Artículo

Toro-Moyano, I, Martínez-Navarro, B., Agustí J., Souday C., Bermúdez de Castro J., Martinón-Torres M., Fajardo B.,Duval M., Falguères C., Oms O.,Parés, J., Anadón P., Julià R., García-Aguilar J.-M., Moigne A., Patrocinio Espigares M., Ros-Montoya S., Palmqvist P. (2013)
The oldest human fossil in Europedated to ca. 1.4 Ma at Orce (Spain).
Journal of Human Evolution (prepress)

EL ARTICULO HA SIDO TEMPORALMENTE ELIMINADO (gracias por la información – Niño de Orce) (ver p.ej. aquí)

(parte de la información está inspirado en el post sobre el mismo tema en Terrae Antiquae)

España tiene en realidad dos Atapuercas. Uno es totalmente desconocido, aunque encontraron los restos humanos más antiguos de Europa allí. Se trata de los yacimientos de Orce en la provincia de Granada.

El yacimiento también es curiosamente el escenario de una importante polémica paleontológica. En 1982 el paleoantropólogo Josep Gibert descubrió en el yacimiento de Venta Micena unos restos óseos aparentemente humanos que se dieron a conocer en la prensa como hombre de Orce. Según el propio Gibert se trata de los restos humanos más antiguos de Europa, pero tanto su naturaleza humana o no, como su antigüedad y su importancia son discutidas por la comunidad científica. Trataremos la polémica en un nuevo post. Pero la presencia de un ahora reconocido fósil humano de gran edad nos induce a pensar que la polémica sobre la naturaleza del hombre de Orce no está terminado. Ver también la entrevista con Luis Gibert al final del post.

Un artículo firmado entre otros por José María Bermúdez de Castro en prensa en la prestigiosa revista Journal of Human Evolution informa sobre el hallazgo de 2002:

El dente de leche humano más antiguo de Europa Occidental Foto Jordi Mestre/IPHES

Entrevista con José María Bermúdez de Castro en la revista Materia:

El Ratoncito Pérez

El investigador José María Bermúdez de Castro (izquierda), codirector de los yacimientos deAtapuerca, recuerda el día de 2008 en el que Toro llegó a su despacho en el número 28 de la Avenida de la Paz, en Burgos, tras un largo viaje en coche desde Granada. Llevaba el diente en una cajita. Bermúdez de Castro, experto en dentición, llevaba años analizando restos fósiles de Orce y descartando su humanidad. Pero aquella muela era diferente. “Mi primera impresión fue: esto es humano”, recuerda. El diente era similar a las muelas de leche de sus hijos, que escondía y guardaba siguiendo la tradición del Ratoncito Pérez. “No hay ninguna especie entre los restos de Orce con la que se pueda confundir. Quizá con un diente de babuino, pero tendría las cúspides más afiladas”, explica. La raíz de los dientes de leche humanos, antes de caerse, se reabsorbe y forma un borde característico. “El diente de Orce se parece muchísimo a los de mis hijos”, admite el científico, que a lo largo de su vida ha analizado miles de dientes humanos en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, en Burgos.
Bermúdez de Castro cree que aquel niño perteneció a la misma especie que la abuela devorada por caníbales en la Sima del Elefante. Allí sólo apareció un fragmento de siete centímetros de una mandíbula, con cuatro dientes todavía engarzados, una falange y un pedazo de un hueso del brazo con marcas de corte. Los investigadores de Atapuerca creen que se trata de una especie desconocida para la ciencia, predecesora del Homo antecessor que vivió hace 800.000 años también en Atapuerca. De manera provisional, la han bautizado “la especie Ñ”.
“Con un solo diente no podemos decir qué es, pero sería muy raro que la muela de Orce perteneciera a una especie distinta a la de la Sima del Elefante”, opina Bermúdez de Castro, encantado por el hallazgo en el yacimiento granadino, aunque le haya arrebatado a Atapuerca el título de cuna del primer europeo conocido.
Abstracto

La región de Orce es uno de los mejores registros paleobiologicos de Europa para el Plioceno tardia y el Pleistoceno continental… Describimos un nuevo diente fosíl del Barranco León, datado en cerca 1,4 millones de año por una combinación resonancia de espín electrónico (REE) y métodos paleomagneticos y bocronológicos. Aunque el intervalo de tiempo llega hasta la edad del Sima de los Elefantes (1,2 millones de años), la gran mayoría de evidencias indican una edad mayor. En este momento el hominido del Barranco León es el más antiguo de Europa Occidental.

Copiamos a continuación el comunicado de prensa del IPHES (Institut Catalá de Paleoecología Humana i Evolució Social):


Un diente de leche fósil de hace  1.400.000 años hallado en Orce se convierte en el resto humano más antiguo de Europa occidental

· Se descubrió durante la campaña de excavación realizada en 2002 y ahora  se da a conocer en la prestigiosa revista  Journal of Human Evolution. 
· El artículo científico está firmado, entre otros, por dos miembros del IPHES.
· Así pues, la llegada de las primeras poblaciones humanas al continente  europeo se produjo, por lo menos, unos 200.000 años antes de lo que se conocía.
Averiguar cuándo llegaron las primeras poblaciones humanas al continente europeo es  una de las asignaturas pendientes de la comunidad científica. Ahora, atendiendo a un  nuevo hallazgo producido en el yacimiento de  Barranco León , en Orce (Granada),  concretamente un diente de leche fósil datado en 1.400.000 años, este hecho se habría producido unos 200.000 años antes de lo que se pensaba.  
Así se constata en un artículo que el lunes 4 de marzo publica on line la revista más prestigiosa en el ámbito de la paleontología humana, Journal of Human Evolution , firmado por representantes de distintos centros de investigación del mundo, entre ellos dos investigadores ICREA adscritos al IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social), Bienvenido Martínez-Navarro y Jordi Agustí .
Hasta el momento, el título de primer europeo lo ostentaba una mandíbula humana datada en hace 1.200.000 años, localizada en Atapuerca (Burgos). El fósil protagonista es una corona completa de un primer molar deciduo (de leche), de un niño de unos 10 años de edad. Está adscrito a Homo sp., carece de las raíces y  pertenece al espécimen que se ha identificado como BL02-J54-100. Está muy desgastado en su cara oclusal (la de masticación), que es ligeramente asimétrica y presenta cinco cúspides.  
Asociado a industria lítica
 Fue encontrado durante la campaña de excavación de 2002 en asociación directa con  industria lítica y otros huesos de grandes mamíferos , concretamente en el nivel BL D,  cuadrícula J54, de la sección de Barranco León, “que es de  tipo fluvial y está  intercalado entre otros niveles lacustres”, comenta Bienvenido Martínez-Navarro,  paleontólogo, segundo firmante y autor corresponsable del artículo.  “La fauna asociada al diente está compuesta por osos, chacales, lobos pintados, zorros, hienas gigantes de cara corta, tejones, rinocerontes,  dos especies de caballos,  hipopótamos, bisontes, cabras, ciervos gigantes , gamos, conejos, puercoespines, y otras  especies de roedores e insectívoros, además de otros pequeños vertebrados compuestos  por anfibios y reptiles”, cuenta el mismo investigador.
Por su parte, “las industrias líticas que aparecieron junto al diente se caracterizan por ser  muy primitivas, pertenecientes a la cultura olduvaiense, o sea, muy rudimentarias, pues fue el primer modo de elaboración de herramientas que concibieron los homínidos”, añade. En total se contabilizaron 1.244 piezas.  
En el artículo se señala que los homínidos tallaron estas industrias en el mismo sitio de Barranco León D, “dato que se puede comprobar porque se pueden remontar algunas  piezas”, puntualiza  Isidro Toro , del Museo Arqueológico de  Granada y primer firmante  del artículo.
  Asimismo, los utensilios de piedra se encuentran en asociación con los restos óseos de fauna, habiéndose documentado evidencias de  haber sido usadas sobre los mismos, tales como marcas de corte para la extracción de los paquetes cárnicos, como de fractura  para obtener el tuétano.

Las técnicas de datación
En todo caso, la antigüedad de dicho diente se ha conseguido con el uso de tres técnicas:  la resonancia de spin electrónico (ESR en sus siglas en inglés), el paleomagnetismo y la biocronología, basada esta última tanto en el grado de evolución de los arvicólidos  (roedores) como en los grandes mamíferos.
La datación por ESR se aplicó sobre a los granos de cuarzo extraídos de los sedimentos del nivel BL D, dando un resultado me dio de 1.400.000 años. Estos datos se combinaron con los obtenidos por nuevas muestras tratadas a través de la técnica de paleomagnetismo, que dieron unos resultados inversos, correlacionables entre el subcrón Jaramillo (1.070.000 años) y el subcrón Olduvai (1.770.000 años).  
Los datos suministrados por la  fauna , especialmente los roedores, arvicólidos del género Allophaiomys, apoyan la cronología de 1.400.000  años, según Jordi Agustí. “Lo  mismo sucede con la gran fauna”, puntualiza Martínez-Navarro.  
En Europa occidental, además de la mencionada mandíbula humana de Atapuerca, s  han documentado otros registros arqueológico s que avalan la presencia humana hace más de un millón de años. Es el caso de industrias líticas identificadas en Pirro Nord, Italia (1.300.000-1.700.000 años) y en Lézignan-la-Cèbe y Pont-de-Lavaud, Francia (1.570.000 y 1.100.000 años, respectivamente).
En conclusión, el diente humano de Barranco León, conjuntamente con la importante asociación de industria lítica  mencionada, ratifica que Europa occidental fue colonizada  por los homínidos hace casi un millón y medio de años, poco después de la primera expansión fuera de África documentada en el yacimiento de Dmanisi (Georgia), datado  en 1.800.000 años.
Referencia bibliográfica
Isidro Toro-Moyano, Bienvenido Martínez-Navarro, Jordi Agustí, Caroline Souday,  José María Bermúdez de Castro, María Martinón-Torres, Beatriz Fajardo, Mathieu  Duval, Christophe Falguères, Oriol Oms, Josep Maria Parés, Pere Anadón, Ramón  Julià, José Manuel García-Aguilar, Anne-Mar ie Moigne, María Patrocinio Espigares,  Sergio Ros-Montoya, and Paul Palmqvist (2013).  
The oldest human fossil in Europe  dated to ca. 1.4 Ma at Orce (Spain).
Journal of Human Evolution , in press.  

El hijo del descubridor del Hombre de Orce, Luis Gibert denuncia en una entrvista en el Diario Vasco el 02-03-2013 la falta de reconocimiento del trabajo de su padre José Gibert:

Gibert: «Me duele que desacrediten a mi padre, pero me alegra lo del diente»

Granada, 2 mar (EFE).- El geólogo Luis Gibert, hijo del descubridor del «Hombre de Orce», ha dicho hoy que le ha dolido que los científicos encargados de presentar ayer el diente del «Niño de Orce», con 1,4 millones de antigüedad, hayan «desacreditado» la investigación de su padre.
Luis Gibert ha recalcado, en declaraciones a Efe, que le parece bien que hayan sido encontrados nuevos restos en las excavaciones arqueológicas de Barranco León, en Orce (Granada), aunque ha recalcado que era un hecho previsible.
El hijo del fallecido José Gibert ha reprochado sin embargo que el fósil de diente que se presentó ayer se anunciara como el resto humano más antiguo de Europa Occidental, con 1,4 millones de años de antigüedad, y ha recordado que ya se presentó un molar de la misma zona en 1999.
«Me ha dolido que se desacredite el trabajo de mi padre en Orce, porque fue su impulsor, el que abrió el corte de las excavaciones de 15 metros, y porque dio su vida por Orce», ha lamentado Luis Gibert.
El hijo del descubridor del «Hombre de Orce» ha recriminado al profesor del Instituto Catalán de Paleoecología Humana Bienvenido Martínez Navarro, que declarara ayer, durante la presentación del diente, que los restos hallados por su padre correspondían a un rumiante.
Según Gibert, Martínez «publicó un artículo de opinión en una revista y mi padre estaba preparando una réplica cuando murió. Los rumiantes tienen el cráneo mucho más grueso y las investigaciones de mi padre encontraron otras muchas características que demuestran que era humano».
Luis Gibert ha recordado además que los restos encontrados por su padre contaron con análisis de proteínas que demostraban que el cráneo era humano, junto a otros estudios como el inmunológico desarrollado por las universidades de Granada y California.
El geólogo ha recordado que en 1995, durante un congreso paleontológico con 300 expertos de 18 países celebrado en Orce, se presentaron los restos de un molar hallado en la misma zona y que la investigación se publicó en 1999.
«Si hubiéramos seguido trabajando el Orce, mi padre habría descubierto ese fósil. Lamento que no se considere el esfuerzo por dar proyección a los yacimientos que hizo mi padre», ha recalcado Luis Gibert.
El hijo de José Gibert ha criticado que la Junta de Andalucía haya concedido los trabajos de investigación en Orce a un solo equipo y ha apuntado que la cuenca de Guadix-Baza tiene espacio para otros equipos, con más de 4.000 kilómetros cuadrados de extensión.
«En Orce no ha habido ética, y sin ética no hay progreso», ha lamentado Gibert.
«Si mi padre no se hubiera arriesgado a hacer el corte en Barranco León, nada de lo que han anunciado habría sido posible. Y eso, merece mucho más respeto», ha apostillado Gibert. EFE