Después de “Descartes”, quizá la segunda de las “pruebas estelares” de falsedad de los grafitos de Iruña-Veleia esgrimidas por algunos comisionados en la comparecencia del 19-11-2008 más llamativa sea la supuesta presencia de la imagen de una sirena con cola de pez en una de las piezas. En su informe, el arqueólogo Julio Núñez afirma que la figura que aparece en la pieza 11039 es la  “representación de una sirena con cola de pez, algo únicamente posible a partir de época medieval”.
Sin embargo, Idoia Filloy en su informe sobre iconografía (1) muestra representaciones de figuras de la Antigüedad romana cuya parte superior tiene forma humana y la inferior de cola de pez. La existencia de figuras de este tipo en época romana también está avalada por el testimonio de Luciano de Samosata (siglo II d.C.), que en su obra “De Dea Syria” escribió sobre los templos de Siria que había visitado: “He visto la imagen de Derceto en Fenicia, y es una visión maravillosa; en una mitad es una mujer, pero la parte que se extiende desde los muslos a los pies acaba en una cola de pez.”

En su informe, Idoia Filloy también sugiere la posibilidad de que el ensanchamiento que se ve hacia los pies de la figura sea “una falda de tejido fino pegado al cuerpo, como flotando en el agua”. De hecho, las supuestas “aletas” de la “cola de pez” de la figura no son nada simétricas, lo cual contrasta con la simetría perfecta que muestran la gran mayoría de las aletas caudales de los peces. La posibilidad de que se trate de una falda la apreciamos en la foto de abajo, de una bailaora de flamenco colocada en posición horizontal: si se dibujara su contorno, podría aparentar una criatura marina con cola de pez.  

Figura de la pieza 11039 de Iruña-Veleia y bailaora de flamenco tumbada en posición horizontal.
Pero, aparte de estas consideraciones, lo que me ha movido a escribir este post es el llamativo parecido de la supuesta “sirena con cola de pez” de Iruña-Veleia con una imagen de una pieza de vidrio hallada por Gratiniano Nieto en dicho yacimiento, que se muestra abajo. Esta figura fue descrita por José Mª Blázquez Martínez como la de “un hombre que viste larga túnica hasta los pies” […] “el viento azota la parte inferior de la túnica, que forma, al igual que el manto, pliegues” (2). Por la forma del vidrio y la técnica del ropaje, Blázquez data esta pieza hacia finales del siglo III o comienzos del IV d.C. En su artículo sugiere que se puede tratar de la representación de Perseo volando y señala que la forma de representarlo en Iruña podría haber estado influida por las Victorias vestidas y volando en posición horizontal, tal como aparecen en varios arcos de triunfo de época romana. El vidrio de Iruña también es objeto de un artículo publicado por Alberto Balil, quien interpreta la imagen como una “figura caída”, data su confección en la segunda mitad del siglo IV d.C. y sugiere que se trata de una pieza de procedencia egipcia (3).
Figura de la pieza 11039 de Iruña-Veleia y figura en vidrio hallada por Gratiniano Nieto (ésta última está rotada horizontalmente en sentido contrario al real para que se pueda apreciar mejor su parecido con la figura de la pieza 11039).
 

Victoria volando en arcos de triunfo romanos.
¿Podría la “sirena” de la pieza 11039 de Iruña-Veleia representar a Perseo volando? Aunque los cabellos largos pudieran hacer pensar que la figura representa una mujer, vemos varias representaciones antiguas de Perseo en las que éste aparece con el cabello largo. Un hecho que podría relacionar la figura con Perseo es el nombre que aparece encima: Libia. Además de ser un antropónimo femenino, Libya (a veces escrito Libia en inscripciones antiguas) en la Antigüedad romana designaba todo el norte de África situado al oeste de Egipto. Y es precisamente en Libya donde algunos mitógrafos griegos y romanos sitúan la hazaña más famosa de Perseo: la decapitación de Medusa, una de las tres monstruos femeninos conocidas como Gorgonas. Ovidio, en su Metamorphoses, cuenta que Perseo voló sobre Libya llevando la cabeza de Medusa, de la que se desprendieron gotas de sangre, que al caer sobre la arena se convirtieron en serpientes. Por otra parte, las supuestas “aletas” de la “cola de pez” de la figura de Iruña-Veleia podrían ser las alas que salen de los pies de Perseo en las representaciones de época romana, trazadas de forma tan torpe debido a la escasa pericia artística del grabador.
Representaciones de Perseo de época romana. 
No sé si la figura de la pieza 11039 de Iruña-Veleia representa a Perseo o Victoria volando o está influenciada por sus representaciones en la Antigüedad, pero no puedo dejar de llamar la atención sobre el parecido de su postura corporal con la de la figura del vidrio hallado por Gratiniano Nieto, interpretada por un autor como posible representación de Perseo, así como el ensanchamiento del contorno hacia los pies en ambas figuras. Si quienes describieron la figura del vidrio no vieron en tal ensanchamiento una cola de pez, sino los pliegues de una túnica, coincido con Idoia en que tampoco hay motivo para afirmar que lo que se ve en la figura de Iruña-Veleia sea una cola de pez ni que lo que represente sea lo que actualmente se conoce como una sirena. Por lo tanto, no hay ninguna prueba de falsedad en esta figura, sino que, al contrario, su semejanza con la del vidrio hallado por Gratiniano Nieto iría a favor de su autenticidad.
Referencias
1. Filloy, Idoia. Informe en relación al «Informe sobre los motivos iconográficos presentes en los denominados grafitos de carácter excepcional, del conjunto arqueológico de Iruña-Veleia», de Volpe y Núñez. Pp. 173-181. 2009.

2. Blázquez Martínez, José María. Perseo volando sobre un vidrio de Iruña. Zephyrus 9, 118-121. 1958. 
3. Balil, Alberto. Vidrio tardo-romano de Iruña. Estudios de Arqueología Alavesa VI, 173-181. 1974.