El pasado 9 de mayo di una charla en Zestoa (Guipúzcoa) sobre los grafitos de Iruña-Veleia, invitado por Patxi Alaña, en el X Congreso Origen del Euskera, organizado por la asociación Euskeraren Jatorria. El título de la charla fue “La ciencia y la controversia sobre la autenticidad de los grafitos de Iruña-Veleia”. Aunque el título pudiera sugerirle a alguien que hablé sobre el método científico, en realidad no profundicé en este tema, por una parte, porque, aunque soy científico, no soy un teórico de la ciencia, y, por otra, para no aburrir a la audiencia con consideraciones excesivamente teóricas y abstractas.

Debido al escaso tiempo del que dispuse para preparar la charla, pude hacer pocas aportaciones nuevas, basándose la misma en mi artículo “Comentarios sobre algunos grafitos de Iruña-Veleia” (disponible en la página web de SOS Iruña-Veleia) y en algunos posts publicados en este blog.


En la charla hice una crítica al proceso seguido para la evaluación científica de los grafitos de Iruña-Veleia y expuse mis argumentos a favor de su autenticidad en base a los siguientes puntos:

1) Crítica al proceso de evaluación “científica” dirigido desde la Diputación Foral de Álava (DFA).

2) Crítica a los informes de la Comisión Asesora constituida por la DFA.
3) Existencia de numerosos paralelos en la Antigüedad de los grafitos de Iruña-Veleia, algunos de ellos muy poco conocidos y por consiguiente de improbable conocimiento por parte de un supuesto falsificador.
4) Reproducibilidad de los hallazgos de Iruña-Veleia.
5) Inexistencia en la historia de la arqueología profesional de paralelos similares a la falsificación propuesta para Iruña-Veleia.

A continuación voy a hacer un resumen de estos puntos.

Irregularidades en el proceso de evaluación científica de los grafitos de Iruña-Veleia
1) La comisión constituida por la DFA se creó como comisión “asesora” del equipo arqueológico, no como comisión evaluadora de la autenticidad o falsedad de los hallazgos.
2) La presidenta de la comisión ostentaba un cargo político, cuando este cargo debiera haber recaído en un científico de reconocido prestigio en alguna de las disciplinas implicadas en el estudio de los hallazgos.
3) La composición del equipo de expertos estaba fuertemente sesgada, utilizándose criterios impropios de una evaluación científica en la selección de sus miembros, como la nacionalidad o la institución (10 de 16 autores de informes eran profesores de la Universidad del País Vasco).
4) La comisión carecía de expertos en determinadas disciplinas de gran importancia para el estudio de los hallazgos, como el latín vulgar o la arqueometría.
5) Los informes no fueron independientes entre sí, como lo demuestran las citas mutuas y la extraña coincidencia en múltiples errores en las lecturas o en las interpretaciones de los grafitos (p.ej. la errónea lectura de un inexistente “Descartes”).
6) Dos de los evaluadores de la comisión expresaron claramente su inclinación hacia la falsedad de los grafitos antes de realizar su evaluación, lo que debiera haber sido motivo de su exclusión como evaluadores.
7) Al menos uno de los evaluadores se ha beneficiado notoriamente del resultado del proceso de evaluación en el que ha participado, lo cual indica la existencia de un conflicto de intereses, inaceptable en un proceso de evaluación científica.
8) La DFA ha ignorado las recomendaciones del informe del arqueólogo británico Dominic Perring, encargado por la propia DFA:
– Intervención de los más destacados expertos internacionales.
– Publicación de sus estudios tras revisión por pares: ninguno de los evaluadores ha publicado ningún artículo en ninguna revista científica exponiendo sus argumentos.
– Realización de excavaciones de contraste por un equipo arqueológico independiente.
9) No se ha redactado ningún documento final consensuado y firmado por todos los miembros de la Comisión, con las conclusiones de la evaluación y las recomendaciones de actuación.
10) Algunos de los miembros de la comisión han expresado públicamente sus rectificaciones sobre lo escrito en sus propios informes o su insatisfacción con el proceso de evaluación en el que han participado.
Irregularidades en la redacción de los informes de la Comisión Científica Asesora
1. En algunos informes se ponen las conclusiones al principio y de entrada comienzan afirmando que los grafitos son falsos, lo cual indica la existencia de prejuicios que contaminan la totalidad del informe.
2. No se informa de los criterios de selección de los grafitos estudiados, que en todos los casos son un pequeño porcentaje del total.
3. Se omite información sobre las bases de datos (epigráficas, textuales, bibliográficas) que se han consultado y sobre los criterios de búsqueda utilizados.
4. No se ponen los hallazgos en el contexto de otros casos similares, buscando paralelos y diferencias, ni se discuten con detalle las distintas hipótesis que pudieran explicar las anomalías o hechos inusuales, excepto en el informe de Dominic Perring.
5. Las conclusiones no son coherentes con los resultados de los análisis: en algunos informes se llega a una conclusión de absoluta seguridad de falsedad, sin que ello se deduzca de los resultados obtenidos y sin haberse discutido hipótesis alternativas.
6. No se incluyen propuestas de futuros estudios o acciones a realizar, excepto en el informe de Perring.
7. Algunos informes carecen de bibliografía o de citas en el texto de la bibliografía, o están inflados de autocitas del propio autor del informe.
8. Los informes se deben limitar al campo de especialización de sus autores. Sin embargo vemos que esta regla no se cumple en algunos de ellos, en los que historiadores hacen evaluaciones sobre lingüística o un lingüista evalúa sobre temas de egiptología, epigrafía, paremiología, paleografía e incluso utiliza argumentos probabilísticos.
9. Por último, como comentario general, en la lectura de los informes llama enormemente la atención la ausencia de cualquier intento serio de buscar paralelos en la Antigüedad de los grafitos de Iruña-Veleia, cuando la búsqueda de paralelos es una de las primeras actuaciones que se espera de un experto cuando se enfrenta a un hallazgo novedoso o inusual. Da la impresión que tal búsqueda se considera irrelevante, ya que se parte de la premisa de que los grafitos son falsos. Quizá por ello la búsqueda de paralelos solamente se centra en la modernidad, como los de “Descartes”, cuore o Deidre, cuando se pueden encontrar paralelos mucho más verosímiles en época antigua.  
Paralelos en la Antigüedad de los hallazgos de Iruña-Veleia
Un aspecto esencial en la evaluación científica de todo hallazgo novedoso es la búsqueda de paralelos, esto es, hallazgos similares hechos con anterioridad por otros autores. La existencia de paralelos proporciona verosimilitud a un hallazgo y su ausencia lo convierte en sospechoso. En el caso de Iruña-Veleia, existen muy numerosos y diversos paralelos en la Antigüedad: epigráficos, lingüísticos, paleográficos, iconográficos. Algunos de estos paralelos corresponden a grafitos calificados en los informes de la Comisión como imposibles, impensables, inexplicables o inadmisibles y algunos de ellos son poco conocidos, excepto por especialistas de muy alto nivel, lo que hace que su conocimiento por parte de un supuesto falsificador sea improbable. Algunos de estos paralelos se muestran como ejemplo a continuación.
Secuano. En el Epigraphik Datenbank, Sequanus,-a y sus declinaciones están presentes en 48 inscripciones latinas, pero la grafía con c, como aparece en Iruña-Veleia, solo está documentada en cuatro inscripciones, siendo muy sorprendente que fuera conocida y reproducida por un falsificador moderno.
Fig. 1. SIICUANO PRIMA GIO (Ref. 11287).
Dalia. Posible variante de Thalia o abreviatura de Daedalia, que aparece con la grafía observada en Iruña-Veleia solamente en una inscripción latina antigua, siendo igualmente muy improbable que fuera conocida por un falsificador moderno.
Fig. 2. DALIA (Ref. 12099).

Ioshe, Ieshu, Pather. Los grafitos Ioshe, Ieshu y Pather de Iruña-Veleia son calificados en diversos informes como inexplicables, inadmisibles o imposibles. Sin embargo, en inscripciones latinas antiguas encontramos hs posconsonánticas no etimológicas, algunas tras S, como una inscripción en la que se lee PROSHODVS, en lugar de PROSODVS, y otras después de Ts, como en la que se lee “ARISVTH MATHER”.

Fig. 3. Arriba: IIISHV (Ref. 13385); IOSHII (Ref. 13373). Abajo: PROSHODVS en una inscripción antigua (CIL 03, 06269).

Fig. 4. Arriba: PATHIIR (Ref. 13380). Abajo: ARISVTH MATHER en una inscripción antigua (IRT 00850).
Cuore: en varios informes de la Comisión, se describe esta palabra como “italiana”, dando a entender que la diptongación en uo deriva de una evolución de época medieval y era inexistente en la antigüedad. Sin embargo, la misma diptongación la encontramos en múltiples inscripciones antiguas, como aquella en la que se lee Crinuoni, en vez del esperado Crinoni.
Fig. 5. Izda.: VIRGVNIII MIIO CVORII (Ref. 11019). Dcha: (5ª línea) CRINVONI en una  inscripción antigua (CIL 03, 04982)
Novva: la grafía novva, con v geminada, presente en dos grafitos de Iruña-Veleia, es calificada por Joaquín Gorrochategui como “incomprensible”, afirmando que “no tiene justificación ni desde el punto de vista latino ni menos aún vasco”. Sin embargo, la geminación consonántica y vocálica está documentada en la Antigüedad, incluyendo la geminación de la v, como la que se observa en la inscripción en la que se lee Evvodia, en lugar de Evodia.
Fig. 6. Izda.: NOVVA (Ref. 1071653). Dcha: EVVODIA en una inscripción antigua (CIL 05, 01198).
Corne. Lakarra se refiere en su informe jocosamente a la abreviatura Corne(de Cornelius/a) de un grafito vasco de Iruña-Veleia como “diminutivo a lo cheli”. Sin embargo, esta abreviatura aparece en algunas inscripciones latinas antiguas, siendo sorprendente que un presunto falsificador la conociera, ya que es relativamente poco frecuente. 
Fig. 7. Arriba izda: NIIV CORNII ESKON (Ref. 15922). Arriba centro y dcha. y abajo: Corne en seis inscripciones latinas antiguas.
Fili. La presencia de fili, con función aparente del nominativo filius, en tres inscripciones de Iruña-Veleia, es calificada por Isabel Velázquez como error “impensable” e “inadmisible”. Sin embargo, filiusse abrevia como fili en 62 inscripciones de la Antigüedad, siendo sorprendente que un presunto falsificador conociera esta rara abreviatura, ya que filius se abrevia como filisolamente en el 0,3% de las ocasiones.
Fig. 8. Arriba izda: ENIIAS ANQVISIIS ET VENVS FILI (Ref. 11425). Arriba dcha y abajo: FILI como abreviatura de FILIVS en cuatro inscripciones antiguas. 
Formas de las letras. Sorprendentemente, en ninguno de los informes de la Comisión se hace comentario alguno sobre los paralelos antiguos de las formas de algunas letras de los grafitos de Iruña-Veleia, muy diferentes de las actuales y muy parecidas a otras procedentes de la Antigüedad romana, como las de los grafitos de Pompeya, Ostia Antica, Segóbriga o La Cabañeta o las tablillas de Vindolanda.
Fig. 9. Letras de grafitos de Iruña-Veleia (I-V) comparadas con letras de Pompeya (P), Ostia Antica (O), Segóbriga (S), La Cabañeta (LC) y Vindolanda (V).
Entre los paralelos paleográficos están las Zs atravesadas por un trazo horizontal (Ƶ), similares a la que se observa en un grafito vasco de Iruña-Veleia, que son relativamente frecuentes en inscripciones latinas antiguas. Sobre esta Z, escribió Gorrochategui: “En cuanto a la forma [de las Zs], la nº 13364 (ZVR[e]) presenta una variante desconocida con trazo central: Ƶ”. Las evidencias contradicen esta afirmación.
Fig. 10. Arriba: Pieza 13364 de Iruña-Veleia, con grafito que contiene una Ƶ atravesada por trazo horizontal en el medio. Abajo: Ƶs similares en inscripciones latinas antiguas.
“Comas”. En varios informes se utiliza la presencia de signos parecidos a comas como argumento a favor de la falsedad de los grafitos, afirmando o bien que tales “comas” eran inexistentes en la Antigüedad o bien que su función en los grafitos es similar a las comas modernas. El hecho es que muchas de las supuestas “comas” de los grafitos están situadas en la caja de escritura en una posición muy diferente a las comas actuales: partiendo de la altura media de la caja, como los signos de interpunción, algunos en forma de comas, de las inscripciones antiguas, y no del borde inferior de la caja, como las comas actuales. Tampoco la función de las supuestas “comas” de los grafitos es la misma que la de las comas actuales, ya que separan palabras contiguas en la misma línea, como hacen los signos de interpunción antiguos, o frases inconexas, que en la escritura moderna se separarían con puntos (seguidos o aparte), no con comas. Es sorprendente que un presunto falsificador conociera los signos de interpunción en forma de comas y los reprodujera en Iruña-Veleia, ya que son poco frecuentes.
Fig. 11. Arriba: Signos en forma de comas en algunos grafitos de Iruña-Veleia (Refs. 16365, 13397, 12390) que parten de la altura media de la caja. Abajo: signos de interpunción en forma de comas en tres inscripciones antiguas.
Reproducibilidad de los hallazgos de Iruña-Veleia
Otro de los criterios científicos que confiere verosimilitud a un hallazgo es que sea reproducible, es decir, que otros autores de forma independiente realicen posteriormente hallazgos similares. En el caso de las pinturas rupestres de Altamira, fueron los hallazgos de pinturas similares en cuevas francesas los que convencieron a los prehistoriadores franceses de la autenticidad de las primeras. También en el caso de los hallazgos “excepcionales” realizados por el equipo de Eliseo Gil se han reproducido hallazgos similares realizados por otros autores con posterioridad  a los de Iruña-Veleia:

1)  En 2012, el arqueólogo alemán Dennis Graen halló una inscripción hebrea en Silves (Portugal), datada en el s. IV d.C., que contenía “comillas triples” muy parecidas a las de varios grafitos de Iruña-Veleia.
Fig. 12. Arriba y abajo izda.: “Comillas” triples en cuatro grafitos  de Iruña-Veleia (Refs. 13361, 13383 y 13385). Abajo dcha.: inscripción hebrea de Silves (Portugal) con «comillas» triples.

2) Ese mismo año, se publicó un artículo en el que mediante termoluminiscencia se demostraba la antigüedad (hacia el s. III d.C.) de las placas del “Itinerario de Barro” cuya autenticidad había sido fuertemente cuestionada con anterioridad, una de las cuales contiene signos ibéricos en un texto latino muy similares a los que aparecen en un grafito latino de Iruña-Veleia.
Fig. 13. Arriba: Es ibéricas en la pieza 11425 de Iruña-Veleia (ENIIAS ANQVISIIS / ET VENVS FILI). Abajo: Es ibéricas en la placa IV del Itinerario de Barro.

3) También en 2012 se dio a conocer el hallazgo del “Bronce de Novallas”, en la provincia de Zaragoza, que contiene un texto en una lengua indígena paleohispánica, probablemente celtíbero, escrito con letras latinas, en medio del cual aparece la palabra latina publicus, con evidentes paralelos al de los grafitos en lengua vasca de Iruña-Veleia que contienen palabras latinas insertadas en el texto, como polita, cor o nova.
Fig. 14. Izda.: Publicus en medio de un texto celtíbero en el Bronce de Novallas. Dcha.: cor (ref. 13958) y nov{v}a polita (ref. 16365) en medio de textos vascos en grafitos de Iruña-Veleia.
4) En 2013 se publicó el hallazgo en el yacimiento de Iruña-Veleia por el equipo de Julio Núñez de un ara con el nombre Veleia, que también aparece en varios grafitos hallados por el equipo de Eliseo Gil. Este no es un hallazgo banal, como pudiera parecer a quienes desconocen la historia del yacimiento de Iruña. Su identificación con la ciudad romana de Veleia no era segura antes del hallazgo de los grafitos con el nombre de la ciudad por el equipo de Eliseo Gil. De hecho, el arqueólogo Gratiniano Nieto, que excavó en Iruña en la década de 1950, en su libro “El oppidum de Iruña” afirma que el yacimiento de Iruña fue identificado por diversos autores modernos con una de dos ciudades romanas, Veleia o Suessatio, sin que él se decantara por una de ellas. Tampoco había seguridad de cómo se esperaría encontrar escrito el nombre de la ciudad en la Antigüedad, ya que en diversos autores antiguos o altomedievales aparece con diversas grafías: Velia, Veleia, Beleia o Belegia. De hecho, Gorrochategui utilizó el hallazgo de grafitos con el nombre “Veleia” como argumento en contra de su autenticidad, tanto por el propio hallazgo en sí como por su grafía (sin embargo, figura como coautor del artículo en el que se describe el ara con el nombre Veleia, en el que se omite cualquier mención a los grafitos hallados por el equipo de Eliseo Gil).
Fig. 15. Arriba: “Veleia” en tres grafitos hallados por el equipo de Eliseo Gil (refs.  13380, 13274 y 16364). Abajo: “Veleia” en un ara hallada por el equipo de Julio Núñez.

Estos hallazgos posteriores a los de los grafitos de Iruña-Veleia proporcionan a éstos últimos un muy alto grado de verosimilitud, al no ser susceptibles de haber podido ser conocidos por un falsificador.
Inexistencia de falsificaciones similares a la propuesta para Iruña-Veleia
En contraste con la plétora de paralelos en la Antigüedad de los grafitos de Iruña-Veleia, no existe en la arqueología profesional moderna ningún paralelo comparable a la falsificación propuesta para Iruña-Veleia, ni de las circunstancias, ni de las características de los hallazgos, ni de su magnitud. Aunque son numerosas las falsificaciones arqueológicas conocidas, la inmensa mayoría corresponden a hallazgos casuales hechos por personas ajenas a la arqueología o a piezas procedentes del mercado de antigüedades, siendo excepcionales las procedentes de excavaciones arqueológicas profesionales. En el libro “Scientific investigation of copies, fakes and forgeries” de Paul T. Craddock, solo se mencionan dos casos de piezas procedentes de yacimientos arqueológicos: el primero corresponde al hallazgo en 1907 de dos ladrillos con inscripciones latinas en Pevensey (Inglaterra) por el arqueólogo aficionado Charles Dawson, presunto implicado en otra famosa falsificación, la del hombre de Piltdown, y el segundo, más reciente, al hallazgo en el yacimiento de Clazomenae (Turquía) de un jarro con monedas de época supuestamente romana, que al parecer fue colocado en el lugar de la excavación con la intención de legitimar la antigüedad de monedas que se vendían en mercados próximos y cuya genuinidad se había cuestionado.
Conclusiones
1. Existen numerosas y graves irregularidades en el proceso de evaluación científica de los hallazgos de Iruña-Veleia y en la redacción de los informes de la Comisión Científica Asesora, que restan credibilidad a sus conclusiones.
2. Existen numerosos paralelos en la Antigüedad de los grafitos de Iruña-Veleia.
3. La reproducibilidad de algunos hallazgos de Iruña-Veleia ha sido demostrada mediante hallazgos similares realizados posteriormente por otros autores.
4. No hay precedentes en la arqueología profesional moderna de una falsificación de las características y la magnitud propuestas para Iruña-Veleia.
5. No existe ninguna publicación científica que demuestre que los hallazgos de Iruña-Veleia sean falsos.
6. Todo ello proporciona una alta verosimilitud a la autenticidad de los grafitos hallados en el yacimiento de Iruña-Veleia.
Agradecimientos
Agradezco a Patxi Alaña por invitarme a dar esta charla, a Antonio Rodríguez Colmenero, Alicia Satué y Luis Silgo por su asesoramiento en cuestiones relativas a epigrafía, filología latina y escritura ibérica, respectivamente, y a Eliseo Gil, Idoia Filloy y Koenraad Van den Driessche por las fotografías y transcripciones de los grafitos de Iruña-Veleia, que han puesto a disposición de todos en la Ostracabase.