Desde que hace un par de años nos llegaron noticias de nuevos
hallazgos de nombres vascónicos en estelas funerarias de época romana en
Soria, seguimos las noticias con emoción. Siempre hemos intuido que es
una investigación que romperá moldes importantes en el mundo del euskera
diacrónico. Las reacciones del establishment de la cultura y los
estudios vascos ha sido muy templada. Aparentemente no les viene bien.
Los dialectólogos con sus teorías a corto plazo prefieren pasar
olímpicamente del vascónico, y se sienten más cómodo en un lapso de
tiempo que no sobrepasa la Edad Media. Otros ni necesitan la información
lingüística y histórica de las estelas aquitanas o vascónicas para su cuadro "proto". Una vez más parece
que a más que uno sabe, peor es capaz de evaluar y aceptar la realidad
histórica. ¿Habrá que prescribir la "mirada del principiante" del
budismo a las ciencias históricas del euskera? La exposición en el Museo San Telmo es en este sentido esperanzador porque es co-organizado por Euskaltzaindia, y Prof. Joaquín Gorrochategui se ha atrevido también a dar su opinión públicamente sobre ciertas lecturas y interpretaciones, lo que me alegra. También las lecturas van evolucionando, y diría 'mejorando', lo que me alegra todavía más. ![]() |
La presencia del euskera riojano que incluye las Tierras Altas es descrita por Eduardo Aznar Martínez en dos libros: El euskera en La Rioja, Primeros testimonios (2011) y Tierras, gentes y voces, el legado del euskera riojano (2017). |
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Distribución geográfica de elementos vascónicos en el sur de La Rioja y las Tierras Altas de Soria. Los |