día.
.- El primero de ellos es un dibujo de un friso arquitectónico de terracota de la Regia de Roma, edificio sagrado del foro, datado en la 2ª mitad del siglo VI a.C., donde puede verse un temprano ejemplo de un individuo humano que lleva puesta la máscara de un animal, posiblemente un toro.
.- Pero el ejemplo más elocuente en el que se evidencia que la afirmación de Núñez  no se sostiene es el que sigue, ya que tenemos aquí una máscara no humana utilizada por un actor en una escena inequívocamente teatral. Se trata del mosaico de la Casa del Poeta trágico de  Pompeya, conservado en el Museo Nacional de Nápoles. Muestra una escena con actores preparando una obra satírica. A la izquierda puede observarse a uno de ellos, que lleva sobre la cabeza (no la lleva puesta en la cara sino que la tiene retirada de ella) una máscara no humana en un contexto teatral.
.- A continuación se presenta otro ejemplo de iconografía en el que, en su día, señalé la presencia de una máscara animal.  Se trata del mosaico que representa el mito del sacrificio de Ifigenia en Aúlide, procedente de Ampurias, datado en el siglo I a.C. o, según otros, en el último tercio de siglo I d.C. y conservado en el Museo de Arqueología de Cataluña. En él puede verse claramente en la parte baja, entre una serie de objetos apilados junto al altar, la cabeza de un animal, que es lo que interpreté como una máscara.

La Wikipedia nos describe así el mosaico «En primer plano se encuentra un altar, rodeados de ramas, y apoyados en él, una antorcha, un bucráneo y un cuadrito con una herma ithyphálica. A la izquierda del altar se encuentra Agamenón; en el centro, Ulises e Ifigenia; más a la derecha Calcas, de blanco; con una cinta en la cabeza y la diestra en la empuñadura del cuchillo, y Menelao, portando un cetro.

En un segundo término, cuatro jóvenes sin armas, uno armado, y una cabeza femenina, que se asoma tras el hombro de Ulises. Sobre una columna una estatuilla de Apolo. Detrás Diana con un ciervo y unos cipreses. Al pie de la columna está apoyado un escudo. Los expertos piensan que copia una pintura helenística, ya que, la pintura  helenísticasentía interés por estos efectos de luz y de óptica. Pese a todo ello, la brusquedad con que los colores se yuxtaponen, sin transiciones graduales, y la renuncia a efectos de perspectiva aérea, parecen indicar que este mosaico fue ejecutado en el último tercio del s. I d.C» http://es.wikipedia.org/wiki/Sacrificio_de_Ifigenia_%28mosaico%29

Por tanto, la imagen que se ve en primer término de los objetos apilados junto al altar, es interpretada aquí como un bucráneo. Ello derivaría, probablemente, del propio mito en torno al sacrificio, en relación al cual aparece, según las versiones, un toro «según cuenta la versión más conocida, cuando Ifigenia llegó y el sacrificio se iba a realizar, la diosa se apiadó de la joven, y puso en su lugar una cierva … Sin embargo, existen varaciones sobre el tema, según la versión de Sofocles, el sacrificio sí ocurre …. En otras, lo que varía es el lugar del sacrificio … También, cambian el animal por el que sustituyen a la joven como un oso, una ternera, un toro o incluso una mujer vieja …. Otra forma del mito, es que la misma Ifigenia se convierte a sí misma en toro, ternera, osa o mujer vieja -según sea el caso- y acto seguido habría desaparecido …. Otra versión más racionalista explica, por su parte, que en el momento del sacrificio había aparecido un toro, una ternera, una cierva o una vieja, y que el sacerdote había interpretado tal hecho como un presagio de que los dioses no aceptarían el sacrificio y que ya la ofenza a Artemisa estaba saldada«. http://www.guiascostarica.com/mitos/grecia22.htm
Pero, si tenemos en cuenta el mito, el animal que sustituye o en el que se transforma Ifigenia raramente compartiría escenario con ella. Esto ocurriría únicamente en la versión según la cual el animal habría aparecido como presagio para no llevar a cabo el sacrificio.
Entonces realmente… ¿podemos identificar la cabeza con cuernos que vemos apilada junto al altar con el toro que, según versiones, sustituiría a Ifigenia, o en el que ésta se transformaría o que aparecería como presagio para la no consumación del sacrificio? Porque entonces… ¿qué hacen en la misma escena la mujer y el animal? ¿por qué el animal está representado sólo por su cráneo? Porque, en el único caso en que mujer y animal podrían compartir escena, el toro debería estar vivo ¿no?.
Por otro lado lo que tenemos representado en el mosaico parece más una cabeza que un cráneo. Y un bucráneo es precisamente éso, el cráneo de un toro o de un buey.

 

 La  Wikipedia nos señala cómo «en arquitectura se denomina bucráneo alornamento en forma de osamenta procedente de la cabeza de un buey«. «El bucráneo era una cabeza de buey descarnada o no de cuyos cuernos pendían guirnaldas de follaje que los antiguos empleaba como ornamentación en los frisos de los templos y sepulcros, en los altares, candelabros y otros objetos de culto»  http://es.wikipedia.org/wiki/Bucr%C3%A1neo
Es decir que, en general, los bucráneos son la representación del cráneo (parte esquelética de la cabeza) de un buey o un toro, que suele formar parte de composiciones con guirnaldas como ornamento de elementos arquitectónicos como templos y sepulcros y otros objetos. Su significación religiosa de carácter funerario es bastante evidente.
Por todo ello tenemos objecciones a la interpretación de que lo que aparece en el mosaico de Ifigenia sea un bucráneo. Por el desarrollo del propio mito, porque los bucráneos suelen formar parte de composiciones ornamentales más elaboradas, no como un elemento exento apilado junto a otros objetos. Y ello sin entrar en la cuestión de que la forma de los cuernos en el mosaico en cuestión es distinta a la de un vacuno… son demasiado verticales (aspecto éste ya señalado, creo que muy acertadamente, por Koenraad van der Driessche)
Finalmente y aunque es escaso su nivel de detalle, la figura no parece representar un cráneo descarnado y, por eso, pienso que no se puede descartar la posibilidad de que lo que tengamos apilado contra el altar sea precisamente una máscara de toro o de otro animal.
.- Finalmente, podríamos añadir a estos ejemplos, otros de un «arte menor», como sería el que decora elementos muebles como los que aquí traigo de muestra, concretamente, unos discos decorados de lucernas de volutas del taller de La Butte (Lyon, Francia) (Hanotte, A., 2003: «Les lampes à huile de l’atelier de La Butte à Lyon: nouvelles découvertes». En Actes du Congrès de Saint-Romain-en-Gal, S.F.E.C.A.G.. Ed. S.F.E.C.A.G., Marseille. Pág. 489, fig. 9). Cronología: 2ª mitad del I d.C. Al parecer, se trata de una representación de Júpiter-Amón.  Puede observarse claramente que se trata de máscaras con cornamentas sobre rostros humanos.
Obviamente no son máscaras teatrales, pero son máscaras al fin y al cabo.

Otros problemas iconográficos del grafito

El grafito cuenta con otra pequeñísima figura interpretada por Núñez como una visión esquemática de un teatro, con lo cual estamos de acuerdo. Llega a distinguir en él inma, media y summa caveas, así como la orchestra

 Es posible que ésto sea así, aunque hay que tener en cuenta que se trata de una pequeñísima figura que mide exactamente 7 x 8 mm. 

 

El problema es que esto le sirve para argumentar que es un “grabado que resulta imposible de atribuir a alguien que hubiese vivido en época romana”, afirmación con la que no estamos en absoluto de acuerdo.  
Por su parte, Isabel Velázquez también expone un argumento que podemos calificar de iconográfico cuando, en referencia a la palabra «teatro» que aparece grabada en el grafito, señala que “representa una conceptualización moderna o, al menos, no anterior a la Edad Media” y ello porque “jamás en el mundo antiguo se usa para la representación escénica o la obra literaria, que es lo que simboliza la máscara, sino sólo para el edificiohttp://www.sos-irunaveleia.org/informe-sobre-los-grafitos-latinos-de-iruna-veleia. Esto es, de las dos imágenes presentes en el grafito, asocia la palabra «teatro» a la máscara en lugar de al edificio, porque ésto le viene mejor para una argumentación conceptual en contra de su autenticidad.

 Demostración de la inexistencia de estos problemas

A mi juicio y con respecto a «ese grabado imposible» del que habla Núñez, pienso que un romano que viviera en una ciudad con teatro o que hubiera visitado uno en alguna otra ciudad, si tuviera que representarlo de forma esquemática lo haría, con toda probabilidad, en la forma en que podemos verlo en este grafito sobre todo si, como en el caso de Veleia, podía contemplarlo desde arriba. 
De hecho, existen planos antiguos de ciudades de época romana en la que se pueden ver las plantas de los teatros en la forma que a Núñez le parece “imposible” en dicha cronología.
 
Vemos a continuación un ejemplo, en el dibujo  de una parte del plano de Roma, que fue esculpido sobre mármol en el siglo III d.C. Se encuentra aquí la representación del teatro iniciado por Pompeyo y consagrado en el 55 a.C. (Cornell, T./Matthews, J. (2002): La creación del Imperio romano. Ed. Folio, Barcelona. Pág. 91)
 En él se puede observar tanto la detallada representación con la summa, media e ima cavea (representación imposible según Núñez) y con la inscripción THEATRVM junta a ella, referida, sin lugar a dudas, al edificio. Esto es, algo similar a lo que podemos ver en el grafito veleyense.

 

Con respecto al problema señalado por Velázquez, tenemos que tener en cuenta que el grafito muestra una composición en la que la palabra “teatro” aparece con una máscara y la representación de la planta de un teatro. La interpretación lógica hubiera sido que, por un lado, tenemos una máscara que es la que simboliza la representación o la obra literaria (como ella misma dice) y por otro la palabra teatro asociada al edificio (que es lo que corresponde en época romana). Sin embargo y, a nuestro juicio, queriendo argumentar en contra de la autenticidad del grafito y forzando una interpretación inadecuada, asocia la palabra teatro a la máscara para poder así hablar de una “conceptualización moderna”. De hecho, en la imagen de arriba podemos ver cómo, efectivamente, se asocia la palabra teatro (en este caso en correcto latín clásico) con el edificio. Creemos que en el mismo sentido debería interpretarse el grafito de Veleia.

Y es que, efectivamente, en el grafito pone TIIATRO, lo cual es evidencia, en nuestra opinión, del latín vulgar que muestran los grafitos veleyenses, no de castellano como señalan los miembros de la Comisión. Y sí, con una errata al escribir «teatro» sin «th».

De hecho, podemos ver documentada la palabra TEATRO, escrita sin «TH» en el dibujo de esta inscripción que fue aportada por Alicia Satué. Se trata de la Ley del Pagus Herculaneus, cerca de Capua (CIL I, 2945 (p 930) = AE 1958, 266) (agradezco la información a Octavià Alexandre)

Y tenemos esta otra inscripción, donde vemos también un caso similar en que la palabra anfiteatro aparece escrita sin la «th»

…. cen[sue]rat edi[tis] in amp[h]iteatro(!) gladi/[atoribu]s bis spectaculorum die[r(um) 3] item in theatro / [civ(ibus) et incolis] acroam[a]tibus frequenter editis… (CILA 3.1, nº 84).

Conclusión

Por tanto, en mi opinión todos los elementos tanto iconográficos grabados en este grafito son posibles en época romana y los problemas señalados para ellos por los miembros de la Comisión y que apuntarían, según ellos, a su imposibilidad en dicha cronología, no se mantienen, tal y como nos demostría la propia documentación de la época.