VIII

IR-12394: SI VIS PACEM PARA INSTITIAM?

¿SI QUIERES PAZ PREPARA JUSTICIA?

Fig. 32. Pieza IR-12394

Nos enfrentamos, esta vez, con una inscripción latina incisa sobre hueso vacuno o caballar; recio, en consecuencia, para cualquiera de las posibilidades susceptibles de poder ser elegidas. Y acentúo el detalle, tanto por la peculiar naturaleza del soporte, como por la imposibilidad de ser abordado presencialmente, dado que, con tan sólo los fotogramas de conjunto disponibles, no podremos avanzar como quisiéramos, pero sí, al menos, en la buena dirección. De cualquier manera, tampoco los riscados recientes de limpieza sobre letras favorecen la interpretación de los textos aunque, eso sí, habremos de intentarlo.

De todas formas, y a manera de exordio, convendrá rememorar la versión que de este grafito efectúan los profesores I. Velázquez y J. Gorrochategui, siempre arropados en la dirección tomada por seguidores y colaboradores, con reducción de la totalidad del texto a la expresión refranera: si vis pacem para iustitiam, “si quieres paz, prepara la justicia”, forzando este último vocablo a ser leído como iustitiam, justicia, alterando así las letras de su radical.

Sin embargo, la tal versión arranca con dos inconvenientes generados por este intento de interpretación: prescindir, sin leerlo, del renglón central de un texto de tres, y forzar la ya mentada interpretación INSTITIAM por IVSTITIAM. Cierto que el escribano del texto refranero o, si se prefiere, difusor del mismo, parece haber desenfocado la plasmación de la frase; y aquí nos hallamos presentes para corregir lo que sea preciso, si es que llegamos a acertar, que es lo que deseamos.

El escenario, vértebra de bovino apoyada longitudinalmente sobre uno de sus costados, ofrece una estampa apaisada sobre la que ha sido esgrafiada la inscripción. En cuanto al primero de los renglones, se nutre con la expresión inicial del texto, si vis pacem, perfectamente alineada. Ahora bien, tras haberse iniciado correctamente el segundo con el imperativo PARA, de parare, con traducción “prepara”, se bifurca en dos renglones superpuestos: el, a partir de ahora, central, de cuyo contenido se han hecho el sordo Gorrochategui, Velázquez y compañía, y el inferior, en donde la supuesta INSTITIAM tendría que hacer de complemento directo.

Ahora bien, nos preguntamos ¿encaja lo “olvidado” por nuestros colegas con el resto, ya anteriormente tenido en cuenta? Creemos que sí, siguiendo el orden que, a partir de ahora, trataremos de esclarecer.

– Primer renglón: SI VIS PACEM.

– Segundo: imperativo PARA en el inicio, bifurcándose, a continuación, en otros dos superpuestos: el superior, con un letrero continuo que finaliza con B y T, letras ambas separadas, a la vez que ubicadas ya sobre una pequeña fosa del hueso mismo; y la inferior, con otra leyenda complementaria consecuente, creemos, con la otra mitad del texto a tener en consideración.

Por supuesto que la interpretación que voy a proponer no ha de agradar demasiado a muchos, pero sí creo, personalmente, que se trata de una posibilidad consecuente con la totalidad de la inscripción y, debido a ello, habrá de ser tenida muy en cuenta, por lo menos hasta que los responsables de la custodia de dicha vértebra den permiso para poder visitarla y ver de cerca los vestigios en su ser con la única finalidad de poder confirmar, o no, nuestras consideraciones teóricas en torno a la cuestión, previo análisis ocular presencial de los grafitos originarios, por lo menos.

Sin embargo, no renunciamos a avanzar ahora mismo en la interpretación de la leyenda que consideramos más cercana a la realidad, según la versión siguiente: SI VIS PACEM/ PARA VV^LTVM B(onum) T(uum)/ IN  SIITI^M  A^NI[S], cuya traducción más allegada podría ser: “Si quieres paz, inunda de bondad tu rostro durante unos siete años…”. ¿Evangélico casi, no?… aunque no pariente de otras versiones.

Y con lo expuesto se pretende el intento provisional de dar solución a un problema no baladí desde los puntos de mira posibles. Perdón, además, por el exceso de anexados entre las letras del tramo final, pero no veo otra salida para poder interpretarlas con el sentido debido lo más posible.

IX

ACERCA DE UN GRAFITO CON AMBAS CARAS OCUPADAS POR CONTENIDOS DIFERENTES: IR-12390: A. AD MAIOREM DEI GLORIAM? B. AMICVS INCERTVS…?

A. En el anverso del óstraco: Ad Maiorem Dei Gloriam?

Fig. 33. Pieza IR-12390, cara B.

Los defensores de que todos o casi todos los hallazgos sueltos exhumados en el solar de la vieja Veleia, hace ya casi veinticinco años, responden a una falsificación interesada, han recurrido con la intención de delatarla, entre otras aportaciones, a un montón de supuestas tretas fallidas de los falsificadores sembradas sobre el lenguaje escrito por ellos empleado, tanto en las descripciones como en las ilustraciones respectivas que las acompañan.

Ahora bien, para jueces tan agudos como pretenden serlo, los falsificadores de estas descripciones habrían recurrido a citas de textos que ni siquiera existirían todavía en los siglos V y VI de la era, pero sí lo habrían sido a partir del bajo medievo y, sobre todo, del renacimiento, visto lo cual se habrían convertido en los responsables del tinglado que en las excavaciones arqueológicas de Veleia se montó; eso sí, tan sólo durante las largas campañas de 2005 y 2006 dirigidas por Eliseo Gil Zubillaga conforme se adelantan a reseñar solamente algunas veces.

Uno de los referentes más sonoros de la caza de vestigios de esta gama, por ellos efectuada, habría sido la frase ignaciana Ad Maiorem Dei Gloriam, generada ya, según I. Velázquez, a la par que J. Gorrochategui, por Gregorio Magno (540-604), para ser acogida, tras diversos avatares al respecto, entre ellos su utilización en el Concilio de Trento, así como su captación por Ignacio de Loyola para divisa relevante de su entonces recientemente fundada Compañía de Jesús. Es decir, todos felices  tras haber colocado cada cosa en su lugar, puesto que el falseador o falseadores del contenido de los óstraka habrían fracasado en su intento de dar como romana o visigoda una frase que, generada por un papa en la ya baja antigüedad, habría vuelto al uso inmediatamente después de ser fundada la Compañía de Jesús, intuyéndose que habría sido de esa fuente modernista que habría bebido el falsificador, quien, sin embargo, se habría pasado de raya a la hora de querer ajustar datas para su fechoría, ofreciendo, en realidad, lo moderno por lo antiguo, treta que a los jueces intelectuales del fregado no se les habría pasado por alto, conforme unánimemente quisieron hacer ver.

Ahora bien, con frecuencia las cosas no son como parecen y, antes de sentenciar intelectualmente los hechos, conviene sopesar muy mucho las potenciales posibilidades para hacerlo, cosa que, al parecer, los interesados no han querido o sabido hacer, olvidando de esta manera las aportaciones que la Biblia les habría ofrecido, dispensándoles de inventar la pólvora el haber leído sencillamente las siguientes citas del Nuevo Testamento:

  • Carta de Pedro 5,11, a las comunidades cristianas: “…IPSI GLORIA ET IMPERIUM IN SAECULA SAECULORUM”, “para Él la gloria y el mando por los siglos de los siglos”. Conceptos, por tanto, que se hallan en escritos de origen evangélico.
  • Pablo, Phil. 4,20: “Deo autem et Patri nostro GLORIA IN SAECULA SAECULORUM”, “Gloria a nuestro Dios y Padre por los siglos de los siglos”.
  • Pablo, Carta 1ª ad Timoth. 1,17: “Regi autem saeculorum immortali, invisibili, soli Deo, HONOR ET GLORIA IN SAECULA SAECULORUM”, “… al Rey de los siglos inmortal e invisible, Dios único, gloria por los siglos de los siglos”.
  • Pablo, I Cor. 10,31: “…omnia in gloriam Dei facite”, “…haced todo para gloria de Dios”.
  • Pablo, II Cor. 4,15: “…ABUNDET IN GLORIAM DEI”, “Sea generoso en lo que atañe a la gloria de Dios “.

Y nos detenemos a pesar de que existe mucha más cera que poder quemar.

Concluyendo, y no del todo aún: que se esfuma la fuente de la modernidad y volvemos a la antigüedad dura, del siglo I de la era, nada menos, ya que el eslogan en sí es evangélico ya, pasando a  ser simples alusiones tácitas del mismo, tanto los ejemplares posibles del medievo, como los de la época moderna avanzada; de ahí que las alusiones del grafito de Veleia al texto bíblico sea perfectamente correcta y datable en la Baja Romanidad, ya que seguiría persistiendo durante toda ella sin que, por supuesto, nada tuviesen que ver las derivadas con datación renacentista.

Y, expuesto lo que antecede acerca del texto, parece que todo está en orden ya. Para mí, sin embargo, ha dejado de ser así, puesto que siempre en mi interior he sentido la necesidad de repasar la interpretación efectuada por los “falsistas”, que no falsarios, dado que, tal vez sería posible que la lectura del texto aludido pudiera efectuarse de manera diferente. Veamos.

Aparece nítida la preposición ad del inicio, pero no así la palabra que la sigue, maiorem en acusativo ya  que, interpretado de esa guisa, deja fuera de combate una letra que parece ser una i latina. Por otra parte, la primera letra del segundo renglón, interpretada hasta ahora como la versión en genitivo de Deus, Dei en la frase, tendría en su contra que la letra inicial no se halla bien definida, pudiendo ser considerada como D, pero también como V seguida de II (E de barras), además de L con punto a continuación, lo cual nos permitiría interpretar el contenido de este renglón como VIIL(eiensium) GLORIAM, ya que no existe duda alguna acerca de la certeza de esta palabra final. La duda radica, sin embargo, en si podría leerse el sustantivo del primer renglón, en genitivo, como IMAGORVM, por imaginorum, aludiendo, tal vez de esta manera, a una cofradía de posibles escultores aclamados por sus coterráneos, de tal manera que, tratando de recomponer una frase viable con lo averiguado, dar respuesta con la versión “AD IMAGORVM / VIIL(eleiensium) GLORIAM”,  “gloria a los escultores veleienses”, que del nuevo giro podría deducirse, tal vez. De todas formas, la circunstancia de tratarse de escritura sobre huesos contribuye mucho a oscurecer la interpretación definitiva que pudiera dársele al texto. Y, de momento, esto es todo.

X

B. IR-12390.2: Amicus incertus?

Fig. 34. Pieza IR-12390, cara A.

He aquí un polémico refrán considerado por el gremio falsario como Amicus/ certus in re incerta /cemitur, o también cernitur, sin que este último supuesto verbo pueda ser aceptado como tal, incluso con el ac- inicial que yo mismo, en datas relativamente lejanas ya, había añadido al final del tercer renglón, dado que tales letras son reconocibles todavía al final del mismo considerándolo, en definitiva, hoy día como intento no logrado. Por eso, y después de dar muchas vueltas a lo que parece evidente, mi nueva versión se concretaría en el siguiente formato: “AMICVS/ COALERTVS IN/ RII INCERTA/ AC(cepta) CIS MI(TI)TVR/  F(rater)” , “Un buen amigo de la niñez, recibida alguna noticia sospechosa  acerca de un colega de aquella época retorna para visitarlo como si de un hermano suyo se tratase“.

Sólo precisar que esta nueva versión encuentra un apoyo definitivo en el adjetivo coalertus, colega de infancia, que en esta ocasión hemos logrado descifrar nítidamente, a la vez que la asociación de la preposición cis seguida del verbo mittere, que prefiero interpretar en voz pasiva, así como el rescate del participio AC(cepta), del verbo accipere, recibir, para concluir en la quinta línea con la F solitaria que creo alude a f(rater).

Y, tras lo expuesto, añadir tan sólo que la reproducción COALIIRTVS, y contra todos los intentos anteriores, me parece ser cada vez más definitiva.